ALDO MÁRQUEZ
HIJO DE GUASDUALITO
Para escribir sobre Aldo lo haré en primera persona, de forma sencilla y sin adornos literarios, porque sencilla es nuestra esencia y arraigada nuestra pertenencia. Aclarando que no es un resumen biográfico, ya vendrá el momento para dedicarle a este hijo de Guasdualito algunos párrafos que recojan en amplitud su tránsito terrenal. Por ahora es mi deseo dedicarle mis espontáneas palabras llevadas al papel una mañana invernal de septiembre, observando mis ojos la majestuosidad e imponencia de nuestro Río Sarare, y oyendo mis timbrantes oídos la epifanía sinfónica del viento sararino ejecutando partituras entusiastas, como glorificando despedidas húmedas, o como dando la bienvenida a impávidos alientos que despeinaran floridas greguerías.
Es Aldo Márquez representación genuina de nuestro Parnaso. Un ser humano con el don de la poesía nativista y bucólica, inspirada en él por las ninfas y náyades, diosas menores del canto y la poesía. Además, un guasdualiteño que en sus diversas facetas ha demostrado su sentir telúrico, estando sus raíces totalmente arraigadas en la sacra tierra alto apureña, siendo merecedor como tantos más: del reconocimiento y afecto de su pueblo. De mi parte haré lo posible y alcance para que los ojos de Aldo lean mi dedicatoria completa, y que sean los nacidos en su pueblo alto apureño y de todos los confines de la patria quienes le expresen su valoración. Por ahora un verso para él:
La garza pasó volando
y volando se vio en el río,
herida por un amorío
con la amargura cargando.
En la barranca observando
un juglar de pluma fina
con metáfora imagina
lo que dictaba el heraldo,
así escribió el poeta Aldo
su canción criolla y genuina...
Aljer
Y su canciòn expresa:
Sobre el espejo del río
confundida y solitaria,
silenciosa y majestuosa
volaba una garza blanca...
Otra décima para Aldo y para todos los poetas de mi pueblo:
Cuando se marche el poeta
triste va a quedar el llano,
triste su potro alazano
por el bajío y la calceta.
Cuando se marche el poeta
lo extrañaran los caminos,
lo ofrendarán con sus trinos
en la enramada las aves
y el viento con rimas suaves
dejará sus versos finos.
Autor: ALJER “CHINO” EREÙ.-.