Batalla de
los Cochinos
Según la comunidad, en marzo
el año 1920 ocurrió la famosa batalla de los cochinos, encabezada por el
General Pedro Pérez Delgado, conocido como Maisanta, quien usaba esta expresión
al referirse a la Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora del
Perpetuo Socorro, cuyo escapulario llevaba al cuello. Maisanta es el nombre con
que los llaneros se referían también a sus madres. Supuestamente esta batalla
ocurrió en el lugar donde pasaba la línea limítrofe de El Viento colombiano, de
acuerdo con la delimitación de tratado Lino-Pombo. Elorza fue partida en dos
mitades, una colombiana y otra venezolana. Para la seguridad territorial, y
defender su régimen, Juan Vicente Gómez, construyó una casa donde albergaba un ejército
de 160 hombres. Hasta ahí llegó Maisanta, en una fiesta patronal, proveniente
de Ciudad de Nutrias, con sus 20 macheteros, entre los que se encontraban el
mocho Payara; Manuel Caballero, quien desertó en el camino; Alejandro Ojeda y
Víctor Peña, Camarucho; entre otros; a los que llamó La Sagrada de
Maisanta. El objetivo era entrar al pueblo y luego tomar el cuartel de Elorza,
situado en la costa del río Arauca. Aprovechando el silencio de la noche y el
frío de la madrugada preparó una escaramuza sin precedentes. Le ordenó al mocho
Payara que fingiera de corralero de cochinos o marranos, mientras el resto de
los hombres desnudos caminaban en cuatro patas haciendo el papel de marranos,
emitiendo a la vez sonidos guturales parecidos a los que emite los cerdos,
cuando los llevan en arreo. Al pasar frente al destacamento militar se
abalanzaron contra los desprevenidos guardianes quienes sucumbieron al ataque.
Manuel
Abrizo en una Entrevista al historiador Oldman Botello en el Correo del Orinoco
sobre el general Maisanta a los 90 años de su muerte pregunta lo siguiente:
¿Cómo fue el episodio de la toma del
puesto de Elorza?.
Maisanta
tomó varias veces a Elorza, pero el más famoso fue el de la piara de cerdos que
en la noche supuestamente arreaba Maisanta cuando pasaba frente al cuartel, una
casona vieja frente al Arauca. Eran sus hombres, desnudos de la
cintura para arriba y que imitaban a un cochino. Cuando pasaron frente al
cuartel dio la orden y entraron por el zaguán cortando cabezas a machetazos.
Vivieron solo unos pocos soldados de la pequeña guarnición. Pero no está
demostrada esta acción, pues he visto en libros que se la atribuyen a un
general colombiano en el asalto a Arauca y al sacerdote y general de
división Jesús María Zuleta en una incursión en Maracaibo u otro pueblo zuliano
a fines del siglo XX.
En la calle
El Comercio de Elorza se encuentra una pintura que hace alusión a estos hechos.
FUENTE:
Correo del
Orinoco, entrevista a Oldman Botello por Manuel Abrizo