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viernes, 3 de marzo de 2023

JUSTO TELESFORO JAIME

 



Justo Telésforo Jaime nace en Palmarito (Edo. Apure), en 1874, muere en Táriba (Mcpo. Cárdenas, 14 jun. 1918) 

Clarinetista. Director de Banda. Compositor.- Conocido como el llanero. (v. Federico Chacón) Contrariamente a lo que pudiera pensarse, en Apure existió desde mediados del siglo XIX, una clara intención por instaurar Escuelas de Música y Bandas. Así lo afirma el historiador Carlos M. Laya en su trabajo Del Apure Histórico (Caracas, 1979), cuando demuestra con documentos, la creación en San Fernando de una Escuela de Música en 1862 dirigida por Buenaventura Pereira; otra en Palmarito dirigida por Pablo Torres en mayo de 1867, además de la Banda Piar en 1866 y la reorganizada Banda Apure en 1874, entre otras organizaciones.

Con alguno de esos maestros iniciaría sus primeras nociones musicales este clarinetista y compositor quien se trasladó a San Cristóbal, particularmente a la zona de La Sabana (hoy, La Concordia), siendo muy joven, en la condición de cagón o arriero, actividad económica propia de los llanos altos apureños, basada en el traslado de ganado de esa región a la depresión del Táchira cruzando la selva de San Camilo. Fue uno de los integrantes, como clarinetista, de la Banda Sucre dirigida por Marco Antonio Castrellón, Celso Pérez y Eleazar Guerrero, sucesivamente. 

En mayo de 1903, con motivo del viaje de éste último conductor y cornetista a Colombia, los integrantes de esa organización deciden unánimente que Jaime asuma la dirección, lo cual hace desde el domingo 10 de mayo hasta mediados de agosto, cuando el Ejecutivo del Estado decide intervenir en el hecho cultural y transformar a esta iniciativa de la sociedad civil en ente oficial, convirtiéndose en Banda del Estado dirigida por el connotado músico colombiano Alejandro Fernández, volviendo a su condición de instrumentista. 

El 11 de junio de 1904 contrae matrimonio con la señorita Lina Rosa Barrios Rivero, hija del famoso hacendado y comerciante Lino Barrios y de Tomasa Rivero, vecinos de La Sabana, zona a la que llegaría a fines del siglo XIX en su ya mencionada condición. En ese acto civil declaró tener treinta años de edad, ser hijo de la finada Adelina Jaime y haber nacido en Palmarito, uno de los distritos guzmancistas del departamento Guasdualito, éste a la vez, uno de los cuatro entes políticos del estado Apure en ése entonces. 



Ejerció también la sastrería, profesión con la que creó en la capital tachirense un Club de Fluxes en 1905; trasladó su taller en abril de 1908, a la Calle Villapol nº 36, frente al Mercado Cubierto (hoy Centro Cívico), donde ofrecía como siempre, puntualidad, esmero y precios módicos. En este año, aún mantenía su actividad como integrante del elenco de la Banda dirigida por su amigo Alejandro Fernández, pues interpretó el obligado a clarinete Amitié (gran polca) del compositor Cary, en la retreta ofrecida en el Club Táchira el sábado 13 de junio; vuelve a realizar esta misma obra unas semanas luego, en septiembre. Se traslada a Táriba en 1910, con motivo de la abrupta separación de Fernández como director de la Banda para ser reemplazado por Nicolás Costantino, y es designado Director Titular de la famosa Banda Cárdenas con la que realiza una importante labor de enseñanza y difusión del repertorio universal, nacional y local. Conduce su primera retreta con un reducido personal en la noche del domingo 25 de septiembre. Un programa de sus conciertos estaba estructurado así: Polca. Primera Caricia de M. Rodríguez; Valse. Los dos Henriques de A. Vera R.; Valse. La Gatita Blanca de Couplet; Pasillo. Blando rumor del colombiano Elías Mauricio Soto y la Mazurca Astromelia del propio Justo Telésforo Jaime. Dirige también en octubre de 1916 a la Banda Sucre de Lobatera, la cual participa en las celebraciones de recibimiento del nuevo Cura Párroco Pedro Pablo Maldonado. 

Fallece víctima de la disentería en junio de 1918 en Táriba. Unos meses después, en octubre, su viuda Lina Rosa Barrios ofrecía en venta todas las partituras de sus propias composiciones, además de su vasto repertorio para banda y partituras para piano y orquesta. Vendió hasta en un precio convencional su particular piano, perdiéndose con este acto de ignorancia e indiferencia un incalculable patrimonio del cual sólo tenemos algunas incompletas particellas. Vayamos a saber en cuál baúl estarán depositadas o carcomidas por la polilla lo que quedó escrito de esa fuente inagotable de inspiración, de la cual sólo hacemos esta referencia hemerográfica, la cual por su exactitud, consideramos valedera. Registramos las siguientes composiciones: VALSES: El Jabón de Reuter (1902); Siempre recuérdame (1902); Pensamientos (1903); Pepitorias (1903, dedicado al Dr. Samuel Eugenio Niño); El 18 de Julio (1905, dedicado a Federico Chacón); Tesoro de mi Hogar (1905); El Decano (1905, dedicado al decano de los músicos de la Banda, el tubista Andrés Villasmil Caridad, hecho de refuta la atribución de este valse a Francisco Javier Marciales); Está florido el campo (1906, estrenado en la retreta del jueves 10 de mayo de ese año, considerado por Marco Antonio Rivera Useche, el más hermoso y más representativo de los valses tachirenses); Primaveral (1906, dedicado al cornetista de la Banda y Director Parmenión Briceño); Torrentes del Torbes (1906, dedicado a su colega músico e integrante de la Banda, Calixto Burgos); El Cachaco (1906, dedicado al Dr. Rubén González); Nueva Inspiración (1906, dedicado al músico Enrique Torre); Sufrir y Callar (1907, dedicado a Manuel María Salazar); El Integérrimo (1907, escrito con Rafael Sarmiento, dedicado a nuestro amigo querido y honorable maestro Alejandro Fernández); Cielos del Hogar (1908); Entre flores (1910); El Ave Canta (1911) y En busca de un recuerdo (1911) BAMBUCOS: Mi angélica visión (1903); Buen Genio (1906); Fresca Brisa (1907) y Alma Enferma (1907) PASILLOS: Último suspiro (1903, dedicado a la memoria de Marco Antonio Castrellón); Nostalgias (1905) y El beso de la noche (1907) CONTRADANZAS: Cortesía (1906) y Crisálida (1906) POLCAS: Violetas (1906); y Sobre las colinas (1906) DANZA: Mi angélica visión (1907) FANTASÍA: Gratitud (1908, dedicada al Director y compositor Eleazar Guerrero Y.) GALOPE: Vuelvan Caras (1906) MAZURCAS: Astromelia (1908) y Reciprocidad (1906, como respuesta al compositor Alejandro Jácome quien le dedicó a Jaime su danza-bambuco Fibras Armoniosas en julio de ese año) 

Su amigo Julio Ernesto Galavíz Ávila le dedicó, en 1908, el bambuco Noche Serena. Otras composiciones suyas no clasificadas en la revisión hemerográfica son los clásicos Pluma y Lira (valse); Entre Amigos (valse) y el joropo Punta e’ Soga. La publicación de la lista de bambucos contradice lo expresado por el musicólogo e investigador tachirense Luis Felipe Ramón y Rivera, quien afirmó en un artículo sobre música tachirense publicado en diciembre de 1944, en la revista Logos del Salón de Lectura de San Cristóbal, que Telésforo Jaime ni siquiera compuso un bambuco.

Jaime es uno de los portadores de la influencia llanera en la música tachirense. Sus galopes aportan un nuevo elemento en la composición de este género por músicos nativos como Evaristo Olivares con Alma Aborigen o Ezequiel Vivas Bernal con Diosmengod. 

Recibió también el ascendiente caraqueño del compositor Sebastián Díaz Peña; los compases iniciales del conocido joropo Marisela y los del regional Punta e’ Soga, así lo evidencia. 

Su música ha sido grabada por diversas instituciones nacionales y locales, entre ellas: las voces de Ofelia Ramón y María Teresa Chacín; la Orquesta Típica Nacional; Galantes de Venezuela; Orquesta Típica del Táchira; Lira del Táchira; Estudiantina Li-Uni y Cuerdas Andinas, entre otras.

Fuente: Pág de Facebook Cien Años de Historia 

sábado, 10 de septiembre de 2022

JOSE ANGEL ZURITA

 


José  Angel Zurita

En las CRÓNICAS DE FRANCISCO CASTILLO SERRANO sobre José Angel Zurita o el "Maestro Zurita", como a secas lo llamaba el pueblo nos dice lo siguiente; fue un Amigo, un Padre, un Consejero y un destacado Músico apureño (1908 - 1970). Esta crónica, tomada en parte de las vivencias de la Prof. Eladia de Aracas, aparecidas en "El Correo de Apure" órgano de la sociedad Bolivariana de Venezuela, nos anima a exaltar su brillante obra y calidad humana, la cual ha permanecido inexplicablemente en el anonimato y es que, el Maestro Zurita, es prácticamente un desconocido por las nuevas generaciones de apureños en su esfuerzo por hacer de la música y sus músicos un emblema del llano. 

Recordemos que Apure, antes que el estado Lara fue la "capital musical de Venezuela", Zurita se desempeñó como director de la Banda Páez, luego Bolívar del estado Apure, y con ella por muchos años, alegró con sus retretas las noches y la vida sanfernandina. Luego fue director de la Banda Marcial del Batallón Caracas No. 2 de Maracay. También Presidente de la Sociedad Filarmónica de Apure.

No obstante su vida musical lo encontramos como Juez Superior accidental de Apure. Director de la Imprenta Oficial del Estado. Fabricante de helados. Maestro de Escuela. Político. Director de la Banda del Estado Barinas. Fundador y Director de la Escuela de Música de Barinas. Creador y Director de la Banda Infantil de San Fernando, y Director de la Escuela de Música de San Fernando, condición que asumió a costa de muchos sacrificios, su sueldo mensual era de 120 bolívares que compartía con músicos y aprendices.

Insigne compositor y arreglista, destacándose entre sus obras: "Marchas épicas y militares”. "Clarín de Carabobo", "Marchas religiosas", "Mater Amabilis", "Marchas fúnebres" y un sin número de pasodobles, joropos, danzas y valses para interpretación orquestal. Su dedicación y amor por la música y Apure nos permiten decir que en San Fernando cada nota musical que se ejecuta, tiene raíces directas e indirectas de la enseñanza se este gran Maestro.

Entre sus discípulos destacados recordamos a: César Bermúdez, Carmelo Aracas, Victor Silva, Miguel Siso, Asdrúbal Ribas, Fernando Farfán, Nelson Hernández "Cabo Luís", entre otros.

Fuentes: Aracas., E. (1987). "Mérito al Maestro Zurita" . Biruaca.
Castillo., F. (2002). "El Último violín". Mérida.


Así mismo transcribimos un texto encontrado en un semanario apureño escrito por Rosa Cestari que dice lo siguiente;

CON MOTIVO DE HABER CUMPLIDO 31 AÑOS DE VIDA PROFESIONAL

Confirman los Museos   y se refiere la Historia con evidencia, que el aporte artístico del hombre ha dejado su huella valiosa en la evolución religiosa y político –social de la humanidad. Los artistas y sus obras- según la época son el más fiel testigo del alcance cultural de cada pueblo. Por ello, es preciso  que no pasen desapercibidos, quienes cultiven un arte luego, den bondadosamente  lo mejor de él. Uno de esos casos, es recordar con justicia y gratitud al maestro José Ángel Zurita, quien en los límites  de nuestra pequeña Geografía provinciana, marcó su trayectoria  con trabajo constante y esfuerzo superador,  creando escuelas de música, conjuntos,  orquesta, hasta constituir la Banda del Estado con discípulos suyos, siendo importante anotar, que la Banda  actual está formada por muchos de ellos.

Este aniversario en ocasión propicia para decir algo acerca de la vida de este luchador, de las armonías acompasadas.

Vio la luz primera Don José Ángel  Zurita en esta ciudad de San Fernando de Apure, el día 2 de Marzo de 1889, y, desde antes de su adolescencia, mostró marcada  inclinación por la más sublime de las bellas artes. Fue  en esa época cuando tuvo oportunidad de ser alumno de la Escuela de Música que dirigía en esta ciudad  el excelente Maestro colombiano Don César Ramírez Gómez bajo cuya dirección estudió durante varios años. Fueron más tarde sus maestros, los destacados profesores venezolanos Juan Vicente Gutiérrez y Ruperto Briceño.

Teodoro Cristóbal Pbro. Alfredo Martínez Mayz (españoles). Eduardo Martínez Sánchez y José Colloca (mexicano e italiano respectivamente).Para el año de 1912 actuó como Profesor ejecutante en la Banda del Estado Aragua dirigida por el Prof. Ruperto Briceño. Hizo del cornetín, su instrumento preferido llegando a dominarlo con perfección. En el mismo año de 1912 regresó a esta ciudad donde fue nombrado director de la Banda del Estado. Siguen largos años de lucha sin apartarse de su arte hasta fundar en 1920 su primera escuela musical, la cual inauguró el 8 de octubre de ese año. Más tarde formo la “Orquesta Social Apure”, que fue una valiosa institución musical. Entre sus interesantes organizaciones se destaca la Escuela de música “María Luisa Escobar”, donde los hijos del pueblo se preparaban para actuar en bandas   y orquestas. Otra de sus felices iniciativas fue la promoción de un Concurso de Música en el cual tomaron parte destacados musicólogos  nacionales.

Banda Bolívar del Estado Apure
Foto cortesía de Fernando Fárfan+

Como compositor, el Maestro Zurita, completa su obra artística con un variado y extenso repertorio que comprueba su capacidad técnica y exquisito temperamento artístico. Consagraciones a su labor cultural son los galardones de mérito concedídosle así: En 1940 le fue  donada una Batuta de Oro por el Ejecutivo del Estado con motivo de cumplir 20 años al frente de la Dirección de la Banda Bolívar, en este mismo año, el comité Pro Celebración del Día del Músico Apureño, le adjudicó el Diploma de Honor y Medalla de Oro. En 1941, por decreto del Presidente de la República  Gral. Isaías Medina, le fue otorgada  la Medalla de Instrucción Pública. Diplomado por la Sociedad Bolivariana, Centro correspondiente de esta ciudad. Por el Centro Cultural del Estado Apure de la Casa Venezolana en el Hogar Americano y por la Agrupación de Trabajadores y Artesanos apureños.

Altas personalidades de la música Venezolana le han significado siempre gran aprecio y distinción, entre otras, el Maestro Don Vicente Emilio Sojo, Prof. Juan Bta. Plaza, P. E. Gutiérrez Carlos Bonett, Laudelino Mejías, y con especial estimación la exquisita intérprete del sentimiento aborigen, Señora María Luisa Escobar.

Así en cortos rasgos, he analizado la vida de este hombre y artista nuestro como un sencillo homenaje de su tierra natal, al cumplirse treinta y un años laborando arte, con un conjunto de ventajas útiles para la vida espiritual y material de su pueblo ayer, y hoy, en Barinas.

Maestro Zurita, hoy lo recordamos con cariño y la sinceridad buscada   en su justo medio, para desear que su ejemplo estimule a sus discípulos y éste sea el mejor testimonio que le rindan a su generosidad, ya que la generosidad es virtud de los artistas de altura.

Tomado del semanario Tribuna Libre

 de San Fernando de Apure, 1 de Diciembre de 1951

Director Dr. Antonio J. Paiva 

Transcripción Grecia Nieves 



 
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