PUEBLO VIEJO Y SU JOSEFINO
BREVE INTROITO.-
Doscientos cincuenta y un años (251) se cumplirán en julio del 2022 de la fundación (1771) de Guasdualito por parte de José Ignacio del Pumar y Traspuesto, Marqués de la Rivera de Boconò y Masparro, Vizconde del Pumar, agregando a la identificación nobiliaria los nombramientos de Cabo de Guerra, y Teniente de Gobernador y Justicia Mayor de Barinas. Este importante hecho histórico no debe pasar bajo la mesa por el bien de nuestra identidad patrimonial, de por sí ya es lamentable que una cantidad considerable de guasdualiteños desconozcan por indolencia e incuria lo convencional de nuestro pasado hereditario, por lo que es necesario que se tomen cartas al respecto para que no desaparezca en el limbo nuestra esencia histórica.
SOBRE LA FUNDACIÒN.-
Lo conocido de manera convenida sobre la fundación es lo escrito por varios historiadores, unos más que otros en cercanía con la autenticidad del suceso, teniendo un punto de confluencia de opiniones en lo señalado en La Intendencia del Ejercito y Real Hacienda, perteneciente el documento al Archivo General de Las Indias en Sevilla (Esp), del cual extraemos (tal y como fue manuscrito) unas interesantes líneas: “consta que con superior permisión en el año de mil y setecientos y setenta, en que ejercía el empleo de teniente de gobernador …con superior aprobación y permiso allanó y pacificó el sitio de Guasdualito, jurisdicción de esta ciudad, distante de ella cerca de cuatro días de camino, lugar que se hallaba desierto, solitario e inhabitable, por ser el centro, abrigo y madriguera de indios bárbaros y por ello de gravísimo riesgo para los transitantes…(sic). Y sobre el aniversario de la conmemoración escribiremos llegada la fecha fundacional, mientras tanto, unos versos criollos a un amigo natural, al Josefino de Pueblo Viejo:
RESPUESTAS AL JOSEFINO
/
Con rumbo hacia Pueblo Viejo
va un recuerdo peregrino,
recuerdo de aquel encuentro
bajo el árbol Josefino.
/
Once años que no son días
cuando aquel día coincidimos,
pareciera que fue ayer,
era mayo, allí nos vimos.
/
Las copas aposaladas,
áspero el tallo torcido,
con floración de miradas
nuestro intenso conmovido.
/
Hoy me preguntas por ella
te respondo Josefino.
El tiempo nos marchitó
las pinnas del rojo vivo.
/
Hoy me preguntas por ella,
te respondo Josefino.
El tiempo quiso en su tronco
quitarla de mi camino.
/
El tiempo cicatrizó
la marca cuando te herimos,
con la daga del romance
cuando aquello prometimos.
/
Hoy me despido de ti
florirojo Josefino.
Si volviésemos a vernos
será asunto del destino.
ALJER “CHINO” EREÙ.-.