Autor Miguel Barrios M.
En el Caramacate de la época el medio de transporte era fluvial mediante los caños Caramacate y la tapa "La Burra" en invierno y durante el verano en bicicleta, caballos, burros y mulas por caminos, terraplén y picas. Era un paisaje encantador, apacible y puro.
La pobladores del vecindario realizaban las compras de alimentos al mayor (la llamaban provisión) en la ciudad de San Fernando de Apure. De igual manera llevaban quesos, leche, leña, carbón , estiércol, cosechas, entre otros para la comercialización en la pequeña ciudad capital.
Don Serapio era propietario de burros de "cargas" adiestrados para tal fin. Se desplazaban en el barro con facilidad y mucha fuerza. En el agua nadaban como peces y en caminos eran trochadores contaba el Nedro Unda un poblador de la zona rural de la época.
El vertedero de basura de la ciudad estaba ubicado para ese tiempo en el actual mercado municipal, Perimetral Sur en la "Y" de las vías de Caramacate y El Tocal.
Allí llegaba Don Serapio muy temprano con sus burros en busca de desperdicios para sus cerdos, perros y gatos de su propiedad. Casi siempre desayunaba con pan y mortadela encontradas entre la basura. También conseguía ropa usada, enseres del hogar, entre otros objetos. Todo el cargamento encontrado era montado en sus potentes animales de cargas y llevados hasta su residencia en el viejo Caramacate.
Sus fieles compañeros de aventuras y su medio de transporte también se alimentaban de desperdicios en el desagradable vertedero.