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domingo, 16 de julio de 2023

QUIRPA Y SU LEYENDA

 


El Joropo es un símbolo de identidad nacional y es uno de los bailes más tradicionales de la cultura venezolana, de su música y su baile intervinieron ritmos, estilos y sonidos de lugares muy lejanos y de tiempos inmemorables.

Vamos a hurgar un poco para  conocer más sobre uno de sus ritmos y su historia.

QUIRPA. 

Quirpa es un canto y ritmo de corte recio, que se toca en los bailes llaneros.

Quirpa proviene del latín "chirpa" (kirpa) y se refiere al canto interactivo-hablante de los pájaros. Dado que la Latinoamerica fué redescubierta y recolonizada en los tiempos tordíomedievales del "latín vulgar" o sea del "latín hablado" (a dferencia del "latín clásico" escrito) la palabra latina chirpa (pronunciada kirpa) fué introducida en la lengua popular del llano venezolano por vía de los sonetos de rima, así como de duelo poético cavalleresco (Florentino-Italiano, Privincial-Francés. ...) cantado y conocido en el tardío medioevo como "tenzón(e)". Lo interesante del caso es que esta tradición poetica cantada haya sobrevivido en los más reconditos lares populares latinoamericanos por ser practica artistica de populaciones no sometidas a la temprana y rigurosa escolarización lingüistica durante los tiempos del nacionalismo étnico-territorial y después del nacionalismo étnico-capitalista-industrial.

La palabra quirpa no es de orígen venezolano, pero ahora una palabra de una tradición artística nacida en los tiempos del "latín popular, hablado o vulgar" que sobrevivió en Venezuela.

Otra versión dice que su nombre lo inspiró un llanero genuino, de temple recio, arpista, famoso en el llano como contrapunteador, a quien le decían Quirpa, quien se convirtió en leyenda del llano venezolano.

Don José Antonio Oquendo o mejor conocido como el maestro Quirpa fue un ganadero de finales del siglo XIX.

Dicen que donde llegaba Quirpa, enseguida se encendía la fiesta. Muchos cantantes y músicos del llano, interpretan esta expresión musical, como lo hacía Quirpa, ese hombre al que le decían que era un llanero de a caballo.

La historia del legendario Quirpa ha sido motivo de inspiración infinita de cantantes y compositores, y el ritmo además se ha inmortalizado en grabaciones cantadas y en piezas instrumentales.

En una recopilación hecha por Cipriano Moreno sobre este personaje, dice lo siguiente:

A mediados del siglo XIX, cuando cesaron un poco las revoluciones del país, como la Guerra Federal, la Revolución de Azul o la Guerra del 92, aprovechaban los comerciantes de la época para trasladarse por los difíciles caminos que venían o Iván, desde los llanos orientales o centrales a vender sus mercancías y a comercializar el ganado, siendo el único medio de transporte los burros, bueyes y mulas que conformaban los arreos, y por supuesto el caballo, animal importante y primordial del llanero parra arrear las madrinas de ganado que serían vendidas a las tropas del gobierno y exponiéndose al peligro de los asaltadores de caminos, los cuales asesinaban para robar el ganado y así satisfacer el hambre de sus tropas de forajidos diezmados por la guerra.

Uno de estos tantos comerciantes, fue JOSÉ ANTONIO OQUENDO, al que apodaban “QUIRPA”, (Kirpa) llanero de a caballo, buen ganadero de soga en mano y a píe, cantador recio de la sabana, buen coplero, buen contrapunteador, su voz era reconocida en cada uno de los pueblos y rincones mas apartados de la inmensidad del llano.

Con certeza no se sabe su lugar de origen, algunos decían que era de Apurito, Palmarito ó Guasdualito, lo cierto es que era hijo de la inmensa tierra llanera.

Siempre le acompañaba su amigo y compañero de faena y parranda, “EL GUITARRERO”, y junto a ellos no faltaba la mula, la cual llevaba sobre su lomo, “la camoruca” o arpa llanera, instrumento musical, el cual “QUIRPA”, (Kirpa) ejecutaba magistralmente, convirtiéndose en el coplero que se auto-acompañaba, con su grito de guerra: “...llego “QUIRPA”, el arpista y buen coplero. Vamos a ver quien responde, acompáñame guitarrero” . y así se prendía la fiesta, donde se divertía la gente en tarantines y pulperías, entre palos de aguardiente y el relancino contrapunteo.

En uno de estos viajes, JOSÉ ANTONIO OQUENDO, “QUIRPA”, venía hacia Caracas, con una madrina de ganado llegando a San Sebastián, le comento a su “GUITARRERO”: “...mire compa ya vamos llegando a San Sebastián, dejamos allí los peones que cuiden el ganao y usted y yo nos ajilamos un poquito más arriba, y nos llegamos a Güiripa pueblo fresco y de mujeres bonitas, yo tengo muy “guenas” relaciones con esa gente, y vamos a parrandeá tó la noche, y “jembra” que se me alebreste, me la llevo en los cachos...”

Fue así como ”EL GUITARRERO” preparo la mula con el arpa, en un saco metió unas garrafas de ron, su “porsiacaso” con queso, casabe y papelón, limpió y afino su guitarra (cuatro) y emprendieron el viaje hacia Güiripa.

Ya “QUIRPA”, era conocido ampliamente en el pueblo, su fama había llegado hasta Güiripa, y en una sola voz se oían a los lugareños: “...epa cuñaó a pararse que llego Quirpa..” Es así como uno a uno, los moradores se fueron preparando para el gran parrando, llegaron hasta las orillas del río, donde se prendió la gran fogata, y las treinta y dos cuerdas del arpa, ejecutadas por “Quirpa” y acompañado por el guitarrero; arrancaron con una “guacharaca”, la cual puso en calor a hombres y mujeres que al compás del zapateo, comenzaban la gran fiesta.

A medida que las horas pasaban, el parrando tomaba más color, y bajo los efectos del alcohol, “Quirpa” y “El Guitarrero” no dejaban de tocar, lanzando coplas tras coplas en recios contrapunteos, entre “Quirpa” y los cantadores de la zona, los cuales uno a uno caían vencidos por los versos “mata copleros” que con destreza “Quirpa” les refutaba. Bajo el fragor del baile, cuentan, que “Quirpa” puso los ojos en una morena despampanante que también le correspondía, haciéndole “ojitos”. “Quirpa” inspirado por la belleza de esta mujer, se olvido de sus contrarios, y comenzó a galantear con sus versos a la fémina, destacando todos los atributos que a ella adornaban; pero, como siempre hay un “pero”, la mujer tenía “dueño”, y su “dueño” también era coplero, y así salió retando a “Quirpa” improvisándole versos fuertes u ofensivos, los cuales a “Quirpa” no le hicieron mella y le replicaba en forma tan relancina, ridiculizándolo, viéndose ya perdido y muerto de rabia por los celos y la impotencia por no lograr su objetivo contra “Quirpa”, el marido celoso, dicen, lanzo este verso: “... si has llegado a estos lares, viniendo desde tan lejos, ya se te acabo el carburo, tu eres un pobre pendejo y que se sepa en Caracas también en el mundo entero que aquí en Güiripa señores, no quieren a los llaneros..”, he inmediatamente dando un salto felino, puñal en mano, de un solo tajo corto las 32 cuerdas del arpa que con maestría tocaba “Quirpa”, y es así como se prende el berenjenal, “Quirpa” como buen llanero, se enfrento a puño limpio contra quien ozó dañar su arpa, en medio de la trifulca “Quirpa” recibe certera puñalada, que le quita la vida en el acto. El Guitarrero en defensa de su patrón y compañero de parranda sale en su defensa, pero también es herido, dicen, recibió hasta dieciséis puñaladas, salvando la vida de puro milagro.

Cuentan, que después de la escaramuza, todo quedó en silencio, y en medio de la semioscuridad, solo se destacaban dos cuerpos tendidos sobre la tierra, el de “QUIRPA” y “EL GUITARRERO”, y la sangre que fluía de las heridas, llegaba hasta el río, tiñendo las aguas de rojo, los cuales serpenteaban corriente abajo, siguiendo su propio cause.

Edgar Colmenares del Valle nos habla sobre Quirpa y sus andanzas de la siguiente manera:

Quirpa es uno de los tantos joropos anónimos que, desde un tiempo remoto e impreciso, forma parte del patrimonio musical del llano venezolano. Pertenece al género del llamado joropo recio y es frecuente oírlo como pieza instrumental, como composición cantada a una voz o como fondo musical de un contrapunteo. También tiene versiones corales. Se estima que toma su nombre del apodo o del nombre de un personaje en torno al cual se creó una leyenda que se consagró en el imaginario popular a través de un texto en versos que narra ciertos aspectos de la historia de este personaje, particularmente los relacionados con su origen, su oficio y su muerte en Güiripa, una población cercana a San Sebastián de los Reyes en el estado Aragua. Tal texto, y la música con que se le canta, se convirtió en el instrumento divulgador de esta leyenda que, de este modo, se hizo parte de la tradición folklórica llanera y, desde este espacio, siempre a través de la música y el canto, se extendió por una buena parte de Venezuela y por otros países. A medida que se ha dado esta extensión, al canto original, como suele suceder con las leyendas, se le han modificado o agregado determinados elementos que, funcionalmente, operan como variantes de la historia primordial. Además, como ha sucedido con un sinnúmero de joropos y pasajes entre los cuales están el Pajarillo, el Gabán, el Zumba que zumba, San Rafael y otros, se han producido nuevos textos que se cantan al son de la música del joropo original a pesar de que sus letras no guardan relación alguna con la historia de Quirpa...

Esta historia, que tiene como eje accional la muerte de Quirpa a manos de un contrincante en el canto y en el lance amoroso de ocasión, se repite, a veces textualmente, en casi todas las páginas dedicadas a Quirpa. Sin embargo, entre las revisadas, hemos encontrado dos páginas que difieren de la versión anteriormente descrita. En una de ellas, leemos:

Cuenta el abuelo que en la versión por él conocida, Quendo (no Oquendo), pescador, hombre habilidoso en las coplas e interpretación del arpa, apodado Quirpa, venía por los Valles del Tuy, desde Achaguas, vendiendo pescado seco. En el camino lo emboscó Pío Morales quien, tomándolo por sorpresa, lo mató a machetazos. No se sabe a ciencia cierta el motivo de la emboscada, pero probablemente había una mujer de por medio. Cuenta el abuelo, que las 32 cuerdas cortadas e incluso las heridas del guitarrero son producto de la imaginación y de las modificaciones de la historia al pasar de generación en generación.  

De la otra página, concebida como un homenaje al poeta de la llanura, el camaguanero Germán Fleitas Beroes, autor de numerosos pasajes musicalizados por Juan Vicente Torrealba y de una versión de Florentino y el Diablo titulada La majada del Diablo, transcribiremos algunos párrafos. 

En esta página, en primer lugar, se cuenta una historia que difiere totalmente de la versión anterior, radicada fuera de Güiripa y protagonizada por José Antonio Quirpa, Juan Rafael Zárate y unos “arreadores de ganado procedentes del Alto Llano”. Cuenta el poeta Fleitas Beroes:

Cuando la muchacha campesina le preguntó a José Antonio Quirpa el nombre de un “golpe” compuesto por él que ya se estaba haciendo popular en la Villa de San Jaime y sus alrededores, éste le contestó: -Se llama El golpe que hace llorar.

Algún tiempo después, cuando fue asesinado por hombres arreadores de ganado procedentes del Alto Llano, las masas populares, como homenaje póstumo al arpista, comenzaron a llamar aquel “golpe”, primero Quirpa y después La Quirpa.

Juan Rafael Zárate, su cuatrista y amigo, también fue macheteado aquella noche. Semanas después llegó a Camaguán, donde vivía con su mujer Clara Blanco de Zárate (Ña Clara Blanco) y sus hijos Antonio y Félix. 

Esta versión, independientemente de que sea verdadera o falsa, es verosímil, es decir, es pensable. Sobre todo si se toma en cuenta el hecho de que Quirpa, además de ser un apodo, también es un nombre propio de personas. Por lo demás, la ambientación de la historia en otro sitio diferente del que se tiene como auténtico o como original es un rasgo característico de las leyendas. Con frecuencia, las leyendas, al igual que las lenguas, se regionalizan. Otro elemento interesante en esta versión de Fleitas Beroes es la identificación de El guitarrero como Juan Rafael Zárate, amigo y cuatrista de Quirpa. Y no menos interesante es el uso del término cuatrista en lugar de guitarrero. Particularmente, creo que en la Quirpa el término guitarrero no es un apodo sino la designación de una persona ejecutante de la guitarra.

Luego de esta historia que ubica a Quirpa en la Villa de San Jaime y sus alrededores, en esta misma página que estamos considerando se expone otra versión, quizás menos divulgada, recogida también de la tradición oral por el poeta Fleitas Beroes. De acuerdo con ella, la muerte de Quirpa fue en “un punto ubicado en la costa del Meta”:

Germán Fleitas Beroes, hizo un estudio detallado de Quirpa, con base a la tradición oral de gente del llano que a su vez lo escuchó de sus abuelos. Llega a la conclusión, aunque no contamos todavía con el análisis completo, que Güiripa no es el pueblo del estado Aragua donde incluso está identificado el sitio donde presuntamente sucedió este suceso, sino de un punto ubicado en la costa del Meta, visitado por el Padre Madariaga a su regreso de Bogotá. Cuenta la tradición oral de la familia Fleitas, que ante esta teoría, hay quien ha alegado su imposibilidad, pues estando este segundo punto ubicado en el llano, no tendría lógica el verso “no quieren a los llaneros”, sin embargo, él solía explicar que en aquellos tiempos, se le llamaba llanero únicamente al hombre de faena. El resto de los habitantes de ciudades y pueblos del llano, no llevaban ese calificativo, por lo que desde este punto de vista, pudiera interpretarse que los llaneros que mataron a Quirpa, eran peones u hombres de faena.

En definitiva tenemos una historia con varias versiones, un joropo y un nombre legendarios, popularizados y consagrados a través del canto y la poesía: Quirpa.

Cronológicamente, de acuerdo con nuestra competencia como estudioso y coleccionista de la música llanera, el primero en grabar Quirpa fue Ángel Custodio Loyola acompañado por el Indio Figueredo. Sin duda, esta grabación está entre las primeras hechas en Venezuela con música de arpa, cuatro y maracas. Junto con Loyola y Figueredo, también en esa oportunidad grabó como cantante Valeriano Mendoza de quien, lamentablemente, poca es la información que tenemos acerca de él y de su trayectoria artística. Mis amigos, el cronista de Calabozo José Antonio Silva Agudelo y el maestro Manuel Luna, ambos ya fallecidos, coincidieron en decirme que Valeriano era primo de Lucio Mendoza el autor de la música de Cajón de Arauca apureño y arpista de Los Guariqueños. “Fue a él -nos dijo Manuel Luna en una de las tantas veces que hablamos de su legado como arpista y compositor y de su mundo en San Rafael de Atamaica- a quien yo sustituí como arpista en el conjunto de mi compadre Loyola”. En memoria de Valeriano, injustamente olvidado a pesar de ser uno de los pioneros en estos primeros pasos de la música llanera como proposición artística formalmente organizada y como proposición de identidad regional y nacional.


Recopilación de Orlando Nieves 

Fuentes:

✓RAE

✓Wikipedia

✓Library.co

✓Culturallanera7.blogspot.com

✓Música venezolana.com

✓Orinocopadrerio.blogspot.com

✓Músicallanera.net

✓Narkive.com

✓EdgarColmenaresdelValle.com

 
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