El
Joropo es un símbolo de identidad nacional y es uno de los bailes más tradicionales de la cultura venezolana,
de su música y su baile intervinieron ritmos, estilos y sonidos de lugares muy
lejanos y de tiempos inmemorables.
Foto:Fundación Italo Decanio D´amico
La
palabra "joropo" posiblemente provenga del arábigo xarop que
significa "jarabe", y está emparentado con los jarabes
tapatíos de México.
Otros musicólogos se inclinan por la etimología indígena caribe; y otros por el
origen quechua.
Según
el folclorólogo Gustavo Rodríguez, la palabra Joropo tiene varias acepciones,
entre ellas xarop (del árabe jarabe), soropo (voz indígena que significa cubrir
con una amalgama de barro, pasto y boñiga las paredes de los ranchos) y jarabe
(voz indígena que significaba bebida).
El
conocido musicólogo, compositor y promotor cultural Rafael Salazar, conocido por
sus trabajos de investigación en etnomúsica y folclor de Venezuela y
Latinoamérica explica en entrevista con Randolph Borges: «Es un hecho bien
conocido que el joropo es el canto y el baile nacional de Venezuela… porque el
pueblo venezolano, a través del tiempo, desde el siglo XVIII capturó toda la
música proveniente del mundo árabe-hispano y se dispersó por todo el país. Esa
dispersión dio lugar a una serie de manifestaciones ‘afandangadas’ que después
adquirieron el nombre de joropo».
Hoy,
el Joropo es una manifestación cultural nacional porque se encuentra
dispersa en todo el país con características propias de las diferentes regiones
y su diversidad se manifiesta en el joropo
oriental, el joropo
central (con algunas especificidades como el joropo tuyero, el joropo mirandino o el joropo aragüeño), el joropo andino, el joropo llanero y el golpe larense en Venezuela.
Además existen algunas variantes que fusionan elementos con particularidades
estilísticas como el joropo guayanés, joropo guaribero o cordillerano, joropo horconiao y el joropo urbano.
El
coplero Vidal Colmenares, cultor del joropo veguero, afirma con
base a testimonios orales familiares que datan del siglo XIX, que en los llanos
de Barinas, Apure y Portuguesa
no se utiliza la palabra joropo para denominar la fiesta: simplemente se le
dice "parranda". Colmenares cree que la connotación viene más bien
de Caracas y
se ha impuesto en el léxico venezolano con esa acepción que no es propia del
llano
«Afortunadamente para
la Humanidad no existen formas musicales puras. Todas las formas son mestizas,
tienen un antes y un después»
Rafael Salazar
El
joropo es el predecesor del Fandango, que a su vez proviene de las escuelas de
canto libre en Córdoba en el oriente medio fundada por el gran músico Ziryab
(Abu l-Hasan Ali ibn Nafi`) o Zir Yap, hace más de mil doscientos años. Es
Ziryab, quien lleva a Córdoba la bandola y agrega una quinta cuerda al
Laud, porque él decía que ‘le faltaba el alma’. Este Laúd da origen a la
guitarra de 4 cuerdas, a la guitarra de 6 cuerdas, a la Bandolina, a las
Bandorrias y a una serie de instrumentos musicales. Gracias a las más de 10 mil
canciones compuestas por Ziryab y a un largo proceso de evolución e intercambio
cultural, derivaron «todas las formas posibles de manifestaciones de todos los
Fandangos de América» y de allí continuó la evolución, hasta llegar a nuestro
joropo, según explica Salazar.
Cuando
las comunidades negras llegan a Venezuela como mano de obra esclavizada en el siglo XVI, también trajeron sus
manifestaciones de la cultura negro-africana y es allí cuando aparecen las
primeras formas de fandango. «Este fandango se establece principalmente en el
Caribe, no en Venezuela para esa época, sino en Cuba y en Santo Domingo,
también una parte en Jamaica. Como era una danza de procreación, una danza de
fertilidad, evidentemente la gestualidad de esa danza estaba cargada de un gran
erotismo. Entonces los españoles, cuando vieron aquella manifestación tan
erótica y bajo la influencia de la Iglesia, prohibieron el fandango». Para
Salazar, el fandango caribeño traído por los negros esclavos, «que como
era un baile colectivo, con tambores y mucha gestualidad», fue aprendido por la
soldadesca española, que venía a las órdenes del Rey. «Esos soldados se
mezclaron con los indios y con los negros -sino, no estuviéramos aquí como
mestizos- y aprendieron esas danzas colectivas con tal gusto que las llevaron
en sus viajes de regreso a España, a lo que era antiguamente Al-Ándalus, como
lo llamaban los árabes». (Al-Ándalus es el nombre con el que se conoció a la
región de la península ibérica bajo el control musulmán entre los años 711 y
1492)
Este
Fandango llega a Al-Ándalus y se expandió a los puertos permitiendo que
los conquistadores que llegaron a América trajeran ese ritmo a nuestras
tierras. En el año 1786 el Virrey de
México, Bernando de Galves y Madrid exhorta a los bailarines de fandango a
mantener la compostura y el recato, mientras practican estas danzas. Parte del
decreto dice lo siguiente:
En
el acto de la representación, y con particularidad en la de los bailes,
sainetes y tonadillas, pondrán los actores y actoras el mayor cuidado para
guardar la modestia debida, el recato y la compostura en las acciones y
palabras que exige el respeto debido al público, evitándose toda indecencia y
provocación que pueda causar algún menor escándalo, con especialidad en los
bailes que se conocen con el “nombre de la tierra”, que siendo característicos
de este país, como lo es el fandango, seguidillas, etcétera. Durante los bailes
es permitido que con el compás de los instrumentos se hagan mudanzas honestas,
formando con ellas vistosas y agradables figuras; prohibiéndose, como se
prohíbe desde luego el estrechamiento, cualquier agregado que se haya
inventado, como el que llaman cuchillada, salto u otros movimientos
provocativos: en inteligencia de que el actor o actora que incurra en semejante
desorden, se le arrestará en el mismo acto, y será puesto en la cárcel por un
mes, conduciéndolo desde el tablado en que haya sido la transgresión, a la
vista del público e individuos de la compañía de cómicos, para que sirva de
escarmiento y ejemplar.
El fandango
árabe-andaluz influye en el surgimiento del Fandango, el Fandanguillo, el
Guapango, el Son en México, el Zapateo en Cuba, el Fandango
en Colombia, en Venezuela el Joropo y la Malagueña, así como la Zamba
Cueca en Perú, que nace «gracias a la influencia de las tropas neogranadinas en
la liberación de dicho país, y de allí va hacia al sur y surge la Cueca chilena
y la Zamba argentina; la Samba brasilera también tiene influencia del
Fandango, mezclado con una danza que tiene también gran exposición erótica, que
es el Zemba y es el pasito que hacen en la Samba, los bailarines cuando se
separan de la rueda», explica Salazar.
La
evolución del fandango y la influencia ibérica y árabe, incluyendo instrumentos
de cuerda y percusión, continuó evolucionando hasta convertirse en numerosos
bailes y ritmos latinoamericanos. Uno de ellos, el joropo.
El
joropo encierra en el fandango su origen afroamericano con pequeños aportes
indígenas. Los primeros fandangos llegaron a Caracas a principios del siglo
XVII, se tocaban en las veladas de los grandes cacaos en las haciendas
capitalinas y fueron ejecutados con instrumentos como la bandurria, el clavecín
y la bandola.
Los campesinos venezolanos –negros y mulatos-
escucharon los fandangos en las fiestas organizadas por los mantuanos y
aprendieron la música, imprimiendo la fuerza rítmica del negro con los bordones
de un arpa rústica hecha de bambú y en las maracas se identifica la huella
indígena.
Entre
los tres tipos de Fandango, señala Salazar, que se dieron En Venezuela está El Fandango Redondo, que dio origen a lo que hoy
conocemos como Joropo Llanero, que
se llamaba redondo porque tenía las figuras en redondo con mucha influencia
incluso con lo que después se conoce como Baile de a tres – a 3 tiempos- que lo
adaptó también el Vals por la influencia austríaca, de los Landers austríacos.
Ese Fandango fue recopilado por el General Ramón de la Plaza, el primer
presidente del Instituto Nacional de Cultura de Venezuela, el primer INCIBA
(Instituto Nacional de la Cultura y Bellas Artes).
En los años 1700, los
campesinos venezolanos se inclinaron más por usar el vocablo “joropo” ante el
término “fandango”, el cual se refería a una fiesta o reunión social y
familiar.
Este término fandango
era usado dentro del flamenco para
identificar cantos y bailes muy populares dentro del baile, pero el joropo deja
de lado ese galanteo amoroso que es propio en este baile para cambiarlo por el
asido de mano aunado a los giros de vals.
(El 10 de abril de 1749 el Real Consulado de Caracas
español con apoyo de la Iglesia Católica sancionó este tipo de
danza porque, en su opinión, generaba lazo de sexo por los contactos de las
manos y los extremosos movimientos propios del baile. Se estableció dos años de
cárcel para los ejecutores y dos meses para los mirones).
El joropo se caracteriza por ser un baile de pareja
enlazada, donde la mujer sujeta al hombre con ambas manos. En su temática, el
hombre lleva la iniciativa y determina las figuras a realizar. La mujer observa
los movimientos que él hace y lo sigue con habilidad. En el joropo hay dos
posiciones principales: una es la de punta de soga, donde se toman ambas manos
conservando cierta distancia y la posición del valseo, el hombre pasa la mano
derecha por la cintura de la mujer y con la izquierda sujeta la mano derecha de
ella, mientras la izquierda descansa sobre el hombro. Cuando el hombre zapatea,
la mujer escobillea.
El hombre solo zapatea cuando se producen los repique
en el arpa o bandola, es decir cuando lo Llama la Cuerda. En el baile del joropo se utilizan entre otros
los siguientes pasos o posiciones: La pareja comienza generalmente con un
valseo lento o rápido según el ritmo, seguidamente y partiendo de la primera
posición se adelanta un poco el pie derecho a la vez que el izquierdo y
retrocede lentamente, estos sin levantarlos del suelo y deslizándolos con
suavidad, inmediatamente se adelanta el izquierdo y retrocede el derecho,
flexionando ligeramente las rodillas, y así continúa alternadamente el
movimiento.
Seguidamente al son del repique del arpa o la bandola,
"cuando los llama la cuerda", el hombre zapatea y la mujer escobilla.
El primero surge espontáneamente en el bailador y con base en la clase de
repique que produzca el instrumento mayor. Generalmente se imita el sonido que
produce el caballo al galopar.
El escobillao lo emplea solo la mujer, es un
movimiento que se produce a partir de la posición inicial. Se adelanta el pie
derecho, después de apoyarse ligeramente en el izquierdo para invertir
inmediatamente la posición, los pies se frotan suavemente en el suelo y en
forma rápida; la piernas van extendidas.
Al igual que el valseo, en el escobillao se aprecia la
gracia y elegancia de la mujer llanera.
La música del joropo llanero la proporciona un
conjunto básico compuesto por arpa cuatro, maracas, canto y en la actualidad
del bajo electronico. Si no había arpa, se sustituía por una bandola o por el
violín.
*Arpa.
Instrumento diatónico de treinta o treinta y tres cuerdas.
*Bandola
llanera. Instrumento de cuatro cuerdas, las dos primeras de nailon,
la tercera y cuarta de acero (bordones). Es pequeña y de caja más ancha que el
cuatro; tiene siete trastes y su cuello es corto.
*Cuatro. Instrumento de cuatro cuerdas y
entrastadura entre catorce y dieciséis trastes.
*Maracas o capachos. Instrumento de percusión
conformado por una calabaza con semillas en su interior. La calabaza se sujeta
por un mango que sirve para agitar el calabazo. También se pueden fabricar de
taparito o cocos.
*Bandola casanareña. Posee entre 18
y 20 trastes. Su tamaño y forma son las de un tiple, pero posee cuatro cuerdas
en el mismo orden de la bandola tradicional.
Bajo electrónico. No es autóctono, posee cuatro
cuerdas de acero y requiere de un amplificador. Complementa la armonía.
Entre los
Tipos de Ritmos o divisiones del Joropo encontramos el Contrapunteo que es el canto de
coplas aprendidas o improvisadas entre copleros. La finalidad es derrotar al
contendor dejándolo callado. El término contrapunteo, como arte de improvisar
entre dos contrincantes copleros durante largo tiempo sobre cualquier temática
en cuestión, pudiese estar asociado con el término europeo de práctica y
composición musicales de contrapunto. También está el Pasaje que
se caracteriza por ser de ritmo
cadencioso como un poema. Es un trozo musical que se repite y designa la
canción popular llanera; puede ser estilizado, sabanero, urbano, criollo, es
más sosegado, y generalmente de autor conocido. Su velocidad es + o - negra =
152, y su estructura armónica libre, generalmente en dos partes. El Golpe llanero que constituye los
ritmos alegres del joropo y pueden ser ejecutados e interpretados en tonos
mayores y menores. Es de autor anónimo, aunque muchos de estos golpes se le
atribuyen a compositores del principios del siglo XX. El golpe conforma con
ciertos giros melódicos fijos reconocibles sobre patrones armónicos
característicos que definen su tipo. El canto es silábico, o sea, a cada nota
de la melodía corresponde una sílaba. Los versos son octosílabos y a veces
pentasílabos, todos al amparo del contrafactum, es decir, a la
sustitución de nuevos textos en melodías preexistentes. La velocidad del golpe
es mayor que la del pasaje (negra = 176-192). Cuando el canto consiste en una
narración de algún evento o fantasía se lo llama corrío, que
equivale al antiguo romance español. Los golpes sirven de base para el zumba
que zumba o contrapunteo entre dos o más contrincantes. Los más
comunes son el seis por derecho (en tonalidad mayor), el pajarillo (en
tonalidad menor), el seis por numeración o seis
numerao (con transporte de aumentación en el cuarto grado), la kirpa o quirpa,
el gaván (en modos mayor y menor), el San Rafael,
el carnaval, la chipola, la catira,
el zumba que zumba, entre los más conocidos. El entreverao es
la agregación de dos golpes, con una modulación del uno al otro, generalmente
para que canten dos personas con tesituras de voz diferentes (barítono y
tenor). Y la tonada que Surge de
cantos recios de labor que cuentan las vivencias de los llaneros en el campo,
basándose en la naturaleza llanera y recordando el canto libre del cabestrero,
del becerrero o del ordeñador.
El
joropo se interpreta con una vestimenta tradicional de los campesinos
venezolanos, donde predomina el uso de alpargatas y sombreros de caña pero con
un toque original según la región.
Para las mujeres
está compuesto por Falda ancha en pisos, colores vivos, con paisajes llaneros y
flores de hermosa calidad; en el borde lleva encaje ancho y va a media pierna.
La blusa es blanca con escote y arandela envuelta de bandeja, manga corta con
arandela. El calzado es alpargatas, cotiza de suela y capellada en hilo, o
descalza. Peinetas o arreglo de flores de la cayena en la cabeza. Los hombres visten de Liquiliqui.
Pantalón largo blanco remangado o tuco a media pierna y camisa blanca, también,
pantalón negro y camisa manga larga de cuello alto con botones y sombrero
blanco o negro, camisa blanca, sombrero alón, preferiblemente el pelo de guama,
que es pesado y garantiza que no se caiga durante el zapateo. Alpargatas o
descalzo. Se usa el pañuelo para invitar a salir a la mujer.
Foto:Fundación Italo Decanio D´amico
Fuente:
-www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-3617392
-www.ivenezuela.travel
-hablemosdeculturas.com
-Entrevista: Randolph Borges.Texto para Internet: Daniel Liendo y Luigino Bracci
Roa
-suenaavenezuela.gob.ve
-wikipedia
-Fundación Italo Decanio D´amico
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