EL DINERO

Tomado de San Fernando de Apure tiene Historia de Eduardo Hernández

EL DINERO

Durante mi infancia en Apure, la Locha era la moneda de mayor circulación; la que recibíamos de nuestros padres. Con ella tomábamos una Chicha, en el carrito de La Gatita Blanca en el Parque Gómez. Un Arroz con leche en la pulpería de Don Miguel Siso, un majarete en la pulpería de Don Ángel María Aquino ó la cuarta parte de una torta de Casabe La Negra, en la del amable, estricto Don Rafael Requena, o una Orejita de Ana
Santiaga y Luz Ramírez.

Locha que nos hacía tan felices a los niños aquellos tiempos. Sin olvidar a la “puyas” o centavos, con las cuales se podían adquirir una mascurria ó un guarapo de panela.

Los medios, reales, un bolívar, dos bolívares, dos cincuenta y cinco bolívares, eran monedas de plata y había billetes de 10, 20, 50, 100 y 500 bolívares, emitidos antes por la Banca privada; y luego, por el Banco de Venezuela exclusivamente.
En algunos Hatos se pagaba con fichas, canjeables por mercancías en la pulpería del mismo, vergonzosa dependencia laboral y económica de entonces.

El bolívar fue una moneda fuerte, que tenía veinte centavos, ocho lochas, cuatro medios ó dos reales. El fuerte tenía cinco bolívares. Mis sueldos, en los cargos públicos, que ejercí, fueron: En el MAC – como Auxiliar de Contabilidad Bs. 270 mensuales; en la Administración del Impuesto sobre la Renta, ingresé ganando Bs. 700 mensuales, como Liquidador; egresé como Secretario de la Administración Seccional Caracas, ganando Bs. 1.200 mensuales.

En la Corporación Venezolana de Fomento; ingresé como Secretario de la Presidencia, ganando Bs. 1.200 mensuales y egresé dos años y medio más tarde, como Gerente de la Corporación, ganando Bs. 4.000 mensuales.

En la Gobernación del Estado Apure, gané Bs. 6.000 mensuales durante los dos años que ejercí dicho cargo. Únicamente.
Este Ayer que Hoy evoco, a mis 95 años de edad, contrasta con el Hoy del valor del Dinero; con Sueldos Mínimos de 1.800 millones y el valor millonario de los Alimentos. En vez de una Locha por el pasaje de autobús, ahora son Bs. 100.000; con un bolívar nada se adquiere; el dinero efectivo no circula, sino las trasferencias bancarias; nada valen los billetes inferiores a Bs. 1.000 y un bolívar equivale a Bs. 100.000 anteriores.

El dinero que conocimos, dejó de existir. Una moneda virtual, expresada en bolívares devaluados; los petros, los lingoticos, las reservas del Banco Central, escondidas en las profundidades de la tierra, etc, comienzan a escribir otra historia.

Eduardo Hernández Carstens