Juan Vicente Torres Del Valle
Considerado por muchos críticos como el mejor poeta apureño de todos los tiempos. Natural de San Fernando de Apure. Nació en 1879. Cuando ya casi finalizaba el siglo XIX se inicia en la poesía, consagrándose plenamente en la primera década del siglo XX.
Tomó parte en esa élite cultural
sanfernandina formada por: los hermanos Luis y Agustín Lleras Codazzi, Aníbal
Bustamante, Manuel Villapol, Juancho Carstens, Juan E. Aparicio y José de
la Paz Suárez, entre otros, quienes lo visitaban en su choza–taller los días
domingos y feriados a departir con él amenas charlas literarias.
Llevó una vida tranquila. Se caracterizó por tener un carácter sereno y suave
hablar. Vestía modesta y pulcramente. Vivió confinado voluntariamente en una
choza-taller situada frente al río Apure. Allí realizaba incansablemente el
trabajo de orfebre, alternándolo con música y poesía.
Tenía la misma habilidad o destreza para fundir metales preciosos, tallar una
gema, escribir sonetos o ejecutar una pieza musical de su invención (ejecutaba
la flauta y el violín con maestría).
Su obra literaria y musical es vasta; sin embargo, hasta nosotros sólo su bello
poemario “Oro y Nácar” editado por primera vez en 1913 gracias al Ejecutivo del
Estado y en 1970 por iniciativa de su sobrino el poeta, compositor y Productor
cinematográfico José Natalio Estrada Torres.
Cerró los ojos para siempre en septiembre de 1917, cuando apenas contaba con 38
años de edad.
Un busto bien merecido en su homenaje, fue colocado el 24 de julio de 1975 por
Decreto del Gobernador del Estado Dr. Eduardo Hernández Carstens, en el sitio
exacto donde tenía su choza-taller: Calle Comercio diagonal a la UNELLEZ,
esquina noroeste.(1)
En el portal poetas apureños dice lo siguiente:
En el portal poetas apureños dice lo siguiente:
Nació en San
Fernando de Apure en el año 1879, este bardo de nuestras letras,
orgullo de la tierra llanera. Su poesía eminentemente romántica, podría
ubicarse ya dentro del movimiento modernista
de su época.
Vivió una
vida humilde, en un palafito construido a orillas del río y sobre el río, el
cual llama Carlo Laya. Chozataller, que había sido construido sobre
estacas y vigas de madera y refuerzos de ladrillo en algunas partes. Esta fantástica
vivienda le hacía disfrutar de la belleza del Apure sin ir más lejos y sentir
la fragancia de sus aguas constantemente sobre su piel.
Además de
poesía, cultivaba la música, dominando varios instrumentos que tocaba en
compañía de grupos que se reunían junto a él en pequeñas tertulias literarias y
artísticas, ya que su vida no se desarrolló en forma corriente que suele
hacerlo cualquier persona; sino que fue una vida especial, pulcra y modesta,
dedicada a moldear el oro y a sacar de él “joyas de inspiradas formas”, según
el decir propio de Carlo Laya.
Murió este
imitable representante de la literatura regional en el año 1917, cuando contaba
apenas 38 años. No hay muchos detalles de su vida y de su fallecimiento, pero
que mayor exponente que sus poemas, recogido en el libro de Oro y Nácar, que
edito por segunda vez Natalio Estrada, su sobrino, también poeta y el cual dono
el busto que reposo a orillas del río en el lugar ahora fuera de su casa. (2)
(1) Tomado de Lares
Bolívar, Elisur Emilio. Algunos escritores Apureños. Edic. Ministerio de la
Cultura/Consejo Nacional de la Cultura. República Bolivariana de Venezuela.2005
(2) http://poetasapurenos.blogspot.com/2015/02/poesia-apurena.html
(2) http://poetasapurenos.blogspot.com/2015/02/poesia-apurena.html
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