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domingo, 31 de marzo de 2024

EL CRISTO DE LA SABANA

 


Autor: Hugo Arana

Con motivo de la conmemoración de la Semana Santa 2024, se lo dedicaremos a una leyenda apureña y a una valiosa y preciosa imagen de Cristo Redentor, la cual fue plantada en mitad de la sabana, rodeada de cuatro angelitos llaneros, en tierras del Hato La Trinidad de Arauca, propiedad del hatero, Don José Natalio Estrado, quien destacó como poeta, músico y cineasta. Demás está decir, que ese hato perteneció a la hatera Francisca Vásquez de Carrillo, mejor conocida como Pancha Vásquez, quien fue la mujerona que inspiró al maestro Rómulo Gallegos para escribir su novela Doña Bárbara. Por cierto, el Hato La Trinidad de Arauca, se halla cerca de la población apureña La Trinidad de Orichuna en el Municipio Páez y donde originalmente estaban los hatos Mata e´ totumo y Menoreño, propiedad de la rica y enigmática hatera. 

Amén de dedicarle este programa especial al Cristo de la sabana, también se lo brindamos al hatero apureño Don José Natalio Estrada, porque él, fue quien mandó a esculpir esa hermosa pieza a Italia y quien el domingo 31 de marzo de 2024, estaría cumpliendo 123 años de su nacimiento. 

1. LA LEYENDA DEL CRISTO DE LA SABANA 

Hace muchos años, en el Hato La Trinidad de Arauca, ubicado en el Cajón de Arauca, propiedad de la familia Estrada por cinco generaciones, existe un bonito médano, donde frecuentemente jugaban los niños de la Fundación, hasta que un día, empezaron a comentarle a sus padres que en ese lugar veían a una señora muy bella pero con barba y que a través de su ropa podían verle el corazón. Esa extraña narrativa llegó a oídos de Don José Natalio Estrada Torres, quien encargó a Italia un Cristo de mármol de Carrara, aparentemente sin dar mayores especificaciones.

Imaginemos por un momento cuánto tiempo tardó en llegar dicho encargo al Hato La Trinidad de Arauca, cuando las vías de comunicación terrestre eran prácticamente inexistentes. Entonces, los ríos eran la vía más expedita para el comercio y por allí debió salir el encargo de la fina imagen de mármol y por esa misma vía, debió llegar años más tarde materializado en la hermosa escultura del Cristo Redentor. No se sabe exactamente cuánto tiempo tardó en llegar el Cristo a La Trinidad. ¿Seis meses? ¿Un año? Ya no importa, pero un día llegó al Hato, en una carreta, una enorme caja. Don José Natalio, quizás no esperaba una figura de tales dimensiones y acomodó la caja en algún sitio del hato y por un tiempo, no se decidía a abrirla. Finalmente, un feliz día, se le ocurrió descubrirla y cuando lo hizo, todos los presentes quedaron sorprendidos ante la belleza del Cristo Redentor, tal como lo habían visto los niños.

 Por cierto, esa hermosa imagen mide cerca de dos metros y pesa unos 900 kilogramos, siendo elaborada en un magnífico mármol blanco de Carrara y colocado sobre un pedestal en el centro del médano, con vista hacia el río Arauca. Luego le adosaron una bonita leyenda que dice “SEÑOR BENDICE A NUESTRO LLANO”. Desde entonces, la hermosa escultura fue conocida como El Cristo de la Mata o Cristo de la Sabana (porque así se llamaba el lugar donde fue colocada la valiosa pieza).

 Con los años, Don José Natalio Estrada, hizo un nuevo encargo a Italia: cuatro angelitos, en los que quería representar a los niños de las distintas razas que habitaban en el llano. Se cuenta que se inspiró en el hermoso poema de Andrés Eloy Blanco, “Píntame Angelitos Negros”. De ahí, que encargara esculpir un angelito blanco, uno negro, uno mestizo y otro, indio. Estos hermosos ángeles, de dimensiones menores que el Cristo, con las facciones y colores característicos de la raza que representaban, fueron colocados en semicírculo, mirando al Cristo.  

Estas figuras se encuentran actualmente en el mismo lugar, quizás un poco deterioradas por el tiempo y por estar a la intemperie. Lo cierto, es que al Cristo de la Sabana, se le atribuyen poderes milagrosos, por lo que los devotos vecinos de los alrededores y de otras distantes regiones, acuden al bonito lugar a hacer sus peticiones; asimismo, a agradecer por el milagro concedido, dejando en la base del pedestal las dádivas que en señal de agradecimiento ofrendan al Cristo de la sabana...

En el libro “María del Llano”, escrito por el poeta Don José Natalio Estrada, en su tercera edición publicada en 1967, se incluyen fotografías de los angelitos que acompañan a la imagen del Cristo de la sabana, los cuales miran de frente a la venerada figura.

2. EL CRISTO DE LA SABANA: ENTRE LA POESÍA Y LA CANTA LLANERA 

Esta magnífica y milagrosa escultura de Cristo Redentor, plantado con sus cuatro angelitos en mitad de la sabana del Hato La Trinidad de Arauca, ha inspirado a muchos poetas y compositores. Así, lo hallamos en muchos poemarios y en la letra de numerosos temas musicales consagrados a la bonita pieza.

2.1. El Cristo de la sabana en la lírica llanera

En los poemarios de bardos llaneros, siempre dedican sus versos al Cristo de la sabana o Cristo de La Mata. Por cierto, me fue difícil seleccionar –entre tantas- algunas de esas obras para leérselas a ustedes. Finalmente, elegí algunos de esos hermosos poemas como “Llano, poeta y milagros” del bardo Rómulo Eudoro González Blanco, el cual dice así.

El Cristo de la sabana

Género: Poema 


“Con tu –Cristo de la Mata-

Que me sirve de baquiano,

Bondadoso Soberano

Que hace la vida más grata

Y mi pluma cual cantata.

Y para tu altar yo voy

Mas mi corazón te doy

Cuajado de luceritos,

Te adoran los angelitos

Del mundo de Andrés Eloy. 


El Cristo de la Sabana/Rómulo Eudoro González Blanco

 Por supuesto, no podía dejar de ofrecerles a ustedes el hermoso poema titulado El Cristo de la sabana, escrito por Don Julio César Sánchez Olivo, quien con un profundo sentimiento nacionalista, plasma la inmensidad del llano y le pide al Cristo de la Sabana, que interceda por este noble pueblo llanero. Este poema, es realmente conmovedor y de una profunda riqueza humana característica, de la pluma de Sánchez Olivo.

EL CRISTO DE LA SABANA

Género: Poema

Autor: Julio César Sánchez Olivo

  

Por obra de un apureño

Realizador de milagros

Pues son muchos los que ha hecho

Y sigue haciendo en su hato,

Un Corazón de Jesús

En el corazón del llano

Entre horizontes levanta

Su blanco cuerpo de mármol

Junto con los angelitos

Hijos de Andrés Eloy Blanco,

El negro, el catire, el indio

Y el angelito mulato.


Sabanas de Corozo Pando

Por arriba cielo inmenso

Y sabana por debajo

Como diciéndole al cielo

-A donde vayas te alcanzo…

No había ocupado Jesús

Capilla de ese tamaño,

Sus pilas de agua bendita

Son ríos, lagunas y caños

Y en vez de aroma de incienso

Tiene el olor del mastranto

Casa propia para Él,

Pues la hizo Dios con sus manos.

El Corazón de Jesús

En el corazón del llano!!!


Rio Apure

Milagro que hace un poeta

Para que haya más milagros.

Poeta voluntarioso

Que ya tiene un poemario

Sobre la pampa compuesto

De poemas bien sembrados.

El día que se le ocurra

Hacer de nube un caballo

Y del Arauca una soga

Para echarle al sol un lazo,

Veremos al “catirote”

Cacho y muela en el espacio

(el lazo de un cacho entrépito

Y el otro vagabundeando)


Estero de Camaguán

Sólo el poeta realiza

Lo que no hace el hombre práctico

Porque sabe poner toda

El alma en la acción del brazo.

Milagros hace el poeta

Y se los hace a los santos,

Como éste que al buen Jesús

Le hace de llevarlo al Llano

Lejos de los que él echó

Del templo a punta de látigo

Y a los que acertadamente

Llamó sepulcros blanqueados.

Cuántos siglos estaría

Con este lugar soñando,

Hasta que llegó el poeta

Y de Italia se lo trajo.

El llanero y su caballo

                                        


        

Ahora le toca a Jesús

Trabajar en los milagros

Que espera la tierra nuestra

Desde hace ya tantos años:

Tiene la garganta seca

De los muchos ¡HASTA CUANDO!

Y si a tu obra la interrumpe

Alguien con alma de Diablo,

Recuerda que es buen remedio

Cinco cuartas de chaparro,

Aparta tu condición

De tolerante, de manso

Y las aplicas con bríos

Al del espíritu malo,

Que cada látigo se oiga

Como un trueno en San Fernando.

Al cumplir esa misión

Te trajo José Natalio:

Que seas protección del bueno

Y terror del que hace daño.


Julio César Sánchez Olivo/Dic 1954 / Poemario. Por el Rumbo del Recuerdo

2.2. El Cristo de la Sabana en la canta de tierra llana

 Es un bonito pasaje compuesto en honor al Cristo Redentor, interpretado por Eneas Perdomo y letra de Don José Natalio Estrada, la cual se halla en la novela María del Llano. Por cierto, Don José Natalio Estrada, dedicada este hermoso tema al periodista Francisco Salazar Martínez. En esa hermosa pieza, el cantor, nos habla musicalmente de la relevancia del Cristo de la Sabana o de La Mata, colocado allá en el lejano Hato La Trinidad de Arauca por su propietario, el poeta Don José Natalio Estrada y dice así:

EL CRISTO DE LA SABANA

Interpreta: Eneas Perdomo Letra: José Natalio Estrada


Sobre la inmensa sabana

Montado en tu piedra blanca

Tu bendices en tu nombre

La grandeza de tus pampas

(bis)


Tu blancura se embellece

Cuando el sol baña tu estampa

Cristo del llano poeta

llano poeta

De la Trinidad de Arauca


Un cortejo de angelitos

Sobre tus pies se levantan

Como cantándote alegre

Mil pasajes de esperanza

(bis)


Revuelto el negro, el blanco

Y el indio sobre tus plantas

Con techo de cielo azul

De cielo azul

Adornado de nubes blancas


Cristo blanco del coplero

De las sabanas de Arauca

Dame la fe en el camino

con arpa cuatro y maracas

(bis)


Para cantarle a esa tierra

donde tú también le cantas

Tírame tu bendición

tu bendición

Santo Cristo de la Mata

(bis)


3. JOSÉ NATALIO ESTRADA ENTRE LA POESÍA Y EL CINE 

3.1. Aproximación a la vida y obra de un hatero poeta y cineasta

José Natalio Estrada, nació en San Fernando de Apure, el 31 de marzo de 1901 y falleció en San Fernando el 1-12-1992, a la edad de noventa y un años; su figura está muy relacionada con La Trinidad de Arauca, donde cercano a esa población había establecido su hato y donde plantó el famoso Cristo de la Sabana. Era hijo de José Natalio Estrada Utrera y Leonor Torres del Valle (hermana del poeta sanfernandino Juan Vicente Torres del Valle), desde muy niño devela su sensibilidad artística y sus dotes de poeta. La mayor parte de su vida transcurre en las hermosas estepas apureñas, allá, en su extenso y hermoso hato La Trinidad de Arauca. Su inquietud intelectual, lo lleva a Europa, para devenir en poeta universal, sin menoscabo del aliento telúrico que le llega de la llanura venezolana. Estudió Administración e Idiomas en Estados Unidos e Inglaterra. En Italia conoce a quien después sería su esposa, Mariela Ripari, con quien se establece en su Hato.

3.2. Película María del llano

Además de hatero, escritor, poeta y músico, Don José Natalio Estrada, incursiona exitosamente en el Séptimo Arte; me refiero al cine; produciendo con el cineasta Elías Marcelli, dos clásicos y premiados largometrajes: Séptimo Paralelo y María del Llano; ambos filmados en su hato La Trinidad de Arauca, en el Estado Apure. 

3.3. Largometraje. Séptimo paralelo  

Fueron dos clásicos largometrajes, que alcanzaron éxitos internacionales; sobre todo, el film Séptimo Paralelo, del cual, les puedo contar parte de una entrevista que le hizo el crítico de arte Lorenzo Batallan. Al momento de iniciarse el rodaje, hubo publicidad sobre esta película, pero al tiempo no se supo más de su avance, lo cual dio lugar a muchas conjeturas. Sin embargo, el film fue concluido y se inscribió en el Festival Internacional de Cine en la ciudad de Trento, Italia, donde tuvo gran aceptación, convirtiéndose en una de las favoritas al Premio del prestigioso evento.

En la entrevista que le hizo Lorenzo Batallan a Don José Natalio Estrada, él declaró que la película se encontraba en Italia donde su director Elías Marcelli, conjuntamente con el hijo de Don José, quienes trabajaban en su edición. Asimismo, informó que la demora se debió a la selección del extenso material fílmico, constituido por 96.000 pies de celuloide rodado, para reducirlo a dos horas de proyección. Así fue, que el arduo trabajo del Director Elías Marcelli, resultó en un producto de altísima calidad que el exigente cineasta italiano esperaba de ese film.

Séptimo Paralelo, fue filmado a principios de la década de los años sesenta: Para el momento, costo un millón de bolívares, eso era un realero y tanto es así, que según contaba la nieta de Don José Natalio, requirió vender una buena parte del ganado del hato. Por cierto, ambas películas (Séptimo Paralelo y María del llano fueron filmadas a full color y en la técnica del Cinemascope o pantalla gigante.

Al preguntarle el entrevistador sobre sus próximos proyectos, declaró que pensaba comenzar otro film, titulado "Bongo Tigre" que relataría la vida de un bonguero apureño. Para ese momento, ya tenía la embarcación lista y esperaba el estreno de Séptimo Paralelo y contar con los recursos para realizar ese nuevo proyecto.

Por cierto, en alguna ocasión, un periodista le pregunto:

-¿Por qué hace usted películas?

-Porque tanto yo como Silvio (quien preparó el Soundtrack de ambos films) queremos colaborar con el arte nacional; quiero decir, promocionar a nivel internacional a través de estas películas, la música típica venezolana. En ese sentido, quise dejar un mensaje musical de Venezuela, es decir, promocionar nuestra música típica llanera, no solamente dentro de nuestras fronteras, sino también en las pantallas de todo el mundo. 

Asimismo, refirió que el cineasta Elías Marcelli, a raíz del exitoso largometraje Séptimo paralelo, recibió el encargo de filmar veinte documentales sobre los llanos venezolanos, para una empresa de televisión que los distribuiría mundialmente. Más adelante, acotó Don José Natalio Estrada … "Por eso me alegra que a través del cine, los llanos que tanto amo, difundan su belleza por todo el mundo"… 

Al preguntar el entrevistador sobre las escenas notables del film, contesta:

-Muchas. Puedo decirle que cada rollo tiene varias. Pero de manera muy especial cabe destacar la procesión con antorchas alrededor del Cristo de la sabana. En esa procesión Los niños cantan el poema de Andrés Eloy Blanco "Angelitos Negros" y todo el efecto plástico es tan maravilloso que arranca las lágrimas de los presentes…

Pese a que Séptimo Paralelo, fue recibida en Europa con bombos y platillos; en su tierra, Venezuela, tuvo poca publicidad. En ese sentido, cuenta la nieta del poeta, Carmen Beatriz Estrada, que cuando llegó la película a nuestro país, lejos de darle resonancia nacional, la presentaron silenciosamente en San Fernando, con lo cual, en cierto modo frenaron su esperado éxito.

¡Qué maravilloso sería tener la oportunidad de ver esas películas que hablan del llano que se nos fue! Estimo, que en la Biblioteca Nacional, en la sección del Archivo Audiovisual de esa institución, se deben conservar estos valiosos patrimonios culturales apureños y de Venezuela. 

El otro importantísimo aporte de Don José Natalio Estrada, a la cultura llanera y apureña concretamente, fue su venerado Cristo de la Sabana o de la Mata. Había filmado también un documental llamado Llano Adentro, donde se mostraba el verano y el invierno llanero. Sobre María del Llano, sabemos que en ese film actuó Susana Duijim y el propio José Natalio "por allá, a la sombra de los camorucos de la Trinidad; junto a sus llaneros de toro, soga, caballo, alpargatas y cobija y con la música del Indio Figueredo, muestra el llano en toda su plena hermosura. En ese film, quedó grabada la banda sonora con música del Indio Figueredo y la voz de Eneas Perdomo. ¡Qué maravilloso sería tener la oportunidad de ver esas películas que hablan del esplendor del llano y su música!

 Carmen Beatriz Castillo, presidenta de la Asociación de Escritores del Estado Apure y nuera de Don José Natalio, escribió: … “Este hombre, enamorado de la llanura cuyas inmensas sabanas integran el Hato La Trinidad de Arauca, conoció palmo a palmo la inmensidad de su propiedad, ya que acostumbraba recorrerla sobre una resistente mula; recorrido que hacía, tanto de día como de noche y no era fácil adivinar en cuál de las fundaciones pernoctaría. En cada una de ellas tenía su habitación arreglada, rodeada de libros, instrumentos musicales, papel para sus escritos y frutas con las que solía preparar dulces y embriagantes licores. En su porsiacaso, como buen llanero, le faltaba la panela dulce y el queso, así como trozos de chocolate de taza. Él afirmaba que con eso se sostenía en sus largos recorridos por la ancha sabana”… 

 Su obra poética, es un extenso canto a su amada tierra, la llanura. En su libro María del Llano, encontramos que Don José Natalio era un hombre sensible al sufrimiento de los más humildes. Muchos de sus poemas hablan de la gente común, del indio, del enfermo, de la pobreza del campesino; también muestran su amor a la ecología y un llamado a la conservación del medio ambiente. 

4. EL CRISTO DE LA SABANA Y SUS CUATRO ANGELITOS LLANEROS

Tal vez, Don José Natalio Estrada, se inspiraría en la poesía social de Andrés Eloy Blanco y por eso manda a hacer cuatro angelitos de distintas razas, entre ellos, un angelito negro. Andrés Eloy Blanco escribió poemas de amor, pero también mucha poesía social y de protesta. En el "Palabreo de la Recluta" por ejemplo, describe la desolación del llano de esos tiempos, donde la recluta se llevaba a los hijos de las familias campesinas; posiblemente para no verlos más. ¿Puede haber acaso unos versos más expresivos que “Se llevó el latido, y le dejó el corazón como capilla sin santo”? ¿Puede haber frase más expresiva en su poema La Renuncia: “He renunciado a ti, como el niño pobre ante el juguete caro? Y en "Angelitos Negros", llevado a películas y canciones, donde plasma la injusticia a que siempre han sido sometidas las personas de color; especialmente la más humilde, ¿Cuánta injusticia cuestiona, cuando escribe: … “Pintor que pintas tu tierra, si quieres pintar tu cielo, cuando pintes angelitos acuérdate de tu pueblo y al lado del ángel rubio y junto al ángel trigueño, aunque la Virgen sea blanca, píntame angelitos negros?

PINTAME ANGELITOS NEGROS

Autor: Andrés Eloy Blanco

Género: Poema


¡Ah mundo! La Negra Juana,

¡la mano que le pasó!

Se le murió su negrito,

sí señor.


—Ay, compadrito del alma,

¡tan sano que estaba el negro!

Yo no le acataba el pliegue,

yo no le acataba el hueso;

como yo me enflaquecía,

lo medía con mi cuerpo,

se me iba poniendo flaco

como yo me iba poniendo.

 Se me murió mi negrito;

Dios lo tendría dispuesto;

ya lo tendrá colocao

como angelito del Cielo.


—Desengáñese, comadre,

que no hay angelitos negros.

Pintor de santos de alcoba,

pintor sin tierra en el pecho,

que cuando pintas tus santos

no te acuerdas de tu pueblo,

que cuando pintas tus Vírgenes

pintas angelitos bellos,

pero nunca te acordaste

de pintar un ángel negro.


Pintor nacido en mi tierra,

con el pincel extranjero,

pintor que sigues el rumbo

de tantos pintores viejos,

aunque la Virgen sea blanca,

píntame angelitos negros.

No hay pintor que pintara

angelitos de mi pueblo.


 

Yo quiero angelitos blancos

con angelitos morenos.

Ángel de buena familia

no basta para mi cielo.


Si queda un pintor de santos,

si queda un pintor de cielos,

que haga el cielo de mi tierra,

con los tonos de mi pueblo,

con su ángel de perla fina,

con su ángel de medio pelo,

con sus ángeles catires,

con sus ángeles morenos,

con sus angelitos blancos,

con sus angelitos indios,

con sus angelitos negros,

que vayan

 comiendo mango

por las barriadas del cielo.



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