Por José Jiménez (Billy)
El origen del pabellón: una historia llena de sabor y amistad
Había una vez en #Caracas, una pequeña cocina llena de risas y colores, donde una abuela llamada Rosa y su nieta Lina compartían tardes enteras criando sabores y recuerdos. Rosa siempre decía que la comida no solo llena el estómago, sino también el alma.
Un día, Lina le pidió a su abuela que le enseñara a preparar algo especial para su escuela. Rosa sonrió y decidió enseñarle a hacer el famoso pabellón, un plato que nació en un rincón de Venezuela donde la alegría y el sabor se mezclarán en cada bocado.
¿De dónde viene el pabellón?
Cuenta la historia que en tiempos antiguos, en las calles de Caracas, las comunidades combinaban ingredientes simples y económicos para crear algo delicioso. El pabellón tiene raíces en la cultura criolla, representando la bandera de Venezuela con su colorido: el arroz blanco como la paz, el caraotas negro como la valentía, la carne mechada como la riqueza cultural, y las plátanos fritos como la alegría de vivir.
La receta mágica de Rosa (para que puedas crear tu propio pabellón):
Ingredientes:
2 tazas de arroz blanco cocido
1 taza de caraotas negras cocidos
300 g de carne de res para mechada.
2 plátanos maduros
Aceite para freír
Sal, ajo y cebolla al gusto
Pimientos y ají (opcional, para más sabor)
Instrucciones:
Preparar la carne:
Cocinar la carne con sal, ajo y cebolla hasta que quede suave y desmenuzada. La carne mechada debe ser tierna y sabrosa, lista para deshacerse en la boca y contar su historia en cada bocado.
Hacer el arroz:
Cocer el arroz blanco hasta que esté suelto, como una nube, para que sea la base perfecta del plato.
Cocer los caraotas:
Cocer los caraotas negras con un poco de sal, y si quieres, agregar pimientos para darles un toque alegre.
Freír los plátanos:
Pelar y cortar los plátanos maduros en rodajas. Freírlos en aceite caliente hasta que estén doraditos y crujientes, casi como el sol en la tarde.
Montar el plato:
En un plato grande, coloca primero una cama de arroz, seguido por los caraotas, la carne mechada y los plátanos fritos. ¡Y listo! Tienes un pabellón que te llenará de sabor y alegría.
¿Y por qué es tan especial?
Porque cada ingrediente tiene su historia y su color, formando un mosaico que refleja la diversidad y alegría del pueblo venezolano. Y más allá del sabor, cada bocado te conecta con la cultura, las risas en la cocina y las historias de quienes han disfrutado de este plato por generaciones.
¿Te animas a preparar tu propio pabellón y crear nuevas historias sabrosas? ¡Que cada cucharada sea una celebración de vida y tradición!
2 comentarios:
Si, voy a preparar un buen pabellón e invitar a unas parejas de amigos, seguro que pasaremos una velada muy feliz y bien alimentados
Excelente disertación de mi tocayo José Jiménez
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