UN ADELANTO SOBRE EL FUTBOL LOCAL
“In memoriams de Egdar Cañas y Maro
Oronoz”
Pendiente para quien grafía estas líneas
la historia por intervalos de las disciplinas deportivas en el municipio Páez,
y dentro del compendio el aparte dedicado al deporte rey: el futbol, ojalá y se
logre el apoyo adecuado para cumplir con ese y otros propósitos en nuestra
permanencia en Guasdualito. Por ahora una breve reseña ofrendada a una
generación de extraordinarios futbolistas locales que entre las décadas del 80
y 90 del siglo caducado colocaron al futbol guasdualiteño y alto apureño en un
escalafón de importante nivel.
En ese orden de ideas, referirse a
nuestro futbol de esos dos decenios (80 y 90) es describir sin exageraciones a
unas de las mejores generaciones de jugadores de este deporte a nivel local,
futbolistas de competitividad y gran talento como los cracks: Rodolfo Lara
(quien ascendería a la primera división con Los Arroceros de Calabozo) Rigo
Neiva (+) Yoyo Ereù (jugador de la selección estatal en las competiciones
realizadas en el Brìgido Iriarte, pudiendo ser ficha de un equipo de Cúcuta ),
el destacado Iván Colmenares, Maro Oronoz, Ivan Arellano, Coca Méndez, Franklin
Gamarra, Daboin, Omar Patino, William Falcòn, Manare, Santos, Imber (Pescao)
Mercado, Edgar Quiñones, Pedro Daza, Robert García, Marcos Hurtado, Winder
Gonzales, Palomo, Panza, Coronado, Dugarte, Omaña, Braca, Ortega, por solo
mencionar algunos, dieron vida y aptitud a nuestro futbol, concentrando durante
los fines de semana a una viva afición en el viejo estadio de Morrones, campo
en donde se llevarían a cabo grandes y electrizantes finales; aun recordamos la
sana rivalidad del Club Deportivo Morrones y Los Corrales F.C., así como al
imbatible equipo de Abastos La Navidad y a los enérgicos conjuntos de Barrio
Táchira y La Cabaña, siendo estos equipos los que contaban con los mejores
futbolistas. Esta pléyade tendría su pasantía en los campeonatos de futbolito
organizados en el Parque Teotiste de Gallegos y la cancha múltiple de la calle
Cedeño, por Blas Oropeza, Edgar Cañas y Fray Salas, quienes igualmente merecen
un reconocimiento público por sus aportes al “manga ñembosarái” (futbol en
guaraní).
Como se afirmó en un párrafo antepuesto,
no cabe duda que muchos futbolísticos de esa generación hubieran remontado a la
primera línea contando con los factores requeridos, jóvenes deportistas que en
sus mejores años mostraron talento, condiciones, apasionamiento y entrega al
balompié, y que abrieron paso para que otras incubaciones siguieran la huella
futbolística. Futbol hemos tenido en nuestra simultaneidad, por tanto, del futbol
escribiremos su historia con sumo agrado, detallando por etapas sus inicios,
evolución, auge y decadencia. Ya casi para finalizar el artículo, viene al
dictamen aquella máxima del programa Deportivas Venevisión trasmitido en los
años 80 por el mismo canal: “Juventud que hace deporte es una juventud sana”,
por ello la importancia de escribir sobre el tema, resultando el deporte en
toda su expresión una estrategia acompañante para lograr un desarrollo
equilibrado de nuestra sociedad.
POR ALJER EREU.-.