JOSÉ JÍMENEZ
El Pollo de
Orichuna
Por Yolaiza Boada
Al hablar de llano, sabanas, esteros, bancos, caños, cañadas, lagunas, calcetas se nos viene a la mente canciones de copleros que hicieron y hacen esfuerzo por llevar y mantener la música criolla al sitial de honor que le corresponde, uno de ellos fue José Anselmo Jiménez "El Pollo de Orichuna", un coplero, cantante y contrapunteador venezolano, además de Técnico Agropecuario egresado de la Escuela Técnica Agropecuaria de Agua Blanca, estado Portuguesa. Nació el 21 de abril de 1944 en un vecindario llamado El Charal, aledaño a la Trinidad de Orichuna, municipio Rómulo Gallegos del estado Apure. Su padre don Pablo Marcelino Monasterios hombre que también arreciaba la garganta para entonar lo criollo; su madre doña María Custodia Jiménez mujer dedicada a las labores domésticas.
Su crianza estuvo a
cargo de don José Concepción Colmenares, por eso de niño corría por los
mastrantales y arbustos del fundo "Las Espejeras", ubicado en la
carretera nacional que va de La Trinidad de Orichuna a Guasdualito, en el sector
La Horqueta, allí inició su aprendizaje en las labores rústicas de las faenas
llaneras, quedando grabadas en su mente para siempre las enseñanzas de don
Concho Colmenares.
De su crianza
campesina va naciendo el gusto por bailes sabaneros a los cuales asistía con su
padre de crianza, pero siempre agilaba para el lado de los músicos, desde niño
le gustaba cantar, ponerle atención a los copleros y a los golpes de la música;
disfrutaba porque siempre habían buenos contrapunteadores, gente que a lo mejor
no sabían leer ni escribir pero los versos le fluian de manera expontánea y
excelente. Los fines de semana siempre había fiesta en alguna de las casas del
vecindario y allí aprovechaba para aprender a entonar su guerguero.
Trabajó en el hato
San Lorenzo ubicado sabana adentro en jurisdicción del municipio Páez,
propiedad de su amigo Lorenzo Zapata, allí se curtió como peón de mano, de
llano y hasta quesero, durante el ordeño le cantaba a las vacas para
relajarlas, amansarlas y obtener mayor fluido de leche; en sus horas de
descanso improvisaba coplas con los demás jornaleros haciendo gala de su
gañote, se divirtía al ver como alegraba a sus compañeros con canciones
dedicadas a su tierra y a los oficios del llanero.
El Pollo de
Orichuna fue un auténtico veguero, con buenas condiciones para el canto, autor
de buenos corríos, sus versos eran relancinos y certeros, con sabor a llano,
sabía ponerle melodía al contrapunteo, su voz clara y sentimental conectaba
perfectamente con el sonido del arpa, cuatro y maracas.
Su nombre artístico
tiene raíces en casa, sus familiares primero lo llamaban "El Gallo" y
al final lo bautizaron como "El Pollito". José Barilla su gran amigo
de parranda, recuerda que José Jiménez fue bautizado como el "Pollo de
Orichuna" en el Bar Viejo Capanaparo propiedad de doña Antonia Volcán,
ubicado en la ciudad de Barinas donde también ejerció funciones como mesonero.
Entre parrando y
parrando se fue dando a conocer por vecindarios, poblaciones del Alto Apure y
otros alrededores. El maestro José Romero Bello, su paisano de Arichuna, como
productor musical y buen catador de artistas lo mandó a buscar con el Carrao de
Palmarito. Ya en la capital del país, Valentín Caruci otro productor musical de
envergadura, al escucharlo cantar decide apoyarlo y con la ayuda de ambos
" grabó el primer LP con el sello Cachilapo. También encontró un gran
apoyo en el arpista Omar Moreno. En su recorrido por la música trabajó con
grandes cultores y promotores de la música criolla, entre ellos Angel Custodio
Loyola, José Catire Carpio, José Romero Bello, Juan Vicente Torrealba,
Francisco Montoya, Jesús Moreno, Juan de los Santos Contreras, Melesio García,
Jesús Cravo, Nelson Morales, Juan del Campo, Luis Lozada, Juan Gallino, José
Alí Nieves, entre ellos había una hermandad que nacía en razón del amor que
sentían por el llano y el joropo como expresiones auténticas de identidad
nacional.
Su potente voz y la
extraordinaria capacidad para improvisar versos le hicieron convertirse desde
muy joven en uno de los mejores copleros, compositor de canciones y romanceros.
Muchas son las obras que hacen del Pollo de Orichuna una referencia del canto
vernáculo, entre ellas destacan "Muchacha Flor de mi Tierra",
"Llaneros de Soga en Mano", "Corazón Enfermo", "De
Visita en Portuguesa y Romance, "Pueblo y Sabana", "Amor en
Silencio", "Motivos Llaneros", "Amigos del Alto
Apure". También dedicó buena parte de su talento e inspiración en la
creación de leyendas llaneras como "Federico y el Mandinga" cantada a
duo con José Alĺ Nieves, "Juan Machete", donde relata la historia de
un hombre cuya ambición lo llevo a pactar con el demonio su alma y la de su
familia a cambio de riquezas, "La Historia de la Sayona" la cual
trata de una mujer celosa que mató a su madre pensando que esta había tenido un
romance con su esposo, la madre en su agonía de muerte la maldijo. Otra
composición suya fue la Leyenda del Espiritu Burlon".
No fue nada fácil
para este joven incursionar en el difícil mundo del espectáculo porque para ese
momento lo importado opacaba a los artistas criollos, sobre todo aquellos que
querían cultivar el joropo llanero, que apenas en esos años realizaba tímidas
incursiones en la capital del país. Al igual que otros cantautores de su época
le tocó afrontar adversidades, no fue facil enfrentar los infortunios del mundo
artístico, ya que primero tenía que encajar y luego trabajar duro para poder
desplazar lo importado y darle a la musica llanera el sitial que merece . El
Pollo Orichunero venía del campo fogueado de faenas llaneras: sabía domar
potros salvajes, ordeñar vacas, cruzar ríos y caños torrentosos, sabía de
vaquerías; guardaba un acervo de tradiciones que le servían de inspiración para
ir armando coplas y poesías. Con sus pasajes romanceros fue ganando los
corazones de quienes poco a poco iban escuchando su voz en la emisoras de radio
y personas que asistían a sus presentaciones en veladas llaneras. Con su fama
de coplero recorrió el territorio nacional, en fructifera carrera por mas de
cincuenta años, enn cada parte de la geografía patria lo recuerdan con respeto
y cariño.
Vivió muchos años
en la Isla de Margarita, de manera silenciosa aquejado por una fuerte dolencia
renal, fueron momentos duros, de mucho esfuerzo y trabajo para lograr el
trasplante de un riñón. Durante varios años asistió a la Sala de Diálisis del
hospital Luis Ortega de Porlamar. A pesar de las limitaciones lograba
sobreponerse a la perdida de fuerzas para recuperar su salud.
En el curso de su
enfermedad, muchos fueron los eventos realizados por compañeros, amigos y
familiares para reunir fondos para su recuperación. La población de Pariaguán
en el estado Anzoátegui fue escenario de un homenaje a su persona, la finalidad
era recabar fondos ante la perspectiva de un posible trasplante en el Hospital
Militar de Caracas. El evento fue realizado en el Parque Ferial de Pariaguán;
la publicidad estaba patrocinada desde Margarita por "El Caney de
Felo" y "El Reino de Musipan". Al acto asistieron cantantes como
Euclides Leal, Ignacio Rondón , Alejandro Rondón, Rubén Gamarra, Reinaldo
Armas, entre otros.
Era un hombre
sencillo, culto, hospitalario, impregnado de una exquisita cordialidad, cargado
de valores, de hablar sencillo y criollo. Con una sonrisa espléndida celebraba
las noticias que le daban alegría. Aún en los momentos más críticos de su
enfermedad se comportó en forma tranquila, paciente, aceptó con buena actitud
su problemática de salud.
Luego de haber
superado un poco la dolencia renal realizaba una que otra actuación en tarima,
dedicó parte de su tiempo a la enseñanza del canto y baile de joropo, puesto
que era excelente bailador sobre todo del joropo original, sabanero; ese que se
aprendía en las parrandas de llano donde no habían trajes elegantes ni las
formas sofisticadas que ahora las escuelas o academias le imprimen a este
baile.
En materia de
contrapunteo confrontó a varios cantantes, siendo sus mejores improvisaciones
verbales las grabadas con José Alí Nieves "El Pico de Oro", Jesús
Daniel Quintero " El Tigrito de Mata Negra", Benigno Hidalgo "El
Diablo de Cojedes", José Catire Carpio, Luis Eduardo Forgione Andrade
"El Gavilán del Llano", Ramón Blanco, Cristóbal Jiménez, Jesús Cravo,
entre otros.
José Anselmo
Jiménez "El Pollo de Orichuna" dedicó su vida a enaltecer nuestra
música, logró brillar por si solo, mantuvo su personalidad y fama de gran
cantante, de llanero criollito y de excelente persona. Andrés Emilio Infante
manifiesta que "El Pollito" nunca olvidó a la Trinidad de Orichuna,
siempre la visitaba sobre todo en las ferias, las disfrutaba, en las del año
2017 a pesar de su enfermedad le brindó lo mejor a su público y en el amanecer
llanero alternó con artistas como Jorge Guerrero, Maira Tovar, Marilú Castillo
y otros que desfilaron esa noche, ganándose los mejores elogios y aplausos de
los presentes.
Este pionero de la
música llanera dejó de existir el dia 12 de junio de 2019, murió en el hospital
Dr. Luis Razetti de la ciudad de Barinas a consecuencia de una infección en el
riñon y un cálculo renal que le estaba afectando, además se le imposibilitaba
el acceso al tratamiento antirechazo, no solo por la escasez del medicamento sino
por el costo del mismo, entre una cosa y otra su salud declinó. Sus restos
fueron velados en el barrio Corocito, donde vivía ultimamente.
Muchos son los que
compartieron con él y están agradecidos por la amistad sincera que les brindó,
por las vivencias compartidas las cuales refuerzan el reconocimiento de haber
sido un gran cultor de la música criolla y un enorme camarada.
Al contar historias
sabemos quienes somos, y lo mejor es; que los demás sabrán lo que hemos vivido.