
El vástago sin racimo.
Hay ritmos que dan pauta a la
vida de un hombre; hay hombres que tienen que aguardar con paciencia, a la
sombra de su personalidad, la critica, la chanza y el combate con una dureza
tal que no se merecen porque la actitud que demuestran es parte de su vida
misma; Esos hombres tienen constancia y fuerza de ánimo por todos los caminos
de su diario transitar.
En nuestro llano esa reciedumbre de conducta
se conoció en los hombres de a caballo, campeando
animales cerreros en los días como en las noches por las sabanas abiertas, sin
medir el peligro que en cada trillo pudiera presentársele. En estas páginas
quiero remembrar a un hijo de esa llaneridad, celoso con lo que el representaba
y delicado con sus vivencias,...