
Valerio
Machado. El mismo Chocolate, el mismo de la carretilla y el de la botella en la
faltriquera trasera. Aquel que en los inviernos se conjeturaba ser el chofer de
un volteo, con motor imaginario incluido, atrancado metiendo primera y mocha
para salir del atolladero. Al mismo que Fabio Zapata en cierta ocasión
remolcaría destrozándole por completo su medio de subsistencia, y quien a los
días siguientes entregaría al bohemio personaje una nueva carretilla causándole
casi una alegría de infarto. Lo recuerdo claramente, la primera vez que vería
al personaje seria frente a la casa materna por la avenida El Márquez del
Pumar, él, bajo los efectos del licor blanco balbuceando enajenaciones contra
todos y a la vez contra nadie, para...