mayo 15, 2020
Para los romanos, el ideal de perfecta mujer era el que
representaba la matrona romana, un
modelo de mujer cuyo comportamiento, en todos los aspectos de la vida, era
irreprochable. Era el paralelo que se esperaba del buen romano, el cual se
resume en la gravitas, parsimonia pudicitias, certamen, pides, pietas y virtus.
Ahora bien, en nuestros tiempos las
Matronas o Parteras son profesionales que les brindan asistencia a las madres
que deciden dar a luz en un sitio distinto a un centro de salud, una modalidad
que es preferida cada vez más por más mujeres, dada la comodidad y a la
privacidad que se obtiene durante el parto. Las Matronas están capacitadas en
todos los procedimientos necesarios, así como los cuidados a tomar en cuenta al
momento del parto.
Hoy
vamos a conocer un poco más una en particular.
María Emiliana Montero de González
Cortesía
de Feliz Obdulio Torrealba H. (Felucho)
Nace esta ejemplar
mujer en las adyacencias del pueblo de Guayabal Estado Guárico, en el punto o sitio denominado "Camoruco" el día 08 de
Agosto de l.932. Es la tercera de los hijos venidos de la unión
concubinaria de Asunción
Flores y María Ernestina Montero, y lleva por nombre María Emiliana. A la edad de 20 años nuestra heroína Montero, en común acuerdo
se une en concubinato al joven Arichunense de 39 años de edad, señor:
Jesús María González Orozco. De
esta
Unión nace su primogénita hija el 15 de Noviembre
del año 1.952, y lleva por nombre María de
Jesús.
"Los amores crecen y los hombres
van y vienen como el agua de los ríos"
y esta joven compañera,
decide seguir a su
marido
donde fije su residencia. El año 1.956, esta
familia se traslada
al pueblo de Arichuna, y se radica en casa de la señora Lucia Orozco, quien es hermana del prenombrado
señor Jesús María González O. Pasado
un tiempo prudencial de estadía en aquel hogar, es tomada la decisión de cambiarse a la calle Juan Maximiliano Echenique, y por
vecinos a las familias
Bermúdez, Orozco
y Torrealba Hernández.
El representante de esta familia, señor Jesús María González
es hombre dedicado a trabajos concerniente al llano, por lo tanto y contra su voluntad debía separarse por días de aquel nuevo hogar, quedando su joven compañera al cuidado de
tres pequeños hijos y a la voluntad de Dios. Pero el trabajo es hermoso y no deshonra, y esta madre torna la determinación de la asidua labor de lavar y planchar ropa por encargo,
así mismo vendimia de arepas asadas al budare,
hayacas y hayaquitas, gofios,
empanadas y otras variedades de especies que de costumbre estaban a la venta en la pulpería del señor Manuel Alfonzo
a los precios accesibles de 0,12 y cmts, y 0,25 cmts (una locha y medio real).
El año 1960, el médico
español Cesar Gasea, prestaba sus servicios en el primer espacio acondicionado para la medicatura rural (construido en el año de 1950) El mencionado galeno requiere
los servicios de un bedel para dicho centro asistencial, es allí que esta señora Montero comienza a trabajar con una asignación
mensual ele 60 bolivares.
El año
de
1.966,
esta
unión
concubinaria
se formaliza
mediante
el matrimonio civil y eclesiástico y sus reconocidos hijos son: María de Jesús, Pedro Manuel, Emilia del Carmen, Juana del Valle,
Beatriz Crisaida, Elsy Abelardo,
Isabel Maritza, Luis Ángel, Neil Gustavo
y Efraín Jesús
La hoy matrona
Montero de González, toma confianza con la única enfermera que prestaba
servicio al conglomerado, señora Coroliana
Pérez de Delgado (Corita)
que la
instruye de cómo aplicar
una inyección. De igual manera,
siempre al tanto de los
medicamentos indicado por el medico a los pacientes.
Es de hacer notar que a través del interés,
voluntad y fé que puso en
Dios, adquirió
conocimientos en cuanto a ciertos medicamentos se refiere para tal .fin.
Es por eso que popularmente le decimos
¡Como está doctora Emilia Montero de González Y risueña responde: ¡MUY BIEN'
Con estos y demás
conocimientos
adquiridos
respecto a salubridad!, comíenza
la práctica de Comadrona
(partera) prestando
sus servicios gratuitamente
a los hogares de las parturientas que a ella concurrían en los momentos
que el pueblo estaba execepto de médico.
Al cumplir nusetra
matrona su tiempo reglamentario de
servicio a la institución de Salubridad, pasa a la jubilación, pero viendo la
imperiosa necesidad que el colectivo tenía en cuanto a la carencia
de un establecimiento donde se expendieran medicamentos
toma la decisión de instalar un expendio de medicinas para que el colectivo no
tuviera que trasladarse a la capital
del Estado. En la actualidad y a 20 años de fundada, el Expendio de
Medicinas·
"Arichuna", aún continúa prestando sus servicios al colectivo anexo a su
regente. Luis González
Montero.
Hoy a sus 77 años de edad,
es notorio observar esta matrona sentada cada
día a la puerta de su casa, quizás con con vagas ideas recuerda
su niñez, adolescencia y
juventud que la hicieron feliz. De igual manera, aquellos
años dorados el cual creció bajo la tutela de sus
padres
y hermanos mayores, hasta verse convertida en una formal señorita amante a sus padres, hermanos y sanas costumbres. Ahora conforme está con Dios y
su conciencia, el haber permanecido hasta el último momento al lado del que
fuera el gran amor de su vida. Jesús María Orozco (El Cura)
La
fuente de la introducción es
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