Centro Lazáro Hernádez, primer guasdualiteño en obtener el titulo de periodista en la UCV. |
PROLEGÓMENO
SOBRE EL PERIODISMO IMPRESO EN GUASDUALITO
Por: ALJER
A
Guasdualito llegue
a escribir
sin escritura,
aquí me dijo
la luna
aquí me dijo el lucero:
aquellos tiempos se fueron
recuérdalos con tu pluma.
Sobre la actividad periodística impresa en Guasdualito durante el siglo
pasado es meritorio hacer referencia, ya que como concepto fundado en la
compilación y observación de la información en cualquiera de sus convenciones,
exposiciones y variedades, este ejercicio informativo ha contribuido de una forma
u otra a la inclusión de la colectividad guasdualiteña en la estructura socio
cultural, sirviendo de exponente de sus demandas informativas y aspiraciones de
avance. Quizás no en forma regular pero si en la alternancia de nuestra
contemporaneidad el llamado Cuarto Poder ha estado presente, ya para inicios
del siglo XX un grupo de comerciantes visionarios venidos de Cúcuta y San
Cristóbal en
compañía de algunos ganaderos locales vieron con beneplácito la
creación de un impreso local que recogiera los aconteceres cotidianos del
entonces apartado villorrio conocido como Guasdualito. Logrado el
consentimiento del clérigo agustino Daniel Delgado, sería el 08 de enero de
1903 cuando aparece la gaceta “La Voz del Sarare”, como primer gacetillero
seria el mismo Delgado, quien en una síntesis bien sucinta expondría lo
siguiente: “El pueblo en sí es el más importante del contorno, en consideración
a que carga a su espalda una acumulación histórica de trascendencia”. Agregaría
al contenido una somera descripción del poblado: en cuanto a las casas o
moradas son de construcción liviana, cuyo elemento principal es el vetiver,
calles donde se observan empalizadas y mangas de bambú o alambre de púas, lo
que delata la presencia del ganado rielagengo, posee una pequeña iglesia
sosegada y espaciosa para cubrir imperiosa necesidad. (Delgado: 112). El
manuscrito tendría circulación mensual hasta 1910.
Desde aquella culminación periodística franquearían seis años para que en
1916 surgiera el manuscrito “Ecos de Páez”, este nuevo armónium seria promovido
por la municipalidad encabezada por Anastasio Sánchez (presidente) Natividad
Espinoza (procurador) Silverio Agüero (vocal) siendo secretario Víctor Terán.
Impreso en la capital del Táchira, el hebdomadario tendría una total aprobación,
allí tuvieron cabida opinadores de distintos sectores incluyendo los que
adversaban al caudillo presidente Juan Vicente Gómez, a baja voz se comentaba
que desde el Arauca y el Casanare algunos intelectuales venezolanos refugiados
del otro lado del río, con seudónimos alegres y menudos eran los autores de las
puntas de lanzas escritas contra el dictador. El boticario Agüero expondría en
el diario lo siguiente: “La vía de San Camilo es el terror de los comerciantes
de ganado, pues ha devorado capitales inmensos y como una inmensa boa seguirá
devorándolos si el gobierno no remedia esta situación”. Esta afirmación escrita
concordaba con el informe de la municipalidad en donde se expresaba que
aproximadamente el 10% de la carga vacuna hacia la villa de La Concordia
perecía en el angustioso trayecto por recuas infernales.
Llegaría el 19 de junio de 1921, y con la fecha el dantesco ataque a
Guasdualito encabezado por el doctor Roberto Vargas (El Tuerto), secundado por
los generales Fermín Toro, Emilio Arévalo Cedeño y Pedro Pérez Delgado
(Maisanta) entre otros alzados, cuya utópica visión quedaría cegada
definitivamente con la derrota impuesta por los bizarros soldados acuartelados
al mando de los generales Pulgar, Giménez y Ramírez. Para la fecha circulaba mensualmente
el diario “El Sol” a cargo del padre Francisco Contreras, el religioso luego de
la batalla estamparía una crónica sobre el suceso, quizás lo más real y vivido,
que demuestra fidedignamente lo cruento de aquella carnicería humana, expondría
en el periódico lo siguiente: ese día será el más recordado hasta el final de
la historia de este pueblo, lo mas bárbaro y violento que podrían ver mis
importunados ojos…el saldo: 200 muertos, más de 100 heridos y un pueblo
totalmente hecho muerte. Este Contreras por vínculos con Arévalo Cedeño seria
proscrito a una población del estado Bolívar, no sabiéndose mas sobre él, se
conjetura que quizás su vida haya terminado por los plomos de alguna guardia de
fusilamiento gomecista.
Luego del suceso histórico y calmada la baraúnda, sale a la luz local el 31
de enero de 1924 el periódico bautizado como “Aganipe”, cuyo propietario era el
comerciante e impresor Francisco Antonio López, su descripción: cuatro páginas
con dieciséis cuartillas, a un precio de un bolívar, la suscripción seria
mensual debido a que la impresión se efectuaba en la tipografía Italo-Vene,
propiedad del italiano Migliolo. Algunas noticias reflejadas en este diario se
citan a continuación:
-Este 12 de marzo del año en sucesión se inaugurara en Guasdualito el
alumbrado de acetileno, con capacidad para 25 lámparas, el horario de encendido
será de 7 a 9 de la noche por ordenes de la primera autoridad general Carlos J.
Falcón.
-Se culminaran los trabajos de construcción del terraplén desde la esquina
de la casa de don José Antonio Grieco hasta la orilla del Sarare.
- Concluida la casa de gobierno a un costo de 50.000, 00 bolívares, se
prevé la inauguración el 20 de febrero de 1924.
Con el correr de las décadas surgirían: el ABC (1924) El Titirijí (1925) de
tendencia humorística, nacidos ambos en la imprenta de José Grieco, como
linotipista estaría Juan Lima, luego llegarían: Ariel (1928), Ecos de los
Llanos (1930), Claridad (1936), Antorcha (1955), para la sexta década del siglo
pasado entraría en escena el semanario Alto Apure (1963) siendo su primer
director el recordado Ramón Niño. Mención especial merece el guasdualiteño
Lázaro Ezequiel Hernández (1923), primer oriundo de este terruño en alcanzar el
título de periodista en la Universidad Central de Venezuela (1958-1962) con la
primera promoción Dr. Héctor Mujica. Iniciando los ochenta el periodismo
impreso tendría nueva forma con la revista Travesía, cuyo director y
propietario seria el guasdualiteño Cecilio González, ya en los 90 en la misma
onda aparecería el magazine Tolvaneras, propiedad del educador palmariteño
Ignacio Barco Lara, esta impresa gozaría de buena aceptación por la ávida
colectividad de lectores locales. En 1998 irrumpe en la cotidianidad pueblerina
el periódico “El Huracán” dirigido por los meritorios profesionales Arles Pérez
(director) y Rubén Gómez, cumpliendo su papel informativo con criterios de
responsabilidad y veracidad. En cuanto al siglo XXI, las nuevas formas
comunicacionales (redes sociales) han resultado aliadas de las nuevas
generaciones de redactores, articulistas y corresponsales orientados a mantener
informado al conglomerado guasdualiteño.
Un buen año para todos ustedes. Hasta otra oportunidad si Dios Eterno lo
permite.
ALJER CHINO EREÚ.-
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