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sábado, 26 de septiembre de 2020

LOS CIRCOS DE TOROS EN SAN FERNANDO

 



FOTO CORTESÍA DE LA FUNDACIÓN DECANIO

LOS CIRCOS DE TOROS EN SAN FERNANDO

Autor : Edgar de Jesús Decanio

La fiesta brava tiene su origen en España, en donde comenzaron los primeros cruces de toros, hasta decantar una especie de casta apropiada para la lidia, después de grandes entrenamientos y cuido tanto a sementales como a la dehesa en general de vaquillas y machos destinados al circo. Se les llamó el arte Cúchares, por ser este personaje el primer innovador y acucioso hombre en dedicarle tiempo y sabiduría a la lidia en general, siendo uno de los primeros toreros.

Esta fiesta como bien española fue traída a América en épocas coloniales y tuvo su principal arraigo en Perú, Colombia y Venezuela, pero en nuestro país ahora es apenas cuando se está en la crianza de animales de casta, por prohibiciones gubernamentales y enfermedades y cuarentenas muy costosas, que dieron mejor paso a la importación directa con toros ya escogidos y más baratos.

En San Femando un pueblo llanero esta fiesta insufló primero con los toros coleados y muchas veces los coleadores como los Hermanos Pipo y Juan Salerno o los Hermanos Olivo, se tiraban a pie y sacaban sus lances, amén de los verdaderos centauros que no le tienen miedo a nada en plena sabana para sacar su dos o tres carpetazos. Pues bien, la cosa se fue enseriando hasta que un buen día se comenzó a pregonar que en un circo improvisado sobre plena calle Bolívar se iba a presentar una cuadrilla torera la cual venía de fuera. Es posible este sea el primer ruedo taurino y se construyó en el cruce de las calles Bolívar y Ricaurte, en lo que es hoy la casa de la Familia Díaz Rodríguez, este solaron estaba contiguo a la casa de habitación de Cesar Ramírez Gómez, autor de la letra del Himno del Estado Apure. Claro la tal corrida tuvo más contratiempos que el verdadero sabor de una tarde con sol y pasodobles y sobre todo buenos morlacos para lucirse, pero la corrida se dio y esto es lo importante para esta crónica.

Más tarde en la llamada Pecita lo que sería hoy el Paseo Libertador o Boulevard, frente al viejo palacio Fonsequero, se escenificaron corridas a las cuales concurría mucha gente y el circo por una u otra cosa se mudó para la esquina frente a la hoy casa de la Sra. Eloina Mejías. Esos toros eran los almacenados en el lugar de matanzas y también de acorralamiento de ganado para sacarlos luego el centro del país tirándolos para el otro lado del Apure y se aprovechaban en  una sana diversión.

La placita de toros que más destaco fue "La Aragueñita", la cual estaba situada en lo que es hoy la Dirección de Comisionaduría de Salud Pública del Estado Apure o Antigua Sanidad. Allí el gran torero Romero Fred dio una cátedra de antología con el capote y la muleta y se lució mucho también con los garapullos al quiebre, lo que impresionó mucho al público villamelón o desconocedor de la fiesta brava, pues es más difícil pegar las banderillas largas asomado al balcón como se dice en términos taurinos, que las del quiebre. Hubo un lleno hasta la azotea de la placita que fue una de las mejores que se hayan construido. También toreó allí una figura que era lo s ultra de la torería de la época como lo fue Manolo Lértora, peruano que trajo su cuadrilla a la cabeza iba el célebre Peraltica, quien tenía más remiendos en el cuerpo que hazañas en el circo, pero como lo decía el mismo, que más cornadas da el hambre, lo mejor era metérsele a los cuernos para vivir.

Hacia la parte Oeste del actual Palacio de Gobierno, había el viejo solar de lo que se llamaba "La Chaconera", pues era contra espaldas a la Casa de Don Eugenio Chacón. Allí hubo otra placita de toros y destacó mucho la excelente figura mundial de la torería, el matador Luis Vilma y se recuerda su actuación con el toro "Azulillo" de bandera con el cual hizo Vilma maravillas pues embestía como un tren, sin malicia ni colarse en la pañosa, menos en capote. Este toro lo mató el  maestro Vilma de certera estocada y fue paseado en hombros por el pueblo y en la noche se le hizo un fiestón en su honor y valentía.

No debemos olvidar los famosos palos de agua detrás de la casa de Rosarito Ochoa, hacia la vieja manga de tirar ganado. Allí siempre se construían circos de palo y paja, con sus palcos y barreras amarradas. En una tarde memorable hicieron gala de hombría, valor y arte en un mano a mano nada menos para Facultades y Manolo Fahín actuando como banderilla de arranque o sea de primero y último Félix Colón San Femandino. En los palos de agua sedaban cita lo mejor de lo mejor de la sociedad para ovacionar a esos hombres que la gente veía muchas veces como fenómenos, pues era conocido el trapazo sabanero, pero no un artístico farol de rodillas, o una manoletina de las antiguas, o una gaonera o simplemente la elegante verónica clásica ceñida al cuerpo abriendo el compás de las puertas y en terrenos del enemigo. La gente quedaba boquiabierta cuando el torero se arrimaba y le gritaban que se cuidara.

La  famosa  leñeria,  allí Rubito  hizo  barro  muchas  veces  y  se presentaban corridas bufas. Los hermanos Gómez y Limeño Tercero torearon allí y dejaron buena impresión.

La Ensenada o "El Cañito" frente a la Casa de los Barbarito, en lo que es hoy el Monumento a la Bandera, en ese sitio Romero Fred en caracterización de rejoneador dio una memorable tarde luciendo una hermosa jaca traída directamente de España. Hermoso caballo que chalaneaba y se sacaba el lance a su justo tiempo. Mató de un solo rejón, aunque también hacia el toreo a pié. Este sitio al solo anuncio de toros se plenaba de gente y era difícil conseguir entradas en la taquilla, pues se agotaban con mucha anticipación.

Hubo otros circos regados en la ciudad como en la calle Santa Ana, en El Recreo y las dos últimas corridas en el Parque de Feria Agroindustrial de San Femando hace poco tiempo, con carteles en dos tardes de postín y toros de bandera de conocidas ganaderías colombianas. Pero la afición viene desde muy allá y como dato curioso anotamos que los toros se probaban aquella época en los potreros de "Las Marías" propiedad de la sucesión Mendible, luego de Don Antonio Cestari y hoy parte de una Escuela, Liceo "Lazo Martí" y urbanización.

Queremos con esto decir que hay afición taurina en San Fernando y recordemos también en ésta crónica nuestros toreros criollos como Antonio Olivo y Pepe Yayes, quienes engalanaron tarde de sol, sangre y arena con su trajes de luces y el colorido sobre la pandereta en donde se prueba suerte y valor.

Fuente: REPUNTES II EL SAN FERNANDO DE AYER

Gráficamente El Cantinflas Venezolano toreando un Novillo, traído del Hato "La Marías" el sitial donde acontece este acto, es detrás del antiguo Gran Hotel Apure, o sea , en la Redoma de los Caimanes.

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