HUMBERTO FUENTES. MÁXIMA GLORIA DEPORTIVA DE
APURE
A escasas horas de la ceremonia de inauguración
de los Juegos Olímpicos Tokio 2020, a pesar de celebrarse en 2021, es oportuno
rendir tributo al "más grande" atleta apureño de todos los tiempos,
el gigante Humberto Fuentes. Clasifica a cuatro olimpiadas consecutivas,
dominando en Venezuela y América la década de los 80 con una autoridad hasta
ahora inédita en la división mosca (-52 kgs). La técnica utilizada para alzar
las pesas en las modalidades arranque y envión, además de la concentración
antes de ejecutar la acción, le brindaron el performance para labrar una
historia llena de éxitos, medallas, trofeos, placas y reconocimientos en juegos
Nacionales, Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos y del Caribe,
Panamericanos y múltiples copas internacionales, cosechando la admiración de
todo el país y extranjeros seguidores de este deporte.
Nace en el viejo hospital "Pablo Acosta Ortiz", en la calle Sucre de San Fernando de Apure. Sus padres, María Angélica Rodríguez y Justo Nereo Fuentes, lo acobijan junto a doce hermanos en un hogar humilde en el sector "Guasimito", detrás de la antigua fábrica de hielo "Erson". Ingresa en el Grupo Escolar "República de Guatemala" y ayuda a su papá en tareas de pesca y cortes de madera. Al culminar la primaria abandona los estudios e inicia labores de caletero en el negocio de Pedro Terán Cestari, ubicado en el puerto "El Tamarindo". Empieza a formarse en aquel pequeño organismo la fortaleza y destreza para levantar cargas que superan su peso corporal. Una hermana se casa con un comerciante vecino de Terán y pasa a trabajar con él, siempre en labores de caleta. A principios de 1978 la capital apureña es sede de un campeonato nacional de pesas. El entrenador de la selección de Apure, Henry Soto, se dirigía a un congresillo técnico en el edificio de la Asamblea Legislativa y se percata, asombrado, como un diminuto joven de 32 kilogramos cargaba en su hombro un saco de papas de 67. Acercándose a él pregunta su nombre y promete conseguirle una beca para que practique halterofilia. La respuesta fue inmediata, "Me llamo Humberto Fuentes. No quiero beca, consígame un trabajo, que eso es mejor que una beca". Para entonces, un hermano iniciaba en lucha en el gimnasio "12 de Febrero" y él le llevaba los "macundales" de entrenar, aprovechando para presenciar las instrucciones del profesor Henry Soto y el accionar de los pesistas, sobre todo Luís Piñate y "Veguerote" Adarmes. Al poco rato se iba "en búsqueda de las lochas para llenar el bolsillo". El periodista Wilman Díaz, Director de Deportes de la gobernación, le otorga un cargo en la institución. Labora de mensajero e inicia actividad con el entrenador Soto. Alexis Tovar, al verle potencial, le convence de sólo adiestrarse, conservando su sueldo. Con escasa preparación, pero un corazón enorme, asiste a sus primeras competencias nacionales juveniles, arrasando en San Carlos, Los Teques y San Cristóbal. Sus marcas valen para integrar el equipo nacional de mayores, debutando a finales de ese año en el Suramericano de Santiago de Chile, perdiendo el oro ante su compatriota Alexis Vásquez. Obtiene 75 kgs. en arranque (A), 105 kgs. en envión (E), para un total (T) de 180 kgs. adruga 1979 titulándose campeón en la "Copa Cartagena de Indias" en Colombia. En la "Copa Benito Juárez", México, se conforma con la plata al ser derrotado por el distrital y compañero de equipo Alexis Vásquez.
Luego en los Suramericanos de
Sao Paulo, Brasil, toma desquite de Vásquez y se queda con el oro. Más nunca
fue derrotado por el caraqueño. Compite en los Juegos Nacionales de Adultos en
Falcón, siendo juvenil, y cuelga en su cuello las tres doradas de los -52 kgs.
Establece registros para Venezuela y Suramérica. Ya su nombre captaba los
titulares de primera página en los medios impresos y espacios importantes en
noticieros de radio y televisión. Se había convertido en una figura deportiva
nacional. l cañonazo del 31 de diciembre augura un feliz año para
Humberto. En marzo de 1980 va al Suramericano Juvenil de Pereira, Colombia, en
busca de un sueño, el cupo a las Olimpiadas de Moscú. Al finalizar la contienda
tenía tres doradas y el boleto para asistir a los ansiados juegos organizados
por los soviéticos. La preparación fue en Caracas, bajo el asesoramiento de
Henry Soto y otros entrenadores. Intervienen por la nación 37 deportistas, todos
hombres, en 7 deportes, pero Fuentes es el único en pesas. El abanderado de la
delegación fue el boxeador Antonio Esparragoza. Rivaliza contra los mejores 37
del mundo, ocupando el puesto 11 de la general. Sus registros, A (90 K), E
(117.5 K), T (207.5 K). Al regresar de la Unión Soviética se une
sentimentalmente a Irma Xiomara Martínez. Entre la luna de miel y el descanso
postjuegos termina el año. El nuevo ciclo
olímpico abre en 1981 con poca actividad, pero la ejercitación constante
prosigue. Nace su primogénito Humberto Antonio y gana la "Copa Benito
Juárez" en tierras aztecas. Una gira por Europa de 64 días sirve de
preparación para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de La Habana 1982 y
toda la programación pautada para esos doce meses. Lamentablemente retorna
lesionado y sólo asiste a la copa mexicana, donde gana una medalla de oro y dos
de plata. Humberto relata con jocosidad, "En esa oportunidad, luego de
terminar mi presentación, recibo invitación para conocer la Plaza Garibaldi. Me
emocioné porque la oía nombrar mucho en los discos. Entramos al famoso bar El
Tenampa y al pedir el servicio el mesonero me pregunta si soy mayor de edad. Le
dije que si, pero mi documentación se había quedado en la villa olímpica. La
estatura no me ayudó para nada y me sacaron del bar. La mamadera de gallo duró
meses".
Para el pesista apureño 1983 sería cargado de muchos retos,
principalmente porque debía reunir méritos para el pasaje a las Olimpiadas de
Los Ángeles, USA, del año posterior. Participa por vez primera en la "Copa
Simón Bolívar", Venezuela, y en la cubana "Copa Manuel Suárez In
Memorian", ocupando el primer y segundo lugar, respectivamente. La
experiencia en la competencia venezolana se repetiría por ocho versiones más,
ganando la presea dorada en todas. En la copa isleña obtiene oro en 1985, 1986,
1987, 1990 y 1991; relegado a plata en 1984, 1988 y 1989. Caracas sirve de
anfitriona a los Juegos Panamericanos 83 del 14 al 29 de agosto. 3426 atletas,
de 36 países, disputan 1107 medallas en 23 deportes. Humberto Fuentes se faja
con su archirrival cubano Juan Hernández, quien termina coronándose campeón
panamericano. Humberto alcanza 95 K (A), 125 K (E) y 220 K (T). El camino a Los
Ángeles estaba despejado. Nuevamente iría en solitario a la cita de los dioses
deportivos en la disciplina de barras y pesos. Ejecuta toda la preparación en
Caracas y a escasos días para la inauguración, el presidente de la Federación
Venezolana de Pesas, Benito Seijas, anuncia la decisión de boicotear los
juegos. Lamentable noticia que echaba a la papelera cuatro años de intensos esfuerzos
y sacrificios. En 1985, además del
oro en la "Simón Bolívar" y "Manuel Suárez In Memorian",
consigue máximos honores en los Juegos Bolivarianos de Cuenca, Ecuador, y
Panamericanos de Pesas en Cuba. Llega a este mundo su hijo Jhon Alberto.
Continúa el baño dorado en 1986, al superar a sus rivales en los Suramericanos
de Santiago de Chile y en los Centroamericanos y del Caribe de República
Dominicana. En estos últimos se desquita del cubano Juan Hernández. Hace 100 K
(A), 130 K (E) y 230 K (T). La gira del 87, antesala a los Panamericanos de
Indianápolis-USA, es triunfal en Cuba, México y Venezuela. En Indiana ven
acción 4300 deportistas de 38 paises, en 297 eventos de 30 deportes. Obtiene
plata, pues nuevamente Hernández no le permite subir a lo más alto del podio.
Durante el campeonato su señora da a luz a su último muchacho, Justo Rafael.
Sus números 97.5 K (A), 125 K (E) y 222.5 K (T) lo incluyen en Seúl 88.
Para las Olimpiadas de Seúl, Corea del Sur,
1988, clasifica solo en halterofilia y fijan el campo de entrenamiento en
Caracas con Henry Soto a la cabeza. Venezuela es representada por 15 hombres y
dos mujeres. Elizabeth Popper (Tenis de mesa) se coloca delante con la tricolor
y ven actividad en 7 deportes. Esta vez logra cifras superiores a Moscú 80,
aumentando su general en 20 kgrs., para ocupar el décimo lugar. 100 K (A),
127.5 K (E) y 227.5 K (T). El período olimpico, con miras a
Barcelona 92, lo inaugura estrenando entrenador en 1989, su amigo y compadre
Luís Piñate. Trabaja como nunca para demostrar que le quedaba mucho por
recorrer en esta apasionante actividad. Arrolla a sus adversarios en todos los
eventos de la temporada, incluyendo los Bolivarianos de Bolivia. Su ritmo
avasallante no se detiene y la zafra aurífera llena su pecho en 1990. Ciudad de
México organiza los Centroamericanos y del Caribe. El llanero con 102.5 K en
arranque, 125 K en envión, para un total de 227.5 K, revalida el título
obtenido en República Dominicana cuatro años antes. A los Panamericanos
de La Habana 1991 concurren 39 países con 4519 representantes en 33
especialidades. Ahí ocurre el mayor momento de gloria de Humberto. Levanta 105
kilogramos en arranque y enmudece las gradas. Había derrotado a Juan Hernández
y toda la élite cubana en su casa para apoderarse del oro. En envión hace 125
K, para un total de 230 K, valiéndole dos medallas de plata. Ese palmarés lo
catapulta a los Juegos Olímpicos Barcelona 92 en España. En esta oportunidad le
acompañan en pesas José Medina (-67.5 k) y Julio Luna (-82.5 k), junto a 26
venezolanos más. El 25 de julio se llena de orgullo al desfilar en la ceremonia
inaugural con 9355 atletas de 169 comités nacionales, portando María Elena
Giusti (nado sincronizado) el estandarte venezolano. La multitud en el Estadio
Olímpico de Montjuïc con sus aplausos, gritos y lágrimas daban fe de la
grandeza que se vivía. Fuentes con cifras de 100 K (A), 130 K (E) y 230 K (T)
reafirma su mejor momento en estos juegos, haciéndose acreedor de un Diploma
Olímpico por el séptimo lugar alcanzado en la general.
Luego de ganar su última "Copa Simón
Bolívar", asiste lesionado a los Centroamericanos y del Caribe de Ponce,
Puerto Rico, 1993. Aún en esas condiciones logra las mismas marcas de Barcelona
92 para una medalla de plata y dos de bronce. El 23 de noviembre de 1993
anuncia su retiro de la selección nacional, luego de permanecer en ella por 16
años. Las lesiones y la falta de ánimo para continuar fueron determinantes en
la decisión. El siguiente enero inicia labores de entrenador en el gimnasio que
lleva su nombre en el polideportivo de San Fernando. En la entrevista para esta
historia cuenta varias anécdotas, "El 19 de mayo de 1995 estaba acostado
en mi casa y se para al frente un carro de Elecentro. Salí corriendo y les
dije, manitos no me vayan a cortar la luz. Me respondieron, tranquilo venimos a
traerte esta comunicación que los jefes quieren hablar contigo. Me fui con
ellos y me recibe Luís Hernández, Jefe de Recursos Humanos, que al elogiar mi
actividad deportiva manifiesta que a partir de ese momento era trabajador de la
empresa. He sido mensajero, chofer y actualmente lector de facturación. Hoy
tengo 26 años en esa familia".
Reflexiona con ojos húmedos, "Hay varios
momentos importantes en mi vida deportiva, pero debo confesar que nada como el
oro que alcancé en los Juegos Panamericanos de La Habana 1991. Fue grande
porque le gané al favorito en arranque con 105 kilos. Trabajé duro para esos
juegos. Estaba destinado a ganar esa dorada. Derrotar a la jerarquía cubana, y
en su terreno, es algo que no olvidaré. Cada vez que puedo lo recuerdo. De los
Juegos Olímpicos de Barcelona 92 también guardo gratas memorias, pero insisto
que lo sucedido en La Habana es lo mejor de mi carrera. Visité 22 países en
esos 16 años con las pesas, todas las naciones suramericanas, las tres
norteamericanas, cuatro centroamericanas (Cuba, Panamá, República Dominicana y
Puerto Rico), Corea del Sur, Yugoslavia, Rusia, Hungría e Italia. Quisiera
tener dinero para ir de nuevo a Puerto Rico y México, los recuerdo con mucho
cariño". Espera ansioso ser exaltado al Salón de la Fama Panamericano de
Pesas, cuya sede permanente está en República Dominicana. Tiene la primera
opción y los resultados serán dados a conocer en la segunda quincena de agosto
de 2021.
Humberto Fuentes es
un vivo ejemplo de que la pobreza no impide triunfar en la vida. Su trabajo con
esfuerzo, dedicación, constancia y técnicas adecuadas lo llevaron a conquistar
América y convertirse por más de una década en uno de los diez mejores pesistas
del mundo en su categoría. Ello lo eleva a ser un Personaje de mi Pueblo.
*** Edición y
Montaje, Lic. Wladimir José Hidalgo Benítez.
*** Que sabroso y
ameno fue conversar con nuestro ídolo Humberto Fuentes. Le estaremos
eternamente agradecidos por su gentileza y humildad. Rogamos a Dios que este
artículo ayude en algo para su feliz arribo al Salón de la Fama. Razones sobran
para ser inmortalizado. Suerte campeón.
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