Recordemos con gran orgullo a Rafael Rodríguez Morales, el Llanerito, otro
Apureño que dejo bien representada su tierra bravía a través del hipismo. Es
Apureño y es nuestro.
Sin duda que hablar de Rafael Rodríguez Morales es mencionar a uno de los
grandes jinetes que ha tenido el hipismo nacional. Conocido como “El
Llanerito”, nació en San Rafael de Atamaica, estado Apure, el 5 de diciembre de
1949, hijo de Aniceto Rodríguez y Francisca Morales, el segundo de 10 hermanos
y casado con Paula Morales de Rodríguez. Su hermano mayor Ángel Agustín, fue
caballerizo en La Rinconada en la cuadra de Manuel Azpúrua Sosa y otro hermano,
Carlos, también incursionó como jinete. Desde los 10 años conoció lo que
significaba ganarse el pan de cada día, el trabajo iba a la par con sus
estudios de primaria y luego el bachillerato en la escuela técnica industrial.
Ingresó en enero de 1967 en la cuadra de Manuel Azpúrua Sosa en condición
de caballerizo y rapidamente pasó a cuidar caballos. Inició en la escuela de
jinetes de La Rinconada en julio de ese año dirigido por Luis Monasterios,
Julio Reyes Ramírez y Carlos Torres, egresando el 26 de diciembre del 1970. Su
primera carrera fue con Charango figurando octavo y su primer triunfo fue el 17
de abril de 1971 con Feroz de Ademar Piñango en 1200 metros.
No fue sino hasta 1972 cuando comenzó a destacar, ganando hasta 39
carreras, entre ellas los Clásicos Coproca con el ejemplar Diabell
(sustituyendo a Juan Eduardo Cruz y dejando tiempo récord para los 2
kilómetros) y el Clásico General Joaquín Crespo con la sorpresiva Mi Catira.
Ese año logró el título de Aprendiz del Año, gracias al apoyo de los
entrenadores Giovanni Contini, Francisco Rodríguez Verdú y Ademar Piñango. En
1973 destacó ganando el Clásico Congreso de La República y las Copas Copa José
Murillo y Mathieu Valery con la fabulosa Malaya, además de las Copas Charles R.
Röhl (Paraninfo) y Fernando Talavera (Palpi). Y el sueño de cualquier fusta, el
Gran Premio Clásico Simón Bolívar, lo ganó en el año 74 con el gigantón
argentino Gorgo. Rafael Rodríguez Morales, buscó desde el vamos al favorito Set
N’ Go, sin permitirle concesiones. Luego de acompañarlo siete furlones, “El
Llanerito” llamó a correr al hijo de Right Of Way, pasando sin mayor oposición
al primer lugar. Gorgo se despidió y entró al derecho con amplia ventaja e
impresionante fuerza que le permitió ganar derrochando calidad en frente de las
tribunas. El defensor del Stud La Flota, además de conseguir para sus
propietarios el atractivo premio en metálico, obtuvo igualmente, un precioso
trofeo de plata peruana, la de más alto tenor del mundo, obra artística que
orgullosamente y merecidamente ostenta Giovanni Contini.
El resto de la década de los 70 fue exitoso para “El Llanerito”. Durante
cuatro años seguidos se mantuvo entre los cinco mejores jinetes, codeándose con
estrellas como Juan Vicente Tovar, Ángel Francisco Parra, Gustavo Ávila,
Balsamino Moreira, entre otros. Grandes triunfos como en los Clásicos General
Joaquín Crespo (con Yiannitsa en 1976 y Provocante en 1977), Cavepro de 1976
con Victorioso, Coproca de 1979 (por segunda vez) con Libre Pensador e hizo
excelente llave con la primera dama del entrenamiento, Sybille Konietzny, con
Miss Cocada en los Clásicos Edgar Ganteaume y Congreso de La República, y la
Copa Rafael Rugero. Carrera inolvidable fue el Gran Premio Selección de
Fedeharas de 1977 donde Raúl Payares tenía a los tres mejores corredores del
evento y dejó a cada propietario dar las instrucciones a cada jockey, y “El
Llanerito” destacó al triunfar con el cara blanca Radiodifusor.
El último clásico logrado por Rafael fue con Yoyoa en el Clásico Edgar
Ganteaume de 1980, casualmente entrenada por Giovanni Contini (con quien obtuvo
su primer clásico). Una anécdota simpática que le sucedió durante 1973
corriendo a un ejemplar llamado Candelario del cual rodó, pero a la semana lo
volvió a firmar y en los 600 metros volvió a rodar, se paró riendose ya que
recordó a su amigo Emilio Paradela que le había dicho "cuidado
ahora"... y no lo montó mas
A nivel internacional tuvo sus éxitos. En Panamá figuró cuarto con
Preludios en el Clásico del Caribe de 1973 y fue segundo en el Confraternidad
con Silbido, pero también ganó con un ejemplar panameño llamado Arístides G en
una carrera común. Igualmente tuvo actuaciones en Chile, Trinidad y Tobago,
Argentina, República Dominicana, Uruguay y los Estados Unidos.
Se mantuvo en la actividad hasta 1995 cuando decidió retirarse de la
actividad por las pocas oportunidades que recibía. Hasta ese momento en La
Rinconada logró un total de 584 victorias.
No obstante, el 29 de octubre de 2002 fue cuando vimos nuevamente a Rafael
Rodríguez Morales en acción y de que forma, al imponerse con Río Mocoi en el
Trofeo Estrellas de la Fusta. Fue alegre, emotivo y de colorido el espectáculo
brindado por los jockeys retirados que actuaron esa prueba que fue en honor a
ellos, presentes y ausentes, sirvió para que el público que abarrotó las
tribunas del coso de Coche aupara a estas leyendas de la hípica venezolana. La
prueba fue en distancia de 1200 metros y participaron Luis Martín, José Luis
Vargas, Freddy Mora, Andrés Bianco, Manuel Lira, Antonio José Utrera y Pedro
Jesús González. En la entrega del trofeo al jinete ganador, estuvieron
presentes otras estrellas del látigo, como Ángel Francisco Parra, Gustavo Ávila
y Carlos Pérez, entre otros.
A raíz de ese día, “El Llanerito” reapareció como jinete y a pesar de no
recibir oportunidades, hizo su mejor esfuerzo para hacerse notar, colgó
definitivamente el látigo el año 2005. Actualmente se dedica al comercio y es
dueño de una pequeña finca. Sin duda alguna se trató de un jockey que tiene el
hipismo en su alma.
Fuente
Informativa: Sr. Antonio Narváez, Sr. Ángel Gutiérrez, Sr. César A. Rivero.
Anécdotas Hípicas Venezolanas, jueves 01 de Junio de 2006