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miércoles, 16 de octubre de 2024

JOSE WILLIAM REYES

 


Por Orlando Nieves 

José William Reyes Valera nace un 15 de Octubre de 1947. Hijo de Martín Reyes y Luz María Valera, sus hermanos Martin, Franklin, Florinda, Mireya, Thaís, Wilmer y Delvalle, todos con esa inclinación artística.


A los 5 años da sus primeros pasos en la voz de Apure motivado por su padre, junto a sus hermanos (Florinda en el cuatro de 3 años, Mireya en las maracas y William en el arpa de 5 años).

"Ibamos para Colombia a unos actos a nivel internacional y como en esa época no había niños con el don de tocar el arpa, Rosita Cestari propietaria de La Voz de Apure, para impresionar me colocó el nombre de El niño prodigio del Arpa".

Autor: José Alberto Pinto Coronado 


José Ramón Luna nos cuenta sobre "el niño prodigio del arpa", así le llamaban a José Willians, reconociendo el talento de un niño de siete años..."Joseito Reyes es un niño venezolano nacido en La Defensa, un barrio pobre de la capital del Estado Apure. Es un niño normal, corriente que ríe y juega con la despreocupación y el desenfado de los niños de su edad. Pero tiene este niño zambo llanero una magnífica cualidad: es un artista. Toca el arpa con destreza, con aplomo, con fruición. Probablemente el arpa para él es un juguete más. Goza demostrando su habilidad con el típico instrumento. Está ahora, por aquí acompañando a su padre quien es arpista del conjunto "Los Juancheros", el cual en nombre de una marca cervecera nacional y anda por el país divulgando nuestra música.

A Joseito hay que verlo para apreciar en este chico de 7 años, en el umbral de la madurez, todo el artista que hay en él. Todo lo hermoso y lo creador que alberga en su prieta y diminuta humanidad. Y maravilla ver como las pequeñísimas manos morenas de Joseito van tejiendo en el arpa la gracia y la armonía, la cadencia pegajosa y optimista y parrandera de la música del llano. Y el ritmo alborotado y zigzagueante nos produce la impresión de estar viendo al negro Juan Parao con sus ocurrencias, y el catire María Nieves desguazando los ríos tras el rumbo del novillo, y Melquíades Gamarra con toda la superchería y la mala intención. Y está allí el arrendajo coplero y el morichal y la soisola y todo, toda el alma mestiza y rebelde del llanero irredimido. Y todo eso es Joseito Reyes".

Durante su carrera ha grabado con los grandes artistas del momento y con muchos no tan conocidos, nos dice con mucho orgullo que todos querían grabar con el.

"En el año 56, tenía 8 años, recuerdo que acompañé a Nelson Morales en la Voz de Apure, tiempo después grabé con Francisco Montoya, Angel Bolívar, José Silva. Yo acompañé a Reinaldo Armas cuando hizo su primer disco, con el sello Cachilapo en el año, del "pariente" Jacinto Martínez".


Tiene en su haber personal un disco instrumental grabado con Don Alí Betancourt. Por su trayectoria son innumerables los reconocimientos recibidos en radio y Televisión.


José William Reyes

Foto Orlando Nieves 

Fue camarógrafo y editor en VTV en los años 70's, docente en la Escuela de Música hoy ya jubilado.

Nos dice, que en Maracaibo Marcos Pérez Jiménez lo llamó para conocerlo porque eran muy populares y les puso una perola llena de fuertes para que cada quien agarrara lo que quisiera.

Casado con Doña Olivia España a quien conoció en 3er grado, vecinos, amigos y compañeros de estudio hasta que contraen matrimonio cuando ella tenía 23 años, hoy en día ese amor juvenil sigue vivo y se les puede ver en su casa de habitación en la Serafin Cedeño sentados fuera disfrutando de vecinos y amigos que transitan por allí y se paran a conversar un momento con ellos.


Izq. El maestro José William Reyes, Orlando Nieves y Der. El maestro Julito Contreras

Foto Orlando Nieves


Alcides Aparicio nos dice: "José William Reyes, junto a su padre y demás hermanos, es una referencia histórica en la música criolla de mi Patria... Hijo ilustre de mi estado Apure, quien con su arte magistral en el arpa llanera, ha representado el gentilicio cultural Apureño. Orgulloso de ser su paisano y decir a los cuatro vientos, uno de nuestros grandes músicos. 

En fin, Jose William Reyes, es y seguirá siendo por siempre un hijo ilustre de Apure".

Fuente: 

-José William Reyes 

- Olivia España de Reyes

- José Manuel Luna (Su libro por el paso del tiempo, está en muy malas condiciones y le falta muchas páginas incluyendo la portada)

- José Alberto Pinto Coronado. Blog Cosas de Provincia. José William Reyes El Niño prodigio del Arpa. 2005

-San Fernando tiene historia (Pag. de Facebook)

Fotos: Orlando Nieves 

Caricatura: José Alberto Pinto Coronad

domingo, 4 de agosto de 2024

NELSON MORALES "EL RUISEÑOR DE ATAMAICA"


Un icono inolvidable de nuestro folclor.


Por Yolaiza Boada

Sobre el esplendoroso paisaje de las sabanas apureñas, en jurisdicción de la parroquia San Rafael de Atamaica se encuentra enclavado el caserío Mata Negra, allí nació NELSON RAMON MORALES RONDON "El Ruiseñor de Atamaica", hijo de Don Dámaso Morales y doña Juliana Rondón. Entre cantos de ordeños, rumores de lluvia y rios viajeros la tonada de su llanto se escuchó por primera vez el día 03 de agosto de 1943.


Era hijo único de don Dámaso, pero del lado materno contaba con cuatro hermanos mayores de nombres Cándido, Flor, Hilda y Manuel Rondón. Siendo niño sus padres deciden mudarse por lo que su crianza se desarrolla en la población de El Brazo, vía Achaguas. Su interés por la música llanera inicia a muy temprana edad; en esos primeros pasos era el "Indio" Figueredo quien lo acompañaba. Con su padre poco a poco se fue curtiendo en las labores del llano; las veredas y caminos fueron sus correderos, se recreaba con la naturaleza al atravesar ríos y senderos; cantaba en las labores de ordeño, en el pastoreo de la vacada y los sábados por la tarde cantaba pasajes y joropos en bailes sabaneros a la par de varios arpistas y otros copleros. Su canto amargo y altanero se fue regando por caseríos y pueblos, su musa podía estar en una muchacha bonita, en el relincho de un caballo, en un caño o en un estero.

En sus años primaverales participó en el programa de talento en vivo llamado "Fiesta Llanera" transmitido por la emisora radial "La Voz de Apure" ubicada en San Fernando, en este escenario conoció a dos hombres dotados de humildad y de una genuina llaneridad: el arpista Omar Moreno y Pablo Jacinto Orozco Martínez, este último director del sello disquero "Cachilapo" popularmente conocido como "El Pariente", ellos fueron los encargados de abrir las puertas de la fama a nuestro gran Ruiseñor de Atamaica.


Para el año 1967 apoyado por ese gran sello criollo Morales lanzó al aire su primer 45 r.p.m. contentivo del tema "El Delirio de Bolívar" y de respaldo un pasaje titulado "Recuerdos de Arichuna", con acompañamiento musical del maestro Omar Gerónimo Moreno Gil, iniciando de esta forma una imparable carrera de éxitos. 


Llenos de regocijo por el triunfo obtenido, comenzó la planificación y desarrollo de actividades para la grabación del LP denominado "Estampas del Llano Adentro", bajo la dirección musical del maestro arpista Omar Moreno. Este trabajo fue armado con varios temas, entre ellos: "Los Maizales", "Pajarillo N° 1", "Los Merecures", "Exclamación de los Peces", "Tribunal Divino", "Amor Infiel", "Las Dos Fieras", "Masacre en la Rubiera" los cuales sonaron con persistencia dándole más popularidad al cantante.


Morales destacó como artista en el renglón llanero porque tenía capacidad para identificar las notas musicales sin necesidad de referencia, sumado a esto su voz era versátil, tenía buena dicción y excelente afinación; sin hacer esfuerzo interpretaba con mucha facilidad el joropo en sus distintos ritmos o golpes, era como si los ríos Arauca y Atamaica les hubiesen prestado la fuerza de sus aguas cantarinas para que su grito de vaquería fuera reconocido en todos los Cajones de esa sabana bravía. Freddy Ibañez Pereira operador de radio de la emisora La Voz de Apure con acierto definió a Nelson Morales con el epiteto de "El Ruiseñor de Atamaica", comparándo su voz con el canto ilimitado, fuerte y melodioso del pájaro ruiseñor.


Su pasión era la música llanera, empeñado en seguir triunfando decide irse a Caracas con don Marcelo Quinto, en la capital de la República recibió la ayuda generosa y solidaria del poeta y compositor larense don Valentín Carucí dedicado a promover y defender el talento nacional. Su aceptación en el público cada día era más notoria, su popularidad la vivía con momentos gratos y otros no tan gratos que tuvo que resolver con mucha prudencia para disminuir riesgos; en la ciudad de Villavicencio, Colombia, estando en un centro nocturno a la espera de su turno para actuar fue amenazado por un hombre el cual se presume era guerrillero, este apuntándolo con un arma de fuego exigía su actuación en forma inmediata; el orden en la programación fue cambiada y "El Ruiseñor de Atamaica" con mucho aplomo subió a la tarima y con su garganta de acero, recia y bien afinada deleitó a aquel hombre y a toda aquella fanaticada. En otra oportunidad fue montado en un helicóptero y llevado a un campamento guerrillero donde festejaban el cumpleaños de uno de los comandantes del grupo armado, allí en medio del susto calmó sus nervios, tomó fuerza sacando a relucir sus dotes de buen coplero; regresando sano y salvo a sus correderos. Tiempo después vivió otra situación de peligro, cuando regresaba de una exitosa gira por México, el avión hizo escala en Guayaquil, Ecuador y desde allí fue desviado por varios sujetos a Cuba, en esa oportunidad conoció a Fidel Castro.


Nelson Morales era un llanero genuino, auténtico, conocía perfectamente su potencial, cultivaba su inspiración en los amores, desamores, las injusticias, las faenas de rodeo, las vaquerías, el encierro de ganado, todas sus vivencias le servían para componer versos, coplas; como ejemplo se puede nombrar el tema "Masacre en la Rubiera" en el cual relata la matanza de varios indígenas en una hacienda ubicada en territorio colombiano fronterizo con el Capanaparo apureño. Morales para ese momento era funcionario de la División de Inteligencia Militar y formaba parte de la comisión que investigaba el suceso en consecuencia conocía los pormenores del caso. Inspirado en ese suceso e incentivado por don Jacinto Orozco Martínez uno de sus mentores en Discos Cachilapo, escribió en forma de protesta la trágica historia vivida por los indios Cuibas al ser invitados a una fiesta por el caporal de "La Rubiera". Otro ejemplo es el tema "Auristela", para componer esta canción su musa se inspiró en una decepción amorosa.

Morales como contrapunteador relancino tenía rápidez para contestar con cordura, con rima, no se salía del tema y guardaba el pulso correcto dentro de la estructura musical. Su espíritu de llanero altivo lo llevó a rivalizar con muchos jerarcas de la canta criolla: "El Carrao de Palmarito: reconocía a Nelson como coplero de copleros, decía que su altanería y reciedumbre era un don muy particular en el folclor incluso decía que habían canciones y golpes que nunca pudo interpretar y Nelson las hacía con mucha facilidad; juntos grabaron el disco "Dos Cantaclaros Frente a Frente". Con Darío Silva "El Pollo de San Fernando" grabó "Cuando un Coplero Responde", con Santiago Rojas "El Turpial de Guardatinajas" grabó "El Soldado y El General"; con su primo Eloy Morales "El Veguero Nato" grabó "Versos de la Lejanía", "La Copla del Cabrestero", "Tan de a Caballo y a Pie", "Discusión de Dos Copleros", "Coplero cruza Camino", todos autoría de "El Ruiseñor de Atamaica".También grabó con Franklin Carpio, Melecio García y otros copleros de fama. 


Nelson Morales era un cantante de mucho recurso, su atarraya estaba abarrotada de buenos versos; tuvo la hazaña de contrapuntear de media noche pal día sin repetir un verso durante toda la porfía, en una presentación en el Caney Tropical de Maracay cantó cinco pajarillos en forma consecutiva. Su fanaticada lo identificaba como el "Verdugo de la Canta Criolla". José Francisco Montoya ha reconocido en muchas ocasiones que su único contendor en duelos improvisando fue Nelson Morales, al referirse a sus versos los califica de amargos y camorreros.


En su fructífera carrera musical sus éxitos se agupan en varios discos larga duración entre ellos: "Estampas del Llano Adentro", "Del Llano soy Defensor", "El Recio", "Remembranzas", "El Auténtico Llanero", contentivos de canciones que hoy día forman parte del repertorio del folklore venezolano. Sus proyectos musicales fueron respaldados por sellos disqueros como Cachilapo, Lolimar, Discomoda, Bambuco en Colombia y Era Musical.


El poeta apureño Julio César Sánchez bajó tranquilo al sepulcro porque pudo entregar a Nelson Morales la letra de "Kirpa Altanera" una composición de su pluma inspirada y dedicada a él como llanero trovador del Cajón de Arauca apureño. Otros temas de Sánchez Olivo para Morales fueron "Puerto Miranda" y "Cajón de Arauca Apureño".


El señor Fausto Viña su viejo amigo y paisano de Atamaica recuerda cuando Nelson preparaba sus famosos picadillos de carne al estilo llanero escuchando canciones de Angel Custodio. A raíz de la muerte de Loyola el sello Lolimar consideró que Nelson Morales era el cantante idóneo para hacer un trabajo discográfico en homenaje a "El Tigre de Masaguarito", de esta manera surgió el larga duración titulado "Remembranzas", grabado con sensibilidad, afecto, admiración y respeto hacia el artista muerto; en ese disco se incluyeron temas como: "Cajón de Arauca Apureño", "Rosita", "La Guayaba", "Triste Despedida", "San Felipe", "Puerto Miranda, "Las Tres de la Mañana", "El Prisionero", "24 de Enero", "Tierra Negra". 

 

Morales lanzó al aire su último trabajo titulado "Grito de un Llanero Activo" apoyado por el sello Nueva Era en este trabajo fue acompañado por el arpista Joseíto Romero y su conjunto; un álbum contentivo de piezas donde se le rinde homenaje a distintas figuras del llano como Alberto Arvelo Torrealba, Pedro Emilio Sánchez, el Indio Figueredo y Adilia Castillo, igualmente se integra un contrapunteo con Melecio García el Pollo de las Maporas; un trabajo discográfico donde el Ruiseñor hace gala de su sencillez y con mucho sentimiento expresa lo que vivió y sintió a lo largo de su carrera musical; allí suenan temas como: "Amor Fracasado", "Grito de un llanero activo", "Añorando mi pasado", "Palomita Montañera", "Bonguero del Río Guanare", "Sabaneando un Cimarrón", "Mi Sed de Amor", "El Caballo del Escudo", "Mi Sufrimoento de Amor", "Adiós al Indio de Apure", "Mis Dos Amantes", "La gran Verdad sobre Quirpa", "Por el Chaparro a Caballo", " Mi Corazón es Sublime", "Custodio y Venancio Laya", "Cuando se fue Pedro Emilio". 


En el transcurso de su vida artística este legendario apureño tuvo presentaciones a nivel nacional, pero también se atrevió a llevar su grito altanero, retador, cimarrón y pendenciero a Perú, Panamá, Estados Unidos, Colombia y México. Su voz también retumbó en el teatro Teresa Carreño. Recibió infinidad de reconocimientos tanto nacional como internacionalmente. En su oportunidad agradeció a autoridades de la población de Elorza por haberle rendido homenaje al decretar que una de las calles del pueblo lleve su nombre. Para los colombianos fue un ídolo, en una de sus giras tuvo el honor de firmar el Libro de Visitantes Ilustres de la Quinta San Pedro Alejandrino en Santa Marta y recibir en esa oportunidad Las Llaves de la ciudad. Muchas fueron las distinciones y premios recibidos en festivales de contrapunteo y corríos llaneros, también se hizo merecedor de premios como "Cantaclaro de Oro", "Maracaya de Oro", "Cucarachero de Oro". Recibio diplomas de reconocimiento de parte de las autoridades de la Universidad Central de Venezuela por su labor en pro del folclor llanero. Una estatua suya de medio busto reposa en la plaza del pueblo de San Rafaeleño.


Nelson Morales era un hombre criollo, alto, delgado, lleno de humor, de carácter fuerte, delicado, seguro de si mismo, acogedor, humilde, honesto, carismático, con mirada profunda. Muy culto, amante de la lectura, le gustaba conversar pero también amaba el silencio. Tenía un defecto visual que ha sido dificil decifrar pero "tuerto" no se dejaba llamar. Era enemigo de las injusticias, las mentiras y los abusos. Vivía en Maracay, en Rancho Alegre también le gustaba estar, con tucos y alpargatas solía andar, en su cabeza el sombrero y el caballo siempre dispuesto para cabalgar. Para sus presentaciones vestía de sombrero, liki liki y una buena fragancia también le gustaba usar. En su vocabulario el refranero no podía faltar, era costumbre escucharlo decir "no doy razón de mis planes porque los echo a perder", "el tarde nunca es temprano", " la violencia es el arma de los que no tienen razón". 


El Ruiseñor de Atamaica tuvo diez hijos en total, de su relación marital con la señora Haidee Triana nacieron sus hijos mayores de nombres: Elida, Jairo, Miguel, Yohana y Yoel. Luego estableció una relación con la señora Irene López procreando a Norelkys, Dayana, Nelson, Isbeth y Julia. En el año 2000 contrajo matrimonio con la guariqueña Romelia Aponte "La Poetiza", con ella no tuvo descendencia. Sus hijos lo recuerdan con amor, Nelson Junior el menor de los varones tiene grabado en su mente cuando su padre le sonreía, lo abrazaba y dándole un beso en la frente le susurraba "verte a ti es verme a mi mismo cuando estaba niño".


Morales era un hombre enérgico, gozaba de buena salud, nunca se enfermaba no sufría de nada, pero el día 31 de enero de 2005 su pecho se estremeció con la embestida de un infarto que no resistió, ensilló su caballo y voló atendiendo el llamado del Señor. Muchas personas asistieron al acto del sepelio, entre los presentes se encontraban personajes de la canta vernácula como Juan Armada, Orlando Prado, Pablo Labrador, Eloy Morales, Omar Moreno, Francisco Montoya, José Alí Nieves, José Jiménez "El Pollo de Orichuna", Juan Chiquito, José Archila, Ramón Blanco; músicos y cantantes que para despedirlo siguieron la tradición y entre dolor y lágrimas cantaron melodías criollas que fueron su pasión.

 

Nelson Morales fue una gloria del folclor que en los patios llaneros al pie de un arpa con su tañío se identificaba como buen coplero, relancino y trovador. El Ruiseñor de Atamaica seguirá vivo en la memoria de quienes lo recuerden, de quienes cuenten sus historias, sus logros, sus triunfos y escuchen sus canciones.


Ante todo estoy altamemte agradecida con Dios por la culminación de este trabajo, asimismo agradezco al señor Fausto Viña por hacer posible mi contacto con Nelson Yunior hijo de don Nelson Morales quien mostró interés y colaboró amablemente en el suministro de datos. Igualmente agradezco toda la información proporcionada por don Eloy Morales "El Veguero Nato", primo del Ruiseñor de Atamaica, su aporte también fue de gran utilidad en la redacción de esta reseña. 


Es bueno contar las historias para saber quienes somos y para no olvidar lo útil que hemos sido en la vida. 

miércoles, 3 de julio de 2024

EL PASO DEL PROFETA ENOC


 CRÓNICAS DEL LLANO

  El paso del profeta Enoc.--

Narrada por Ramón Ojeda Crusate 


       La estructura de identidad socioeconómica de los llanos venezolanos para el momento, posiblemente constituyó una de las consecuencias claves para que la espiritualidad sirviera de vínculo para echar afuera y sanear de inmundicia la interrelación humana

       Después del proceso independentista se instala en Venezuela una clase social dominante que tenía sus orígenes en el viejo movimiento Europeo Feudalista,unos pocos, amparados por generalatos caudillista se apropiaron de extensiones territoriales y actuaban por codicias sin ninguna compasión generando desidia,hambre y cuánta inmundicias se levantaran...Por otro lado, multitudes se movían buscando mejor vida hacia distintos territorios, desamparados y dispersos;en este ambiente de insensatez se especula que fue causa suficiente para hacer presencia la Divinidad del Señor. En el libro de Mateo se encuentra explícito:"A estos doce envió Jesús...id ante las ovejas perdidas de la casa de Israel...diciendo el reino de los cielos se ha acercado,sanad enfermo ,limpiad leprosos resucitad muertos..."(Mateo Cap 10 versículos 5 al 15...)En aquel tiempo, particularmente considero que era necesario igualar a los habitantes colocándole la misma Cruz y todos sufrieran por igual, el mismo dolor y carencia,según me lo relató una señora conocida como Petra Ascanio y mi propia abuela María del socorro Crusate, quienes vivieron y experimentaron ese horror, que primero apareció la plaga de los gusanos arrastrándose sobre la superficie terrestre, bajaban de los Árboles, del fondo de la tierra y de todas partes salían copando caños, esteros, caminos hasta los patios de las casas, en este estado no se podía comer cochino ni otros animales porque tenían ese sabor de gusano en su carne, así se mantuvo por unos seis meses, luego contaban, que en forma insólita, posteriormente apareció sobre toda la sabana una extraña tara. Por cierto era salida de agua del año 1926; de la nada se multiplicaron por cientos de Langostas que nublaban el cielo límpido de Apure, Llegaron con demasiada hambre devorando toda la verdura que hallaban a su paso.Vapuleado el llano con esas plagas juntas, enferma la llanura mostraba el rostro de inanición; su verdor elegante, color esperanza, pasó a lucir el amarillo tierra y el gris tristeza. Es muy doloroso vivir sin anhelos en donde cualquier hecho puede hacer sangrar la existencia; en esa lenta agonía se mostraba la vida apureña. Por relatos pude conocer que en los patios de las casas del Campo y de los mismos pueblos era normal encontrar bandadas de animales silvestres buscando agua para calmar la sed ya que de los espacios naturales no se podía consumir, convivían todos juntos como hermanitos sin hacerse daño...Ya en 1928, la bendición del cielo nos trajo buenas nuevas, por cierto el sabio y poeta José N Estrada, le acuñó esta frase inmortal: EL LLANO SIEMPRE RENACE, LA FE TIENE SU RENUEVO y en la entrada de agua del año 1928, una densa nube de mariposas multicolores, en raudo vuelo llegaron a devolverle la fe al llanero. 

    La misericordia del Señor se hizo presente y a la salida de agua, todavía con caños y ríos a más de media caja,para restaurar la FÉ del llano, apareció vestido de blanco, sin alforja para el camino, ni dos tunicas, ni calzado ni de Bordón, un personaje que significó mucho en el fortalecimiento de la extenuada y débil espiritualidad del llano, EL PROFETA ENOC, la fertilidad de la tierra reverdece en la sabana mostrando el filón de la rica llanura. Los acaudalados ganaderos dueños de los más grandes Hatos, crearon ciertas disposiciones especiales para el campesinado adyacentes a su territorio ,inclusive nació un vínculo de compadrazgo como estableciendo un nuevo pacto social, que le permitió más unión y mayor humanismo para los vecindarios y en lo sucesivo crecieron bajo la protección de los hacendados...Se sintió la diferencia en abundancia y paz,ríos con abundantes peces, el ganadaje pariendo, fauna y flora multiplicándose en armonía, la vida se concilia totalmente con su estancia suprema y se levantan los vecindarios para sumarse y acompañar el espíritu Santo del Padre, personificado por este personaje considerado un PROFETA que la misma gente lo ha llamado ENOCH, pero desde que llegó al llano se dió a conocer con el nombre de LAUREANO OJEDA; lo describen quienes lo vieron como: tez blanca, pelo rubio, ojos azules, mirada dulce y penetrante que irradiaba pasión, su voz era fina con mucha amabilidad, bondadoso y lleno de silencio. Donde acampaba para predicar se apartaba a lugares cercano a orar en silencio despues de la prédica. Luego al regresar hallaba a todos los seguidores dormidos. Pronto del llano empezaron a llegar enfermos como ovejas y realizaba curaciones de fe, enseñaba que el discípulo no es más que su maestro ni el siervo más que su Señor y lo que decía en tiniebla se hablara luego en la luz...Como llegó también se fue, dejando la vida renovada en el llano. Como escritor e indagador de la historia llanera le he seguido sus huellas hasta El matiyure; por cierto siempre vestido de blanco nadie lo vio empuercarse, totalmemte pulcro. Le hicieron un corrio llanero donde habla de algunas advertencias predicadas, cumplidas en su mayorías.:


       El corrio del profeta


Señores le contaré

Lo que pasó en Venezuela

Vino un profeta del norte

De esas naciones de afuera

que predicó en los corrales,

en la Manga y Periquera.

Es un hombre misterioso

que predica dondequiera 

no se moja,no se empuerca

lo más que prende es candela. 


Anuncia un fuerte veramo

que lo veran donde quiera

además 8 naciones

se acabarán en candela

 Nueve con la Martinica

y diez con la Venezuela.

Los cajones hablaran

el ganao se vuelve piedra

Pondrán arder hasta el aire

Igual como leña seca

Y la tierra kerosen

 que arderá como la yesca.


El profeta les encarga

 a sus hermanos que tengan

Gran cuidado que bajó

El antocristo a la tierra

No lo dejen acercar

Que lleva un sello en la frente

Esa es la mejor señal

Para conocerlo siempre.


Les voy a decir mi nombre

Me llamo Laureano Ojeda

Paso rios,paso los caños

con agua en la chocozuela

Pa' mi no hay fango ni lago

ni objeto que me detenga.


Madres que tenían sus hijos

Al oir se enternecían

Y aquel hombre misterioso

Dulcemente les decía

El mundo se ha de acabar

estan cerquita los días

 Y solo se salvarán

si oyen las palabras mías.


Hasta aqui llego mi gente espero les agrade y comparta esta historia real que ocurrió aqui mismito más allaita del tranquero. Saludo y mi respeto hasta la próxima Dios mediante

sábado, 15 de junio de 2024

LA MOROCOTA VENEZOLANA


 

por Víctor Torrealba.


Por desconocimiento, actualmente muchos venezolanos, creen que la Morocota es una moneda acuñada en Venezuela, pero están en un error!. En Venezuela el nombre de «Morocota» se le dio a las monedas de Oro de 20 Dolares de los Estados Unidos de América, que empezaron a circular por nuestro país a mediados del siglo XIX.

Historia de las Morocotas

Disuelta en 1830 la República de Colombia (Gran Colombia), la recién creada República de Venezuela no tenia una moneda oficial, la escasez de circulante se solventó con la introducción de monedas extranjeras en oro y plata, y fueron las monedas de Estados Unidos y las de multiples países las que se utilizaron para realizar las operaciones compra y venta de bienes y servicios. Los pesos colombianos y los dólares estadounidenses eran bastante comunes para hacer toda clase de operaciones financieras, siendo la mas popular de todas las monedas, por su elevado poder adquisitivo, la moneda de Oro de 20 dólares americanos.

Origen del nombre de Morocota

Cuenta la historia, que el nombre de morocota se lo adjudicó el general José Tadeo Monagas en el año 1849 por relacionar el dorado del metal de la moneda con el color de un pez que habita en unos de los caños del Delta del Orinoco llamado morocoto. Según Julio Calcaño en su obra El castellano en Venezuela, “Este nombre le fue dado a la onza americana por el general José Tadeo Monagas, cuando por primera vez se recibió dicha moneda en Caracas”, supuestamente por el parecido de la moneda al pez morocoto (también conocido como cachama blanca).

¿Cómo es una Morocota venezolana?

La Morocota fue la «Doble Aguila» Americana

La moneda americana que circulo mayormente fue la denominada «Doble Aguila», la cual es una moneda de oro que fue emitida en los Estados Unidos entre 1849 y 1933, con una denominación de veinte dólares.

La denominación de «doble águila» para esta clase de moneda no era en realidad un sobrenombre, sino su designación oficial conforme a una ley estadounidense de 1792 estableciendo la acuñación de monedas por cuenta del gobierno federal de Estados Unidos.

El diseño original mostraba en el anverso una cabeza femenina simbolizando la libertad, rodeada de 13 estrellas, y en el reverso un Escudo de Estados Unidos estilizado.


La «Doble Aguila» Según Wikipedia

El Águila Doble es una moneda de oro que fue emitida en los Estados Unidos entre 1849 y 1933, con una denominación de veinte dólares. Su aleación era de un 90% de oro con un 10% de cobre, dando una pureza de 21.6 kilates; su contenido de oro puro era de 0.9675 onzas troy (equivalente a 30.0892 gramos de oro puro), siendo que el peso total de la moneda era de 33.4325 gramos.

La denominación de «águila» para esta clase de moneda no era en realidad un sobrenombre, sino su designación oficial conforme a una ley estadounidense de 1792 estableciendo la acuñación de monedas por cuenta del gobierno federal de Estados Unidos. En tal sentido, una ley de 1849 permitió en el territorio de Estados Unidos la acuñación de monedas de oro con denominaciones faciales en dólares, fijando la subdivisión original de estas monedas en águilas (diez dólares), medias águilas (cinco dólares), y cuartos de águila 2.50 dólares).


¿Cuánto pesa una Morocota de oro venezolana?

La aleación de la Morocota es de un 90% de oro con un 10% de cobre, dando una pureza de 21.6 quilates; su contenido de oro puro era de 0.9675 onzas troy (equivalente a 30.0892 gramos de oro puro), siendo que el peso total de la moneda era de 33.4325 gramos.


Morocota Doble Aguila Americana

El Pachano y la Morocota no son la misma moneda

Posteriormente el nombre de «morocota» se le empezó también a dar otra moneda de oro: El «Pachano» (1886) que si es una moneda Venezolana, moneda también de oro de similar tamaño a la anterior que tenía como valor nominal 100 bolívares y que debe su coloquial nombre pachano al director de la casa de la moneda para ese momento, Dr.Jacinto Regino Pachano», durante el gobierno del Gral. Antonio Guzmán Blanco. Como se mencionó, el Valor del Pachano era de 100 Bolívares, debido a que el peso de la moneda Morocota era ligeramente mayor que el Pachano, su valor para la época fue de 102 bolívares.

Actualmente cuanto vale en Dólares una Morocota de Oro

La Morocota: Su valor numismático

La Morocota no es una moneda venezolana, pero es muy valiosa debido a su rareza y su valor histórico. Se estima que se acuñaron solo unas pocas piezas, lo que la convierte en una pieza muy codiciada por los coleccionistas. Su diseño y acabado también son de gran calidad, lo que aumenta su valor. Su valor comercial depende de varios factores como son su estado de conservación y año de acuñación.


La Morocota: ¿Cómo adquirirla?

Adquirir una Morocota puede ser difícil debido a su rareza y su valor elevado. Sin embargo, existen tiendas especializadas en numismática que pueden ofrecer esta y otras monedas antiguas. También es posible encontrar Morocotas en subastas y ventas privadas, pero es importante tener en cuenta que su valor puede variar mucho dependiendo de su estado y variedad.

Valor de la Morocota

El valor de la Morocota depende de varios factores, como su estado de conservación, la variedad de la moneda y su rareza. Las piezas en buen estado y de la variedad «R» son las más valiosas y pueden alcanzar precios muy elevados en subastas y ventas privadas.

Sin ser muy exigentes con la moneda, actualmente se pueden conseguir piezas cuyos valores pueden oscilar entre 2000 dólares americanos y 3000 dólares americanos. Aquí en eBay pueden ver las Morocotas que se están vendiendo hoy en [ebay USA] y en [eBay España]

Entierro de Morocotas

No podria terminar este articulo sin mencionar los famosos «Entierros de Morocotas». El entierro de morocotas en el vulgo venezolano antiguo, eran tesoros ocultos, consistentes de joyas, monedas de plata y oro, depositadas durante la época colonial en una tinaja, pimpina o botija, que eran enterrados en las paredes, en los patios o en algún lugar de la casa. Las personas que vivieron durante la época colonial y el período republicano, antes de que existieran los bancos y demás entidades de ahorros tenían la costumbre de enterrar o tapiar en las paredes de sus casas, todos aquellos objetos de valor y muy especialmente sus riquezas en morocotas de oro, perlas y piedras preciosas.

Por cosas de la vida o por motivos devenidos, muchas personas abandonaron sus terrenos y casas, no volverían, y otros simplemente regresaron pero no consiguieron sus puntos de referencia. Muchos que compraron posteriormente dichas propiedades, se llevaron la grata sorpresa que al demoler alguna antigua vivienda , se consiguieron con los, mal llamados ENTIERROS de Morocotas, con cajitas, tinajas, cofres o sacos de MOROCOTAS, oro, plata, joyas y todo tipo de monedas de otros países.

Es así como a través de años y años hemos escuchado o leído este tipo de historias, unas ciertas y otras un tanto esotericas, como la costumbre popular de asegurar que donde hay un entierro, “el alma del dueño, tratara de indicar a un ser querido su gran tesoro y que en las noches manifiesta su ubicación con una luz”. En torno a ello se fueron creando relatos de espantos y apariciones que custodiaban el lugar donde se hallaba el entierro, eso cuenta la leyenda de tantos entierros que hubo y todavia quedan algunos perdidos en la antigua Venezuela.

viernes, 7 de junio de 2024

PÁRATE BUENO

 

Siempre me ha llamado la atención de cómo ha sido la llegada y su supervivencia de los inmigrantes de hace muchos años atrás, sus esfuerzos y a qué se dedicaron en nuestro país. Esos inmigrantes que lucharon duro y a los que les fue permitido entrar a Venezuela para trabajar en el campo y en la construcción, dada sus habilidades y conocimientos al respecto. Y lo hicieron, todo los italianos, quienes fueron los obreros fuertes en construcción. En nuestro Apure también llegaron muchos italianos, entre ellos el Sr. Francesco Bellino, quien nació en Altamura, Italia, el 20 de septiembre de 1929; se embarcó en Nápoli, Italia, un 20 de enero de 1951, arribando a La Guaira el 7 de febrero a la edad de 21 años. Cuenta que tanto él como otros compañeros fueron engañados por un taxista que les cobró una cantidad tan alta para llevarlos a Valencia que era lo que traían, quedando prácticamente sin nada. Allá recibieron la hospitalidad de otros coterráneos que ya estaban residenciados y los ayudaron dándoles trabajo y comida. Con los días, en conversaciones que oía de otros le gustó escuchar hablar sobre un pueblo llamado San Fernando y entre camiones y caminatas, en noviembre de 1951 entró a San Fernando y desde ese entonces se enamoró de este pueblo donde se dedicó a trabajar y con el tiempo a formar una familia. 


Con el correr de los años, en plena calle Peñaloza, antes de existir el Bulevar Libertador, el Sr. Paolo Fortuna fundó un pequeño establecimiento donde se podía tomar un sabroso café a tempranas horas de la mañana y donde también se podía desayunar con ricas empanadas y arepas. Este lugar llevó como nombre “PÁRATE BUENO” y allí se congregaban los apureños madrugadores y foráneos que nos visitaban, amén de los artistas que se presentaban en diferentes espectáculos como por ejemplo: Simón Díaz. Héctor Cabrera, Luís D’Ubaldo, Los Melódicos, La Billo’s, etc…todos iban a desayunar y a tertuliar a la “Esquina Caliente” como también se conocía. El Sr. Fortuna estuvo poco tiempo y decidió venderle el negocio a su paisano Francesco Bellino quien fue el más conocido en ese lugar por alrededor de 30 años, hasta cuando fue vendido el edificio y vio como lo derrumbaban para después dar paso a uno más moderno donde hoy está Traki, en pleno Bulevar.

Aquí una secuencia de fotos donde se puede apreciar al desaparecido “Párate Bueno” y al Sr. Francesco Bellino desde los 21 años hasta hoy con sus 86 a cuestas y recordando su vida.










Fuente: San Fernando tiene historia de Eduardo Hernández 

sábado, 1 de junio de 2024

VITICO CASTILLO


Víctor Ramón Castillo Flores, mejor conocido por su nombre artístico Vitico Castillo, es un cantante y compositor venezolano. Nació en San Rafael de Atamaica, La Candelaria, Sector Cañafístola, pueblo del Estado Apure, Venezuela, el 1 de junio de 1969. Es considerado un luchador incansable por la unidad de los cantantes de música llanera sin establecer distancias por el éxito de cada uno, valora en el mismo sentido la calidad de los cantantes del llano Colombiano toda vez que, el llano Colombo-Venezolano se enlazan en las 32 del arpa y en los compases de la voz de Vitico Castillo.

Niñez, Juventud y Vida Familiar

Vitico Castillo nació y creció en el llano venezolano. “Lo Amarillo de la Ñema”, como ha sido conocido artísticamente en toda Venezuela y Colombia, se crió junto a sus padres viviendo y aprendiendo las faenas del llano, al mismo tiempo estudiaba su primaria en la escuela del pueblo, en el devenir de las cuitas.

Mientras estudiaba secundaria, Vitico Castillo continuaba en las labores del campo, amansando potrancos, ordeñando, enrejando, herrando, coleando y dando serenatas en las ventanas de las casas de las muchachas del pueblo, parrandeando los fines de semana sin dejar al margen su condición humana, se hizo hombre de conciencia, de rectitud, de principios y valores del humilde y modesto hogar llanero.

En su formación académica, cursó estudios superiores en la Universidad Bicentenaria de Aragua núcleo Apure, donde se graduó como Abogado.

Género musical

Vítico Castillo interpreta sus canciones en el género llanera.

Trayectoria y Legado

Vitico Castillo por su condición humana, sencilla, humilde, solidaria, fraterna, aún cuando tiene presentaciones continúas, siendo uno de los cantantes del genero con mas presentaciones anuales, el éxito, su posición artística su talento y calidad interpretativa no le ha “subido los humos”, siendo el mismo Vitico de siempre, en todas partes y ante todos.

Fue en el año 2001, cuándo Castillo decide grabar junto a su amigo Iván Bolívar, su primera producción discográfica llamada “El hijo de taita”, la cual lo convierte en unas de los artistas más conocido en todo el llano Colombo-Venezolano. Luego creó los álbumes como solistas llamados: “Corazón de concreto” y “No mata pero aporrea”, éstos están entre los más escuchado en el país.

Es conocido por sus éxitos musicales, entre ellos: "Copa de cristal", "Periódico de ayer", "No hay una vaina más criolla" y "No me corra cantinero", este último es uno de los sencillos con más repercusión del interprete.

Vítico Castillo es considerado uno de los interpretes más respetados en la llanera. Ha adquirido un gran reconocimiento a nivel mundial.

Fuente: Buenamúsica.com

miércoles, 22 de mayo de 2024

OLDMAN BOTELLO


 Un 22 de Mayo del 2022 fallece el periodista Oldman Jesús Botello González en la ciudad de Maracay a la edad de 75 años, de una vida fructífera como educador, escritor y cronista de Maracay. 

Oldman Botello, nació en Villa de Cura el 5 de febrero de 1947. Casó con doña Jennifer de Botello, con quien procreó dos hijos.

Fundador del gremio periodístico en el estado Aragua con la otrora Asociación Venezolana de Periodistas (AVP), antecesora del Colegio Nacional de Periodistas siendo el periodismo activo su profesión inicial como reportero del diario El Imparcial, dirigido por el también periodista Marcos Guerrero Chacón; luego ejerció la docencia en el liceo “Juan Vicente Bolívar y Ponte”. Columnista en el diario “El Siglo” por muchos años y miembro activo de Academia de la Historia de Venezuela, Miembro de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diputado al Congreso de la República de Venezuela por la Circunscripción N° 5 del estado Aragua (1989-1994) y Diputado al Congreso de la República de Venezuela por la Circunscripción N° 5 del estado Aragua (1994-1999)

En 1971 publicó su primer libro de investigación: Historia de Villa de Cura (tránsito por la vida de un pueblo), con prólogo de Aquiles Nazoa. Desde entonces se dedicó a la investigación de la historia de Villa de Cura y Maracay, así como de otros pueblos de los estados Guárico y Apure

Posteriormente colaboró en el Atlas de Venezuela del diario El Nacional, trabajó en el Instituto de Antropología e Historia del estado Aragua, fue redactor del diario El Siglo, donde publicó además de amplios reportajes, la columna semanal Curucuteando el Arcón, así como director de la revista Expresión, de Villa de Cura.

También formó parte del equipo redactor del Diccionario de Historia de Venezuela, publicado por la Fundación Polar.

domingo, 12 de mayo de 2024

JOSE WILLIAM REYES

Foto Cortesía de
San Fernando tiene historia 

Por Orlando Nieves 

José William Reyes Valera nace un 15 de Octubre de 1947. Hijo de Martín Reyes y Luz María Valera, sus hermanos Martin, Franklin, Florinda, Mireya, Thaís, Wilmer y Delvalle, todos con esa inclinación artística.

A los 5 años da sus primeros pasos en la voz de Apure motivado por su padre, junto a sus hermanos (Florinda en el cuatro de 3 años, Mireya en las maracas y William en el arpa de 5 años).
"Ibamos para Colombia a unos actos a nivel internacional y como en esa época no había niños con el don de tocar el arpa, Rosita Cestari propietaria de La Voz de Apure, para impresionar me colocó el nombre de El niño prodigio del Arpa".
Autor: José Alberto Pinto Coronado 

José Ramón Luna nos cuenta sobre "el niño prodigio del arpa", así le llamaban a José Willians, reconociendo el talento de un niño de siete años..."Joseito Reyes es un niño venezolano nacido en La Defensa, un barrio pobre de la capital del Estado Apure. Es un niño normal, corriente que ríe y juega con la despreocupación y el desenfado de los niños de su edad. Pero tiene este niño zambo llanero una magnífica cualidad: es un artista. Toca el arpa con destreza, con aplomo, con fruición. Probablemente el arpa para él es un juguete más. Goza demostrando su habilidad con el típico instrumento. Está ahora, por aquí acompañando a su padre quien es arpista del conjunto "Los Juancheros", el cual en nombre de una marca cervecera nacional y anda por el país divulgando nuestra música.



A Joseito hay que verlo para apreciar en este chico de 7 años, en el umbral de la madurez, todo el artista que hay en él. Todo lo hermoso y lo creador que alberga en su prieta y diminuta humanidad. Y maravilla ver como las pequeñísimas manos morenas de Joseito van tejiendo en el arpa la gracia y la armonía, la cadencia pegajosa y optimista y parrandera de la música del llano. Y el ritmo alborotado y zigzagueante nos produce la impresión de estar viendo al negro Juan Parao con sus ocurrencias, y el catire María Nieves desguazando los ríos tras el rumbo del novillo, y Melquíades Gamarra con toda la superchería y la mala intención. Y está allí el arrendajo coplero y el morichal y la soisola y todo, toda el alma mestiza y rebelde del llanero irredimido. Y todo eso es Joseito Reyes".


Durante su carrera ha grabado con los grandes artistas del momento y con muchos no tan conocidos, nos dice con mucho orgullo que todos querían grabar con el.
"En el año 56, tenía 8 años, recuerdo que acompañé a Nelson Morales en la Voz de Apure, tiempo después grabé con Francisco Montoya, Angel Bolívar, José Silva. Yo acompañé a Reinaldo Armas cuando hizo su primer disco, con el sello Cachilapo en el año, del "pariente" Jacinto Martínez".

Tiene en su haber personal un disco instrumental grabado con Don Alí Betancourt. Por su trayectoria son innumerables los reconocimientos recibidos en radio y Televisión.
José William Reyes
Foto Orlando Nieves 
Fue camarógrafo y editor en VTV en los años 70's, docente en la Escuela de Música hoy ya jubilado.

Nos dice, que en Maracaibo Marcos Pérez Jiménez lo llamó para conocerlo porque eran muy populares y les puso una perola llena de fuertes para que cada quien agarrara lo que quisiera.

Casado con Doña Olivia España a quien conoció en 3er grado, vecinos, amigos y compañeros de estudio hasta que contraen matrimonio cuando ella tenía 23 años, hoy en día ese amor juvenil sigue vivo y se les puede ver en su casa de habitación en la Serafin Cedeño sentados fuera disfrutando de vecinos y amigos que transitan por allí y se paran a conversar un momento con ellos.

Foto Orlando Nieves


Alcides Aparicio nos dice: "José William Reyes, junto a su padre y demás hermanos, es una referencia histórica en la música criolla de mi Patria... Hijo ilustre de mi estado Apure, quien con su arte magistral en el arpa llanera, ha representado el gentilicio cultural Apureño. Orgulloso de ser su paisano y decir a los cuatro vientos, uno de nuestros grandes músicos. 

En fin, Jose William Reyes, es y seguirá siendo por siempre un hijo ilustre de Apure".
Izq. El maestro José William Reyes, Orlando Nieves y Der. El maestro Julito Contreras
Foto Orlando Nieves


Fuente: 
-José William Reyes 
- Olivia España de Reyes
- José Manuel Luna (Su libro por el paso del tiempo, está en muy malas condiciones y le falta muchas páginas incluyendo la portada)
- José Alberto Pinto Coronado. Blog Cosas de Provincia. José William Reyes El Niño prodigio del Arpa. 2005
-San Fernando tiene historia (Pag. de Facebook)
Fotos: Orlando Nieves 
Caricatura: José Alberto Pinto Coronado
 

miércoles, 8 de mayo de 2024

EL VOCABULARIO EN EL VIEJO CARAMACATE

 


Por Miguel Barrios M


Los pobladores del viejo Caramacate usaban palabras muy comunes entre ellos, y formaban parte de su coloquio, uso y costumbres. 


Usaban la palabra "chavala" para referirse a una dama hermosa y joven, "aguado" hombre inútil y flojo que no podía cumplir ninguna actividad, "de metra" y "resorte" persona con patología psiquiátrica, "bufarro" persona con desviación sexual, "una bosta" persona mal educada, prepotente y mal carácter. "cántara" era los tobos, envases o algo parecido, " san pablera" una trifulca colectiva, "en la carraplana" persona arruinada, y sin bienes materiales,"Peladero" fundo improductivo, y sin actividad alguna,"padrote" para referirse al

jefe del hogar, toro y cerdo padre, "patiquin" persona que vivía de otros sin trabajar, "remonta" para referirse al caballo, burro y mula del llanero para ejecutar actividades o faenas propias del llano, "patió la rosa" frase usada para referirse a una persona recién fallecida, "Asina" para dar una explicación de hacer las cosas correctamente,"chífla" empleaban esta frase para referirse a una persona de sexo femenino que no respetaba las normas del hogar ni normas del esposo, no cumplía órdenes y se consideraba libre de hacer lo que dictará su conciencia, "pataruco" persona cobarde, débil y lleno de miedo, "con el pasto alto" persona flaca por hambre o mal alimentada, "charuno" persona que no cumplía con las normas cristianas y lo hacía a su parecer. También se empleaba para los caballos con mañas luego de ser domados, "chapuzero" persona que hacía a medias o mal realizadas cualquier actividad propia del campo, "esmachetado" persona que se movilizaba de un lugar a otro a máxima velocidad, "ajitarse" pulgarse o sufrir de diarrea, "chucuto" animal sin rabo, "coroto" tenía dos significados compra de comida, también se referían a los enseres del hogar, "tarama" cabelleda abultada y sin peinar de una persona, "bote" donde se depositaba la leche para hacer el queso, "barrear" derribar un animal e inmobilizarlo, "ajilarse" caminar uno detrás del otro, "amanecío" llanero trasnochado, "pingo" persona inocente, tonta y fácil de engañar, "amansar" domar animales,"amorochao" pegado a otro, y "andón"caballo o burro de paso suave. 


Habían otros que pronunciaban incorrectamente las palabras helicóptero "halicóptero", ambulancia "embulancia", fósforo "fósfaro", Cédula "segula", activo "artivo" avioneta "vioneta", entre otras. 


Además utilizan términos para hacer referencia a las herramientas o instrumentos para las faenas de llano como "chicote", "soga", "por si acaso", "falzeta", "suelta", "sujeto", "gurupera", "tapa ojo", "pechera", "cubierta", "soadero", "silla", "freno", y "charnela", "garabato", "rejo", "verga de toro", "charapo", "cincho", y "altezon". 


Muchas de éstas palabras coloquiales de los caramacateños de la época son impronunciables en la actualidad por ser consideradas en las normas jurídicas de esta época moderna como ofensivas o delitos. Sólo quedan para la historia y los recuerdos. Tiempos aquellos!!!


Foto referencial Julian Pinilla todos sus derechos de autor.

lunes, 29 de abril de 2024

BONGOS Y CANOAS (Recuerdos del Viejo Apure)


 Autor: Julio Cesar Sánchez Olivo

Navegación en Aguas Apureñas

Programa Radial en la Emisora "La Voz de Apure" junio de 1975

Muy buenos días estimados oyentes:

Cumpliendo lo que les venía anunciando, hoy comienzo a relatarles cómo era la vida del apureño por los ríos y otras aguas de nuestro llano en la época de invierno, sirviéndole de transporte las canoas y los bongos. Les hablaré en el lenguaje sencillo de ustedes, que es el mio cuando con ustedes converso.

Es bueno que sepan que de aquí, de San Fernando, a Guasdualito, el viaje en bongo remontando el Apure, era de treinta días. De aquí a El Amparo se gastaba el mismo tiempo, pero el viaje era por el río Arauca. A Calabozo se iba por el río Guárico, que ustedes lo ven hoy casi seco, no navegable.

La tripulación de un bongo la integraba el patrón -o timonel- y los marineros. Estos que se llaman marineros son los hombres que agua arriba por el río impulsan la embarcación con palancas de madera, que son varas de algo mas de cuatro metros de largo, con una horqueta en una punta que fijaban en el barranco o en una rama de árbol y el otro extremo se lo apoyaban en el pecho y así recorrían el bongo de proa a popa, que en la práctica era pasarse ese bongo por debajo de sus pies en la marcha puesto que, como ya digo, la palanca estaba apoyada en un lugar fijo del barranco. El número de marineros o bogas- como también se le llamaba-era de acuerdo con la capacidad del bongo. Habían bongos hasta de seis bogas, que agua arriba iban como ya dije, impulsando al bongo con las palancas y la marcha era por las costas de los ríos; pero al navegar en sentido contrario, o sea aguas abajo, la navegación era por el centro de los rios, con el mismo número de marineros o bogas, pero el impulso se le daba a la embarcación con remos.

Quienes hayan leído la novela "Doña Bárbara" recordarán que su primer capítulo comienza, mas o menos así: "Un bongo remonta el Arauca. Dos bogas lo hacen avanzar lentamente". Este bongo, según lo explica la misma novela, era de toldilla o cubierta, que cubría la parte central del bongo como techo o protección de tablas. Los bongos sin toldilla eran los llamados de "pillote", en los cuales la carga se cubría con una lona y se amarraba con un mecate llamado "trinca". Los marineros al cargar un bongo de "pillote" procuraban colocar bultos apropiados para poder pisar al caminar por encima de ellos y asi no quebrar aquellas cajas expuestas a romperse por la fragilidad de ellas. Esto demuestra el cuidado que tenían estos trabajadores en su rudo oficio.

Los bongos y en las canoas de invierno Apure venían a ser practicamente lo mismo que hoy son por las carreteras los automóviles y los camiones: los automóviles serían las canoas y los bongos los camiones, con la diferencia de que en aquella época eran mas importantes para los habitantes del llano adentro la llegada de un bongo que la de un camión, hoy es muy corriente, es a cada momento la llegada de un camión o el paso de estos por las carreteras, mientras que el tráfico de los bongos era mas esporádico, era entre días y debido al aislamiento por la falta de medios de comunicación, la presencia de un bongo se hacía mucho mas interesante, porque llegaba cargado hasta de noticias, aunque viejas, eran nuevas para los que vivíamos en aquellas soledades sin recibirlas a diario como ahora transmitidas por la radio: en aquel entonces no existía la radio y era para nosotros San Fernando mucho mas importante que Caracas hoy para los apureños de aquí: los habitantes del fondo del llano apureño pasaban hasta años sin visitar la capital del Estado y muchos murieron de viejos sin conocerla porque no les gustaba moverse de aquellos sitios en donde nacieron y se criaron dedicados al trabajo: estaban sembrados allí por el cariño al medio.

Los bongos tenían una zona llamada piso como de tres metros, cubierta con tablas a nivel de las bordas, de la proa hacia atrás, cerca de donde comenzaba la toldilla o el "pillote". Los habitantes de las costas de los ríos podían conocer por el sonido de los pasos de los marineros, que se oían desde una distancia hasta de cinco kilómetros, si el bongo que se acercaba era de toldilla o de "pillote": cuando era de toldilla se podía apreciar el sonido de los pasos sobre el piso, luego el salto de aquí a la toldilla y el cambio del sonido de estos pasos sobre ella, mientras que si el bongo era de "pillote" solamente se oia el sonido de los pocos pasos sobre el piso. Estos golpes se oían a tan larga distancia porque el agua sirve de vehículo transmisor. Aún cuando los marineros recorrían al bongo de "pillote", como al de toldilla, de proa a popa impulsándolo con las palancas, se oían solamente los pocos pasos sobre el piso porque los dados sobre el "pillote" no producían ningún sonido. Quiero destacar la resistencia del llanero en estas faenas -como la verán en otras que también referiré en este programa-. Después de varios días de marcha y al acercarse a algún lugar habitado a las seis de la tarde, sin haber tenido mas descanso en ese día que unas dos horas mientras hacia la comida, siempre se mostraba de buen humor y lanzaba el grito característico como un aviso de que se acercaba a ese lugar, que era un grito largo y algo así como campaneado al final. Posiblemente de ahí nació el refrán de: "A vista de puerto no hay marinero cansao".

En estos trabajos era constante el peligro, exponiéndose la vida a cada instante. Creo que era el marinero que en la mañana al salir la embarcación daba el primer palancazo para arrancar la marcha, a quien se le daba el nombre de "proero" y a él correspondía en todo ese día la obligación de pisar tierra primero para amarrar el bongo y cuando en la marcha al empujarlo uno de estos marineros el bongo no llegaba al sitio en donde se iba a dar el otro palancazo porque había perdido fuerza en la marcha y se trataba de una costa del rio con mucha corriente o con un remolino y por lo tanto era seguro que el agua lo echara hacia atrás sin control y naufragara al chocar con el barranco, el patrón gritaba: "proero al agua!", y el marinero no se hacía repetir ese grito, sino que inmediatamente se lanzaba al río con el mecate o boza del bongo y al llegar la orilla, lo ataba a un árbol y si no encontraba en que amarrarlo se afianzaba en sus propios pies y a pulso sostenía la embarcación. Por esta acción no recibía ningún pago extra: era un accidente corriente, así como cuando a un carro se le revienta un caucho. Es bueno que sepan que este marinero en muchas ocasiones no esperaba que el patrón le diera la orden, sino que, como sabía que tenía que hacerlo, se lanzaba al agua a cumplir con su deber.

Con muchisima frecuencia le ocurrían a la tripulación de una embarcación cosas nada simpáticas, como al ver en las ramas de un árbol por donde se iba a pasar rozándolas, enrrollada una macaurel, culebra muy venenosa de mas o menos un metro de largo. Al marinero, en tal circunstancia no le quedaba otro camino que darle un golpe con la palanca o con la horqueta de ella aprisionarla contra la rama e irse en su marcha por arriba del bongo y quedaba alli el animal destrozado por la acción del golpe. Esta culebra es nocturna y por eso pasa los días dormida en los árboles y regularmente se encuentran muchas en los de las costas del río; también es acuática: se zambulle y recorre distancias de cierta consideración por debajo del agua. En una oportunidad fuí yo de pasajero en un bongo de El Yagual a Elorza y gastamos en el viaje diez (10) dias. Como a cada momento aparecían estas culebras en los árboles por donde pasábamos, me armé de un trozo de palanca, me colocaba sobre el "pillote" del bongo cuando aparecía una macaurel y las reventaba de un sólo golpe con la vara: maté nueve culebras en ese viaje. Esto revela dos cosas: la abundancia de macaureles en las costas de los ríos y que lo que estoy refiriendo son actividades vividas por mi mismo.

Lo que refiero de seguida no me ocurrió a mí, pero me lo contaron personas que me merecen crédito. En aquella época abundaban muchos los tigres en Apure y en algunas ocasiones. encontrándose un bongo en uno de esos ranchos en donde acostumbraban los bongueros pasar la noche, se les había presentado un tigre y los había obligado a embarcarse de nuevo, cruzar el río en la oscuridad e irse a dormir a otro lugar. (Los que se llamaban ranchos eran sitios que en las barrancas boscosas del río utilizaban los integrantes de la tripulación de los hongos para dormir y hacer comida. Estos lugares permanecian mos limpios porque los bongueros eliminaban la maleza existente por debajo de los grandes árboles).

En el invierno, cuando ya las sabanas estaban inundadas, eran utilizadas para desechar las corrientes de los rios, evitando así remontarlos y seguir el curso de sus numerosas vueltas. Por las aguas sabaneras se marchaba en línea recta y se acortaban los viajes en mas de un cincuenta por ciento. Por ejemplo: de San Fernando a El Yagual se hacía el viaje por el río en unos ocho días y por la sabana el tiempo se reducía a unos tres días y medio. Otro ejemplo: de San Fernando a "El Paso Arauca", por el río, había que coger por el Apure, luego salirse por el caño El Manglar y después remontar el Atamaica para coger el Arauca y llegar a "El Paso Arauca" en tres días aproximadamente; y en cambio por las aguas de las sabanas este viaje podía reducirse a un solo dia. Observen esta diferencia hoy con carretera, que de San Fernando a "El Paso Arauca" se llega en menos de una hora y que de San Fernando a El Yagual se vá en hora y media cómodamente.

Ya he señalado cómo cumplían los que formaban la tripulación de un bongo con sus obligaciones, exponiendo hasta su vida (bueno: en el llano de aquella época los que habitábamos y trabajábamos en el interior viviámos dentro del peligro constante). Observen esta otra situación que se le presentaba al marinero en las noches de lluvia: tenía que irse al bongo y permanecer en él mientras lloviera achicándolo, porque, si asi no lo hacía, lo seguro era que se llenara de agua y se fuera a pique o, cuando menos, se mojara la carga, lo cual constituía una verguenza para una buena tripulación. Hay que tomar en cuenta que en aquella época los aguaceros en Apure eran muy fuertes y de varias horas de duración. Ahora les voy a hablar de cómo se hacía y cómo era la comida en estos viajes en bongo.

Regularmente la comida era carne de res salada, arroz y, como pan, yuca, topocho, plátano y casabe. Eran frecuentes los hervidos de huesos con arroz y la carne frita. Los marineros hacían la comida, pero el patrón, quien ejercía la función de capitán de la embarcación, buscaba la leña, encendía el fuego y hacía el café. El bonguero no usaba las acostumbradas tres "topias" o soportes de tierra o piedra para montar la olla en donde cocinaba, sino que utilizaba un garabato o gancho de madera en forma de ángulo recto al cual le labraba una de sus puntas y la clavaba como estaca en el suelo; de este garabato guindaba el caldero u olla amarrándole un alambre de cada una de sus asas, alambre que quedaba como un semicirculo para esta finalidad. Al terminar la comida el bonguero lavaba caldero y platos y los guardaba en el bongo junto con el garabato mencionado.

Como a algunos de los oyentes les parecerá extraño que en la época de lluvias el bonguero prefiriera los ranchos a las casas existentes en las márgenes de los ríos, les aclaro el por qué de esta preferencia: en los solitarios ranchos se sentía como en su propia casa y sin la molestia de animales domésticos. En los ranchos, en las noches lluviosas, la tripulación y los pocos pasajeros que pudieran ir en la embarcación, se defendían del agua con cobijas de pelo apropiadas para ello y con pedazos de lona, que tendían por encima del mosquitero de tela que los protegia de la plaga (mosquitos) al dormir en sus chinchorros.

Existían ranchos famosos, unos con interesantes leyendas, como el rancho "Los Monos" y el rancho de "La Muerta", el rancho de "Carutico" en una zona en donde abundaban los tigres. Todos estos en las márgenes del rio Arauca. Pero en todos los ríos del Estado Apure abundaban estos sitios utilizados por los bongueros para dormir y hacer comida... A propósito de las comidas: los bongueros salían muy de mañana del lugar en donde habían dormido llevando en el estómago únicamente que el café negro y entre once (11) y doce (12) del día era que se detenían a hacer la comida. Allí en el rancho, a la sombra de los árboles, después de comer, reposaban un poco sobre una cobija que tendía en el suelo y hacía y tomaba el café tinto y transcurría un rato largo que le servía de descanso en las horas mas fuertes del sol. Después de este descanso reanudaba la marcha para detenerse a las cinco (5) de la tarde en donde iba a pasar la noche. Aquí se hacía la cena.

Ya se habrán dado cuenta ustedes que desde la salida en la mañana, posiblemente antes de las seis (6) hasta las cinco (5) de la tarde, se detenían una sola vez: a mediodía a hacer la comida.

Había olvidado decirles que también existían los bongos de "carroza" y ésta consistía en una especie de techo de paja arqueado sobre el bongo. Este techo se afianzaba en las bordas de la embarcación con trozos de bejucos gruesos. La "carroza" protegía del sol y la lluvia a las personas que iban dentro de ella. Una pequeña "carroza" en la parte de atrás de su bongo de "pillote", usaba la señora Petra Sandoval, mujer de recia personalidad dedicada a comerciar embarcado, y en su bongo, debajo de esa "carroza", llegó a dar a luz a algunos de sus hijos, sin alterar su actividad comercial. La señora Sandoval dejó varios hijos, entre ellos Jesús Sandoval y Carmen Sandoval de Del Moral. Todos ellos son personas de responsabilidad como lo fue su madre, que los supo criar con el hábito de cumplir con el deber. Con cierta emoción les habló de esta mujer apureña porque siempre se han mencionado a las mujeres veteranas en un caballo en las faenas de vaquería, tipo doña Bárbara, pero se desconocen estas otras también de acerado coraje, que se dedicaron libremente a la vida en los bongos en la honesta actividad del trabajo.

Les he hablado de los bongos y las canoas, pero había otros transportes fluviales que aparecían de vez en cuando:las piraguas o barcos de vela, que venían de Ciudad Bolíar y los Vapores a chapaleta, estos últimos utilizaban como combustible el fuego de la leña encendida en sus calderas. Los grandes vapores como "El Delta", "El Apure", y "Alianza", navegaban solamente por el río Apure porque era de mayor capacidad esta via fluvial. Por el río Arauca viajaban "El Arauca", "El Boyacá", "El Masparro" y "El Amparo". De estos vapores varios desaparecieron por naufragio, como "Alianza" en el Orinoco y "El Masparro" en el río Apure.

Al entrar las aguas en Apure, o sea al arreciar el invierno, ya en el mes de junio, el llanero cambiaba el caballo por la canoa: sus viajes eran embarcados para todas partes. No habían mas vías que los ríos, caños y las aguas de las sabanas anegadas, que eran centenares de leguas en el Cajón de Arauca, y el único medio de transporte eran las embarcaciones: bongos y canoas. Aquel Apure carecía de carreteras y de pistas de aterrizaje, porque no había carros a motor ni avionetas.

Para los que vivíamos en las costas del río Arauca constituía un gran recurso, para la comunicación con San Fernando, el tráfico de bongos de la capital del Estado hacia lugares del interior, porque podíamos hacerles encargos de cosas que necesitáramos, bien a familiares residentes en San Fernando o a casas comerciales de personas amigas. Lógicamente los elementos que iban en la embarcación eran personas con quienes teníamos vínculos de amistad, y de allí el que cuando nos enterábamos, por el ruido de los remos y los gritos de los marineros, de que venía el bongo, salíamos a la orilla del rio y el favor que ibamos a solicitar lo pedíamos a gritos, mas o menos así: "Mira, chico! Cuando llegues a San Fernando anda a casa de Fulano y le dices que me mande tal o cual cosa!!". Esta embarcación volvía a pasar por el lugar en donde habitábamos unos quince días después. Permaneciamos pendientes de ese día y al oir gritos de marineros y el ruido de los pasos en el bongo, acudiamos a la orilla del río y allí se nos lanzaba la encomienda:

la embarcación no se detenía para evitar la pérdida de tiempo. Dije ya que al entrar el invierno el llanero cambiaba el caballo por la canoa. Por eso los que vivíamos en zonas anegadizas como las de la margen derecha del río Arauca, cogíamos la res que necesitabamos para comer, embarcado. Esta actividad se realizaba de la manera siguiente: regularmente la res pertenecía a los ganados llamados de "rochela", que eran esos rebaños mas, salvajes, que huyen y se esconden en los montes al ver o sentir que se acerca la gente. Cuando estos ganados salian a comer a la sabana límpia o sea sin bosques, uno se iba en la canoa por el lado del monte y sorpresivamente le llegaba al lugar donde se encontraba comiendo con el agua a la costilla o mas arriba. El lote de ganado corría entre el agua hacia el monte de su escondite pero los veteranos llaneros que iban en la canoa, dos de ellos adelante empujando rápidamente la embarcación con las palancas y otro detrás de patrón o timonel con un canalete, velozmente se incorporaban dentro de los animales y enlazaban la res mas gorda y así se iban con el animal enlazado hasta llegar a la parte seca del monte y allí la mataban y la descuartizaban. Pero desde el sitio en donde la habian enlazado hasta el lugar en donde la mataban, regularmente ocurrían momentos de peligro que solamente los veteranos llaneros podían sortear, como reses que furiosas envestían hacia la canoa, en ocasiones enormes toros, y todos los que iban en la embarcación se lanzaban al agua, pero sin soltar al animal apresado.

Quiero hacerles saber que nosotros los Sánchez Olivo éramos de los especialistas del llano en estos trabajos de cazar ganado embarcado. Mi hermano Teodoro era siempre uno de los dos que adelante iban en la canoa impulsándola con las palancas y listos para enlazar las res escogida con la soga que ya se tenía hacia la proa de la canoa; yo siempre era el patrón. Al descuartizar la res toda la carne era echada dentro de la canoa y partíamos con la carga para nuestra casa a donde llegábamos en varias ocasiones ya entrando la noche. En este viaje teníamos que atravesar un brazo del Arauca llamado "El Garzón", que era casi un río, de fuerte corriente y muchos caimanes. Para atravesarlo mi hermano y el otro marinero sacudían las palancas contra la canoa, yo la golpeaba con el canalete y al mismo tiempo tenía que introducirlo en el agua para que la embarcación no perdiera la dirección y no fuera dominada por la corriente: simplemente, cumplíamos todos con nuestro deber de tripulantes y de espantar los caimanes con los golpes en la canoa, pues a estos animales los atraía el olor de la carne fresca. Todo lo hacíamos puede decirse que instintivamente y por el habito de la destreza en el manejo de la embarcación, pues no había tiempo para pensar: había que actuar al instante, rápido, sin titubeos.

Les voy a referir uno de los muchos accidentes dolorosos ocurridos en la navegación por nuestros ríos y que yo recuerde en aquella época de mi vida. El señor Vicente Fernández, dueño del fundo "Santa Marta", ubicado en la margen derecha del río Arauca como a veinte (20) kilómetros mas arriba de la población de El Yagual, salió de dicho fundo en un bongo de su propiedad cargado de queso y cueros de res para San Fernando y en la boca del brazo del río Arauca llamado "El Tuteque" se rompió el "morrocoy", que es una pieza de madera de donde se amarra la espadilla o timón del bongo; la embarcación perdió el control, la fuerte corriente le estrechó contra el barranco y naufragó, pero la tripulación, compuesta por los dos marineros y el patrón, agarraron al Sr. Fernández, que no sabía nadar y a un hijito suyo que lo acompañaba y los llevaron a un tronco de árbol seco que estaba en la orilla del río pero dentro del agua y allí los dejaron agarrados de dicho tronco y luego siguieron a nado a la par del bongo que iba aguas abajo medio sumergido, lo llevaron a la orilla y lo amarraron de una mata en el barranco, salvándose así la embarcación y gran parte de la carga. Cuando volvieron al sitio en donde habían quedado el Sr Fernández y su pequeño hijo, no hayaron ni el tronco de árbol de donde quedaron agarrados....Comprendieron que un caiman se los había llevado... Unos años después unos cazadores de caimanes mataron un enorme caimán y al abrirlo le encontraron en el estómago el reloj de oro y la empuñadura del revólver del Sr. Fernández.

Los naufragios navegando por los ríos apureños eran frecuentes, pero rara vez perecían los tripulantes y pasajeros ahogados, pues eran muy escasas las personas que no sabían nadar y aun cuando podían contarse por centenares de millares los caimanes existentes, no eran muy frecuentes las muertes por tan feroces animales: durante el tiempo de mi vida (veinte años más o menos) transcurrido en aquel medio, creo que no tuve noticias de que los caimanes se hubieran comido mas de diez personas. Ocurría algo muy importante: los habitantes del llano adentro teníamos una noción muy clara del peligro en que vivíamos, nos familiarizábamos con él y se nos desarrollaban el instinto de conservación... Parece mentira: en el llano civilizado de hoy ocurren muchas mas muertes por accidentes de tránsito que en aquel llano atrasado, bárbaro, sin recursos y llevando una vida riesgosa, en donde la muerte acechaba por todas partes.

He narrado todas estas cosas porque considero una necesidad de ustedes, gente joven de mi pueblo apureño y algunos que han venido y han echado raíces aquí con cariño, que ignoran cual fue la vida nuestra hace unas cuantas décadas ya, conocer cómo nos desenvolvíamos hace un tiempo no tan lejano.

Pero hay algo que yo considero de grandísima importancia y por eso quiero destacarlo: la responsabilidad y la lealtad del hombre de nuestro llano aun cuando no era sino un simple obrero que no sabía leer ni escribir. Fijense ustedes cómo cumplía ese hombre con su deber cuando se le ordenaba lanzarce al agua en lugares de fuertes corrientes y sembrados de caimanes y otros peligros para salvar la embarcación que tripulaba: cómo pasaba horas y mas horas de la noche con fuerte lluvia achicándole el agua al bongo para que no se hundiera; cómo en el naufragio del bongo del señor Vicente Fernández los hombres que integraban la tripulación trataron de salvarlo a él primero y luego siguieron a la par de la embarcación semihundida y evitaron que se perdiera ella y su carga...En fin: era admirable la lealtad de estos hombres y su decidida firmeza en el cumplimiento del deber, fieles cumplidores de su responsabilidad.

Mi gran esperanza es que esta responsabilidad, como hemos podido verlo en estos hombres rudos, sencillos, humildes, no desaparezca en sus hijos y nietos, muchos de ellos hoy profesionales universitarios, técnicos, maestros, secretarios. etc. La responsabilidad, la lealtad, el cumplimiento del deber, no pueden ni deben desaparecer y mucho menos en las personas que las han recibido como noble herencia, como fruto de una tradición familiar. Si aquellas personas, humildes y analfabetas, eran unas esclavas del cumplimiento del deber en rudos trabajos y en los cuales se exponía la vida, es inconcebible que entre sus descendientes, que se han cultivado en colegios y universidades, existan hoy irresponsables en el ejercicio de las funciones que les ha correspondido desempeñar y en donde actúan rodeados de todas las comodidades que brinda la vida moderna.

Dejo en los oyentes de este programa estos relatos que son historia viva de este querido Apure nuestro, y al mismo tiempo les dejo también mi mensaje.

Hagamos honor a nuestra raza, que es muy buena, y que nos ha llegado como valiosa herencia de nuestros mayores. Jamás seamos irresponsables y desleales porque sería traicionarnos a nosotros mismos.

Este folleto se terminó de Imprimir a los doce días del mes de Marzo de 1.984 en los Talleres de "Editorial Los Llanos S.R.L" Teléfono: 046-36361

San Juan de los Morros Edo. Guárico- Venezuela

 
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