GUASDUALITO Y SUS POETAS ~ Apure es Puro Llano

Por ALJER “CHINO” EREÚ

Periquera, un Macondo ayer eras, con tus calles de tierra, con tus sobradillos de palma, con los andrajos de guasduas, con El Paso de La Manga, con la estancia de tabla, de los Griecos su añeja casa, más tarde con Eliezer Pinto el Liceo Libertador. Con tu Sarare conquistador, río de aguas turbias y bravas; con tu calle real que el coleo alegraba, con las noches avivadas con lámparas de kerosen, con tu terraplén, el de Los Corrales, con su estación padillera.

Periquera, la musa viajera se detuvo en tus rondas farfullando a los oídos de tus poetas: sigilosas soflamas, cadenciosas poesías, llaneras policromías que gestaron hermosos poemas, prorrumpidos bajo las estrellas o en el albor del día.

Poetas del Alto Apure, bardos de Guasdualito, sobre las pampas llaneras sus nombres están escritos. Ustedes han emergido desde el abisal del Piélago Egeo; abrigados por la estela del manto añil imperecedero, trayendo por dentro el verbo vocinglero, la copla inserta en el alma, con la trova en el espíritu; el verso encarna en sus verbos haciéndolos tripartitos, convirtiéndolos en Píndaros de lo bucólico y lirico, entre lo épico y nativista, entre lo clásico y mítico.

Poetas de Periquera, es tiempo que sus versos resuciten con gran ímpetu, es hora que reencarnen a un presente tan distinto, tiempo para que sus trovas conquisten nuevas eras, nuevos siglos. Es el tiempo para que sus sicalípticas renuncien al Helicón, y vengan en carreras nosománticas desde el final al principio.

JUAN JOSE GRIECO LAPORTA
Juan José Grieco Laporta. Médico veterinario de impecable trayectoria, llanero de buena estampa, poeta de fina prosa, testigo él y su musa de una época grandiosa, cuando al Gamero llegaban los vapores a sus costas, El Uribante y el Meta transportaban muchas cosas. El Arauca navegaba por las aguas corrientosas, trayendo la mercancía proveniente desde Europa, para surtir al pueblito en temporada lluviosa, escenario que influyo su lirica prodigiosa.

ALEXIS HEREDIA OROZCO

Palmarito, Cardonal, La Yeguera, Caracal, La Orozquera. En lo fecundo de esas tierras floreció la poesía criolla y singular del negro Alexis Heredia Orozco. Conocedor de las manifestaciones griegas, de Lope de La Vega, de Dante y Martí. Plasmó con suma maestría la estética sin fin de la naturaleza barda de su tierra; su poesía llanera trascendió fronteras en la voz de Juan de Los Santos Contreras “El Carrao de Palmarito”, Aquella Mujer que Amé y Apure Lindo, fueron apenas muestras de su vademécum poético inmortalizado en el santuario panhelénico de Delfos, inmortal su Grito Araucano, un vuelvan caras al llano alto apureño.

EULISES DURAN
Desde la tierra de dilatados horizontes, entre sabana y monte los recuerdos vienen y van. En Valentín, allí nació Eulises Duran, entre el canto del ordeño, entre el conuco y el corral. El Riereño y Santa Elisa lo inspiraron de prisa, y broto de su manantial poético mágico realismo, lirico, épico y cromático verso juglar.

JESUS PULIDO LARA
Poeta y compositor Jesús Pulido Lara ¿En dónde estás? ¿A dónde fue tu poesía vernácula y audaz? ¿A dónde fue tu copla sagaz? Tu melancolía yace fría, tu nostalgia es una soga. ¡A malaya! tú decías, ¡Amalaya ya no estás!

MARCOS EDUARDO HERNÁNDEZ

El Homero de mí pueblo Marcos Eduardo Hernández. Su prosa se expande desde el llano hacia los andes; su narrativa poética nutrida en el Hato Santa Elena trasmite alegrías y penas. Le circula por sus venas balsámica esencia llanera, inquieta pluma fina, catedrática, homérica y vocinglera.

HENRI QUINTERO
Borges, Neruda, Benedetti, García Lorca, tal vez Homero. Poetas que enriquecieron el estilo del poeta Henri Quintero, para convertirlo en pionero de la poesía compleja y simple, poesía de figuras retóricas inspiradas en su bucólico suelo, en su terruño llanero, de donde un día levanto el vuelo para un buen día regresar a educar, a formar a los hijos de su pueblo.

RAFAEL LEZAMA
En una alborada acicalada con fulgentes rubores arribaría a Guasdualito el poeta Rafael Lezama, para protagonizar la poética vanguardia, buscando sin recelo cristalizar mil sueños. Y él, desde muy pequeño, en una época de colores silvestres empieza en la calle Cedeño a pintar con versos mágicos sus lienzos de primavera, y a caminarte Periquera, a bañarse en tus pardas riveras, señoreando en dararinas ondas acuáticas, a jugar la caimanera de beisbol, a inspirarse en su nueva tierra escondiendo un amor trágico en la mítica Leyenda de Caño Largo.

Y MUCHOS MÁS…
¿Cómo olvidar a Eduardo Hernández Guevara? un Florentino Coronado que hizo suyo este pueblo viniendo desde muy lejos, trayendo un encendido verbo poético con su Carbón Radiante de Luz, en homenaje al Negro Primero.

Y hay muchos más. El polifacético Jesús María Escobar, el extraordinario Aldo Donato Márquez con su garza blanca solitaria, su hermano el trovador Gustavo Márquez “El Cachicamo del Topial”, Ramoncito Peñaranda con su Gloria Alto Apureña, sublime himno de pertenencia a su tierra llanera; Cheo Orozco el de la serenata parrandera; Rodrigo el Coleador Centella con su caballo rucio blanquito, Rafael Rodríguez Fernández, versátil en conocimiento y verso; la poetisa María Ortega y Maggio Rodríguez, ambos de la misma escuela; Carlos Eduardo Quintero excelente decimista, Oscarito Hernández de estirpe buena, el poeta Omar Ereú “El Letífico Montaraz”, Nelson Mercado ejemplo de sapiencia y humildad, y qué decir de Dante Fontana poeta agudo y perspicaz, o de Castor Delgado con El Duelo del Mayoral, sin olvidar al Loco Ramos con su ocurrencia criolla, viva y sagaz.

Y muchos más, unos que ya se han ido, otros tantos que nacen, otros que no han nacido, y que vienen en camino, unos que si mueren no pasaran al olvido, porque los poetas no mueren mientras vivan sus poesías, y vivirá la mía y recitara en mis ausentes días: Guasdualito esa es mi tierra, Periquera, esa es la tierra mía.