SAN FERNANDO CULTURALMENTE
En 1 917 murieron dos figuras brillantes del arte Apureño:
Manuelito Víllapol, músico insigne,
autor de varias piezas musicales,
entre ellos los exquisitos valses "Amor de Madre" y "Soledad"; el gran poeta músico, autor del poemario "Oro y Nácar", impreso en esta capital
y publicado en Agosto de 1913,
Juan Vicente Torres del Valle,
hermano de la madre de otro gran poeta y uno de los hijos
más ilustres de Apure: José Natalio
Estrada Torres. Posiblemente en este año 17 o 18 llegó a Apure Andrés
Eloy Blanco, por
primera vez.
Andrés Eloy Blanco |
Cuando ocurrió la pelea en 20 de Mayo hacía cinco (5) meses que Andrés Eloy Blanco había bautizado
en San Fernando su primer libro de versos: ''Tierras
que me Oyeron", hermoso y significativo acto efectuado el 24
de diciembre de 1921. Es indudable el gran cariño
que Andrés Eloy Blanco le profesaba a Apure,
nuestro luminoso poeta, que ya había sido laureado con
el Primer Premio de Poesía en Caracas,
se vino a bautizar
su poemario a nuestro San Fernando
por el ambiente intelectual elevado existente,
alrededor de 1942, Antonio
María Encinozo Alcaleo,
dueño y director del famoso Semanario
"Letras"
y amigo de Andrés Eloy Blanco, aquel ambiente literario
de dicha época y exclamó con
marcada nostalgia: "San Fernando es un Ateneo!...".
Esta
estela cultural de Apure, especialmente de San Fernando, venía desde aproximadamente la cuarta década del siglo próximo pasado. Todas las noticias que tenemos hasta ahora nos señalan como el primer intelectual sobresaliente en
Apure al nativo
de esta tierra, el General
José Cornelio Muñoz, quien también
fue el primer gobernador de Apure al separarse Venezuela de la Gran Colombia en 1830 demostró
este Apureño que manejaba la pluma con la misma destreza
con que manejo
la lanza en diferentes combates, entre ellos el de las "Queseras del Medio" ...A pesar de que en estas décadas vivió Venezuela casi permanentemente padeciendo el
terrible mal de las fratricidas guerras civiles, esta
trayectoria que he llamado
"Estela Cultural" tuvo pocas interrupciones en el referido siglo, acentuándose la actividad en el campo de las culturas de las primeras
décadas del siglo pasado. Pero en el inmediatamente pasado, el XIX, hubo acontecimientos relevantes muy eficaces en el impulso
de nuestra cultura,
entre ellos la aparición del primer periódico Apureño
que llevó por nombre precisamente “El Apureño” (década de 1850), en cuyas columnas fueron planteados problemas como la necesidad de construir
el Ferrocarril de los Llanos,
la creación de escuelas para preparar
técnicos, el establecimiento industrial y otros; fue creada la Escuela para Estudios Veterinarios (década
de 1860), estudios que para entonces no existían en nuestro país y Escuelas Filarmónicas, dirigida la de San Fernando de Apure por el Sr. Juan Vicente Rodríguez, quien al mismo
tiempo ejercía las funciones de Secretario General de Gobierno; este señor con sus alumnos
daba conciertos de música clásica; fue también intensa
la actividad periodística, distinguiéndose la prensa san fernandina por la elevada
calidad de su material literario y el interesante contenido de los temas
tratados, que regularmente eran reproducidos en los periódicos del centro de la República .
El
propósito no es detallar sino
presentar un brevísimo
resumen, un pequeño muestrario de los primeros
pasos, del arranque
de la cultura en San Fernando. Sin embargo
hay algo que no debemos
pasar por alto, que fue el arribo a esta ciudad de dos personajes que, en mi concepto, en diferentes aspectos contribuyeron mucho en el proceso
de ella. Esos personajes fueron: el Dr. Rafael Agostini, nativo
de la isla de Trinidad pero con catorce años de estudios en importantes colegios europeos, abogado, político, escritor y poeta, y quien contrajo
matrimonio con la señorita Margarita
Márquez, familia oriunda del pueblo
de Cunaviche (San Miguel) y dueña
del hato "La Candelaria", cuyas sabanas utilizó Rómulo Gallegos
como escenario para su novela "Doña Bárbara" e indudablemente de allí obtuvo
suficiente material para su obra
llanera: "Canta Claro". Margarita era hermana
de Rafael Márquez, educado en el famoso
colegio caraqueño de Don Manuel Antonio Carreño, autor del libro "Manual de Urbanidad y Buenas Maneras" éste Márquez llegó al grado de General en Jefe, ocupó la Cartera de Guerra y Marina y fue Vicepresidente de la República. Agostini
fue Diputado al Congreso
por Apure llegó
a Ministro con el General Monagas
(José Tadeo). Según los investigadores de la literatura venezolana, el primer poemario publicado en Venezuela
fue "La
Citara
de Apure'', escrito
por
Rafael Agostini. Para Adolfo Rodríguez, gran investigador del pasado de Apure, Agostini llegó a San Fernando
en el curso de la década de 1830....El otro personaje fue don Juan Esté Bontour,
nativo de Londres,
educador de vastísima cultura; llegó a Venezuela
alrededor del año 1850, casó en Caracas con la Venezolana Clarisa Medina Padilla e inmediatamente se vino a San Fernando, en
donde nacieron todos sus hijos, convirtiéndose en un Apureño más; estableció un internado en el que se enseñaba
el idioma inglés. Esté
hablaba y escribía correctamente el español; era un hombre
de amplísimos conocimientos, que los exponía
en artículos de prensa, destacándose
en esta actividad como Periodista capaz, vigoroso y polémico. Adolfo Rodríguez afirma que Esté Bontour era
una universidad. De sus hijos se destacaron mucho Juan Bautista,
historiador y profesor en los diferentes
colegios
existentes en San Fernando
y Clarisa, brillante
maestra, cuyo nombre Clarisa
Este de Trejo, se ha hecho famoso.
Llegó a comentarse, hasta con admiración, la educación y la compostura del pueblo de San Fernando, en el ambiente
distinguido y reinante: en las reuniones sociales, en las relaciones interfamiliares y el trato decente de sus habitantes, incluso en las
capas más humildes
imperaba el respeto
y la consideración
mutua, de las conductas observadas
más cuidadosamente con el visitante. Aun cuando parece que esta manera de conducirse socialmente era general en todas las poblaciones venezolanas de aquella época, yo casi me atrevo
a
afirmar
que
tanto
Rafael Agostini
como
Juan Esté Bontour,
saturaron de las costumbres europeas
al conglomerado san femandino, que para entonces, quizás, no pasaba de dos mil (2000) habitantes; y el educador Juan Esté, que aquí vivió siempre en permanente e intensa actividad, fundó
una honorable y numerosa familia,
necesariamente
tiene que haber sido - más que Agostini - determinante en esa influencia, con más razón siendo un queredor de esta
tierra.
Es
bueno que se sepa que para la década de 1840, aun cuando en Apure había imprenta y por lo tanto no se
producía prensa local, si circulaban periódicos de afuera, de Caracas, de Valencia,
de Cumaná, de Soledad,
que tenían Agencias en San Fernando y Achaguas, incluso
en Apurito había una agencia de estos periódicos, lo cual revela
que ya el pueblo Apureño
se interesaba por la lectura
y comenzaron a aparecer los escritores nativos, quienes escribían artículos para esta prensa,
y hasta se establecían polémicas.
Esta
inclinación por la lectura
y la escritura en nuestra
reducida colectividad y ya con prensa propia,
se llega a los finales
del siglo
1 9, recibiendo un
gran estímulo la actividad cultural
de San Fernando con el establecimiento del telégrafo, inaugurado según el historiador José Manuel Sánchez Osto, en esta capital, el 27 de abril de 1885. Existe
otro factor el cual debe tomarse en cuenta como contribuyente al desarrollo
cultural en el San
Fernando de los primeros
treinta años del siglo pasado,
las relaciones comerciales directas de varias
firmas mercantiles con Europa
y, lógicamente, por esas relaciones llegaba hasta nosotros material para
cultivar el espíritu desde el viejo mundo.
Al comienzo del lapso acabado de mencionar en el párrafo anterior
ya venia de pocos años atrás de intelectuales
de elevada calidad, como el Dr. Diego Eugenio Chacón, don Juan Bautist a Esté Medina,
eI joven Carstens Velásquez, Ramón Melo
Rivero, Juan Vicente
Torres del Valle, don Pedro
Guevara Level, don Pedro Elías Hernández, Dr. Narciso
Domínguezez y otros nativos de la región, y se encontraban también Amadeo Garbi, hijo del estado trujillo y los hermanos Agustín y Luis Lleras Codazzi.
Dice el ilustre cumanés Diego Córdova
en su libro
"Mis Memorias" impreso
en
la Imprenta Nacional en 1967.
"......A comienzos de 1916
en
la ciudad de San Fernando desempeñaba la Secretaria General
del Gobierno Abelardo Gorrochotegui, viejo soldado liberal de prestigio, autor
de la novela vernácula Aramare,
y servía otros cargos de importancia los poetas Teófilo Trujillo, Miguel Lorenzo Muñoz, Leonte Olivo
y Julio César
Sánchez O. Más tarde llegarían, también procedentes de Caracas, José
Tadeo Arreaza Calatrava, Andrés Eloy Blanco y Juan
Penzini Hernández dedicándose estos dos últimos
a su profesión de abogados"....Esto ocurría cuando gobernaba en Apure Vicencio Pérez Soto, quien no obstante ser un hombre
capaz, sin pensarlo
mucho, de ordenarles a los
matones a su servicio de quitarle la vida a alguien que, de acuerdo
a su "criterio", lo "mereciera", también era un elemento
apasionado por la poesía, escribía versos
usando el seudónimo de Edmundo
Caballero.
Este
grupo de distinguidos poetas venidos de otras partes de Venezuela, contribuyó
eficazmente a robustecer el ambiente cultural ya creado por las personas nativas dedicadas
a las letras entre las cuales
se destacaron dos mujeres : Carmen
Honoria Jiménez Burgos y Amalia Rosa Medible.
Es
importante observar como los que llegaban
a esta tierra se encariñaban con ella. Así les ocurrió, entre
otros, a los carabobeños Francisco Lazo Martí, Daniela Mendoza, Dr. Temistocles Estévez y los colombianos Lleras Codazzi y César
Ramírez Gómez, que aquí sembraron
y dejaron frutos provechosos.
Dentro de la actividad cultural de aquellos
años ocupaban puestos destacado las veladas, espectáculos de números
variados: cantos, declamaciones, representaciones, etc; y en las llamadas
veladas "artístico-literarias" había
un discurso de orden, que estaba a cargo de un intelectual de la localidad: Dr. Diego
Eugenio Chacón, Juancho Carstens, Amadeo Garbi o cualquiera de los dedicados a las cuestiones literarias ....para estas veladas
se llevaban a
cabo cuidadosos ensayos, especialmente
para
los
números
teatrales, canto y baile. No había aporte
económico
oficial
para
dichos
espectáculos: los que actuaban en ellos
se arreglaban ellos mismos el vestuario. A pesar de tener esta ciudad una población de seis a diez mil habitantes, los locales - el teatro "Escalante" primero y el "London Cine" después - se llenaba
totalmente por el público asistente, pues al pueblo le gustaban estas veladas. El producto de las entradas
era destinado al Hospital.
En
materia cultural popular,
se presentaban, organizadas por la gente de
los Barrios pobres, danzas como: El
Paloteo, El Sebucán, Los Negritos,
La Burriquita,
El
Pájaro Guarandol. Estos grupos
recorrían las
partes centricas de la ciudad y en donde se detenían a danzar recogían
dinero obsequiado
por el público que se congregaba en su alrededor. Tampoco recibían estos artistas populares ayuda económica de los organismos oficiales.
La
actividad cultural se manifestaba en diferentes formas
en esta capital Apureña: pero no puedo extenderme más en torno a
esta materia en el presente pequeño trabajo.
Que se encarguen de recoger lo mucho que existe en ese campo los investigadores jóvenes hijos de esta tierra,
que los hay muy buenos.
Tomado
de la Recopilación Histórico Cultural
REPUNTES
II- EL SAN FERNANDO DE AYER
de
Edgar de Jesús Decanio
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