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miércoles, 29 de abril de 2020

JESUS ANTONIO RAMIREZ






Guasdualito entre Poemas, Cuentos y algo más
personajes del ayer

GENERAL DE BRIGADA JESUS ANTONIO RAMIREZ
ÚLTIMO COMANDANTE DEL "CUARTEL VIEJO DE GUASDUALITO"



General de Brigada Jesús Antonio Ramírez. Experimentado castrense gomecista, cuya bizarría y astucia quedaron demostradas en la lucha contra las revueltas caudillistas en buena parte del siglo IX hasta las primeras décadas del siglo pasado. Según el historiador barines José Ruiz Guevara, este general era oriundo de Torunos (Barinas), desconociéndose la fecha exacta de su nacimiento. Por razones de servicio militar fue acantonado como Segundo Comandante del Ejército, en la villa de Guasdualito.

Para el 23 de Junio de 1921, en el hecho histórico que se conoce como la Batalla de Guasdualito, defendió junto al general Benicio Giménez, la toma de la plaza, atrincheradas las fuerzas gobierneras en El Cuartel Viejo (hoy día sede de la Comisionaduría de Gobierno). Extensas horas de combate a plomo limpio y machete en mano, fueron la prueba fehaciente de la madera militar de aquellos hombres y sus comandantes, que resistieron sin encorvo las desordenadas y suicidas cargas de los batallones de Pedro Pérez Delgado (Maisanta) y Emilio Arévalo Cedeño. Obligándose estos últimos, por órdenes expresas del doctor militar Roberto Vargas (El Tuerto), a retirarse a las inmediaciones de Las Angosturas.

Del general Jesús Antonio Ramírez se ha escrito poco, algunas reseñas importantes son las encontradas en el libro Cuartel Viejo de Guasdualito de Exer Fulco (2013: 22) que se cita textualmente: “…el ultimo comandante de este cuartel, fue el General de Brigada Jesús Antonio Ramírez, hombre muy humanitario, a tal punto que en muchas ocasiones se desprendía de algunos recursos económicos para ayudar a la gente humilde…” (Sic)
Lo anterior da una referencia del aprecio granjeado del general en el Guasdualito campero y pastoril de la época, convertido por las circunstancias en benefactor de campesinos y regidor del orden público en la pequeña población llanera. Si bien era cierto, que era una persona sin preparación docta, también fue cierto que su audacia y determinación en el combate eran apreciadas por su superior inmediato: el gobernador Vincencio Pérez Soto (Viva Gómez y adelante), y por el propio “Benemérito” con quienes mantenía comunicación directa a través del sistema de telégrafo en torno a los acontecimientos y movimientos de los rebeldes por el suroccidente del estado Apure. Luis Damiani (1913-2006), coronel retirado y recordado telegrafista (1933), tuvo la oportunidad de conocer de cerca al general Ramírez, hecho que resalta en parte de sus memorias autobiográficas subtitulada “Guadualito, donde se devuelve el viento” , en donde expresa lo siguiente : “el general Ramírez era un hombre astuto y dotado de una prodigiosa inteligencia natural, pero también iletrado, razón por la cual tenía que leerle los telegramas que recibía y redactarle los que enviaba según sus instrucciones” (Sic).

Escudriñando algo más sobre este personaje, encontramos la siguiente anécdota publicada en el libro Guasdualito en la historia, de Luis Felipe Martínez Veloz. (2006:27) Editorial El Perro y La Rana.
“Es bueno resaltar que una vez nombrado Comandante del Cuartel Nacional el general Jesús Antonio Ramírez fue un lenitivo para los habitantes de Guasdualito, debido a que este general, era un ciudadano de extracción popular, y una gran mayoría de gente humilde acudía ante él, cuando eran atropellados por las arbitrariedades de los jefes civiles, además solicitando ayuda económica, al encontrase en mala situación, el viejo general siempre estaba dispuesto a prestar ayuda a los que acudían a su presencia. En una oportunidad cuando desempeñaba el cargo de jefe civil del Distrito, Darío Jiménez Liscano haciendo de las suyas, cobrando impuestos onerosos a su antojo a los campesinos, ya que los concejos municipales no tenían ninguna autonomía para esa época. Un día de trabajo fue el general Ramírez a visitar al jefe civil, y al tocar la puerta de la jefatura nadie le contesto, se encolerizo de inmediato dándole un fuerte golpe a la jefatura, nadie le contesto, por segunda vez volvió a darle otro golpe a la puerta con el fuete, que nunca le faltaba en las manos, la puerta se partió en pedazos por lo tostado que estaba la madera. De inmediato se presentó el jefe civil ante el general Ramírez diciéndole, pase adelante y tome asiento general, a lo que este respondió: “no vine a sentarme ni hablar pendejadas; vine a decirle que estas echando mucha vaina a esta pobre gente, cobrándoles impuestos por las raíces de yuca que traen a vender los campesinos para comprar alimentos y llevarles a los sutes, por lo que te advierto Darío: si sigues echando vaina a esta pobre gente, vamos a tener un parto aguao; le dio la espalda y salió hacia el cuartel, quedando Darío Jiménez pupao del miedo, a poco rato mando el general Ramírez un carpintero a reparar la puerta que habría quebrado”. (Sic)

Derrotada la acaudillada, desaparecida en diáspora y lograda la pacificación del país, el general Ramírez continúa en el cargo hasta su deceso ocurrido a mediados de la década del cuarenta del siglo XX, dejando una prolífica y digna descendencia de hombres y mujeres que fluyeron su apellido a lo largo y ancho de las geografías alto apureñas y estados vecinos. Recordado en la historia local como: El Último Comandante del Cuartel Viejo.


Textos por Aljer "El Chino" Ereú.
Tomado de la Pag. de Facebook Propáez Ong ‎Guasdualito, un pueblo con historia

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