JULIO DE ARMAS MIRABAL
Elegido directamente
Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina para el Sillón XXXV, el
28 de julio de 1949, sucedió al Dr. Hermógenes Rivero Saldivia. Se incorporó el
28 de octubre de 1965 con el trabajo “Antimano y su Comunidad. Estudio
Medico-Social”, cuyo Juicio Crítico lo hizo el Dr. Miguel Zúñiga Cisneros. El
Acto de recepción se realizó el 7 de diciembre de 1967, le dio la Bienvenida el
Dr. Henrique Benaim Pinto, Sillón IX. En el Índice Global de la Gaceta Médica
de Caracas aparece con 14 publicaciones. Fue Director de la Gaceta Médica de
Caracas, 1976-1978. En la Junta Directiva fue Vicepresidente 1982-1984 y Presidente
1984-1986. Médico, profesor universitario, político, escritor, diplomático y
ganadero guariqueño. Rector de la Universidad Central de Venezuela (1948-1951).
Fueron sus padres Julio de Armas Matute y Juanita Mirabal. En Caracas se graduó
de bachiller en filosofía y letras en el liceo Caracas (1925) e inició estudios
de medicina en la Universidad Central de Venezuela, de donde 106 egresó con el
grado de Doctor en Ciencias Médicas el 20 de julio de 1932, con su tesis “Las
leches de consumo y su problema en la higiene infantil”; Cursó estudios de
postgrado en Medicina Interna en Nueva York y Buenos Aires. Como profesional de
la medicina participó en numerosas actividades tanto en el nivel privado como
en el público, al mismo tiempo que cumplió labores docentes en la Facultad de
Medicina de dicha universidad, en la cual alcanzó el rango de Profesor Titular.
De Armas Mirabal le correspondió estar entre los galenos que le practicaron la
autopsia al cadáver de Juan Vicente Gómez (18.12.1935). De Armas Mirabal prestó
servicios a instituciones como la Cruz Roja, la Policlínica de Maracay, el
Hospital Bolivariano de Caracas, la Policlínica de Caracas, el Instituto de
Previsión y Asistencia Social del Ministerio de Educación (IPASME), entre
otras. Asimismo, ocupó varios cargos en la administración pública:
Vicepresidente de la Asamblea Legislativa del Estado Aragua (1936-1937),
Director del Hospital Vargas (1940- 1942), miembro del Directorio del Banco
Central de Venezuela (1943), Vicepresidente y Presidente de la Junta Directiva
del Hipódromo Nacional (1944), Diputado principal por el Estado Guárico al
Congreso Nacional (1940-1944), Director de Sanidad en el Estado Miranda,
Ministro de Educación (1958-1959) y Embajador de Venezuela en Argentina
(1959-1962). También participó en la fundación de instituciones como la
Asociación de Bienestar Estudiantil (OBE) de la Universidad Central de
Venezuela, el Colegio de Médicos del Distrito Federal, la Sociedad de Medicina
Interna, la Sociedad Venezolana de la Historia de la Medicina, la Federación
Médica Venezolana, la Comisión de la Fiebre Aftosa, el Teatro Universitario y
la Estudiantina de la mencionada universidad. Como reconocimiento a sus
múltiples actividades intelectuales y su labor médico-docente recibió numerosas
condecoraciones y distinciones académicas. Entre sus múltiples publicaciones
figuran los siguientes libros: El problema de la salud rural en el estado
Guárico (1944), Hombres y palabras (1957) y La ganadería en Venezuela (1974),
entre otras.
Julio de
Armas Mirabal nació en Guayabal, Edo. Guárico, el 25 de octubre de 1908. Hijo
del médico y farmaceuta Julio César de Armas Matute (1879-1937) y Juanita
Mirabal. El matrimonio tuvo 8 hijos.
Contrajo
nupcias con Olga Pérez López; y el enlace tuvo descendencia.
Estudió en
el Liceo Caracas (1925); y en la Universidad Central de Venezuela, UCV,
medicina (1932).
Médico-militar
(1933) en la Base militar de Turiamo, Edo. Aragua, con el grado de Capitán.
Estuvo entre
los galenos que le practicaron la autopsia a Juan Vicente Gómez el 18 de
diciembre de 1935. Fue Inspector Nacional de Sanidad Militar; trabajó para la
Cruz Roja; la Policlínica de Maracay, Edo. Aragua; el Hospital Bolivariano de
Caracas; la Policlínica de Caracas; y el Instituto de Previsión y Asistencia
Social del Ministerio de Educación, IPASME; vicepresidente de la Asamblea
Legislativa del Edo, Aragua (1936-37); director del Hospital Vargas (1940-42);
miembro del Directorio del Banco Central de Venezuela, BCV (1943);
vicepresidente y presidente de la Junta Directiva del Hipódromo Nacional
(1944); diputado principal por el Edo. Guárico al Congreso Nacional, hoy
Asamblea Nacional (1940-44); Rector de la UCV (1948-51); director de Sanidad en
el Edo. Miranda; ministro de Educación (1958-59), y estuvo entre los
signatarios, el 23 de mayo de 1958, del resuelto que estableció como Ave
Nacional de Venezuela al Turpial; embajador de Venezuela en Argentina
(1959-62); vicepresidente de la Academia de Medicina (1982-84); presidente de
la Academia Nacional de Medicina (1984-86); Individuo de número de la Academia
Nacional de Medicina (1949); y director de la publicación Gaceta Médica
(1976-78).
Fundó la
Asociación de Bienestar Estudiantil (OBE), el Teatro Universitario y la
Estudiantina de la UCV; el Colegio de Médicos del Distrito Federal; la Sociedad
de Medicina Interna; la Sociedad Venezolana de la Historia de la Medicina; la
Federación Médica Venezolana; y la Comisión de la Fiebre Aftosa.
Obtuvo los
siguientes premios; el Alejandro Próspero Reverend (1941); y Henry Pittier
(1953).
Autor de las
siguientes publicaciones: El problema de la salud rural en el estado
Guárico (1941); Hombres y palabras (1957); y La ganadería en Venezuela (1974),
entre otras.
El médico,
docente universitario, político, escritor, diplomático y ganadero guariqueño
Julio de Armas Mirabal falleció en Caracas, el 3 de julio de 1990.
El escritor
Dario Laguna comparó a Julio De Armas con Simón Rodríguez por sus ideas sobre
el trabajo y la formación del hombre; con José Maria Vargas por su probidad y
la consagración a la Medicina, la educación y el estudio de las enfermedades
tropicales; con Francisco Lazo Martí por el halo poético que animó su vida; y
con Monseñor Arturo Celestino Alvarez por su bondad y pureza del alma. Wolfgang
Larrazábal, ex-presidente de Venezuela dijo de nuestro biografiado “Si hay
hombres honestos en nuestro país ese es Julio De Armas y que con su
extraordinaria fe que tiene en los pueblos, junto con él se puede hacer bien
para la patria”. Ramón Díaz Sánchez elogió la pluma de De Armas, la cual, según
su apreciación reflejaba los problemas del país. Carlos Díaz Sosa lo asocia al
llano. Ismael Puerta Flores lo definió como “hombre preocupado y apegado a todo
aquello que requiere observación y salvaciones de pueblo y tierra”.
José León
Tapia definió a Julio De Armas como un venezolano auténtico. Santiago
Betancourt Infante afirmó: “...Bien vale recordar a un universitario de la
talla de Julio De Armas... Recordarlo es vivir en toda su emoción y profundidad
la historia de la universidad venezolana en las duras pruebas de la represión
política, cuando la dictadura se enseñoreó sobre los penachos humanos,
científicos e intelectuales del Alma Mater”.
Fue un médico ejemplar que
desde las trincheras que le tocó luchar, bien sea la del Rectorado de la UCV,
como Ministro de Educación, Embajador, Presidente de la Academia Nacional de
Medicina, en el campo, o en su consultorio fue portador de un sentimiento puro
de venezolanidad, signado por la fe y la perseverancia en el trabajo creador y
por el amor inmenso a la Patria.
El apellido Armas es de
raíz hispánica y es tradicional en las Islas Canarias. El rey Juan II de
Castilla concedió en nominativo De Armas a unos armeros reales. En Venezuela el
apellido fue diseminado por cuatro hermanos: Doroteo, Calixto, Vicente María y
Sebastián de Armas. Los primeros De Armas se asentaron en el pueblo de San
Lorenzo, al norte del Estado Anzoátegui.
En su libro “Presencia de un hombre” De Armas describe una intervención quirúrgica en pleno llano, ejecutada por su padre: “Tuvo lugar el acto quirúrgico en su hato La Becerra, cerca de Agua Amarilla. La operación se llevó a cabo en un caney, sobre una mesa de oscurecidas tablas, y los operadores se auxiliaban con agua caliente para esterilizar; una totuma para colocar algodones con cloroformo como anestésico; poncheras, pailas y muebles rústicos ocupaban aquel improvisado quirófano, de piso de tierra y donde entraban libremente polvo y moscas”. Julio De Armas hijo midió, con un reloj de bolsillo, el tiempo de la intervención, la cual consistió en la amputación del muslo del paciente en su tercio superior por sufrir de gangrena seca por arteritis obliterante senil.
En su libro “Presencia de un hombre” De Armas describe una intervención quirúrgica en pleno llano, ejecutada por su padre: “Tuvo lugar el acto quirúrgico en su hato La Becerra, cerca de Agua Amarilla. La operación se llevó a cabo en un caney, sobre una mesa de oscurecidas tablas, y los operadores se auxiliaban con agua caliente para esterilizar; una totuma para colocar algodones con cloroformo como anestésico; poncheras, pailas y muebles rústicos ocupaban aquel improvisado quirófano, de piso de tierra y donde entraban libremente polvo y moscas”. Julio De Armas hijo midió, con un reloj de bolsillo, el tiempo de la intervención, la cual consistió en la amputación del muslo del paciente en su tercio superior por sufrir de gangrena seca por arteritis obliterante senil.
La vocación de médico nació en Julio De Armas, hijo a partir de
la intervención quirúrgica descrita. Desde entonces empezó a operar ratones y a
soñar con ser médico algún día. Además el ambiente del hato Agua Amarilla
predisponía en todo hacia la profesión de Hipócrates. El padre en la farmacia
preparaba muchos medicamentos, píldoras, cápsulas, pomadas vermífugos,
purgantes, tónicos y reconstituyentes. Daba nombres a sus fórmulas como “Tiro
seguro 606” o “Píldoras del trabucazo”, etc.
Los estantes
con medicamentos, morteros, espátulas, instrumentos quirúrgicos y el
consultorio con los pacientes constituían una atmósfera galénica, digna de
recordar y ser imitada más tarde. Los enfermos esperaban su turno de consulta
bajo los árboles. De Armas describe el cuadro así: “No
puedo olvidar aquellas matas de chaparro y otras que formaban la arboleda a la
entrada de la casa, sesteadero de bestias ensilladas y de gentes que se
cobijaban del sol, dando el aspecto de un ejército permanentemente acampado”.
Quienes conocieron al Dr.
Julio De Armas hablaron de su calidad humana y competencia profesional. Darío
Laguna lo catalogó como “uno de los venezolanos más útiles de este siglo”, en
una conferencia con ese mismo nombre, en homenaje a nuestro personaje, con
motivo del Primer Congreso de Literatura Guariqueña realizado en Calabozo en
1988. Laguna remata su semblanza sobre Julio De Armas haciendo hincapié
en su vida activa y afortunada por la variedad de las tareas personales y
sociales que cumplió de manera exitosa y cree que cuando nació “de pronto, como en los
cuentos maravillosos, entró al cuarto sigilosamente, sin ser vista, la Diosa
Fortuna, se acercó al niño y lo besó levemente…luego abrió la ventana y se fue
con la brisa”.
Wolgfang Larrazábal,
ex-presidente de Venezuela dijo de nuestro biografiado “Si hay hombres honestos en
nuestro país ése es Julio De Armas y que con su extraordinaria fe que tiene en
los pueblos, junto con él se puede hacer bien para la patria” Marcelino
Herrera Vegas, destacado cirujano argentino, reconoce su labor médico social y
su talento como escritor y poeta. Luego agrega: “Sin querer ser profeta, puedo
vaticinar que usted culminará no sólo como médico en Venezuela, sino que
también en cualquier otra actividad que desee emprender, estándole reservada
una actuación brillante como político y parlamentario, donde se pondrán de
relieve sus descollantes condiciones”.
Adolfo Rodríguez anotó, en
uno de sus innumerables artículos periodísticos: “Creo que Julio De Armas
alguna vez usó un seudónimo muy consecuente con uno de sus afectos: Julio Del
Llano. Pero pudo usar tantos otros correspondientes a esa fiera voluntad de
hacer y crear vida...”. Rodríguez le adjudica varios epítetos a De Armas: Julio de la Universidad, Julio
de la amistad, Julio de las tertulias, Julio de la tradición, Julio de los
toros coleados; y como abarcó todos los caminos y todos los sueños nunca dejará
decaer JULIO DE LA VIDA.”
Por último Concepción Rachadell le dedicó unos cuartetos
Julio De Armas, médico famoso
que practicas el bien con caridad
eres -como tu padre- generoso
de un alma noble, plena de bondad..
Para ti la Medicina es sacerdocio
y la ejerces honrada y noblemente
no has hecho de tu ciencia un negocio
ni eres al infortunio indiferente..
Con la grandeza de un alma generosa
y la hidalguía de un corazón sincero
sabes ejercer tu profesión honrosa
y eres un perfecto caballero..
¿Quién no siente por ti vivo cariño
por esa sencillez que nunca pierdes,
por ese ingenuo corazón de niño
que se retrata en tus pupilas verdes?
que practicas el bien con caridad
eres -como tu padre- generoso
de un alma noble, plena de bondad..
Para ti la Medicina es sacerdocio
y la ejerces honrada y noblemente
no has hecho de tu ciencia un negocio
ni eres al infortunio indiferente..
Con la grandeza de un alma generosa
y la hidalguía de un corazón sincero
sabes ejercer tu profesión honrosa
y eres un perfecto caballero..
¿Quién no siente por ti vivo cariño
por esa sencillez que nunca pierdes,
por ese ingenuo corazón de niño
que se retrata en tus pupilas verdes?
Aristóteles una vez afirmó que en la poesía hay más verdad que en la
historia. Por eso sirvan estos versos para cerrar este esbozo biográfico sobre
Julio De Armas, un venezolano ejemplar que vivió intensa y útilmente su vida
como la pensó.-.
TEXTOS DE:
Lic. Sonia
Verenzuela T.
http://venezuelaehistoria.blogspot.com/2018/10/julio-de-armas-mirabal.htmlhttps://revista.svhm.org.ve/ediciones/2009/1-2/art-13/
Doctores
Venezolanos de la Academia Nacional de Medicina.
Datos biográficos (segunda edición) Por los doctores Leopoldo Briceño-Iragorry y
Francisco Plaza Rivas
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