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sábado, 25 de julio de 2020

LAS PIANOLAS, LOS SERENATEROS, LOS ENAMORADOS, LAS ROMANILLAS Y LAS RETRETAS EN LAS PLAZAS






LAS PIANOLAS, LOS SERENATEROS, LOS ENAMORADOS, LAS ROMANILLAS Y LAS RETRETAS EN LAS PLAZAS





LAS PIANOLAS

La Pianola fue un acontecimiento en San Fernando en el año de 1910, causo un verdadero revuelo y las familias pudientes compraban su pianola para disfrutar en su casa veladas "pianolísticas" y la juventud para bailar los sábados y domingos en los cumpleaños y cualquier otro motivo que le diera la oportunidad para poner un bailecito.

Las pianolas fueron las que enseñaron a todas esa juventud. ¿Y que era una pianola? Un piano corriente al que se le agregaba un mecanismo especial compuesto por una cantidad de pequeños fuelles al igual número de teclas.

Los fuelles al abrirse hacían funcionar el martinete y golpear la cuerda: Las piezas venían en tiras de papel de muchos metros de longitud, enrollados sobre bobinas de madera. Esas tiras de papel eran perforadas de acuerdo a la nota correspondiente y al pasar por delante de un peine, donde estaban las entradas de aire, bacía que los pequeños fuelles se abrieran actuando sobre los martinetes. Un invento muy ingenioso basado en los organillos de circo o de feria, cuyo funcionamiento era por medio de tiras de cartulina perforadas.

Los "tocadores de pianola" llegaron a formar una élite y siempre se les invitaba a las veladas pianolísticas" a las que asistían siendo aplaudidos y felicitados por la magnífica ejecución y ellos casi se sentían compositores e intérpretes. El London Bar frente a la antigua Plaza Libertad, fue el gran sitial de esparcimiento de los San Fernandinos. Entre los asiduos al canto de moda: ''Tangos", Don Manuel Gamboa, "Recitales'', Esperanza Parpacen asidua al piano. María Mayol, Guitarrista: Teófilo de Jesús Decanio, etc., el sitial de reuniones se denominaba "Salón Venezuela".

"LOS SERENATEROS"

En esta década de vivencias, por acá en el 1935, se acostumbraban las serenatas, estas siguieron hasta la decadencia a finales del 58, fueron sus mejores auges practicado por jóvenes de esa época tocadores de guitarras, mandolinas, maraqueros saxofonistas, estos iban con todo su aparataje y montaban su show con un cantante actualizado siendo su primera canción "Amorcito Corazón", eran trasnochadores del amor que después de pasadas las once de la noche irían a cantarles frente a la ventana a alguna muchacha de la que el contratante estaba enamorado.

En muy raras ocasiones, la inspiradora de la letra y de la música despenaba y se asomaba al postigo de la ventana, pero la mayor parte de las veces, quien se asomaba era el padre muy furioso y amenazando con un revólver o una escopeta le agradecía se retiraran, en otras ocasiones le lanzaba a los serenateros un balde con agua fría.
Es de citar algunos músicos compartíentes que cualesquieran, fueron una bella expresión de la juventud San Femandina. Entre ellos: Félix Marchena, Ramón García, Adán Fonerino, Jesús Martínez, José Ochoa, Héctor Rincones Sosa, César Bermúdez, Pedro Hernández Solano. Ramoncito Rodríguez, Carmelo  Aracas, etc. No había en ellos otra intención que despertar en la mujer amada el interés por el galán que enronaba la canción.

"LOS  ENAMORADOS"

En aquellos felices tiempos el enamorar a una muchacha era una tarea harto complicada. Rezaba un dicho popular: "A la mujer ni con el pétalo de una rosa". Y un enamoramiento a hurtadillas era muy mal visto y en más de una ocasión trajo tan angustiosos momentos que los padres se veían precisados a enviar a la hija a casa de algún pariente fuera de San Femando.

Las muchachas no podían salir solas a la calle y cuando solían hacerlo, a una visita a cualquier diligencia. Iban acompañadas de algún familiar muy cercano.

"LAS ROMANILLAS"

Han desaparecido "Las Romanillas" en San Fernando de Apure se fueron al olvido de casualidad queda una en la calle Bolívar, eran ventanas de gruesos balaustres de hierro, que servían de adorno y defensa. Las romanillas significaban el misterio, ocultaban las miradas indiscretas de viejas solteronas, de aburridas abuelas, de viudas que no tenían otra distracción sino averiguar la vida ajena.

Eran terribles las romanillas y en la vida San Fernandina ocuparon un puesto muy principal como sitio de observación de la actividad cotidiana, todas las ventanas de las casa tenían cuatro postigos, dos en la parte superior, que se abrían de vez en cuando para que se ventilara la sala, y dos en la parte inferior que quedaban ocultos por la romanilla a la mirada de los peatones.

"LAS RETRETAS EN LAS PLAZAS"

San Fernando era alegre y señorial en los días de Retretas en la Plaza de Bolívar, Libertad e Independencia. Están han sido amenizadas primordialmente desde los inicios del año 1900, por la Banda del Estado Soberano, Gómez y Bolívar.

La Plaza Bolívar, lugar de tertulia y de consecuencias de personalidades gobierneras, la gente iba los días ·Jueves y Sábados, se congregaban con las personas salientes de la Iglesia mientras que la Plaza Libertad, más popular, los días Miércoles y Domingos era abarrotada por el gentilicio donde se enternecían escuchando el violín y la voz de Don Luis Lleras Codazzi, bohemio sin vicios y jovial en la ronda es trasnochadora.

En la Plaza Independencia antes Gómez, llamada la Plaza de los Chóferes, las retretas eran formalidades estando a cargo su musicalización por la Banda del Estado dirigida por Don José Ángel Zurita quien lucho en pro de la Cultura Musical venciendo junto a Napoleón Baltodano todos los obstáculos que tropezaron el principio de esta jornada que hoy ha coronado su triunfo. Es de citar que la Banda Bolívar existe, pero no hay una estimulación sobre las Retretas en nuestra Capital Ciudad de la Esperanza San Fernando de Apure.

Textos de Edgar de Jesús Decanio. Repuntes III

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