PUBLIO
ANTONIO GUDIÑO
“EL VIEJO
MECHAS BLANCAS”
Por:
Aljer.-.
« El hombre
de trabajo siempre halla el sustento y no tiene por qué vender sus principios »
Frase de José Vasconcelos (escritor y político mexicano). La anterior locución
resulta propicia como introito del resumen biográfico de un hombre cuya
filosofía de vida fue trabajar y trabajar, manteniendo siempre su humildad,
humanidad y valores.
RESUMEN BIOGRAFICO.-
Don Publio Gudiño, este recordado hijo adoptivo de Guasdualito nace en el
año 1925, en la ciudad de Quíbor, villa artesanal de Venezuela, capital del
municipio Jiménez en el estado Lara (Ven). Hijo único de doña María Concepción.
Desde temprana edad llegaría a Periquera para quedarse y sembrarse en la tierra
alto apureña. El inquieto joven de mechas blancas con honestidad y trabajo se
granjearía de inmediato el cariño y aprecio de sus nuevos coterráneos. Puede
afirmarse sin temor a equivocaciones que este guaro-llanero contribuyó en
consideración con el apalancamiento del comercio local, logrando con sus
empresas un sólido crecimiento económico en pro del desarrollo de Guasdualito.
Lo de su pseudónimo era debido al encanecimiento prematuro de su cabello a
los 20 años de edad, razón por la cual optaría por implantar un look especial y
moderno, muy peculiar y atípica su famosa melena plateada. Como virtudes
humanas: su don de gente y alto concepto de la amistad siempre estuvieron
presentes. Don Publio llega a tierras guasdualiteñas a trabajar con sus tíos
Meleco y Cecilio Gómez. El trabajo consistía en ir vendiendo por los pueblos
llaneros: café, manteca, ollas y menudencias. Durante este tiempo se
desempeñaría como chofer de camiones recorriendo gran parte del llano apureño.
En esta labor germinaría el connubio con la tierra llana, adhesión que se
mantendría vigente hasta sus últimos días.
En 1959, año de la caída del presidente andino Marcos Pérez Jiménez, se
casa con Irma Eleonor Malpica Venegas, el casorio se efectuaría un 8 de agosto,
y de esa unión nacerían 8 hijos (5 hembras y 3 varones). Pasa el tiempo, se
establece con su médula familiar en la calle Cedeño #45, a pocos metros del
terminal de pasajeros de la linea “Expresos los Llanos”. En el año 1972
adquiere la franquicia para la distribución del gas doméstico, funcionando esta
empresa en su misma casa de habitación, además de ello, se dedicaría a la venta
de oxígeno, acetileno y materiales de construcción. Publio Gudiño fue un hombre
muy visionario y adelantado a su tiempo. Pionero en el comercio local, quizás
sea la persona precursora en cuanto al funcionamiento de talleres mecánicos, su
primer taller estaría ubicado al lado de la misma empresa autobusera.
Como radio aficionado también se ocuparía, siendo de gran apoyo a la
colectividad en las meses de invierno. Su afán de desarrollo lo hace traer un
tv a color con una poderosa antena de 30 mts de altura, cuyo diseño de
inmediato impactaría, convirtiéndose su casa en las tardes cetrinas en una sala
cinematográfica. Fue pionero de los Boys Scouts y uno de los fundadores la liga
inter estatal e internacional de football. En esa onda deportiva armaría un
ring de boxeo en el patio de su casa, allí era común ver a los vecinos y amigos
arreglando sus roces con la práctica de ese deporte.
En un aspecto más humano, don Publio era un hombre amante de los animales,
muestra de ello fue como con entusiasmo su casa fue convirtiéndose un mini
zoológico. En su parque ecológico tenía una jaula con 150 aves, además de
gansos, patos reales, conejos, gallinas, pavos, perros de diferentes razas
sobre todo doberman, bóxer y su preferido un bulldog, una danta, una onza y una
jaula con tres chimpancés fumadores eran la principal atracción del pueblo para
la época.
ANECDOTAS:
Su hija Dulce Alegría Gudiño, recuerda con amor entrañable a su Viejo
Mechas Blancas. Ella misma aporta:
“Mi buen padre era de muy buen humor y ocurrente. No siendo político era
político, al punto de el mismo referir que su tolda política era blanca, y él
decía en son de broma que hasta el cabello lo tenía blanco. Con el tiempo el
cabello se le fue poniendo verdoso y la gente comenzó a echarle broma que se
estaba cambiando al bando verde, esto hizo que se fuera donde doña Carmen de
Guevara, a pedirle que le echara un tinte blanco para que le quitara lo verde,
pero el tinte hizo un efecto raro y quedó morado, pero él todo eso lo tomaba
con mucha broma y buen humor. En otra ocasión hizo una apuesta que si el
partido Copei ganaba se cortaba la melena, y eso sucedió, al perder la apuesta
fue a donde el otro apostador a cumplir el pago, pero el amigo lo perdonó y no
quiso que cumpliera con lo acordado”.
Pudiera escribirse mucho más sobre este buen hombre, sobre este insigne
guasdualiteño que hizo de este pueblo su pueblo, queriéndolo entrañablemente.
Poseedor de sentimientos nobles y transparentes, lleno de ocurrencias, con
mucha visión y convicciones, que aporto con hechos a su pueblo. Profesante de
la fe cristiana enseñó a su familia que Dios está por sobre todas las cosas. A
sus 85 años un 27 de mayo de 2010 partiría al encuentro con el Redentor, dejando
en el plano terrenal legados imborrables. El Viejo Mechas Blancas en realidad
cumplió sus propósitos en esta vida, buen hijo, buen padre, buen hombre, buen
guasdualiteño. Hoy nuestro pueblo agradece el aporte de Publio Gudiño,
recordándolo con gratitud y honra.
AUTOR: ALJER EL CHINO EREÚ.-.
0 comentarios:
Publicar un comentario