En nuestro hogar cuando el
mes de septiembre mediaba y entraba octubre, mi abuela y mi mama Martina
preparaban esta exquisitez; mi papa siempre le gusto la pesca y cuando
regresaba con muchos pescado, estas dos señoras especialista en la cocina
criolla, tomaban el mejor bagre o dorado lo limpiaban de una manera muy
peculiar, calentaban agua con vinagre y se la echaban al bagre o dorado y le
exprimían limos, eso era para quitarle la pinta al bagre y al dorado ese color
amarillento, no era tanto por el color, sino por la babocidad que ellas decían
que le daba mal gusto al pescado.
El limpiar el bagre o el
dorado era todo un mito, luego que estaba limpio era que lo picaban en ruedas y
lo adobaban con ajo, sal y vinagre; mientras mi abuela limpiaba el pescado, mi
mama Martina picaba los aliños y sacaba el aceite onotado, los aliños todos
iban picados en trocitos lo mas diminuto posible, colocaban un caldero en la
cocina, le agregaban el aceite onotado y la mitad de los aliños picados, colocaban muy
cuidadosamente las rodajas de pescado sobre los aliños y cubrían el pescado con
el resto de aliño y añadían la sal y el comino y tapaban, cocinaba a fuego
lento, sin añadirle agua y sin voltearlo. Es expertas de la cocina criolla
usaban los siguientes ingredientes para este plato exquisito:
Ingredientes:
01 Bagre o Dorado
01 Cabeza de Ajo
01 Cebolla grande
04 Tomates maduros
01 Pimentón rojo
10 Ajíes dulces
01 manojito de cebollín
01 taza de aceite onotado
-- Sal
y comino al gusto.
Recuerdo que cuando en nuestra casa se cocinaba pescado guisado, mi abuela y mi mama Martina hacían de contorno: arroz blanco, hallaquita y ensalada cocida. Ellas nos decían que el pescado guisado era muy nutritivo y que nos ayudaba para el crecimiento; esas dos mujeres que fueron piezas fundamentales, fueron las que nos educaron en valores y siempre aprovechaban la cocina para impartirnos conocimientos.
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