REDES SOCIALES

miércoles, 28 de octubre de 2020

MIGUEL PADILLA HURTADO

 




MIGUEL PADILLA HURTADO

“EL ALMIRANTE”

Hijo bueno de un pueblo bueno,

un Magallanes guasdualiteño

de magmática pertenencia,

la humildad hace presencia

como hermana de su genio.

Propicia resultó la fresca mañana del día 29 de septiembre de 2018, para en compañía del profesor y ex alcalde del municipio Páez: Exer Fulco, efectuar una afable visita en su residencia solariega La Estación, al almirante Miguel Padilla Hurtado, un guasdualiteño de identidad y pertenencia, cuya trayectoria de vida es digna de respeto y admiración. Y es en vida de los hijos buenos cuando la gratitud de las nuevas fecundaciones de un pueblo debe hacerse sentir y demostrarse. En este sentido, es de gran dimensión, considerable y plausible, el empeño y esfuerzo de este almirante retirado de la armada venezolana, cuyas inquietas rizomas lo llevaron por motu propia, junto a su hermano Manuel a plasmar en estampa imprenta un compendio histórico cismático, tangible y exacto sobre su pueblo, siendo este texto referencia patrimonial obligada para los nuevos exegetas empeñados en lograr el ensamblaje de los intervalos históricos de nuestro hiperbórico y micénico pueblo. Agradecido estoy, por su atención y gesto de hacerme entrega de su libro: Identidad del Guasdualiteño, recibiendo además sus palabras de respaldo para continuar con el trabajo planteado.

RESUMEN BIOGRAFICO

Miguel Padilla Hurtado viene al mundo terrenal el 23 de agosto de 1937. Hijo de don Francisco Miguel Padilla Zapata y de la digna mujer Carmen Cecilia Hurtado, hija de don Enrique Hurtado, prospero ganadero nacido en Guardatinajas (Gua), siendo este, hijo del general Francisco Elías Hurtado García, combatiente en la llamada La Guerra Federal (también conocida como Guerra Larga, o Guerra de los Cinco Años), así mismo, rebisnieto por línea materna del coronel José Francisco Hurtado, el llamado “Lambe Lanza”, el mismo que acompañaría al centauro José Antonio Páez en toda su campaña libertaria, cuyos restos reposan en El Panteón Nacional.

Luego de cursar el sexto grado en el paraninfo Aramendi de su terruño natal, es enviado al Táchira a realizar estudios de bachillerato, una vez terminados sus saberes intermedios ingresa en la Escuela Naval de Venezuela. Su graduación como alférez seria en 1959, y de inmediato inicia su impecable hoja de servicio a bordo de los destructores de la Armada Nacional. Su profesionalización le dan merito como naval de operaciones y de constante preparación, con responsabilidades de comando y estado mayor.

Alcanza todos los grados militares en el tiempo establecido por ley y norma de carrera, ocupando varios cargos, de los cuales se mencionan: Comandante del “Patrullero Alcatraz” y del Transporte “Capana”, Comandante del Cuerpo de Cadetes y Su-Director de La Escuela Naval de Venezuela, Edecán del presidente Carlos Andrés Pérez, Comandante de Adiestramiento Naval, Comandante de la Escuadra, Comandante Naval de Operaciones. Alcanza el grado de Vicealmirante, y luego el de Almirante, para optar al retiro luego de más de treinta años de servicio en el componente naval.

En un aspecto más humano y privativo, su filantropía lo lleva en preocupación a gestionar becas universitarias para los jóvenes de su pueblo, es así como a través del Programa Gran Mariscal de Ayacucho, varios guasdualiteños tuvieron la oportunidad de acceder a prestigiosas universidades en el extranjero. Su sentido de pertenencia lo anima (como se mencionó preliminarmente) con su hermano Manuel Padilla Hurtado (Ingeniero civil) a dejar un legado escrito sobre el pueblo fundado por José Ignacio del Pumar y Traspuesto 

(Márquez de las Riveras de Boconó y Masparro y Vizconde del Pumar), cuyo título es: “Identidad del Guasdualiteño”, resultando esta documentación en sumo valiosa para los nuevos investigadores y escribientes de la historia local, debido a la inclusión de elementos históricos-culturales importantes que permiten entender con claridad y sin resquicios maniqueicos: el limen genético del gentilicio guasdualiteño, por ello es mi recomendación objetiva hacer lectura sobre su vademécum bibliográfico.

 

POR: Aljer Chino Ereú.-


0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Blogger Templates