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martes, 14 de marzo de 2023

LA MEJOR BODEGA DEL MUNDO

 


La mejor bodega del mundo era la de Matute y Abigail en Los Corrales de Guasdualito


Por Juan Carlos Zapata.

Este texto lo escribí y publiqué en KonZapata el 12 de noviembre de 2018. Vamos a rescatarlo. Me impresionó la foto. La imagen de la bodega. Lo abastecida que estaba la bodega. Ahí están los productos de la tranquilidad. Parece un retrato de la abundancia. Hoy sería algo así como el cuadro de cierta opulencia y, sin embargo, era la normalidad en Guasdualito y Venezuela. Porque antes las bodegas estaban bien abastecidas. 


Esta era la bodega de Abigail Padrón, viuda de José Antonio Matute, ubicada en el barrio Los Corrales, al este de Guasdualito, en el extremo de la calle que conectaba con el llano, paso de ganado, paso de hombres y mujeres. Paso del tiempo, que un almanaque también cuelga en la estantería de Abigaíl, y también se ve uno de aquellos viejos teléfonos de disco de la CANTV. 


Detallemos la fotografía. Hay la sal de la vida. Hay el azúcar del placer. Hay salsa de tomate Heinz. Y mostaza. Y compotas para calmar el llamado de los niños. Hay crema de arroz Polly. Y hay la Maizena Americana, gran producto nacional. Y también la Nenerina. Nada falta para levantar los muchachos. 


Y hay los caldos concentrados y los cubitos del sabor. Y mayonesa y margarina Mavesa. Y aceite vegetal. Hay pasta y atún. Y la mermelada y la gelatina del postre. Hay fósforos, se ven las cajitas colocadas encima de las velas y los velones para la luz de los vivos y los muertos. Hay velitas de cumpleaños azules y rojas. Hay harina Robin Hood y también avena. Hay hasta salsa rosada, gran invento de la industria local.


La bodega fue fundada en 1960, me dijo Abigail Padrón. Vendió una casa en La Palma, un caserío cercano a Guasdualito, y con esos recursos inició el negocio que cerró a su muerte, hace 5 años. (Ahora serían 8 años).


“La empecé yo aquí en 1960 cuando las calles todavía eran de barro. Aquí lo que llegaba era pura gente de a caballo. Entonces había muy poquitas casas. Esto eran potreros, corrales de encierro de ganado. Por eso se llama Los Corrales. Y era un llegadero. La gente paraba a comprar aquí. Como hoy todavía paran los que pasan para el llano en carros y motos. Matute tenía también una bodega en el centro del pueblo, donde hoy queda la farmacia”.


Un tiempo Matute estuvo al frente de esta bodega, pues la del centro cerró. Y se turnaba con Abigail. 


En 1997 ya Matute no estaba. En la bodega también se vendía cerveza. 


En la foto se observa que hay los cepillos para barrer la casa. Y el jabón Las Llaves y el detergente Nevex para mantener la blancura de la ropa. Y hay, se aprecia, lavaplatos y esponjas para fregar. Y hojillas de afeitar. Y el infaltable papel sanitario. Porque en la bodega de Abigail Padrón había de todo lo que necesita una familia para vivir. Sin preocupaciones de escasez. Sin que la torture las compras nerviosas. Sin que la acose la incertidumbre y la duda.


También la bodega fue la vida de Matute y Abigail. Tuvieron 9 hijos. Tres habían muerto cuando hablé con ella.


“Me quedaron seis. Neptalí, Israel, Antonio, Hitler, Zaida y Dulce”. En efecto, Hitler. Así lo bautizó el padre. “Vainas de Matute”, dijo Abigaíl. “Yo qué sé, por qué lo bautizó así. Por el Hitler ese alemán que hizo una guerra y mató a tanta gente. A él le gustaba ese nombre, Hitler”. 


Curioso que a un hijo lo llamara Hitler y a otro Israel. Y Dulce, en realidad es Dulcinea como la del Quijote. 


Más de 30 años estuvieron juntos, Matute y Abigail. Por esos días que conversé con Abigaíl estaba recién operada. Una hija, licenciada en química, que estaba a punto de terminar el doctorado, la llevó a Barquisimeto a que la intervinieran. Ella estaba muy orgullosa. 


La bodega estaba adornada con serpentinas. Era diciembre. Su hija Dulce le dijo que había que adornarla para que se viera bonita. Y Abigail estaba contenta. Además, la bodega estaba surtida. Sin duda. Porque hay comino. Y canela y clavitos dulces. Y hay carne de buey. Y salsa inglesa. Y hay sal de fruta Eno, para los más delicados del estómago. 


Hay más productos que no se logran identificar. Y los hay porque allí están las facturas. Un montón de facturas cuelga del estante, lo que indica que hay cuentas pagadas y cuentas por pagar a los distribuidores –todos venían de San Cristóbal- de Mavesa, aceites Vatel y Diana. Cuentas por pagar a la Indulac. Y si había facturas de la Indulac entonces había leche, potes de leche completa y potes de leche condensada La Campiña -estas sí se ven- o litros de leche en la nevera que quedó fuera del encuadre de la fotografía. 


Lo que también se ve es la caja de madera. La mano izquierda de Abigail Padrón, en la que reluce el reloj, está posada sobre ella sin cubrirla. La misma caja azul de todos los años, en la que los muchachos fueron pegando y despegando calcomanías. Era la caja para los billetes y el sencillo. Todo revuelto. Como los recuerdos.

domingo, 12 de febrero de 2023

DON MANUEL FUENTES

 



Don Manuel Fuentes, el más grande ganadero de Venezuela.


Manuel Fuentes, nacido en San Francisco Javier de Lezama (Guárico), y casado con María Gilly Lavado, se iniciaría como minorista de insumos alimenticios, ya residenciado en Guasdualito en la segunda década del siglo acaecido, su sagacidad lo llevaría a ser dueño de catorce grandes hatos en Colombia y diecisiete en Venezuela, por referir solo algunos (en nuestro país): Platanal, Las Delicias, El Cedral (vendido en 1971 a la compañía Anónima Río Yaracuy) Mata Negra, Mata de Tranquero, Chiricoa, Caucagua, Campo Alegre, El Torreño, La Venganza, San Pedro, La Miel, (cambiada pelo a pelo años más tarde a Francisco Padilla) y el hato Mata de Guamo, en la parroquia Bruzual, del municipio Muñoz. Convirtiéndose en su tiempo en el hombre más rico del llano colombo-venezolano, bien pudiera decirse que estas extensiones llegaban a donde alcanzaba la vista y más allá. Sus hijos: Heriberto (veterinario muerto en un accidente aéreo), Manuel, Josefina y Delfina, heredarían a la muerte del próspero y ganadero una inmensa fortuna que perdudaria con el tiempo.

 Son muchos los anécdotas que quedaron en el recuerdo de las personas que conocieron a Manuel Fuentes y puedo decir que las personas que entrevisté, nunca me hablaron, que fue un hombre malo, al contrario, todos hablan de la bondad de este ganadero. José de los Santos Mercado, mejor contigo en Bruzual, como "Pipuque" , me comentó que el trabajó en el hato Mata de Guamo, con Manuel Fuentes, entre otras cosas me comentó, que a él lo mandaron a esperar a Fuentes en el aeropuerto de las Tiamitas y cuando se bajó del avión, pregunta dónde está la persona que mandaron del hato, para esperarme y yo le dije. Aquí estoy esperando, el me dijo suba al avión y saque unas mochilas que están allá y el piloto me ayuda a sacarlas, todas estaban llenas de dinero, para el pago de todos los trabajadores de los diferentes hatos que tenía Don Manuel, por el camino me pregunta, que de donde soy yo y le hable de mi familia, cuando llegamos al hato, comió con los obreros y habló mucho con todos, con un trato muy respetuoso a todos, esa noche se acerca a dónde estaban los llaneros con un cuatro, tocando y cantando, hasta que tarde de la noche se fue acostar. salía del hato Mata de Guamo solo en la yegua, cargado de dinero y nunca fue robado en ésas travesía.

Fuentes fue un gran cultivador de amistades, en sus viajes de hato en hato, visitaba las casas de muchos campesinos, que vivían en las periferias de sus predios, en ésas casas pernotaba y conocía de las carencias de esas personas y siempre estaba atento de sus necesidades ya que ellos eran importantes para el funcionamiento de sus unidades de producción, ellos producían, los frijoles, platanos topochos y todos los rublos que requerían en el hato. A éstos productores Manuel Fuentes, les decía que pasarán por el hato buscando una vaca, para su alimentación, me comentó Pipuque, que Manuel Fuentes en ésas travesías, encontraba una res con gusanos que no era de las del y se desviaba de la ruta que llevaba para informarle al campesino y con la información también le aconsejaba que estuviera más pendiente de sus animales, que quizás hoy una res no vale mucho, pero con el tiempo, esos animales serán garantía de una mejor vida de usted y su familia.

Ésto denota la calidad humana de este ganadero. Me comentó Rafael Alberto Gilly, mejor conocido como Cocho Gilly, que en una oportunidad, el presidente de la república, Juan Vicente Gómez, le mandó a Manuel Fuentes, cuatro cajas de armas, para que armara la gente de los hatos, para su defensa y esas armas permanecieron en sus cajas sin abrirlas, hasta que el mismo Manuel Fuentes, fue a Maracay a entregarlas, Gómez que era un hombre muy astuto, le pregunto a su compadre, pero usted no las utilizo y Fuentes le respondió, no compadre, la gente en Apure, saben que usted y yo somos amigos y no se meten conmigo. Pero no era por eso, era que Manuel Fuentes, no era hombre de injusticias. También me comentó Pipuque, que en una oportunidad, agarraron unas personas de Bruzual con un novillo fuentero y cuando el supo, pidió al administrador que le aperaran una bestia para arreglar ese caso, llegó a Bruzual y ordenó que soltarán esa gente y les dijo que cuando necesiten una res busquen en el hato, que tienen orden mía.

Me comentaron, que en Guasdualito, le avisaron a Fuentes, que las autoridades detuvieron un hombre con un novillo del hierro de Fuente y el se traslada al sitio y habló con el campesino, le pregunto por la cabeza del animal, por el cuero y el campesino le respondió, que el cuero era para una campechana y que todo estaba en la canoa y el viejo, le aplicó la misma fórmula, que a todos los que estaban en este problema, cuando necesites carne, pasa por el hato y le dices al administrador, que te amare un vaca.

Manuel Fuentes, estaba consiente, que era imposible controlar la perdida de tan crecido número de animales, que pastaban en las sabanas y estos casos los utilizo para convertir éstas personas en sus aliados y de esta forma mantener una buena convivencia con la gente que lo rodean. En la época de los movimientos que luchaban contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, éstos grupos, nunca atentaron, contra Manuel Fuentes yo pienso que la actitud tomada por éste ganadero, le valió el respeto de todos.


Omar Viana, cronista del municipio Muñoz del estado Apure.

Bruzual 09 de febrero del 2023

jueves, 8 de diciembre de 2022

PUEBLO VIEJO Y SU JOSEFINO

 


PUEBLO VIEJO Y SU JOSEFINO


BREVE INTROITO.-

Doscientos cincuenta y un años (251) se cumplirán en julio del 2022 de la fundación (1771) de Guasdualito por parte de José Ignacio del Pumar y Traspuesto, Marqués de la Rivera de Boconò y Masparro, Vizconde del Pumar, agregando a la identificación nobiliaria los nombramientos de Cabo de Guerra, y Teniente de Gobernador y Justicia Mayor de Barinas. Este importante hecho histórico no debe pasar bajo la mesa por el bien de nuestra identidad patrimonial, de por sí ya es lamentable que una cantidad considerable de guasdualiteños desconozcan por indolencia e incuria lo convencional de nuestro pasado hereditario, por lo que es necesario que se tomen cartas al respecto para que no desaparezca en el limbo nuestra esencia histórica.

SOBRE LA FUNDACIÒN.-

Lo conocido de manera convenida sobre la fundación es lo escrito por varios historiadores, unos más que otros en cercanía con la autenticidad del suceso, teniendo un punto de confluencia de opiniones en lo señalado en La Intendencia del Ejercito y Real Hacienda, perteneciente el documento al Archivo General de Las Indias en Sevilla (Esp), del cual extraemos (tal y como fue manuscrito) unas interesantes líneas: “consta que con superior permisión en el año de mil y setecientos y setenta, en que ejercía el empleo de teniente de gobernador …con superior aprobación y permiso allanó y pacificó el sitio de Guasdualito, jurisdicción de esta ciudad, distante de ella cerca de cuatro días de camino, lugar que se hallaba desierto, solitario e inhabitable, por ser el centro, abrigo y madriguera de indios bárbaros y por ello de gravísimo riesgo para los transitantes…(sic). Y sobre el aniversario de la conmemoración escribiremos llegada la fecha fundacional, mientras tanto, unos versos criollos a un amigo natural, al Josefino de Pueblo Viejo:


RESPUESTAS AL JOSEFINO 

/

Con rumbo hacia Pueblo Viejo

va un recuerdo peregrino,

recuerdo de aquel encuentro

bajo el árbol Josefino.

/

Once años que no son días

cuando aquel día coincidimos,

pareciera que fue ayer,

era mayo, allí nos vimos.

/

Las copas aposaladas,

áspero el tallo torcido,

con floración de miradas

nuestro intenso conmovido.

/

Hoy me preguntas por ella

te respondo Josefino.

El tiempo nos marchitó

las pinnas del rojo vivo.

/

Hoy me preguntas por ella,

te respondo Josefino.

El tiempo quiso en su tronco

quitarla de mi camino.

/

El tiempo cicatrizó

la marca cuando te herimos,

con la daga del romance

cuando aquello prometimos.

/

Hoy me despido de ti

florirojo Josefino.

Si volviésemos a vernos

será asunto del destino.


ALJER “CHINO” EREÙ.-.

viernes, 18 de noviembre de 2022

RECORDANDO A JUAN ZURITA

 

RECORDANDO A JUAN ZURITA

Por: Aljer “Chino” Ereù.-

BREVE INTROITO.-

Se presenta en ajustados párrafos un sumario de vida sobre uno de los principales galleros de nuestro terruño, líneas escritas sobre un hombre del llano, probo y laborioso, bien recordado por varias generaciones de guasdualiteños, su nombre: Juan Ramón Yánez (+) mejor conocido como Juan Zurita, y en el contexto, el historial de su gallera Las Carpas, entre otros aspectos de interés. Franco agradecimiento a su hijo Luis Yánez por las atenciones para con quien esto escribe.     

RESUMEN BIOGRÀFICO DE JUAN ZURITA.- 

Llanero de soga en mano

ganadero por vocación

gallero por tradición

laborioso ser humano.

En la travesía fue baquiano

bajo la luna clarita,

llanerazo Juan Zurita 

el del coleo y los gallos,

hoy refrescan los orvallos

su vida que fue proscrita. Aljer

 

     Juan Ramón Yánez, o Juan Zurita, como popularmente fue conocido, nació en Guasdualito (Apu) el 16 de noviembre de 1936, en el cobijo hogareño de Amalio Zurita y Eladia Yánez. Se identificaría por el resto de su vida con el apellido de su madre, ya que sus progenitores no estaban legalmente casados. Completaban el núcleo familiar sus hermanos menores: Isabel, Maximiliano, Rafael, Antonio, Luis María, Omar, Eduardo y Alirio. Su menoría transcurre al lado de sus seres queridos, nutriéndose y curtiéndose en la reciedumbre del llano. En su adolescencia se emplea como peón y arriero en los diferentes hatos y fundaciones del inhóspito entorno, llegando a ser mano derecha y arreador de ganado de Francisco “El Guate” García Camacho, importante ganadero y principal comprador de ganado en morocotas y pesetas de cinco reales.

     Fue testigo Juan Zurita de una época escabrosa y llena de dificultades, lapso en donde el niño se hacía hombre y el hombre se hacía centauro, protagonista de aquel tiempo cuando la primera actividad económica en el Alto Apure era la venta de ganado, acción fructuosa pero incordia que se iniciaba con el cruce de lotes reses por el viejo paso La Manga del Río, para luego transitar más de 300 Kilómetros por recuas infernales partiendo desde Periquera (Guasdualito), vadeando las sabanas de El Caimán, con pernocté en Boca de Monte y de allí rumbo a la Montaña de San Camilo, para un total de treinta y dos (32) travesías antes del destino final. Una verdadera odisea resultaba este difícil tránsito, solo expertos baquianos, arreadores y cagones eran los solicitados por portentosos ganaderos como Manuel Fuentes, José Natalio Estrada Utrera (El Pan de Arauca) Daniel García, Juan Bruno Espinoza, por solo mencionar algunos, para enrumbar el ganado hacia La Concordia (Táchira). Por allí anduvo Juan Zurita como muchos llaneros bizarros, escribiendo su propia epopeya lacera.   

     En uno de sus recorridos en breve descanso en el Rancho García ubicado a pocos kilómetros de la población de El Cantón, tuvo la suerte de coincidir con un trabajador del extinto banco de Desarrollo Agropecuario (Bandagro), de quien se hizo amigo y, quien lo ayuda a lograr un crédito bancario que dispone para la compra y venta de ganado. Con los recursos en mano Zurita tramita su primer hierro, y a partir de allí se dedica a la actividad ganadera hasta el final de sus días, ampliando su rebaño de forma honesta y esmerada. El 30 de agosto de 1958 contrae matrimonio con Aura Vicenta Madrid Melgarejo, de esta unión nacerían nueve hijos: Libia Marina, Juan Adalberto, Belkis Aleida, Pedro Enrique, Marga del Carmen, Luis Ángel, Wilson Yobanni, Nelson Orlando y Juan Carlos, descendientes directos quienes lo recuerdan con entrañable afecto. 

      En lo referente a su actividad ganadera. Su primer fundo lo compra en 1968 al señor Santiago Volcán, hermano de la cantadora Antonia Volcán, al que denominó Fundo El Paraíso, ubicado en el sector El Chinquero. Posteriormente en 1973 adquiere otro predio al que bautizó como finca La Florida, en el sector La Tierrosa, en las cercanìas de Guacas de Rivera, donde daría inicio a su ciclo como cebador de ganado. En el año 1985 le compra al Dr. Marcial Ruiz la propiedad denominada Las Tinieblas, ubicada a unos 10 km de la carretera nacional vía a San Cristóbal, entrando por las Margaritas, este fundo lo vende en el año1990. De allí continua con la crianza de ganado en el antiguo hato La Gallardera, en el cual se establece desde el 20 de diciembre de 1990, manteniéndose en el lugar hasta el día de su desaparición forzada el día 18 de julio de 2003. Hombre vernáculo y feraz que estaría por varios años en el deporte de los toros coleados, alejándose de esta actividad a raíz de una lesión en una pierna durante la ejecución de una coleada en una tarde de coleadera en una manga de coleo construida con guaduas por la segunda avenida del barrio Los Corrales, exactamente frente a la casa de doña Amelia Rodríguez, en el marco de unas fiestas patronales. También se destacó como cuatrista y mandolinista, siendo estos instrumentos y su afición musical el complemento de su versátil personalidad. 

EL GALLERO Y LA GALLERA LAS CARPAS.- 

     Como todo buen llanero Juan Zurita desde temprana edad mostró afición por las riñas de gallos. Ya en sus primeros años acompañaba a su padre a las galleras de los vecindarios, y pueblos vecinos. En esas lidias fue aprendiendo todo lo relacionado con la materia gallística. Años después constituye su propia cuerda y construye galleras provisionales en el sector El Chinquero, lugar donde habitaba con su esposa y algunos hijos. En al año 1967 en acuerdo familiar se mudan al histórico barrio Las Carpas, al poco tiempo construye la primigenia gallera en el patio de su casa debajo de un frondoso samán. Su primer ruedo permanente fue destruido por un inesperado incendio, razón por la cual construye la gallera Las Carpas en el año 1975, que se convirtió con el paso del tiempo en la mejor y más famosa de Guasdualito. En esta gallera se celebraban los desafíos gallísticos todos los 16 de julio en el marco de la celebración de las fiestas patronales en homenaje a la Virgen del Carmen, patrona de Guasdualito.

    Al comienzo su cuerda de gallos solo contaba con gallos adquiridos a diferentes criadores, pero poco a poco fue desarrollando su propia cría, la cual se volvió famosa y respetada al comprar un zambo de raza mestiza brasileña al señor Celso, que resultó de gran calidad como padrote, expresa su hijo Luis: “De allí proviene su famosa cuerda de gallos muy renombrada en toda la región”. En su trayectoria como gallero don Juan contó con peleadores de extraordinaria calidad, verdaderos imbatibles en las arenas gallísticas, recordados y celebres los gallos Guarracuco comprado a don Alfredo Maiorana, y que realizó combates en las galleras de Guasdualito, así como en las de Arauca- Colombia; Naranjita, el cual era de su hermano Omar Yánez pero que representaba a la Gallera Las Carpas, ganando más de diez (10) peleas. Otros que se destacaron fueron: El Tísico, Sereno Nacional, Malandro, Tableta, He Man, Corneta, Trompeta, Canal, Verdigalla. Estos gallos fueron entrenados o preparados para las riñas por diferentes cuidadores, entre los que destacaron Alberto Rojas, Alirio Yánez y Diógenes Rattia, quienes se esmeraban en poner a los peleadores en su punto óptimo para el combate.

    En la gallera Las Carpas se dieron cita los mejores galleros con sus mejores gallos de las décadas del 70,80,90 del siglo pasado hasta la del 2010, resaltando criadores de la talla de Alfonso Díaz (Barinas), Enrique Castillo, Luis Zapata, Oswaldo Cisneros y el negro Castillo de Palmarito, Mauricio Ramírez, Euclides Sandoval, Miguel Ángel Orozco, Olinto Rincón y el Dr. Noli Negrón (San Cristóbal), Chamorra y Orlando Bustamante de El Cantón; Fernando Torres de Guacas, Miguel Metoquina, la Sra. Rita, Nelson Barrueta, los morochos de El Amparo; el Dr. Garcés, Ferreira, Omar Blanco, Joaco Suarez de Arauca; Amable, Goyo, Napoleón y Pedro Contreras de Santa Bárbara de Barinas, Miguel Moreno y gallo maniao de Mantecal; Juan Cipriano, Asdrúbal Calzadilla y Tableta de Elorza, Rómulo Nadal, José del Carmen Rivero de la Trinidad de Orichuna, entre otros.

GALLOS Y GALLEROS.-

     Muchos fueron los gallos buenos que pasaron y salieron victoriosos por la gallera de Zurita, en este sentido por obligatoriedad deben mencionarse a buenos ejemplares famosos por sus picos y espuelas, de gran calidad en el combate como lo fueron: Cucharita, Tricolor, Periquera, Canadá, Mondonguero y Cuatro por Cuatro del doctor Homero Marchena. En esa índole, Sol de marzo, Botiquín, Pelo e´Guama y Camilo Pérez de Santos Zambrano; Miracielo, Whisky, Equis Cero, Lasgamil, El Gelioso, Palmasola y Chaqueta Negra de Piporo Maiorana; Remate y El Lindo del maestro Marcos Hernández Brito; Muleta de Nelson Barrueta; Pelota de José Pérez; Cotorrito de Pedro Orellana y Regalito de Justo García. Otros galleros guasdualiteños de respeto y membresía que estuvieron presente en la gallera Las Carpas fueron: Alfredo, Rogelio y Luis Maiorana, el Dr. Neptali Quintero, Pedro Fulco, Pedro Orellana, Dilcio Algarra, Pedro Méndez, Luis Carballo, Manuel Rojas, Víctor Rojas, Piporo Maiorana, Diogenes Rattia, Fila Briceño, Justo Guevara, Justo García, May Bitriago, Fulgencio Sajajù, Rafael Cacha, Mercedes Padrón, Laya, Mercado, Jesús Roque, Rubén Arguello, Omar Yanez, Juan Elías Carrasquel, Don Floro, Ramón Jara, Ramón Aquino, Juan Maiorana, Humberto Maiorana, Antonio Ojeda, Fray Salas, Celso, Hermanos Sajajù, Hermanos Becerra, Moyetones, Isidro y Manuel Rondón, José Pérez, Cruz López, Gato Moreno, Ramiro Ramírez, Yoyo Ereu, Manuel Briceño, Lucas Trejo, Pedro Méndez, Sergio Machado, Lorenzo Rodríguez, Ananías, Miguel Ángel, Mereicito, Pancho Roque, Alejo Aragoza, Carlos José Aragoza, el recordado Julián Colmenares y sus hijos Pola e Iván Colmenares, Pablo Vequiz, Cabeza e´Tigre, José Nádales, Luis Rodríguez, Adolfo Rosales, Luis Marañon, Eladio Hurtado, Carlos Robles, Maro Luque, Ramón Omaña, Alirio Yánez y tantos más cuyos nombres se escapan al recuerdo, todos ellos con buenas cría y razas.

GALLERAS, JUECES, MONTADORES Y CUERDAS.- 

     En este orden, se mencionan a continuación otras galleras que se alternaban los fines de semana de la época los combates gallísticos, reuniendo estos centros a la flor y nata de la afición criolla. Pico y espuela se vieron en los ruedos de Las Maporas, Corocito, Limoncito, La Palma, La Callejuela, La Rinconada, El Matadero, Los Mangos, La gallera de Mercado, La Gran Sábana, El Marañón, El Paradero, La Arenosa, Nuevo Molino, Pueblo Viejo, La Lucha, la gallera de los Rojas. Mientras que los más renombrados jueces eran: Alfredo Maiorana, Marcos Hernández, Santo Zambrano, Pedro Fulco, Arnoldo Fulco, Freddy Fulco, Rafael el Viejito, Víctor Rojas, Guayaba y otros en lista. En el ámbito de montadores los solicitados más frecuentes fueron: Juan Yánez (hijo), Pedro Fulco, Alberto Rojas, Víctor Rojas, Pa´Maria, Santo Zambrano, José Luis Nieves, Marcos Hernández, don Prudo, Daniel, Celso, Pedro Fulco, Freddy Fulco, Bustamante, Karen Fernández y May Bitriago (Perro Negro). Y entre las cuerdas más respetadas por la particularidad y letalidad de sus gallos las más temidas llegaron a ser: Las Carpas, La Vaquera, El Desafío, La Mapora, la cuerda de los Moyetones, las cuerdas de los Rojas, la de Hernández Brito, la de Mereicito, La Palma, La Porfía, La Arenosa y otras más que marcaron pauta en la tradición gallística guasdualiteña. Tiempos de ayer, tiempos de gallos y galleros, que se recuerdan como forma de preservar nuestra complexa dimensión cultural llanera. 


Por: Aljer “Chino” Ereù.-

LOS RECUERDOS DE UNA ESCUELA

 


LOS RECUERDOS DE UNA ESCUELA

Con rumbo hacia Pueblo Viejo

van recuerdos peregrinos,

recuerdos de aquella escuela

donde con sencillez aprendimos…


     Caminando presurosos vienen los recuerdos, vienen descalzos, vienen con el viento a buscar sus huellas franqueadas. Vienen tomados de las manos con años que partieron pero que siempre tendrán vida porque fueron abriles buenos. Esos años no se olvidan, tampoco quieren ser olvidados. Esos años son un presente sin pasado y sin futuro, parecen años eternos, pero no lo son, son los años de un destierro y de un regreso anhelado. Así regresan aquellos tiempos: alumbrados por un sol mañanero nostálgico que recuerda fulgores perdidos. Y por allí íbamos en el jeep de Carmelo Fulco, por esa carretera de tierra, tragando polvo, viendo a esa muchachada dirigirse a una escuela, oyéndole sus cuentos nacidos en quien sabe que lugar de su universo de inventos; como invento suyo fue aquel, cuando se lo tragó un caimán por detrás de Morrones, llevándoselo sin permiso al fondo del Sarare, no quedándole más opción que guindar su hamaca de las costillas del reptil, y ya aburrido en aquel buche ordenaría a su tragador abrir el pico porque iba a salir.  

     Por esa carretera de tierra iban con Carmelo los maestros Alcides Ereù, Rosa Taquiva y la ecónoma Virginia Dugarte, y atrás en el plan del vehículo: Yilda, Beto y yo. Gritó Beto: ¡Allá va la loca Gladis! que no era loca sino bohemia y excéntrica, la vimos todos, iba riéndose con sus labios de cayena súper retocados, y en sus cachetes dos estuches de colorantes vaciados para hacerse más bella, iba con sus zapatos en la mano. Preguntó Carmelo: ¿De dónde vienes mi amorcito? Respondió la cortejada: del Rincón del Coleador, a cosa pa` buena ese baile, sellando su respuesta con una sonrisa de oreja a oreja. Llegamos a la escuela, todos en fila, saludos a la bandera y a cantar el himno nacional, como si fuera el himno de la vida, y de verdad lo era. Luego la orden: a las aulas, y adentro íbamos, a la batalla contra la ignorancia. 


     Aquellos eran maestros de verdad, eran maestros por vocación y no por obligación, eran maestros de ahínco y empeño. Allí en las sagradas aulas de aquella escuela concentrada fue nuestro complemento educativo, lo que nos sirvió años después para crearnos un buen hábito de vida: el de sabernos siempre ignorante para siempre intentar no serlo. Y aún lo somos, seguiremos siéndolo. Y en las tremenduras, el muchacho Alfonso, el mismo Tara Loca era el rey. Nunca supe su nombre completo, tampoco importaba, era Tara Loca sin apellido, el consentido del maestro Pedro Madrid. Tara Loca era masoquista, amaba al castigo, y el castigo principal eran unos rejazos y arrodillarse en una tabla de madera con chapas, parecía que lo disfrutaba, cuando el maestro Pedro daba la espalda Tara Loca se reía, era tremendo de verdad, y tremendo fue cuando escondió la única esfera planetaria para armar una caimanera de futbol detrás de la escuela. A Tara Loca lo vi hace poco, vi su mirada secuaz surcada de ojeras que parecían adornos de una vida dura, por allí anda.  

     Aquellos recuerdos de aquella escuela son recuerdos de aquellos años, de aquel tiempo que dejó de ser tiempo para ser muchos tiempos. Aquellos recuerdos están intactos, como intactos los paseos en bicicleta por donde Arguello, por donde Valoy Torres, por donde Galvis, por La Lucha, por El Chinquero, por El Palito, por el fundo del maestro Madrid. Allá vienen los burreros-decía Luis Jiménez, pero no eran burras lo que íbamos a buscar, era topochos, yuca, auyama, mangos, mamòn, algarrobas, merey, y a bañarnos en la alcantarilla del caño, que ya nos es caño, ahora solo es otro recuerdo. De esos lugares regresábamos cargados con sacos y cargados de alegría, era una alegría pura, se nos fue esa alegría con esos años. Pasaron aquellos años pero quedó Pueblo Viejo, el primer pueblo, el del Marqués, y nos quedó la escuela donde también aprendimos, la que ahora recordamos como se recuerdan las cosas buenas: con mucho agrado y verdadera gratitud.   


FUENTE: ALJER “CHINO” EREÙ.-.

martes, 28 de junio de 2022

UN ADELANTO SOBRE EL FUTBOL LOCAL EN GUASDUALITO

 




UN ADELANTO SOBRE EL FUTBOL LOCAL

“In memoriams de Egdar Cañas y Maro Oronoz”

Pendiente para quien grafía estas líneas la historia por intervalos de las disciplinas deportivas en el municipio Páez, y dentro del compendio el aparte dedicado al deporte rey: el futbol, ojalá y se logre el apoyo adecuado para cumplir con ese y otros propósitos en nuestra permanencia en Guasdualito. Por ahora una breve reseña ofrendada a una generación de extraordinarios futbolistas locales que entre las décadas del 80 y 90 del siglo caducado colocaron al futbol guasdualiteño y alto apureño en un escalafón de importante nivel.

Durante los lapsos antes referidos emergieron de los diferentes barrios y sectores de nuestro pueblo gran cantidad de promisorios futbolistas, en un tiempo en donde llegar al profesionalismo era en consideración muy cuesta arriba, debido a lo apartado de nuestro pueblo en relación con las principales capitales que contaban con sus respectivos equipos en diferentes divisiones, y quizás a la ausencia de una mejor organización que hubiera canalizado la actividad en la conformación de escuadras semi-profesionales respaldadas con un patrocinio benefactor, mejor promoción y una infraestructura adecuada, sin duda alguna que estas condicionantes hubieran posibilitado la proyección y absorción de nuestros elites a la plataforma del balompié nacional e internacional.

En ese orden de ideas, referirse a nuestro futbol de esos dos decenios (80 y 90) es describir sin exageraciones a unas de las mejores generaciones de jugadores de este deporte a nivel local, futbolistas de competitividad y gran talento como los cracks: Rodolfo Lara (quien ascendería a la primera división con Los Arroceros de Calabozo) Rigo Neiva (+) Yoyo Ereù (jugador de la selección estatal en las competiciones realizadas en el Brìgido Iriarte, pudiendo ser ficha de un equipo de Cúcuta ), el destacado Iván Colmenares, Maro Oronoz, Ivan Arellano, Coca Méndez, Franklin Gamarra, Daboin, Omar Patino, William Falcòn, Manare, Santos, Imber (Pescao) Mercado, Edgar Quiñones, Pedro Daza, Robert García, Marcos Hurtado, Winder Gonzales, Palomo, Panza, Coronado, Dugarte, Omaña, Braca, Ortega, por solo mencionar algunos, dieron vida y aptitud a nuestro futbol, concentrando durante los fines de semana a una viva afición en el viejo estadio de Morrones, campo en donde se llevarían a cabo grandes y electrizantes finales; aun recordamos la sana rivalidad del Club Deportivo Morrones y Los Corrales F.C., así como al imbatible equipo de Abastos La Navidad y a los enérgicos conjuntos de Barrio Táchira y La Cabaña, siendo estos equipos los que contaban con los mejores futbolistas. Esta pléyade tendría su pasantía en los campeonatos de futbolito organizados en el Parque Teotiste de Gallegos y la cancha múltiple de la calle Cedeño, por Blas Oropeza, Edgar Cañas y Fray Salas, quienes igualmente merecen un reconocimiento público por sus aportes al “manga ñembosarái” (futbol en guaraní).

Como se afirmó en un párrafo antepuesto, no cabe duda que muchos futbolísticos de esa generación hubieran remontado a la primera línea contando con los factores requeridos, jóvenes deportistas que en sus mejores años mostraron talento, condiciones, apasionamiento y entrega al balompié, y que abrieron paso para que otras incubaciones siguieran la huella futbolística. Futbol hemos tenido en nuestra simultaneidad, por tanto, del futbol escribiremos su historia con sumo agrado, detallando por etapas sus inicios, evolución, auge y decadencia. Ya casi para finalizar el artículo, viene al dictamen aquella máxima del programa Deportivas Venevisión trasmitido en los años 80 por el mismo canal: “Juventud que hace deporte es una juventud sana”, por ello la importancia de escribir sobre el tema, resultando el deporte en toda su expresión una estrategia acompañante para lograr un desarrollo equilibrado de nuestra sociedad.

POR ALJER EREU.-.


jueves, 9 de junio de 2022

FERNANDO DA COSTA

 







FERNANDO DA COSTA

“EL CONSTRUCTOR”

Hijo de un país navegante

que se hizo guasdualiteño,

constructor que con empeño

cambió al pueblo su semblante.

BREVE INTROITO.-

Guardando las distancias. Este digno y denodado hombre bien pudiera ser llamado el “Imothep”, o “El Constructor Guasdualiteño”, siendo que en línea distante, y no en la Heliópolis de Egipto sino en Guasdualito (Apu) puerta abierta del llano, prestó sus conocimientos y servicios que favorecieron la construcción y modernización arquitectónica de nuestro pueblo. Verdadero perito experto de la edificación, cuyas obras construidas siguen erigidas ante la bizarría del tiempo, mostrándose orgullosas con sus magníficos diseños y acabados extraordinarios, como muestras palpables de su talento constructor. Indudablemente este portugués de nacimiento y guasdualiteño de corazón es merecedor del buen recuerdo por parte de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo, como también meritorio de la correspondencia y el afecto del pueblo que no siendo suyo lo hizo propio, sembrándose en tierra fértil, abonado por la nutriente guasdualiteñidad, y humedecido por las ondas sararinas. Por su aporte tangible al desarrollo de nuestro terruño se presenta un brevísimo recuento de su coexistencia terrenal, como forma de honrar su memoria y la de otros, quienes como él, se han esmerado y se esmeran en construir con esfuerzo y responsabilidad el futuro de nuestra tierra.

TRÀNSITO DE VIDA.-

Viene al mundo Fernando Da Costa el 08 de mayo de 1932, en la ciudad portuguesa de Palmaz, Distrito de Aveiro, región Norte, Área Metropolitana de Oporto y subregión de Entre Douro e Vouga. Mismo año cuando Antonio de Oliveira Salazar figura principal del llamado Estado Novo gobernaba con mano dura al país transcontinental conocido como Portugal. A los veintidós (22) años el joven Da Costa escucha de boca de algunos de sus coterráneos el nombre de Venezuela, país sureño con amplias oportunidades, salido años atràs de la dictadura del general Juan Vicente Gómez, y que tras la muerte del caudillo tenía como presidente provisional al general José Eleazar López Contreras (n. Queniquea el 5 de mayo de 1883, f. Caracas el 2 de enero de 1973) quien mostraba en su pensamiento y acción un moderado autoritarismo en comparación con su predecesor, estableciendo en su política de avance la inclusión del elemento extranjero europeo como medio para alcanzar el avance cultural y étnico.

Iniciando el mes de enero de 1958, animado por sus amistades cercanas se embarcaría Fernando Da Costa en el vapor Santa María, propiedad de la compañía Colonial de Navegación con rumbo al Puerto La Guaira. Luego de un arduo periplo arribaría a la ciudad portuaria venezolana el 23 de enero de 1958, misma fecha cuando un movimiento cívico-militar derroca al gobierno del general Marcos Pérez Jiménez, quien abandonaría el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial la "Vaca Sagrada". En 1962 luego de cuatro años en la región central se traslada por contrato a San Fernando de Apure. En la capital llanera de inmediato es empleado como asistente de obra en la regia construcción del puente María Nieves. Poco tiempo después se inicia como maestro de carpintería en el proyecto de la Catedral de San Fernando, efectuando su trabajo con total aprobación. Un año más tarde (1963) se adentra en las extensidades alto apureñas. Llega a la población de Palmarito (Apu) y contribuye con el levantamiento de la infraestructura del glorioso Grupo Escolar Nepocmucena Figueredo. Se iniciaba entonces su camino constructor por las casi desérticas planicies del Alto Apure.

En 1964 los pies de Da Costa pisan tierra elorzana, el pueblo del 19 de marzo. En la localidad criolla ubicada a orillas del portentoso Río Arauca, conocida anteriormente como El Viento, la mano diestra del ya reconocido maestro de obra construye varias infraestructuras de importancia entre ellas: la amplia y cómoda quinta de don Placido Freites, la defensa preventiva contra las crecidas del principal afluente, la sede del Banco de Fomento Regional Los Andes, la quinta del Hato Los Naranjos, todas ellas con impecable técnica constructora. En 1967 es llamado a la tierra guasdualiteña. Acepta una propuesta de Dante Fontana, médico de profesión, que arribaría a Guasdualito en el año 1950 (cuatro décadas después de la primera oleada) procedente de Milán, y quien tomaría estado con doña Carmen González. A Fontana le construye Da Costa a su exigencia la quinta La Fontanera, ubicada por la calle Bolívar. En 1970 se dio inicio al relleno de lo que sería la nueva sede del colegio Santa Rosa de Lima, por la calle circundante al caño Corocito, señalada en la nomenclatura como calle El Marqués del Pumar, en honra a la memoria de nuestro padre histórico. Sor María Bellido, su directora para la época, pondría gran empeño en la tarea, superando obstáculos y vicisitudes, contando con el respaldo del ingeniero Jesús Mena director del Ministerio de Obras Publica sección Táchira. Para ejecutar esta magna y moderna instalación se contrata al maestro lusitano Fernando Da Costa, quien culmina satisfactoriamente el primer edificio con el anexo del Teatro San Martin, iniciándose un mes más tarde las enseñanzas en el centro con una matrícula de cuarenta y siete alumnos.

En el mismo año 1970 Da Costa conoce a la joven Carmen Álvarez. Hacen vida marital, y con ella procrea una digna y trabajadora descendencia, herederos sus nueve hijos de sus valores morales y apego al trabajo honesto, varios de ellos dedicados al oficio de la construcción. Hecha sus raíces en la vieja Periquera. Se hace hijo adoptivo. Con sus conocimientos y destrezas arquitectónicas contribuye con la modernización del antiguo pueblo de calles rectangulares. Otras obras de su temperamento constructor son: la sede del Almacén Occidental, el Edificio Alfa, Hotel Uribante, Hotel La Garza, Banco de Venezuela, Radio Fe y Alegría, Hotel Anaru, la residencia apartamento de Jaime Raduam, Comercial Salma, Edificio de la Farmacia Páez, entre otros trabajados de importancia urbana. El recordado Exer Fulco expresaría su admiración a Da Costa con las siguientes palabras: “Hombre honesto, sincero, responsable con su familia, que ha contribuido con embellecer la parte arquitectónica de nuestro bello pueblo”. Aún recordamos con total claridad la oportunidad de efectuar con ambos una amena y productiva charla en los alrededores de la residencia del ex alcalde. Ambos ya fallecidos, Da Costa partiría en tiempo reciente.

Otros guasdualiteños al ser consultados por quien grafía estas líneas sobre el personaje reseñado expresaron lo siguiente:

Marcos Eduardo Hernández

-Buenas noches poeta. Si conocí a Fernando, cuando el construyó la casa del Dr. Fontana y, en varias oportunidades compartimos en juegos y caimaneras de fútbol. Él y Musiù Domingo marcaron el tránsito del Guasdualito rupestre de casas de bahareque y zinc a casas más modernas con mampostería y platabanda y servicios sanitarios integrados a la vivienda. Un gran constructor… (dixit).

Numa Gatrif

- El musiù Fernando, Fernando Da Costa, como tú lo llamas: es “El Constructor de Guasdualito”. Lo recuerdo cuando construyó el Hotel Uribante, de Jaime Radwan, la emisora Fe y Alegría, El Colegio Santa Rosa de Lima, Banco de Fomento Los Andes, y muchas construcciones que no memorizo en este momento. Conmigo construyo el Hotel La Garza, Banco de Venezuela, la Defensa de Elorza, la urbanización Francisco Antonio Padilla, Hotel Anaru. Fernando, aparte de haber sido un tremendo profesional, también se destacó por ser un hombre sencillo, noble, honesto, leal, trabajador, responsable, excelente padre, un verdadero amigo, tuve el honor de compartir muchos meses de trabajo, él fue de esas personas que no se pueden olvidar”… (dixit)

Numa y el poeta Marcos expresan en sus apreciaciones, el aprecio sincero de un pueblo a un hombre europeo, a un transcontinental de avanzada, heredero del tino navegante, que atravesó mares, ciudades y pueblos para llegar a nuestra tierra a contribuir indudablemente con el desarrollo y la modernización estética visual de nuestro pueblo, dándole un empuje arquitectónico hacia el punto de ciudad intermedia, por ello honra a su memoria, honra a un buen guasdualiteño, a Fernando Da Costa “El Constructor”.

Autor: ALJER “CHINO” EREÙ.-.

 


martes, 17 de mayo de 2022

PUBLIO SANCHEZ

 

Publio Sánchez

Y este hombre trajo el reloj en 1952

Por Juan Carlos Zapata.-


Fue en 1952 que llegó el reloj. Publio Sánchez tenía un camión, un Ford 750 rojo que le había costado 12.000 bolívares. Un capital para esa época. Con ese camión hacía viajes. Llevaba madera para Maracaibo, San Cristóbal y Maracay. Hacía viajes para San Fernando de Apure y cruzaba el río en chalana. Hacía mudanzas para San Cristóbal. De regreso, llevaba a Guasdualito papa, cebollas, zanahorias, lo que le encargaran.

Un día estaba en San Cristóbal y fue contactado por Hortensio Laporta y Francisco Guarino. Le dijeron que había que llevar un reloj a Guasdualito. Laporta y Guarino eran dos potentados de Guasdualito que se habían mudado para San Cristóbal. Publio Sánchez preguntó dónde estaba el reloj y le señalaron unas cajas. 32 cajas y adentro estaban las piezas, envueltas en una paja muy fina. No pesaban nada, recordaba Publio Sánchez en 1997, a los 80 años. Estaba contento por esa carga y porque le estaban pagando bien el flete. Una carga delicada pero fácil de transportar. El encargo no dejaba de ser complicado porque no había caminos, o como decía doña Rosita Abunassar, los caminos se hacían al andar. Los caminos lo hacían las carretas y los camiones como el de Publio Sánchez, y lo hacía la gente, caminando, y lo hacían las bestias, porfiadas y consecuentes.

Si de alguna carga estuvo siempre orgulloso Publio Sánchez, fue de esta, la del reloj de la iglesia de nuestra Señora del Carmen. Lo trajeron de Italia, y de Italia enviaron el técnico para que lo montara. Publio Sánchez recordaba que cuando llegó con el reloj, hubo todo un revuelo en el pueblo. La gente salió a celebrar con mucha alegría. El técnico estuvo un mes instalando el reloj en la vieja iglesia.

Cortesía de Propaéz Ong

Cuando demolieron la iglesia a Publio Sánchez le preocupó que dañaran el reloj. Qué va, decía él mismo, allí sigue el reloj, dando la hora. Publio Sánchez recordaba que cuando el reloj estuvo montado, la gente se paraba a contemplarlo. Durante mucho tiempo la atracción del pueblo era el reloj.

Por eso este homenaje al reloj. Y a don Pancho Guarino y su sobrino Hortensio Laporta, y al técnico anónimo que lo montó, y los que han mantenido el reloj y le han dado cuerda y han sacudido las telarañas. El reloj que este año cumple 69 años de haberle puesto hora al tiempo plano y llano de Guasdualito; un tiempo pleno de sol, y mucho calor; un tiempo de lluvia copiosa y gente dispuesta.

Este es un homenaje a Publio Sánchez, mi padre, el hombre de la foto, el hombre que trajo el reloj.

El poeta Marcos Eduardo Hernandez Carvallo escribe lo siguiente:

Don Publio Sánchez fue un todo terreno. Siempre lo conocí, siempre conocí a sus hijos. Creo que los conocí toda mi vida, a los más viejos y a los más jóvenes. La verdad es que lo ví en tantas facetas: concejal, jefe de CADAFE, vendedor de loterías, agente de la línea aérea RANSA, fabricante de Hielo, agente de festejos. Don Publio no se quedaba quieto, se reinventaba permanentemente.

 


domingo, 13 de marzo de 2022

EXER FULCO TAQUIVA

 

                                         Exer Armando Fulco Taquiva  

                                                                                        

Por Gannier fulco

 

El profesor Exer Armando Fulco Taquiva nace en Guasdualito

(estado Apure) el 23 de febrero de 1952.

Fue profesor de física & matemática tras haber cursado el bachillerato en el Liceo O'Leary de Barinas & graduarse con honores de la universidad, profesor de dibujo técnico en el Liceo Fernando calzadilla Valdez para luego convertirse en supervisor de zona educativa (Apure). Entre muchos otros cargos se desempeñó como alcalde del municipio Páez. Sus padres fueron: Carmelo José Fulco Lara hombre de origen italiano que decide hospedarse en el ya mencionado estado de Venezuela junto con su esposa Josefa del Carmen Taquiva de Fulco del mismo origen.

Los hermanos que lo acompañaron durante sus años vida fueron Yuli del Carmen Fulco Taquiva y Carmen Yubi Fulco Taquiva, cabe destacar que Exer también fue padre de 5 hijo: Exer Armando Fulco Aquino,Andrés Eloy Fulco Guerrero, Alejandra Nathaly Fulco Guerrero, Andrea Carolina Fulco Guerrero y Gannier Rexniyeli Fulco Galindo. De los cuales solo dos obtuvieron títulos universitarios. Andrés Eloy se convirtió en profesor de educación física y Alejandra Nathaly se convirtió en licenciada de geografía e historia.

El profesor Fulco mencionó entre sus anécdotas, un viernes 30 de julio hasta el 09 de agosto del 1999 dónde se efectúa el secuestro del ya mencionado alcalde donde según se cuenta la guerrilla colombiana se apoderó del avión en donde él se encontraba presente, menciona que un hombre se paró frente a la cabina con un arma de fuego y en voz alta dijo: “Señores quietos todos, no pasará nada, solo necesitamos el avión, es la guerrilla colombiana” mencionó el ex alcalde en su libro: «Un secuestro, Un avión, Un alcalde»

Entre sus reconocimientos están: el del teatro de operaciones número #1 de Guasdualito por su política de gobierno durante años en el pueblo ya mencionado. En la actualidad yace fallecido en el cementerio de Guasdualito desde el 28 de agosto del  año 2019. Se describe que en su infancia era un joven enérgico y deportista siendo su deporte predilecto el Ping Pong. Los modelos a los que siguió durante su infancia y adolescencia fueron sus padres los cuales le daban apoyo y aliento. Le motivaba la educación y ayudar al prójimo al igual que su profesión como pedagogo.

Aprendió sus mejores habilidades cuya variación fueron entre su colegio Francisco Aramendi y su padre Carmelo quien le enseño sus criterios. Se destacaban entre sus hobbies la lectura, la música, la escritura y su deporte favorito el ping pong.

Fue un hombre de tradiciones transcendentales como tomarse una taza de café negro a las 2:00 pm en familia de manera puntual. Un lector nato que solía leer cualquier tipo de lectura productiva pero por lo general historia y que a la par escribió cinco libros sobre su vida y su pueblo natal.

Hombre cuya motivación se basaba en la educación y el amor de sus cercanos. Católico casado, siendo su nombre reconocido debido a sus numerosos logros políticos, aunque fue mejor conocido por su apellido de origen italiano del cual posee su propio escudo de honor familiar.

 Agradecimientos al Profesor Javier Moreno Unefa-Apure


jueves, 23 de septiembre de 2021

GUILLERMO GUTIERREZ

 

GUILLERMO GUTIERREZ

Por ALJER EREÚ

 Gracias a este buen hombre es visual el legado visual que se presenta. Un visionario.Nació en Libertad de Barinas, el 19 de enero de 1898, siendo el penúltimo de nueve hermanos. Sus padres fueron Henrique Ignacio Gutiérrez Artahona y Mercedes Díaz.
Recibió su primera educación en su pueblo natal, en la ciudad de Caracas realizó cursos de Electricidad y Mecánica Diesel y Automotriz. Desde temprana edad se interesó por la música, llegando a ejecutar el clarinete en la Banda La Paz, que fundara su padre en Libertad (Barinas) sin embargo, su instrumento preferido sería la guitarra, la que ejecutaba con maestría. A la edad de 40 años fue contratado por el gobierno municipal de Guasdualito para el montaje de la primera planta eléctrica de la población, desde entonces, hasta su deceso vivió en el pueblo, donde se casó con Leonor Hernández Brito, formando su digna familia. El primer hijo fallece a solo 5 meses de vida en 1944; en 1952 nació la única hija del matrimonio: Armida. La vida familiar estuvo marcada siempre por la armonía, fue una persona de una gran sensibilidad humana y una profunda afectividad familiar, que dejó impregnada en su familia tanto consanguínea como política. Amigo leal, incansable servidor, de actitud y criterios cristianos arraigados.
Con gran acierto instala la primera planta eléctrica de Guasdualito, siendo entonces
contratado para la operación y mantenimiento de la misma, en este cargo se mantuvo hasta 1959, año en que CADAFE instaló la nueva planta en Las Carpas, contando también con su participación. Queda asignado como empleado municipal para el mantenimiento de las otras plantas existentes en el Distrito Páez. En el periodo 1962 –64 fue Presidente del Concejo Municipal de Guasdualito, posteriormente regresó a su cargo de Jefe de Mantenimiento del Distrito. En 1966, se enfermó gravemente, hasta que falleció el 13 de febrero de 1968, en Guasdualito, pueblo al que quiso como suyo, sus restos reposan en el cementerio municipal.
Don Guillermo Gutiérrez, fue una persona muy querida por su pueblo adoptivo, aunque su principal actividad fue la mecánica diesel y la electricidad, también desarrolló la relojería, tornería y sastrería, aunque esta última solo como destreza. Es importante recordar que fue el artífice para el montaje y mantenimiento del reloj de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, además de esto, su participación fue activa en las eventualidades y emergencias acaecidas en el Guasdualito de la época, realizando un trabajo social durante el incendio y las inundaciones. Recordadas sus charlas con el padre Aragón, con el cual mantuvo amistad hasta el final de sus días.


EL COLEO EN GUASDUALITO

 



EL COLEO EN GUASDUALITO

Abren la puerta del coso
y los coleadores aprestos,
Ramón Ceballos que es diestro
seguro que saldrá airoso.
Vicente Crespo un coloso
en lomos de un rucio moro,
peleando la cola del toro
se empecha Samuel Quintero
Porfirio y Fedor Agüero,
todos coleadores de oro.

En referencia al coleo en Guasdualito es difícil precisar con exactitud sus inicios, pero teniendo en cuenta los antecedentes de esta práctica en el vasto llano venezolano, no es errado afirmar que siendo una población fundada con fines ganaderos la práctica del coleo en esta población venga desde los mismos tiempos coloniales. Una vez establecidos los primeros hatos ganaderos la ganadería en el pintoresco poblado se desarrollaría con gran auge. En referencia a lo afirmado, Botello, O. (1998: 39) en su publicación Guasdualito navegación por su historia, señala:
“La misma relación del gobernador Fernando Miyares Pérez da cuenta de la presencia de 9 hatos y 8 trapiches de cañas de azúcar; en los hatos se contaron 15.502 cabezas de ganado vacuno, 2.561 de ganado caballar y 65 mular para un total de 18.128 cabezas de ganado”. (Sic). (Fin de cita).

Lo anterior citado refleja el inicio exitoso de la incipiente ganadería desde los años fundacionales, y con la actividad: la práctica de tumbar reses y morlacos se mantendría generacionalmente. Ya en las primicias del siglo XX la destreza del coleo en la población e Guasdualito se convertiría en un entretenimiento popular, consolidándose a mediados del lapso en referencia con la participación de coleadores y toreadores en mangas que se improvisaban por la Vieja Calle Real (hoy avenida Miranda) y años después teniendo como manga alterna la calle Sucre. La afluencia del público y la participación de curiosos daban un colorido y alborozo único a los toros coleados añejos, aun recordados por muchos guasdualiteños que tuvieron la oportunidad de vivir y presenciar una época única que se fue suprimiendo a medida que la parafernalia de un supuesto progreso aniquilaba los vestigios del Guasdualito bucólico.

Para las festividades de Nuestra Señora del Monte Carmelo referida comúnmente como Virgen del Carmen, realizada tradicionalmente el 16 de julio, algunos hacendados y dueños de hatos cedían sus toros para que sirvieran de atractivos en el espectáculo llanero. Ganaderos como Daniel García, Alfonso Grieco, Serapio Medina, Julián Urbina, Francisco Padilla, Lorenzo y Jesús Zapata, Evaristo y Juan Sánchez, Elías Hurtado, Pedro Arias, Pedro Guedez, Manuel Rondón, Luis Carvallo, Tom Heredia, Manuel Orozco, por mencionar algunos, fueron consecuentes con esta festividad que adquirió mucho auge, pues en ella participaba todo el pueblo acompañado por conjuntos musicales, premiados los sobresalientes tumbadores con monedas que arrojaban desde las puertas de las casas los más acaudalados y con las flores y cintas entregadas por hermosas muchachas ubicadas en el balcón ferial circunstancial. Sin duda alguna un notorio y colorido espectáculo popular.

Entre los coleadores de todos los tiempos que se recuerdan, cuya agilidad y destreza para tumbar los toros eran compensadas con los vítores y aplausos de los asistentes deben mencionarse por obligatoriedad y tributo a: Mercedes Ramón Ceballos, de contextura delgada moldeada con las faenas del llano, en un cebruno frontino muy difícil que no tumbara un cacho y muela; Samuel Quintero, otro coleador de coleada segura; Vicente Crespo, considerado por conocedores de la materia como el mejor coleador local, un espectáculo en las mangas particulares y foráneas, cuyo retiro fue debido a una lesión de su muñeca derecha en plena coleada, lamentablemente recién fallecido; Domingo González, campeón binacional de coleo; Ramón Porfirio Ceballos; Fedor Agüero; Omar Yánez; Pedro Alberto Aguilera; Ismael Roa Ramírez (corraleño), además de buen coleador un audaz toreador, muy notorio cuando brincaba la talanquera y empezaba a trastear el toro con su manta llanera, realizando unas faenas llamativas. En esa constelación elitista se incluyen a: Manuel Centella, Juan Arecio Guzmán, Luis Zapata, Tocoto y Carlitos Padilla, Tomas Guillen, Luciano Ramírez, El Sute Tapia. Espectáculo aparte era el caballo Medallita que don Cipriano Cabanerios en la manga hacia bailar; Boanerge Navas, de hercúlea fuerza; Iván Zapata; El Popular Pelón; El Negro Cheo Echenique, difícil con una coleada nula; Rodrigo Centella el poeta coleador, quien llegò a laurearse un sub-campeonato nacional, dedicado luego a la canción llanera. Como recordado amarrador de La Manga Bravos de Apure la referencia a citar es Leobardo Jiménez (a) Pata e’ Tarea. Entre los animadores se recuerdan a El Guate Presente, Martin Garabato, Charles Guillen (ojo e´ garza capitán de manga) y Leandro Duran (se vino, se vino el toro) y otros.

Hoy día a pesar de las dificultades el coleo en Guasdualito mantiene vigencia, diversas asociaciones y empresarios como los hermanos Rangel (Ranzan), José “Bola” Contreras, se han encargado de que la llama del deporte nacional no se extinga en el olvido ante la indiferencia cultural que lentamente degrada nuestro gentilicio e idiosincrasia. Lo comentado en los párrafos nteriores es parte de nuestra identidad socio-cultural, parte de nuestra historia contemporánea la que día a día se escribe con diferentes grafías y tintes, y en la cual cada uno de nosotros somos los escribientes.

 


 
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