REDES SOCIALES

domingo, 10 de abril de 2022

VLADIMIR HIDALGO LOGGIODICE

 



Vladimir Hidalgo Loggiodice

 “Personajes y vivencias de mi pueblo”, es el hilo que usa Vladimir Hidalgo Loggiodice para unir los retazos de la historia menuda de nuestro pueblo.

José Antonio Páez, los “Bravos de Apure”, los músicos y los copleros convirtieron Apure en tierra mágica, mítica y legendaria. Pero Apure es mucho más que batallas, flecheras artilladas, cargas de caballería, lanzas, coplas, arpa, cuatro, maracas, Trina Omaira Salerno cruzando a nado el caudaloso río Apure; doña Francisca (Pancha) Vásquez de Carrillo enlazando un toro y mudando linderos. La historia apureña también está hecha de la cotidianidad de sus habitantes nativos y de los foráneos que se enamoraron de esta tierra parejita, cálida, acogedora y generosa.

¿Quién es Vladimir Hidalgo Loggiodice? ¿Cómo se formó esa limpia pluma?
Vladimir Ernesto Hidalgo Loggiodice, nació en San Fernando de Apure, el 19 de abril de 1960. Es el hijo primogénito de un apuesto, gentil, alegre, trabajador y honesto caballero quien por su porte, siempre le hizo honor a su segundo nombre: Pablo Marcial Hidalgo Tejades y de una dama hermosa, de piel nívea como la espuma de la leche o los lirios que florecen en los caños, lagunas y ríos llaneros en época de invierno. Una mujer con un cuerpo curvilíneo que parece que fue esculpido por un cincel griego. Una señora alegre, con buen humor, excelente esposa y madre: la musiúa doña Yolanda Rafaela Loggiodice Ochoa de Hidalgo.

Era absolutamente imposible que don Pablo no sucumbiera ante los encantos de doña Yolanda y que ella se resistiera a los requerimientos amorosos con fines matrimoniales de ese hombre con aire, sabor y olor caribeño. El matrimonio se convirtió en una taza de café con leche. Pero en la descendencia pudo más el café que la leche: Vladimir, María, Maira, Pablo (Pablito) y Marisela (Chela).

Vladimir Ernesto estudió Primaria en el Grupo Nacional Escolar “Vuelvan Caracas” y se graduó de bachiller en Ciencias en el liceo “Lazo Martí”, el 10 de diciembre de 1977. El 15 de diciembre de 1984, recibió en el Aula Magna de la Ilustre Universidad Central de Venezuela: “la Casa que Vence la Sombra”, el título de ingeniero metalúrgico, con Mención Honorífica por su Trabajo Especial de Grado, el cual contó con el auspicio de la Organización de Estados Americanos, y reconocimiento por haber culminado sus estudios con Índice de Eficiencia igual a 1. Trabajó en importantes empresas ubicadas en el centro del país, tales como Forjas Cosive, AGA Venezolana, Fábrica de Bujías Prestolite, Forjas IVEFA, Asesoría Tech, entre otras.

En 1988 contrajo matrimonio con Yanexy Josefina Benitez, de cuya unión nació Vladimir José Hidalgo Benitez. Entre 1990 y 1992 fue Gerente General y Presidente de Hidrollanos. En 1994 en asociación con otros apureños, creó la emisora Superior 1070 AM y en 2001 fundó el Semanario Notillanos. Estos dos medios de comunicación fueron exitosos. Su línea editorial y sus artículos periodísticos mantuvieron siempre un carácter combativo y opositor al sistema de gobierno que ha conducido el destino político de la República Bolivariana de Venezuela desde 1999. Por tal motivo, el 26 de agosto de 2005, cuerpos de seguridad del Estado detuvieron a Vladimir Ernesto Hidalgo Loggiodice, quien estuvo preso en la cárcel de San Fernando de Apure hasta el 20 de junio de 2007. Sus dos medios fueron cerrados.

Nos conocimos en el liceo “Lazo Martí”, en octubre de 1974 en la sección Tercer Año “A” y desde el primer día nació entre nosotros una amistad fraternal que se ha mantenido hasta el día de hoy: 46 años siendo amigos, nos damos trato de hermanos tanto en público como en privado. Vladimir era un niño inteligente y brillante – lo sigue siendo -, delgadito, con ojos vivaces y mirada relampagueante, con una sonrisa cautivadora que inspiraba e inspira confianza. Tiene tatuada en el alma la generosidad y la solidaridad. Ya en él se notaba algo que ha sido una característica invariable: dominio de la estructura idiomática del castellano y la economía del lenguaje; tiene una ortografía a prueba de bombas nucleares. En el diseño curricular de bachillerato habían dos materias que a él no les gustaban: Castellano y Literatura; Historia y Geografía de Venezuela Yo tenía problemas con Matemáticas, Física y Química. Hicimos un trato equivalente: él fue mi ancla en los números y yo la suya en las Letras. Estudiar acontecimientos, personajes y fechas en Historia; analizar morfosintácticamente las oraciones y entender la versificación métrica era algo que para Vladimir en esa época no tenía ningún atractivo.

Muchas vece trató de convencerme de que no estudiara Letras “¿Para qué sirve un poeta hermana? Te morirás de hambre. Hazte enfermera, seguramente terminarás casándote con un señor 15 o 20 años mayor que tú, naciste vieja Yasminy”. Tenía y tiene razón: después de 46 años de amistad ininterrumpida nunca hemos bailado ni nos hemos tomado fotos, porque yo nací vieja, sigo igualita teniendo 62 años, y él ahora tiene 60.

Vladimir Ernesto Hidalgo Loggiodice en medio de esta pandemia que tiene el mundo parado y en cuarentena, ha encontrado en la historia menuda y con el auge de la tecnología, el instrumento idóneo para realizar un trabajo invaluable, útil y necesario. Tal vez sin saberlo, ha incursionado empíricamente en el ámbito de la Memoria Histórica, disciplina del saber emparentada con la Historia. El concepto de “Memoria Histórica” es relativamente reciente en el terreno de la cultura occidental y, en el caso venezolano, es novedoso. Su formulación está vinculada directamente a las investigaciones del historiador francés Pierre Nora, quien propuso el término desde una perspectiva ideológica, sociológica, antropológica e historiográfica a la recurre el hombre en un esfuerzo profesional y consciente para abordar la evocación de determinados acontecimientos vividos por la sociedad o por individuos bien como protagonistas, testigos u observadores, tratando esos episodios con respeto y con criterio de permanencia y pertenencia.

El memorialista evoca y expone desde una perspectiva muy personal los hechos ocurridos en la sociedad, de tal manera que en la memoria episódica y en la memoria semántica del lector que se acerca a este tipo de narración encuentre vínculos de empatía sentimental e intelectual y de identificación con los recuerdos evocados. En este contexto, el trabajo de Vladimir Hidalgo Loggiodice es invaluable, útil y necesario porque constituye un extraordinario aporte al conocimiento intrínseco de la cotidianidad de la historia menuda sanfernandina. Fundamenta sus narraciones básicamente en fuentes testimoniales, ilustradas con fotografías de la época.

Con palabra apureña, narración omnisciente, lenguaje sencillo, directo, ameno, familiar y lineal, sin figuras literarias o retóricas; estilo preciso, razonamiento lógico, sistemático y algorítmico propio de los hombres – en sentido genérico – de ciencias y tecnología, Vladimir Hidalgo Loggiodice, nos cuenta trozos de la realidad histórica, artística, cultural y laboral de nuestra amada ciudad natal, cuyo fín principal es mantener en la memoria colectiva, episódica y semántica del pueblo, la pasión por la geografía, el amor por las costumbres, las tradiciones; el sentimiento de paisanaje que es la empatía espiritual que une e identifica al llanero, en este caso particular al apureño. El trato de paisano está por encima de raza, religión, condición social, política, posición ideológica, títulos, méritos y grados académicos. El paisanaje constituye para el llanero una concepción filosófica de su mundo.

Le sugiero a quienes lean está página, que no lo hagan en la página de Vladimir Ernesto Hidalgo Loggiodice, que lo hagan en la página de cada uno de ustedes, para que la hagan suya, porque el contenido plasmado ella nos pertenece a todos; es patrimonio intangible de los apureños. Adelante Vladimir, éxitos y mucha suerte. El camino está trazado y el proceso debe continuar manteniendo vivo el recuerdo de nuestro pasado y viviendo a plenitud la belleza y el brillo de nuestro presente. El futuro está al frente. Con la mirada lejana pero el cariño y el afecto cercano, te abrazo con mis letras hermano. Ahora si le encuentras sentido al análisis morfosintáctico y a la Historia. Tu labor como memorialista me produce una gran emoción y un gran orgullo que me han roto el vestido.

Yasminy del Carmen Pérez Silva.
Historiadora, investigadora, crítica de arte, museóloga, educadora, curadora de exposiciones y colecciones, narradora y poetisa, abogada en libre ejercicio.
Caracas, 7 de agosto de 2020.

 


0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Blogger Templates