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viernes, 18 de noviembre de 2022

RECORDANDO A JUAN ZURITA

 

RECORDANDO A JUAN ZURITA

Por: Aljer “Chino” Ereù.-

BREVE INTROITO.-

Se presenta en ajustados párrafos un sumario de vida sobre uno de los principales galleros de nuestro terruño, líneas escritas sobre un hombre del llano, probo y laborioso, bien recordado por varias generaciones de guasdualiteños, su nombre: Juan Ramón Yánez (+) mejor conocido como Juan Zurita, y en el contexto, el historial de su gallera Las Carpas, entre otros aspectos de interés. Franco agradecimiento a su hijo Luis Yánez por las atenciones para con quien esto escribe.     

RESUMEN BIOGRÀFICO DE JUAN ZURITA.- 

Llanero de soga en mano

ganadero por vocación

gallero por tradición

laborioso ser humano.

En la travesía fue baquiano

bajo la luna clarita,

llanerazo Juan Zurita 

el del coleo y los gallos,

hoy refrescan los orvallos

su vida que fue proscrita. Aljer

 

     Juan Ramón Yánez, o Juan Zurita, como popularmente fue conocido, nació en Guasdualito (Apu) el 16 de noviembre de 1936, en el cobijo hogareño de Amalio Zurita y Eladia Yánez. Se identificaría por el resto de su vida con el apellido de su madre, ya que sus progenitores no estaban legalmente casados. Completaban el núcleo familiar sus hermanos menores: Isabel, Maximiliano, Rafael, Antonio, Luis María, Omar, Eduardo y Alirio. Su menoría transcurre al lado de sus seres queridos, nutriéndose y curtiéndose en la reciedumbre del llano. En su adolescencia se emplea como peón y arriero en los diferentes hatos y fundaciones del inhóspito entorno, llegando a ser mano derecha y arreador de ganado de Francisco “El Guate” García Camacho, importante ganadero y principal comprador de ganado en morocotas y pesetas de cinco reales.

     Fue testigo Juan Zurita de una época escabrosa y llena de dificultades, lapso en donde el niño se hacía hombre y el hombre se hacía centauro, protagonista de aquel tiempo cuando la primera actividad económica en el Alto Apure era la venta de ganado, acción fructuosa pero incordia que se iniciaba con el cruce de lotes reses por el viejo paso La Manga del Río, para luego transitar más de 300 Kilómetros por recuas infernales partiendo desde Periquera (Guasdualito), vadeando las sabanas de El Caimán, con pernocté en Boca de Monte y de allí rumbo a la Montaña de San Camilo, para un total de treinta y dos (32) travesías antes del destino final. Una verdadera odisea resultaba este difícil tránsito, solo expertos baquianos, arreadores y cagones eran los solicitados por portentosos ganaderos como Manuel Fuentes, José Natalio Estrada Utrera (El Pan de Arauca) Daniel García, Juan Bruno Espinoza, por solo mencionar algunos, para enrumbar el ganado hacia La Concordia (Táchira). Por allí anduvo Juan Zurita como muchos llaneros bizarros, escribiendo su propia epopeya lacera.   

     En uno de sus recorridos en breve descanso en el Rancho García ubicado a pocos kilómetros de la población de El Cantón, tuvo la suerte de coincidir con un trabajador del extinto banco de Desarrollo Agropecuario (Bandagro), de quien se hizo amigo y, quien lo ayuda a lograr un crédito bancario que dispone para la compra y venta de ganado. Con los recursos en mano Zurita tramita su primer hierro, y a partir de allí se dedica a la actividad ganadera hasta el final de sus días, ampliando su rebaño de forma honesta y esmerada. El 30 de agosto de 1958 contrae matrimonio con Aura Vicenta Madrid Melgarejo, de esta unión nacerían nueve hijos: Libia Marina, Juan Adalberto, Belkis Aleida, Pedro Enrique, Marga del Carmen, Luis Ángel, Wilson Yobanni, Nelson Orlando y Juan Carlos, descendientes directos quienes lo recuerdan con entrañable afecto. 

      En lo referente a su actividad ganadera. Su primer fundo lo compra en 1968 al señor Santiago Volcán, hermano de la cantadora Antonia Volcán, al que denominó Fundo El Paraíso, ubicado en el sector El Chinquero. Posteriormente en 1973 adquiere otro predio al que bautizó como finca La Florida, en el sector La Tierrosa, en las cercanìas de Guacas de Rivera, donde daría inicio a su ciclo como cebador de ganado. En el año 1985 le compra al Dr. Marcial Ruiz la propiedad denominada Las Tinieblas, ubicada a unos 10 km de la carretera nacional vía a San Cristóbal, entrando por las Margaritas, este fundo lo vende en el año1990. De allí continua con la crianza de ganado en el antiguo hato La Gallardera, en el cual se establece desde el 20 de diciembre de 1990, manteniéndose en el lugar hasta el día de su desaparición forzada el día 18 de julio de 2003. Hombre vernáculo y feraz que estaría por varios años en el deporte de los toros coleados, alejándose de esta actividad a raíz de una lesión en una pierna durante la ejecución de una coleada en una tarde de coleadera en una manga de coleo construida con guaduas por la segunda avenida del barrio Los Corrales, exactamente frente a la casa de doña Amelia Rodríguez, en el marco de unas fiestas patronales. También se destacó como cuatrista y mandolinista, siendo estos instrumentos y su afición musical el complemento de su versátil personalidad. 

EL GALLERO Y LA GALLERA LAS CARPAS.- 

     Como todo buen llanero Juan Zurita desde temprana edad mostró afición por las riñas de gallos. Ya en sus primeros años acompañaba a su padre a las galleras de los vecindarios, y pueblos vecinos. En esas lidias fue aprendiendo todo lo relacionado con la materia gallística. Años después constituye su propia cuerda y construye galleras provisionales en el sector El Chinquero, lugar donde habitaba con su esposa y algunos hijos. En al año 1967 en acuerdo familiar se mudan al histórico barrio Las Carpas, al poco tiempo construye la primigenia gallera en el patio de su casa debajo de un frondoso samán. Su primer ruedo permanente fue destruido por un inesperado incendio, razón por la cual construye la gallera Las Carpas en el año 1975, que se convirtió con el paso del tiempo en la mejor y más famosa de Guasdualito. En esta gallera se celebraban los desafíos gallísticos todos los 16 de julio en el marco de la celebración de las fiestas patronales en homenaje a la Virgen del Carmen, patrona de Guasdualito.

    Al comienzo su cuerda de gallos solo contaba con gallos adquiridos a diferentes criadores, pero poco a poco fue desarrollando su propia cría, la cual se volvió famosa y respetada al comprar un zambo de raza mestiza brasileña al señor Celso, que resultó de gran calidad como padrote, expresa su hijo Luis: “De allí proviene su famosa cuerda de gallos muy renombrada en toda la región”. En su trayectoria como gallero don Juan contó con peleadores de extraordinaria calidad, verdaderos imbatibles en las arenas gallísticas, recordados y celebres los gallos Guarracuco comprado a don Alfredo Maiorana, y que realizó combates en las galleras de Guasdualito, así como en las de Arauca- Colombia; Naranjita, el cual era de su hermano Omar Yánez pero que representaba a la Gallera Las Carpas, ganando más de diez (10) peleas. Otros que se destacaron fueron: El Tísico, Sereno Nacional, Malandro, Tableta, He Man, Corneta, Trompeta, Canal, Verdigalla. Estos gallos fueron entrenados o preparados para las riñas por diferentes cuidadores, entre los que destacaron Alberto Rojas, Alirio Yánez y Diógenes Rattia, quienes se esmeraban en poner a los peleadores en su punto óptimo para el combate.

    En la gallera Las Carpas se dieron cita los mejores galleros con sus mejores gallos de las décadas del 70,80,90 del siglo pasado hasta la del 2010, resaltando criadores de la talla de Alfonso Díaz (Barinas), Enrique Castillo, Luis Zapata, Oswaldo Cisneros y el negro Castillo de Palmarito, Mauricio Ramírez, Euclides Sandoval, Miguel Ángel Orozco, Olinto Rincón y el Dr. Noli Negrón (San Cristóbal), Chamorra y Orlando Bustamante de El Cantón; Fernando Torres de Guacas, Miguel Metoquina, la Sra. Rita, Nelson Barrueta, los morochos de El Amparo; el Dr. Garcés, Ferreira, Omar Blanco, Joaco Suarez de Arauca; Amable, Goyo, Napoleón y Pedro Contreras de Santa Bárbara de Barinas, Miguel Moreno y gallo maniao de Mantecal; Juan Cipriano, Asdrúbal Calzadilla y Tableta de Elorza, Rómulo Nadal, José del Carmen Rivero de la Trinidad de Orichuna, entre otros.

GALLOS Y GALLEROS.-

     Muchos fueron los gallos buenos que pasaron y salieron victoriosos por la gallera de Zurita, en este sentido por obligatoriedad deben mencionarse a buenos ejemplares famosos por sus picos y espuelas, de gran calidad en el combate como lo fueron: Cucharita, Tricolor, Periquera, Canadá, Mondonguero y Cuatro por Cuatro del doctor Homero Marchena. En esa índole, Sol de marzo, Botiquín, Pelo e´Guama y Camilo Pérez de Santos Zambrano; Miracielo, Whisky, Equis Cero, Lasgamil, El Gelioso, Palmasola y Chaqueta Negra de Piporo Maiorana; Remate y El Lindo del maestro Marcos Hernández Brito; Muleta de Nelson Barrueta; Pelota de José Pérez; Cotorrito de Pedro Orellana y Regalito de Justo García. Otros galleros guasdualiteños de respeto y membresía que estuvieron presente en la gallera Las Carpas fueron: Alfredo, Rogelio y Luis Maiorana, el Dr. Neptali Quintero, Pedro Fulco, Pedro Orellana, Dilcio Algarra, Pedro Méndez, Luis Carballo, Manuel Rojas, Víctor Rojas, Piporo Maiorana, Diogenes Rattia, Fila Briceño, Justo Guevara, Justo García, May Bitriago, Fulgencio Sajajù, Rafael Cacha, Mercedes Padrón, Laya, Mercado, Jesús Roque, Rubén Arguello, Omar Yanez, Juan Elías Carrasquel, Don Floro, Ramón Jara, Ramón Aquino, Juan Maiorana, Humberto Maiorana, Antonio Ojeda, Fray Salas, Celso, Hermanos Sajajù, Hermanos Becerra, Moyetones, Isidro y Manuel Rondón, José Pérez, Cruz López, Gato Moreno, Ramiro Ramírez, Yoyo Ereu, Manuel Briceño, Lucas Trejo, Pedro Méndez, Sergio Machado, Lorenzo Rodríguez, Ananías, Miguel Ángel, Mereicito, Pancho Roque, Alejo Aragoza, Carlos José Aragoza, el recordado Julián Colmenares y sus hijos Pola e Iván Colmenares, Pablo Vequiz, Cabeza e´Tigre, José Nádales, Luis Rodríguez, Adolfo Rosales, Luis Marañon, Eladio Hurtado, Carlos Robles, Maro Luque, Ramón Omaña, Alirio Yánez y tantos más cuyos nombres se escapan al recuerdo, todos ellos con buenas cría y razas.

GALLERAS, JUECES, MONTADORES Y CUERDAS.- 

     En este orden, se mencionan a continuación otras galleras que se alternaban los fines de semana de la época los combates gallísticos, reuniendo estos centros a la flor y nata de la afición criolla. Pico y espuela se vieron en los ruedos de Las Maporas, Corocito, Limoncito, La Palma, La Callejuela, La Rinconada, El Matadero, Los Mangos, La gallera de Mercado, La Gran Sábana, El Marañón, El Paradero, La Arenosa, Nuevo Molino, Pueblo Viejo, La Lucha, la gallera de los Rojas. Mientras que los más renombrados jueces eran: Alfredo Maiorana, Marcos Hernández, Santo Zambrano, Pedro Fulco, Arnoldo Fulco, Freddy Fulco, Rafael el Viejito, Víctor Rojas, Guayaba y otros en lista. En el ámbito de montadores los solicitados más frecuentes fueron: Juan Yánez (hijo), Pedro Fulco, Alberto Rojas, Víctor Rojas, Pa´Maria, Santo Zambrano, José Luis Nieves, Marcos Hernández, don Prudo, Daniel, Celso, Pedro Fulco, Freddy Fulco, Bustamante, Karen Fernández y May Bitriago (Perro Negro). Y entre las cuerdas más respetadas por la particularidad y letalidad de sus gallos las más temidas llegaron a ser: Las Carpas, La Vaquera, El Desafío, La Mapora, la cuerda de los Moyetones, las cuerdas de los Rojas, la de Hernández Brito, la de Mereicito, La Palma, La Porfía, La Arenosa y otras más que marcaron pauta en la tradición gallística guasdualiteña. Tiempos de ayer, tiempos de gallos y galleros, que se recuerdan como forma de preservar nuestra complexa dimensión cultural llanera. 


Por: Aljer “Chino” Ereù.-

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