IGNACIO “EL INDIO FIGUEREDO”
José Ignacio Figueredo “El Indio Figueredo”
con el mismo humor y característica que
es en su imaginación cordial, abierto, viril, tierno, juguetón y picaresco,
gracioso y vivo, ágil y deslumbrante, tímido y atrevido, rotundo y
poderosamente popular en su más entrañable vigencia, es el músico que le ha
dado a Venezuela las más fecundas e imborrables con sabor maduro y limpio, con
olor a paradero y mastranto lo más grande del folklore llanero, una música
criolla que en el argot popular decimos “Esto es Venezuela”. El indio hacedor
de músicos, cantantes y leyendas, remontando un bongo agua arriba y agua abajo,
atravesando El Arauca, El Meta, El Portuguesa, El Santo Domingo, El Yurubí y
otros tantos ríos y sabanas que se unen al Apure, besando barrancas y jugando con las arenas de sus cauces, hasta
llegar al Yagual donde bajo su apreciado instrumento e entrañable compañera “el
arpa” realenga y sonora, donde las olas del viento, de los compases capachos
vuelan los sonidos de las primas cantarinas y el relinchar de los bordones
junto con la imaginación creativa del indio se unen para darle a Venezuela
aquellas notas que más tarde pasan a la inmortalidad, me refiero cuando el
Indio Figueredo vio por primera vez a “María Dolores Laya Mediana” (
María Laya recuerda totalmente todos los
detalles y en esta oportunidad personalmente dijo que ella fue una mujer
normalmente como todas las muchachas de la época le gustaba el baile, las
parrandas y los toros coleados pero jamás fue querida y amante de nadie,
Ignacio Ventura Figueredo había nacido en
“Algarrobo”, ejidos de Cunaviche, el 31 de julio de 1899, hijo del bandolinista
Francisco “Pucho” López y María Luisa Figueredo, mujer ésta que le dio acceso a
la música al comprar para él un arpa sin cuerdas con las cuales el muchacho de
11 años, después de encordarla con tripas de puercoespín, pudo aprender el
instrumento que dominó durante más de 80 años, hasta cuando una hemiplejía le
impidió tomar primas, bordones, tiples y tenoretes; pero sin embargo, sacando fuerzas y espíritu,
el 31 de julio cuando celebraba sus 96 años, su hijo Marcelo, arpista como él,
le ayudo a saborear la música llanera a la cual dedicó tantos años de su vida.
El “Indio” Figueredo recibió ese cognomento desde 1948, cuando lo consiguieron en Achaguas, tocando un baile, un grupo de personas que fue a Apure a buscar un buen arpista para la celebración del I Festival Folklórico realizado para la toma de posesión del Presidente Rómulo Gallegos. Entre estas personas se encontraban: German Fleitas Beroes, Fredy Reina, Reinaldo Espinoza Hernández, y Antonio Estévez, gente conocedora de música y del llano. Así comenzó la leyenda. Ignacio Ventura Figueredo se caracterizó por una diestra digitación en el arpa que asombraba a todos. Fue el mejor arpista llanero de todos los tiempos. Afortunadamente pudo asimilar su modo de tocar el arpa, su hijo Marcelo.
No fue fácil la vida del “Indio” Figueredo.
Fue peón de hato, binguero, ordeñador, “peón recio desde pequeño, de canales y machete” como de él
dijo su compadre el poeta Julio César Sánchez Olivo. En los primeros años de la
década del cincuenta comenzó a grabar discos y no paró hasta la década del
ochenta cuando los últimos discos salieron de sus diestras manos; tocó para
destacados artistas como Ángel Loyola, Cristóbal Jiménez, José Romero, José
“Catire” Carpio, Marcelo Quinto, Antonio Barcey y tantos otros. También su hijo
Elix, a quien apodaron “El Indiecito”. No menos de 250 composiciones en letra y
música dejó el maestro Figueredo, entre ellas la música de “María Laya” y “Los
Caujaritos” con letra de Mariano Hurtado Rondón; Plan de Arauca, Flor de
Cotayo, El Gabán, Amores Escondidos, Menoreño, De Montiel a Los Cocuyos y
otros. El 02 de septiembre de 1995, muere en San Fernando de Apure, la última
leyenda llanera como lo describió el cronista de Maracay y de Villa de Cura, el
periodista e historiador Lic. Oldman Botello, el “Indio Figueredo”, el viejo
roble cunavichero quien sucumbió a los 96 años de edad y con él se fue un
pedazo de la historia musical de Apure.