REDES SOCIALES

lunes, 24 de mayo de 2021

EVOLUCION DE LA BANDERA DEL ESTADO APURE

 




EVOLUCIÓN DE LA BANDERA DEL ESTADO APURE

Por Josefina Alvarado

Hoy veintitrés de Mayo, día de la bandera del Estado Apure, tratando de utilizar las herramientas de la cibernética las que la mayoría de humanos cree que es un medio masivo, en mi opinión no lo estimo así para mí excluye gran parte de la población mundial que no tiene acceso a un simple teléfono celular de nueva generación, no obstante tratare de darles luces sobre la evolución de la bandera del estado Apure, apegada a las fuentes documentales, a la claridad de mi memoria que todavía funciona por ser coautora de lo que aquí se relata, para hacerles el recuento histórico más exacto le transcribo el discurso de orden con motivo de la oficialización de la Bandera del estado Apure, para que tengan claridad respecto de la fecha treinta y veintitrés de mayo, el porqué, se irá dilucidando al discurrir el discurso.

DISCURSO DE ORDEN CON MOTIVO DE LA OFICIALIZACION DE LA BANDERA DEL ESTADO APURE

Al hacer reminiscencias de cómo se escenificaron las luchas para lograr la independencia del país, observamos que delante de cada batallón o resolución importante, como para darle contenido patriótico, fuerza, valor y arrojo para lograr sus destrezas nuestros guerreros, ondeaban en sitios privilegiados estandartes alusivos a las gallardas e históricas hazañas. Después de la emancipación los rumbos y caminos que tengamos a bien transitar, siempre se sentirá la protección del manto tricolor de Venezuela que, junto al himno y el escudo conforman la trilogía de nuestros símbolos patrios a los cuales les debemos respeto, amor y veneración por ser guías impolutos para lograr el país libre del cual goza el pueblo venezolano.

Sirviéndonos de referencia la conceptualización de nuestros símbolos patrios, toca a mi humilde persona narrar para ustedes, con mucha seriedad y responsabilidad, como ha sido mi postura permanente, igual cuando asumo un compromiso tan importante con la comunidad, sobre todo con los jóvenes y niños de nuestra entidad llanera. Es mi deber al respecto aportar datos valederos, documentar en el estricto orden esta disertación: significaré además que el carácter metodológico a utilizar no es impedimento para que vayan implícitas mis vivencias, como parte fundamental de este logro que enaltece el gentilicio y nutre la historia del estado Apure.

Se hace imperativo enfocar la creación de nuestra bandera en dos etapas complementarias, signadas cada una de ellas por el trabajo creador de un grupo de personas; hijos o no de esta tierra, al hacer un balance de justedad a cada uno se le debe reconocer su esfuerzo.

Primera Etapa:

Comienza el trece de Abril de mil novecientos noventa y tres, cuando se propone su creación, se demuestra recogiendo del acta número veinte, llevadas en los libros de la asamblea legislativa en sus puntos varios se desarrolló de esta manera:

“Interviene el Presidente señor Alonso Hernández en su condición de diputado y manifiesta: He observado que nuestro estado Apure, solamente cuenta con el himno y el escudo del Estado, en tal sentido, he tenido la inquietud de la falta de la bandera, y para ello quiero hacer formalmente la proposición en esta cámara, de que nosotros como legisladores apureños debemos dejar a nuestro estado Apure, ese tercer símbolo que constituye la bandera”.

Esta proposición fue aprobada y estuvo buena acogida por los legisladores, el presidente nombra una comisión que se constituya en jurado y se aboque a organizar el concurso referente a la creación de la bandera del estado, esta comisión estuvo integrada por los diputados Laura Simona de Lara, Fernando Suárez, Ramón Narvaez Pérez, Nohelia de Rincones y Ronald Torres la misma a su vez, debía incorporar al ejecutivo regional, las universidades, zona educativa, entre otros. Ese paso importante llegó hasta la publicación del concurso de acuerdo a las bases publicadas en el diario ABC.

Segunda Etapa:

Se inicia desde el ejecutivo regional el día seis de marzo de mil novecientos noventa y seis, después de tres años once meses y veintitrés días, El general (GN) Régulo Ramón Andrade Román en su carácter de secretario general de gobierno del estado Apure debidamente autorizado por el Dr. José Gregorio Montilla Gobernador del estado, conjuntamente con el licenciado Aureliano Correa presidente de la Asamblea Legislativa, proceden a nombrar una comisión multidisciplinaria para que le imprima consecución a la creación de la bandera del estado, dicha comisión quedó integrada de la manera siguiente:

Presidente: Régulo Ramón Andrade Román; Secretaria ejecutiva: Josefina Alvarado; Miembros: Monseñor Mariano Parra Sandoval, representante de la Diócesis de San Fernando de Apure; Alfirio Mora Coronado, procurador del estado; Willian Acuña y Jhonny Guerrero (diputados a la Asamblea); Argenis Mendéz Echenique, Presidente de la Sociedad Bolivariana centro correspondiente al estado Apure; Pedro Pablo Olivares, Director-Coordinador del Centro de Estudios Históricos Sociales del Llano Venezolano (CEHISLLAVE); Ibelice Estevéz de Velázquez, Coordinador de la Universidad Simón Rodríguez ; Fernando Suárez, ex diputado de la Asamblea Legislativa; Orlando Bermúdez Lima, Comandante de la Policía del estado. De inmediato se procede a revisar lo que se había adelantado y hasta donde llegaron los trabajos de la primera comisión, con la finalidad de darle continuidad y no desviarnos de las gestiones realizadas, para no perder la secuencia del trabajo, como debe ser en estos casos referidos a los hechos históricos.

El día jueves dos de mayo de mil novecientos noventa y seis, en el mismo periódico ABC. Tomando casi en su totalidad las bases del concurso publicadas por la primera comisión, exceptuando algunas e incorporando otras, se le da continuidad al proyecto, en la referida publicación se incorporan los nombres componentes del jurado calificador, tomando el articulo once de las referidas bases, se destacan lo siguiente:

“Se designan jurados a los ilustres ciudadanos, los cuales tienen debido conocimiento, quienes tendrán la responsabilidad de examinar y calificar a cada una de las propuestas; emitirá el veredicto final en cinco días hábiles el cual será inaplazable: Lic. Argenis Méndez Echenique, Sra. Josefina Alvarado, Prof. Wascar Jaspe, Lic. Ibelice Estévez de Velázquez y el diputado Jhonny Guerrero”

El día lunes veintidós de Julio de mil novecientos noventa y seis, es seleccionada la Bandera del estado Apure, de entre ochenta y tres proyectos y de acuerdo a las bases del concurso en el salón “Andrés Eloy Blanco” del Palacio de Gobierno, resultando ganadora la propuesta número uno presentada por el señor Juan Blanco, residenciado en la ciudad de Achaguas, pasando el mismo a ser patrimonio inalienable del Ejecutivo del Estado Apure. El acta de la creación de la bandera recoge una sugerencia que hacen a las autoridades competentes los miembros del jurado, como es la creación de un mural con los diferentes proyectos de banderas presentados en el concurso, para ser utilizados como recursos didácticos por los docentes y como testimonio de la creatividad de sus hijos.

Siendo la bandera patrimonio del Estado, el gobierno regional instruye a la ciudadana Josefina Alvarado para que le haga una reforma, en la que a través de los colores se le dé un mejor contenido de los elementos que conforman a la Región. Logré hacerlo dando como resultado esa sobria y hermosa bandera que desde hoy, se oficializará y flameará en todo el ámbito territorial, indicándonos el camino de rectitud y trabajo, a los niños, jóvenes, adultos y ancianos en la tarea común de convertir este suelo en un bastión regional, donde la prosperidad y el beneficio nos alcance a todos por igual.

Al lograr la complementación de la bandera nos abocamos a la revisión de la ley de Himno y Escudo del estado Apure, faltaba incluir el capítulo respectivo a la Bandera, se le hace la debida reforma y no solamente se incluye el capítulo citado con anterioridad, sino que, también se incorpora el capítulo referido a la creación de la “Banda insignia del Poder Ejecutivo del estado Apure”, describiré la misma tomando el texto del artículo veinte de la mencionada ley.

“La banda insignia del poder ejecutivo del Estado Apure” constara de los siguientes elementos: una banda en seda con la forma y colores de la bandera del estado Apure, de diez centímetros de ancho terciada sobre el hombro derecho del gobernador, viniendo a caer a la altura de la cintura del lado izquierdo donde tendrá una roseta con las mismas características de la banda”.

Conlleva la creación de esta Banda, Darle la debida prestancia a los actos donde el señor gobernador tenga a bien usarla, en las fechas que rigurosamente le indica la “Ley de Símbolos del Estado Apure”, es con este título que finalmente se decretó la ley en cuestión, debo significar además que en el capítulo alusivo al Escudo del estado Apure, se le había hecho con anterioridad reformas en las fechas grabadas en el centro y extremos; como también se cambio la rama de cafeto por la Palma de los Llanos, dichas reformas se hicieron únicamente en la ley, pero el símbolo en sí, seguía igual; dándonos cuenta del fallo también emprendimos esa tarea que motivó al pintor José Gregorio González Vivas, quien nos presentó un proyecto con esa hermosa palma de los llanos que se consideró más representativa del estado. A este respecto la Asamblea Legislativa, con un cuerpo de sus diputados consideraron hacerle las reformas que hoy se aprecian en dicho símbolo.

Debo dejar testimonio escrito al pueblo Apureño, que la misión encomendada, ha sido para mi modesta persona una de las más valiosas e importantes en cuanto al fortalecimiento de mi espíritu venezolanista se refiere, sobre todo en la parte de la reforma de la Bandera y adaptación a la ley, aquí debo hacer un alto para darle las gracias al Dr. Gustavo Silva Pérez, quien hizo la revisión al proyecto de ley; al Sr. Juan Nuñez Padilla que junto a la politóloga Yelitza Paéz les dimos los último toques al referido proyecto. En la parte de la redacción del proyecto de Bandera, a los jóvenes talentosos Pedro Zacarías y Luis Augusto Ibañez Alvarado, quienes armados de paciencia aceptaban mis requerimientos en la tarea de la impresión y perfeccionamiento de los proyectos, en esos aparatos modernos llamados computadoras. A mis consocios Bolivarianos Lic. Argenis Méndez Echenique, Lic. Pedro Pablo Olivares, Lic. Glenda Mirabal Alvarado quienes hicieron una labor de revisión y consulta, a José Ramón “Moncho” González diligente funcionario de relaciones públicas encargado de la organización de este magnífico acto.

Discurrido el recuento histórico, es oportuno hacerles un llamado a todos mis conciudadanos para cerrar filas a favor de la recuperación de la entidad, de los valores que en conjunción encarnan la moral, la justicia y la paz; requisito sine qua nom para solventar esta crisis que nos acogota y se extiende cada día más; traducidas en drogas, violencia, criminalidad, entre otros. Empero, nosotros los adultos en actitud tuitiva y dando ejemplos de dignidad y decoro, rindiendo jornadas en la cotidianidad, que sirvan de senderos expeditos para el tránsito obligado durante este lapso de tiempo a desarrollarse desde su niñez, juventud hasta convertirse en adultos, los cuales emergerán como la parte más importante de la humanidad, sus generaciones de relevo, a ellos les tocará darle continuidad a lo que hoy se escenifica aquí. Finalmente deseo que ustedes “muchachos” cuando les corresponda dirigir los destinos de Venezuela o del Estado, al realizar un acto impregnado de regionalismo y civismo como este, lo hagan con más fervor y más amor hacia el terruño patrio, es así , como los que hoy somos actores, nos sentiremos interpretados, quedando establecido que las semillas germinaron para dar buenos frutos; presagiando el futuro en este sentido, llena de alegría con la mano apretada en el corazón, les invito a cantarles a nuestra más cara insignia:

Es la Bandera de Apure

Un hermoso pabellón,

Representa en sus colores

Lo fértil de la región.

Lleva en su contenido

Las destrezas del llanero,

Junto a sus ríos caudalosos

Y riquezas del subsuelo.

Las portentosas hazañas

Logradas por sus guerreros

Que le dieron a la patria,

Libertad bajo este cielo.

Reflejado en el fulgor

De sus preciosas estrellas,

El grito de dignidad

Del héroe de las Queseras.

Debido a que el estado Apure contaba solo con dos símbolos Escudo e Himno al crear la Bandera completo su simbología, ese hecho dio pie para hacerle la revisión a la ley de Escudo e Himno para incorporar la Bandera al igual que la Banda Insignia y otros símbolos (llamado menores), que en esencia representan, tradiciones, costumbres, fauna y flora dejando la posibilidad para una de una nueva reforma ya que, desde un comienzo fue mi caso y de varias personas del sector cultural, no tuvimos de acuerdo con la fecha treinta de mayo, por cuanto coincidía con las del Santo Patrono, así toda la atención se concentraba en su celebración y la Bandera pasó a segundo plano. El temor de los historiadores se patentizó, lo que impulsó la última reforma contenida en la Gaceta Oficial nro. 271 de fecha 30 de Agosto de 2016 donde se estableció el veintitrés de mayo día de la Bandera, como también en el capítulo 6 articulo 14 se instituye el veintitrés de mayo “Día de la Llaneridad Apureña”, en consideración de la histórica Asamblea de Guerra que realizó El Libertador Simón Bolívar en la Aldea “El Setenta” en jurisdicción del Municipio Muñoz, de nuestro estado Apure, el día veintitrés de Mayo de 1819, donde se decidió La Campaña de la Nueva Granada, que culminó exitosamente en la Batalla de Boyacá, permitiendo luego las victorias de Carabobo, Pichincha, Junín y Ayacucho. Esta fecha será celebrada para su mayor significancia y jubilo simultáneamente con el día de la Bandera del estado Apure, según lo establecido en el artículo 8 de esta ley.

Resalto además que contenido en el capítulo 9 DE LOS SIMBOLOS DE CARÁCTER PATRIMONIAL EN LO CULTURAL Y NATURAL, artículo 24 se establecen como Símbolos Emblemáticos:

1. Flor Regional “Flor de Bora”, cuyo nombre científico Eichhornia Crassipes

2. Animal Emblemático regional “La Paraulata Llanera”, cuyo nombre científico es “Mimus Gilvus”

3. El Árbol Emblemático regional será “El Merecure”, cuyo nombre científico es “Licania Piryfolia”

4. El Traje Típico Emblemático será “El Liqui Liqui”, con sus respectivas variantes de forma en el uso para el hombre y las mujeres.

5. La Canción Popular Regional será “Apure en un Viaje”, cuya autoría pertenece al compositor Genaro Pietro

Autora:

Josefina Alvarado

San Fernando de Apure-Venezuela

Fuentes Consultadas:

Gaceta Oficial del Edo Apure nro. 148

Decreto Ejecutivo del 8 de Septiembre de 1909

Decreto Ejecutivo G-124 de fecha 4 de Junio de 1998

Gaceta Oficial del Edo Apure nro.271 de fecha 30 de Agosto de 2016

 


MAGDALENA NUÑEZ DE GAMBOA

 


MAGDALENA NÚÑEZ DE GAMBOA

 

"Madre abnegada, amistosa, providente y llena de generosidad, laborante y cumplidora. Doña Magdalena llevó estas cualidades a la política alturada. Fue demócrata de pies a cabeza. Organizada, constante, capaz, prudente y dotada de tolerancia. Mujer de gran personalidad y carácter decidido, de Inteligencia natural y pragmática, inventora de programas y proyectos osados, refugio de los pobres, fiel amiga, confidente y reservada. Dama de amplísima energía y vitalidad cuya presencia vigorosa inspiraba confianza y simpatía. Preparó a sus hijos para las lides de la justicia, del bien común, de la patria y del honor. Venezolana auténtica, quiso abrir en las vastedades de Apure un proceso legítimo y raizal de democracia". (Prof. Carlos Pessagno Vicuña, mayo de 1981, San Fernando de Apure). 

En el hato "Flor amarillo", cercano a Camaguan, el 19 de febrero de 1890 los padres celebran su nacimiento. Don Diego Núñez Silva, edecán y conmílite del presidente Joaquín Crespo, y doña Marcolina Marchena Peraza, naturales de Ortiz, estado Guárico. Junto a sus hermanos Joaquín, Rosa, Carmen, Ana Teresa, Manuel, Carlos y Emilia, perciben la dedicación al país de su progenitor, dejando huella honda de civismo. De ambos heredan una gran sensibilidad social, siempre soñando con una Venezuela de mejores condiciones para los menos favorecidos. La gran y estrecha amistad que les unía al presidente Crespo, ofrece la oportunidad de ser voceros y expresar inquietudes de mejoras en la justicia social. 

Muy joven Magdalena, doncella de 15 años, sepulta a su padre. La menguada economía de principios del siglo XX, el acontecer político con las montoneras que azotaban y reclutaban a su paso, y la falta de conducción del propietario, trajo los acreedores a "Flor amarillo" y un tío abogado sugiere como solución la venta del hato, correspondiendo a ella la firma de documentos. Empacan enseres, vivencias y recuerdos, migran a San Fernando con las leales criadas que eligieron acompañarles. Aunque nunca olvidan y dejan de hablar de Ortiz y "Flor amarillo", adoptan a estas tierras y la belleza del llano apureño como su propio terruño. Se instalan en una casa en la hoy calle Bolívar, frente a la actual residencia del obispo de la diócesis sanfernandina.

Su juventud transcurre en los alrededores de la plaza Bolívar, la catedral y los barrios "El Cañito" y "El Picacho de San Pedro". Ahí encuentra su completa dedicación por los humildes, necesitados, trabajadores, siempre en contacto directo con su pueblo. En 1911, a los 21 años, contrae matrimonio con Pedro María Gamboa. Fijan residencia en una casona amplia y antañona en la manzana que ocupó después el grupo escolar "República de Guatemala", claustro ahora del vicerrectorado de la UNELLEZ. Sus primeros años matrimoniales estuvieron llenos de responsabilidad hogareña. Su esposo, hijo de Justa Gamboa, desde muy joven empezó a trabajar para ayudar en la manutención de su madre y hermana. Muy diestro con los números y organizado, le valen para ser contratado como dependiente de uno de los hermanos Barbarito. El sueño de tener su propio negocio materializa cuando el patrón se ofrece a prestarle el dinero necesario, con la única garantía de la palabra.

 

El hogar se alegra con la llegada de tres hijos, Manuel Antonio, Pedro María y Trina. Se mudan a la casa "Santa Isabel" en "El Picacho de San Pedro", a escasa distancia de la desembocadura del río Portuguesa en el Apure, donde viven por muchos años. 

 

Con el fruto del trabajo y los ahorros invierten en la compra de casas, cuyos alquileres reunían para adquirir otras. Es así como concretan con don Elías Moros y su esposa Rosa la transacción de una vivienda ubicada en la calle "Comercio", que sería el asiento de la legendaria tienda "La Mina", una miscelánea que surtía al mayor a dueños de hatos y al detal a los parroquianos de sombreros, ropa de kaki, cobijas, botas de goma, artículos de ferretería, peltre, telas, quincallería, entre otras mercancías. Cada mañana antes de abrir su negocio, don Pedro vestido con su impecable flux de lino blanco, corbata negra por el luto que siempre guardó a su mamá y sombrero Borsalino, caminaba un día río arriba y al siguiente río abajo, saludando a su paso a los inquilinos y tomando nota para que su albañil Cabello reparara las averías.  

En el almacén siempre estaban don Pedro, doña Magdalena, su hija Trina y la sobrina Ángela (hoy Ángela de El Darjani). En los inicios muchos clientes pagaban con morocotas.

 

En una de las crecientes del río Apure se inunda un barrio y es invitada con un cura, el jefe civil y otras personalidades a visitar el sector afectado. Había que pasar por un tablón sobre una zanja para accesar al otro lado y los lugareños extendían la mano a los visitantes para ayudarles a cruzar. Cuando correspondió su turno, le da la mano a una mujer para no perder el equilibrio. Luego le hicieron notar que era una prostituta y ella manifiesta, "lo sé, pero tenemos que tender la mano a quienes más lo necesitan". 

 

La creciente de 1945 anega a "Santa Isabel" y deciden refugiarse en la casa de la tienda en la calle "Comercio", pero se sorprenden al constatar que las cerraduras del inmueble fueron violentadas para albergar a unos damnificados. La solución que el gobierno de Juan Salerno les ofrece es entablar a "Santa Isabel" y permanecen en su palafito hasta que bajan las aguas. Don Pedro tenía un canoero que los llevaba hasta una calle desde donde podían caminar al negocio. Dado el riesgo de futuras inundaciones deciden fijar residencia permanente al lado de "La Mina". 

Desde ese abuso de autoridad, doña Maga "le quita el saludo" al gobernador Salerno. Quince años después su hijo Pedro y familia naufragan en el río Apure, cerca de Puerto Miranda, y es Juan Salerno quien le avisa del accidente y rescate de todos con vida y en perfecto estado. Para ella ese gesto tuvo un significado especial porque las hermanas de Salerno y otros familiares se ahogaron en el mismo rio. Eso borra la molestia y reinician la amistad.

 

El toque de diana del amanecer en casa de los Gamboa Núñez lo daba Caridad al quitar la tranca del portón, a las 5:30 am, para ir a comprar la carne del día. A su regreso embriagaba con el delicioso aroma del café que invadía todos los espacios, pero que no tardaba en desvanecerlo la rica fragancia de la colonia María Farina, que anunciaba el inicio de la caminata matutina de don Pedro. Con el esplendor de las soleadas mañanas capitalinas comenzaba el trajinar del día y llegaba Sutillo, el ciego del pueblo, tocando el ante portón con su pocillo de aluminio para que Caridad le diera su arepa y sirviera café. Don Pancho Serrano, don Rafael Pérez Acosta y don Evangelista Rodríguez llegaban por separado y coincidían con frecuencia al degustar el café tempranero, portando las más recientes noticias políticas nacionales y del acontecer del pueblo. A todo el que arribaba mientras estaban comiendo, se le invitaba "a halar una silla" y pedían a Caridad traer un plato limpio y cubiertos para el comensal. El portón permanecía abierto y de libre entrada hasta las 11-12 de la noche que metían las sillas para acostarse. Era hermosa la calidez provinciana de ver como los que pasaban por el frente se detenian a saludar o sentaban un rato a compartir.

 

Existía en esa época la bella costumbre de los amigos que vivían o pasaban temporadas largas en sus hatos y entraban a conversar cuando venían al pueblo.También eran recibidos quienes buscaban una mano solidaria y fue mucho el muchacho que vistió con un pantalón de kaki talla grande, ya que la matrona entraba sigilosamente al depósito de la tienda y agarraba un par de camisas y pantalones al azar para solventarles la situación apremiante. En tiempos en que las compras de la comida del dia se realizaban con el llamado "diario", si alguien planteaba una necesidad antes que Caridad fuese a hacer el mandado, el parcial o total del dinero era usado para solucionar lo expuesto y la comida cargada a "la libreta" de la pulperia de Requena, quien anotaba y le cobraba a Don Pedro en la tienda. Aunque él no era una persona dispendiosa, nunca protestaba por esos gastos extras de comida, ya que sabía eran por una noble causa. Colgaderos y chinchorros acogian a los visitantes, muchas las personas que albergaba y cobijaba. Era el alma de su casa con una alegría y un positivismo abrumador. Su transcurrir fue la innegable pasión por la familia y su desbordado sentir por una mejor Venezuela.

 

COPEI nace como una alternativa al socialismo, y se proclama como tal desde su misma fundación el 13 de enero de 1946. Surge para brindar a los venezolanos una plataforma política para las elecciones de la Asamblea Constituyente del 27 de octubre de ese año. De allí se deriva su nombre fundacional "Comité de Organización Política Electoral Independiente". No obstante, su consolidación definitiva como partido político ocurre propiamente en su III Convención Nacional, realizada en marzo de 1948, en la cual se definió el partido como socialcristiano, conservando sus siglas COPEI. Su máximo líder nacional el Dr Rafael Caldera. Doña Magdalena vibraba con la euforia copeyana de Caracas. Había dado los primeros pasos con personas de ideales semejantes a los suyos. Fue la precursora de la democracia cristiana en Apure y sus llanos, por gozar de gran popularidad y prestigio. COPEI se funda en este estado el 08 de octubre de 1948 en el domicilio de los Gamboa Núñez en la calle "Comercio", al lado de Impresos Gamboa, propiedad de su hijo Manuel. Estaban presentes, además de Magdalena, Manuel Arturo Pérez, Alejandro Brizuela, Manuel y Trina Gamboa, Rafael Mirabal Level (su primer presidente), Dr. Santos Bustillos, Isabel Herrera, Evangelista Rodríguez, Ángel R. Mora, María Esther de Castillo, Eleonora de López, Félix Manuel López, Nicanor Guadarismo, Juan A. Sosa, Rafael Pérez Acosta, Martín Quintero, Herminia Colmenares, Pedro Garbi, María Josefa Boggio, María Clementina Martínez, María de Quintero, José Antonio Vethencourt, Francisco Serrano, Juan Llovera y cientos de personas más. De Caracas asiste la plana mayor, Rafael Caldera, Godofredo González, Pedro Del Corral, Ceferino Medina y decenas de fundadores del movimiento en Venezuela. El Dr. Moisés Benaín Núñez, sobrino de doña Maga, compuso la letra del himno de COPEI de Apure y el artista Napoleón Baltodano concertó la música.

 

Su actividad partidista consumía mucho de su tiempo, giras a los pueblos con los líderes del partido que se hospedaban en su casa. Viajes a Caracas a reuniones del partido, asistencia a mítines, conversatorios con el líderazgo local, presente donde su mística ciudadana lo requería. Durante la dictadura de Pérez Jiménez alberga a perseguidos políticos, a uno lo saca en bongo para Colombia vestido de cura con una sotana que ella misma le confecciona. Ella oía y entendía el padecer de sus semejantes, con mucha receptividad para quienes se acercaban a ella en busca de apoyo. No obstante, su dedicación y quehacer ciudadano nunca interfiere con su amor, obligaciones, dedicación y diario convivir con su familia y amigos.

 


 Mujer de armas tomar. En ocasión de la visita de Pérez Jiménez a San Fernando, el gobernador de Apure Dr. Edgar Domínguez Michelangelli (1948-1958) le manda a decir con su papá, don Julio Domínguez, que el presidente pasaría por la calle "Comercio" y para evitar problemas debía quitar el anuncio de COPEI Seccional Apure de su puerta. Hace caso omiso a la advertencia y en la madrugada enviaron a arrancarlo. Hace otro cartel en tiempo récord y se planta en su puerta a ver quién se atrevía a repetir la acción. Pérez Jiménez pasa por su casa mientras ella hacía guardia a sus insignias. Debido a su esencia democrática hubo un distanciamiento con el gobernador, pero la relación y afectividad con su familia se mantuvo igual. Don Julio siempre los visitaba y ella y su esposo le correspondían. Cuando los adecos efectuaban sus mítines en el terreno donde ahora es el edificio nuevo de la gobernación, doña Maga les lanzaba bultos de paja para hacerles saber que "el discurso era pura pendejada". Saverio Barbarito al pasar por las noches por su residencia frenaba y para molestarla le decía "abajo COPEI", podrán imaginar la respuesta llena de sapos y culebras. Él soltaba la carcajada y arrancaba su vehículo. Siendo Fernando Hernández presidente de la legislatura apureña, ordena meterla presa por "irreverencia a la cámara". Esto enfurece al Dr. Domínguez Michelangelli y le dan la libertad enseguida, en clara manifestación de respeto por la dama.

 

Enviuda cerca de la celebración de sus bodas de oro matrimoniales. Don Pedro deja este mundo el 15 de septiembre de 1959. Repone fuerzas y continúa su entrega a la labor política. Ante las evidencias de su actuar, el pueblo la elige diputada a la Asamblea Legislativa por COPEI en 1964, en las mismas elecciones que gana la presidencia de Venezuela el Dr. Raúl Leoni. En su gestión lleva las inquietudes de los necesitados, sus peticiones y trata de hallarles soluciones justas y viables. Sus mejores tiempos económicos quedaron atrás, sin embargo, dona su sueldo a personas que acudían en busca de ayuda, porque sentía que el dinero les pertenecía. Para entonces, al morir un miembro de la Asamblea Legislativa la cámara corría con todos los gastos fúnebres. Al presentir la inmediatez de la hora de su despedida, obtuvo de sus hijos la formal promesa que para su entierro en el camposanto de San Fernando no recibieran ni un céntimo del erario público. Doña Maga fallece el 02 de enero de 1966. Ello produce un gran dolor en la gente que la estimaba. Sus funerales se convierten en un inmenso cortejo y un plebiscito sincero del pueblo a quien tanto amó y sirvió. Muere cargada de méritos y Rafael Caldera encabeza los actos del adiós a su amiga sincera, leal y transparente en la lucha por la democracia. El líder nacional pronuncia la oración final, resaltando la pujante personalidad cívica de esta llanera a carta cabal.

Magdalena Núñez de Gamboa cultiva la filosofía socialcristiana y la hizo "carne de su carne" y "luz de su vida". Crisol donde purifica su pasión por el país. Matrona, vértigo de actividad, de irrefrenable dinamismo, activo e incansable, volcan de solidaridad al prójimo, amistad pura como el agua, filantropía constante e interés ilimitado por los demás; sin lugar a dudas, es un Personaje de mi Pueblo.

  

*** Edición y Montaje: Lic. Wladimir José Hidalgo Benítez.

 

*** Esta historia es una mezcla de recopilaciones del ilustre profesor lazomartiano Carlos Pessagno Vicuña, recogidas en su folleto "Microbiografía de Doña María Magdalena Núñez de Gamboa"; recuerdos y vivencias de Graciela Gamboa Chollet, nieta de doña Maga, e investigaciones del autor.

 

*** Agradecemos a Saúl Gamboa, Graciela Gamboa Chollet, Nancy y Chajide El Darjani, y a la Fundación Histórica Cultural "Dr. Italo Francisco Decanio D´amico", por todo el apoyo en textos y fotografías.


ALCIDES PEREZ


Alcides Pérez.

Del caserío " Los Güires" adyacente al pueblo de San Rafael de Atamaica que ha sido semillero de importantes artistas en la región Apureña, surge también la voz y la pluma del poeta Alcides Pérez quien se destaca a finales de los años ochenta y comienzos de los noventa cuando sus creaciones comienzan a ser grabadas por múltiples artistas y al mismo tiempo lograban convertirse en conocidos éxitos. Llanero netamente ligado a la vida campestre y tradicionalista no podía dejar de dibujar a través de su privilegiada pluma todas las vivencias recogidas en esta folklórica región llanera para finalmente ser traducidas en ocurrentes golpes y coloridos pasajes.

 Aproximadamente en 1995 cuando ya era bastante reconocido como compositor decide grabar de manera independiente dos de sus números siendo uno de estos el golpe " Refraneando" que ya había popularizado Domingo García. En 1997 Cachilapo materializa su primera producción " El quita sueño" (CTTE-77201) que saldría en cassette a mediados de ese año. Como ya el disco compacto paulatinamente ganaba terreno, Orozco Martínez decide agrupar el reciente trabajo de Alcides Pérez conjuntamente con el que también estrenaba el artista Jesús Pérez y lanzar el CD " Apure Verso a Verso" (CD-714) en 1998 permitiendo que ambos trabajos pudieran ser adquiridos en un solo disco. En el año 2000 reaparece con su segunda producción " Soy de Apure" ( CD-120727) la cual contenía doce temas jocosos que llegaron a gustar mucho entre la audiencia musical. De sus dos trabajos realizados en Cachilapo, se cuentan los siguientes temas como los más reconocidos: " Me dejó el rancho solito",   

 " El quita sueño", " Pa' los borrachos", " Te pusieron por la goma", " Pa' las celosas", " El relancino", " Ahí te dejo el corazón " , " El comegente", " A la mujer de Apure", " El embustero", " Soy de Apure" y " La viagra". Ambos trabajos musicales contaron con el acompañamiento musical del maestro Carlos Peraza y su conjunto quienes pusieron su mayor empeño en su magnífica instrumentación. Alcides Pérez se considera como uno de los mejores poetas de la música llanera en la actualidad siendo sus obras muy solicitadas por muchos artistas como también muchos de estos se han destacado con ellas. Entre algunos vocalistas que han popularizado sus creaciones se encuentran: Argenis Salazar, Orlando Rivero, Domingo García, Mayra Tovar, Cristina Maica, Alejandro Rondón y Alberto Castillo entre otros para no hacer mención de una enorme lista. Después de su permanencia en Cachilapo ha realizado de forma independiente otras grabaciones y cuenta con un total de 866 composiciones hasta la fecha reciente ( Mayo de 2017). En el presente vive en el estado Apure y prepara un nuevo trabajo.

(Texto y fotos: Adel Solórzano).


SOMBRERERIA EL SOL

 



SOMBRERERÍA EL SOL

AUTOR: Hugo Arana Páez

En esta ocasión me referiré a un ancestral oficio que hasta finales de la década de los años sesenta de la centuria pasada se hacía en San Fernando de Apure; me refiero al arte de restaurar sombreros de fino paño de fieltro y que hoy lamentablemente ha desaparecido.

En ese sentido, se hará una aproximación a la vida del artesano que ejercía este oficio, como fue el maestro apureño MANUEL ZAPATA; también se resaltará el uso e importancia del sombrero para el hombre de tierra llana ¿Prenda de vestir o un utensilio protector y herramienta de trabajo? Asimismo se hará énfasis en el nombre de una importante esquina del Barrio El Mamón (actual Sector Centro Valle), conocida como ESQUINA EL SOL; también se hará una aproximación a aquellos personajes que utilizaron y los que actualmente usan el sombrero como prenda y como compañero inseparable en su rutina diaria; finalmente se hará hincapié en las nefastas consecuencias que ha ejercido el MESTIZAJE en los hábitos y costumbres del peón de hato apureño, ese hombre bragao de toro, soga y caballo que un aciago día cambió su característico sombrero por una gorrita…

Una vez más les doy las gracias a los artistas plásticos y a los fotógrafos profesionales o aficionados a ese arte, quienes con sus bonitos lienzos y coloridas imágenes contribuyen a facilitar la comprensión de estos trabajos.

1. MANUEL ZAPATA: DE AVEZADO FÍGARO LLANERO A RESTAURADOR DE SOMBREROS DE FINO PAÑO.

El 2 de febrero del año 2021, entrevisté a Lourdes Zapata, profesora de pintura de la Escuela de Artes Plásticas de San Fernando Juan Lovera, quien con mucho orgullo me informó que ella es sobrina de Manuel Zapata y que recordaba cuando de niña su madre la llevaba a deslizarse en el tobogán, a dar vueltas en una rueda, a columpiarse o a correr por las camineras del bucólico Parque Infantil Andrés Eloy Blanco, situado en el ángulo sureste del cruce de las calles Muñoz y El Yagual. Evocaba que hallándose extenuada de tanto corri-corri y muerta de la sed, le rogaba a su progenitora la llevara al tallercito de su tío Manuel, situado frente a ese lugar de esparcimiento. Al llegar, lo primero que hacía era pedirle la bendición a su afable tío y enseguida le pedía un vaso de agua, el cual muerto e´ la risa se lo servía con un remillón que introducía en una tinaja de barro cocido que conservaba en un rincón del local. Pero que va, la carricita se emburraba hasta tres vasos de la fresca agua. Una vez saciada la sed, la muchachita se sentaba junto a su madre en un rústico banco de madera, desde donde se entretenía viendo el enorme espejo y algunos recortes de periódicos pegados a la pared donde resaltaba un coleador ensombrerado revolcando a un peligroso toro candelariero; las figuras de los actores y cantantes aztecas Pedro Infante y Jorge Negrete con sus enormes sombreros de charros; la imagen del grandeliga Alfonso Chico Carrasquel haciendo de las suyas en la gran carpa o la del torero César Girón haciéndole una Verónica en el Nuevo Circo a un toro de Guayabita o la seductora imagen de la nerviosa Marilyn Monroe, tratando de sujetar la terca falda; asimismo se entretenía viendo a su tío tratando de raparle el coco a un carajito bien arrecho… o cortándole el cabello a uno de sus asiduos y caprichosos clientes a quien entre el chis chás de la tijera o afilando en la correa de cuero la mellada navaja de afeitar, le narraba con lujo de detalles los acontecimientos locales (los chismes del barrio ja, ja, ja), nacionales e internacionales. Atenta ella con los ojos bien pelaos y con las oreja paradas se entretenía escuchando los embustes y las bromas del fígaro, mientras curiosa observaba los moldes de madera, donde el artesano le daba forma a los sombreros; también miraba la grandota y pesada tijera, el enorme mesón donde el tercio tenía apilados varios estropeados o curtidos sombreros listos para reparar o limpiar; pero lo que más le llamaba la atención era la vieja, enorme y pesada plancha de hierro a carbón con la que el terció alisaba las delicadas prendas. Por supuesto, tampoco apartaba la vista de los rollos de cintas de fina y resistente seda importada que el artesano utilizaba para proteger internamente la costosa pieza y externamente para darle prestancia y llamativa belleza. Asimismo, se extasiaba viendo en una vitrina-mostrador algunos bonitos sombreros Barbisio, Borsalino o Pelo e´ guama listos para la entrega a sus dueños o para la venta al público. También la carajita se entretenía viendo adosados a la pared varios sombreros envueltos en papel celofán; algunos de ala corta o de ala ancha (sombreros alones). Algunas veces se entretenía mirando a su tío reparándolos o limpiándolos hasta dejarlos nuevecitos. Eso sí, me contaba ella que su tío era muy delicado con sus artículos, por nada del mundo permitía que nadie le manoseara sus preciadas piezas; igualito que el padre cuando la hija se está transformando de niña a mujer, que se pone muy receloso y vive con los ojos más pelaos que vendedor de prendas ja, ja, ja. Así escuchaba la particular manera como el tío Manuel le advertía a sus clientes el cuidado que debían prodigarle a su preciada mercancía.

-¡Amigo, si no lo va a comprar no lo manosee…!

O la otra convincente expresión, que ella, por ser un lenguaje figurado o poético no alcanzaba a entender.

-¡Amigo, por si acaso se atreve, Toque con los ojos y vea con los dedos…!

El 10 de febrero del año 2021 entrevisté en el Parque Andrés Eloy Blanco al sanfernandino Iván Cerpa, hijo del boticario y fotógrafo Jorge Cerpa y hermano del también fotógrafo Fabián Cerpa, quien me contó que Manuel Zapata, era un catire retaco, bonachón y como todo barbero, buen conversador; cuando lo conoció en su oficio era un hombre de unos cincuenta y pico años de edad. También me contaba que era un artesano muy solicitado en la Capital del Llano Venezolano, y que lamentablemente sus hijos no aprendieron ese bonito oficio. Asimismo me narraba que la bonita vivienda de dos aguas, de paredes de bahareque y techo de tejas, donde Manuel Zapata tenía su barbería y negocio de reparar sombreros, era propiedad del señor Jesús Castillo, quien le arrendó a Zapata ese espacio. Asimismo me informó que Zapata, antes había ejercido su oficio de barbero en el cruce de las calles Páez con Mucuritas, frente a la pulpería de un señor de apellido Millán, donde trabajó en sociedad con el barbero Ramón Veliz (a) Mata e´ bola ja, ja, ja. De ese lugar, se mudaría con su barbería a la casa de Castillo, diagonal a la vivienda del pulpero, locutor, músico, poeta, deportista, periodista y humorista apureño Miguel Siso, quien vivía con su madre, Doña Lucinda de Siso en una bonita casita de bahareque, techo de tejas de dos aguas, pequeño corredor y hermoso jardín (ver imagen). Fue en la casa de Castillo donde Manuel se instala con su barbería y años más tarde se dedicaría al oficio de reparar y restaurar sombreros de fino paño de las marcas Barbisio, Borsalino y los afamados Pelo e´ guama.

Manuel vivía con su familia en la Calle Muñoz a cuadra y media de su taller, entre las calles La Miel y Las Mucuritas. Mientras él se PEGABA EN EL CORTE a trabajar en el taller cortándole y tomándole el pelo a los PELÚOS o MECHÚOS parroquianos ja, ja, ja; su esposa, la señora Doña Mercedes de Zapata (a) Doña Merce, se afanaba en preparar una deliciosa y reconocida jalea de mango, la cual era muy solicitada. Por cierto, Doña Mercedes elaboraba las panelas de jalea de mango similares al tamaño de un pan de sándwiche y dicen viejos sanfernandinos que su jalea era muy apreciada, por cuanto, había clientes que venían de otras ciudades a buscarlas. Doña Merce era una simpática trigueña de baja estatura y mediana contextura. En la elaboración de la jalea sus pequeños hijos la ayudaban en ese bonito oficio, quienes, como la célebre María, la tercia de la canción MARÍA DALE PALETA… también se fajaban a dale paleta a ese mazacote ja, ja, ja, hasta darle PUNTO, es decir, la consistencia adecuada. Una vez listo el producto, los niños salían presurosos como cualquier DELIVERY de hoy a hacer las respectivas entregas a domicilio ja, ja, ja y después a patear las calles, como dicen ahora o mejor aún, como decían antes CALLE ARRIBA Y CALLE ABAJO ofertando por las soleadas y polvorientas calles del bucólico pueblo la apetecida y solicitada granjería.

Además de la sabrosa y solicitada jalea de mango, Doña Merce, elaboraba unas deliciosas TABLETAS, llamadas ahora, eufemísticamente CONSERVAS; entonces aquellas tabletas eran elaboradas con coco rallado y panela dulce; es decir, con esas bonitas y deliciosas panelas procedentes de los plantíos de caña de Guayabal, Caño el Diablo, Uverito, Arichuna, Biruaca, El Recreo, Las Maporas, San Rafael de Atamaica y hasta de la distante Achaguas.

A mediados de la década de los años setenta Manuel muda su taller para su casa de familia. Años más tarde se muda al Barrio La Defensa, donde se va a vivir con otra compañera. Mientras que Doña Merce junto a sus pequeños hijos, continúa, ahora con más ahínco, elaborando las jaleas y tabletas y como buena mujer llanera, a punta de jaleas y tabletas se faja a echar pa´ alante a sus hijos.

En el Barrio La Defensa, Manuel se instala con su barbería y su sombrerería, donde entre los cortes de pelo, bromas y embustes sigue restaurando los sombreros de fino paño. Hasta esa popular barriada lo seguían sus fieles e incondicionales clientes, lo que no sé, es si continuaría nombrando su negocio SOMBRERERÍA EL SOL. Lo cierto es que seguía siendo muy responsable y cuidadoso en su oficio. En La Defensa seguía dejando los sombreros como nuevos y envolviéndolos en el vistoso papel celofán para que el polvo no los AFEARA ja, ja, ja. También allí seguía comprando y restaurando sombreros viejos para la venta al público.

Entre sus clientes se incluían los hateros, los caporales de hato, alguno que otro peón de sabana, los cabestreros, los coleadores, los cantores de música recia llanera. También se hallaban los tenderos del pueblo como Juan Bautista Loreto en su TIENDA LA LLANERA situada en la Calle Comercio, entre calles Ricaurte y Arévalo González; la tienda de Don Valentín Mujica, conocida como LA CASA DEL GANADERO también ubicada en la Calle Comercio;, Don Carmelo Rujana con su tienda LA CASA ALTAMIRA, situada en el cruce de las calles Comercio y Madariaga,; Néstor Hernández en su tienda LA RANCHERA, situada en el cruce de las calles Comercio y 24 de julio, quienes siempre le llevaban a restaurar sombreros que de tanto tiempo de estar en exhibición en sus negocios sufrían ligeros daños; asimismo les llevaban los que sus clientes les entregaban para restaurar. Por supuesto, esos no eran los únicos ya que había otros tenderos que también le hacían esos encargos. La clientela de Manuel era numerosa, por cuanto, también reparaba los sombreros de ala corta y es que hasta finales de la década de los años setenta la mayoría de los sanfernandinos utilizaban el sombrero de paño de ala corta.

2. LA ESQUINA EL SOL: UN PUNTO DE ENCUENTRO EN EL BARRIO EL MAMÓN

Manuel Zapata, tenía su barbería y taller de restaurar sombreros en una hermosa vivienda de bahareque y techo de láminas de zinc de dos aguas y de cuatro portones que bautizó SOMBRERERÍA EL SOL, que le dio nombre a una conocida esquina del BARRIO EL MAMÓN (actual Sector Centro Valle) como es la ESQUINA EL SOL.

Posiblemente el negocio fue bautizado con el nombre del astro rey, por cuanto, Manuel, utilizaba los rayos de radiante luz que temprano en la mañana bañaba el frente de la vivienda colocando en la acera los sombreros ya reparados para que se “asolearan” y de esa manera, las valiosas piezas eran sometidas a un secado natural que les resaltaba el color y adquirieran la textura adecuada. Seguramente en agradecimiento a esa lámpara natural, el artesano bautizó su taller SOMBRERERÍA EL SOL y así nació el nombre de una popular y concurrida esquina del ancestral Barrio El Mamón como es la ESQUINA EL SOL.

Su oficio consistía únicamente en reparar o limpiar sombreros, jamás fabricó un sombrero. Acota Iván que era muy laborioso en su oficio y con mucho esmero los lavaba, limpiaba y los planchaba hasta darles la forma original; asimismo les colocaba su cinta por dentro y por fuera hasta dejarlos limpiecitos y nuevecitos, es decir, quedaban totalmente restaurados o como dicen ahora DE PAQUETE ja, ja, ja.

Demás está decir que Manuel primero fue un reconocido FÍGARO y después, un día le entró la VENTOLERA y le dio por dedicarse a reparar sombreros. Lamentablemente sus hijos no aprendieron ese apreciado arte. Manuel ejerció ese oficio hasta el día de su fallecimiento. También fue un hábil comerciante, por cuanto, se dedicaba a comprar y vender sombreros usados, los cuales después de dejarlos como nuevos, es decir, listos para la venta, los exhibía en las paredes del negocio envueltos en un llamativo papel celofán o en la vitrina-mostrador. Se dice que hacía sus propios moldes y prensas de madera que le ayudaban a darles la forma original. Entre sus clientes se destacaban los hombres del campo como los hateros, los músicos, los copleros de la canta recia sabanera, los coleadores, los galleros y uno que otro peón de sabana; también acudían muchos citadinos porque en aquella época los apureños usaban sombreros de paño de ala corta marca Barbisio; asimismo, los propietarios de tiendas les enviaban los sombreros que tenían para la venta, que de estar tanto tiempo en las vitrinas perdían el color o los que sus clientes les llevaban para repararlos o limpiarlos. Manuel diligentemente les cambiaba las desteñidas cintas de seda internas y externas; es decir, los ponía PEPITOS, aptos para la venta ja, ja, ja. Por cierto, a su negocio acudían muchas personas, unos iban a afeitarse y otros a comprar o a que les restauraran sus sombreros.

3. EL SOMBRERO: ¿ADORNO o ÚTIL VESTIMENTA DEL PEÓN DE HATO LLANERO?

Al escribir acerca de una sombrerería, estimo que no se debe dejar de lado al sombrero, esa bonita y valiosa prenda de vestir y de trabajo, por cuanto, el sombrero es la razón de ser de una sombrerería y además una pieza imprescindible en el atuendo del peón de hato, que junto al caballo, lo identifica plenamente como un hombre de tierra llana. No se concibe un peón de hato sin sombrero. No solamente se trata de un implemento para protegerse del sol o la lluvia; sino que se usa también para saludar al amigo, galantear a una dama, como lo expresa la frase ¡Camarita, ante esa mujer me quito el sombrero…! Queriendo decirle al amigo que la tercia que le acaba de pasar por un lado es de una belleza incomparable o en situaciones de peligro sacar un lance, es decir, “TOREAR” con el sombrero en la mano a un furioso toro candelariero, que es lo mismo que sacarle un CARPETAZO al cuerno asesino. Esto ocurre cuando el tercio se ha caído del caballo y se ha quedado indefenso a pie en medio de la sabana y sorpresivamente un toro cachalero lo ataca. También lo utiliza como abanico cuando en las tardes calurosas acampa en la soleada sabana; asimismo como trapo para espantar al perro o sacudirse a la fastidiosa plaga. Cuando el sombrero es lanzado al aire refleja alegría, euforia o celebración de su dueño, quien al ser favorecido por la diosa fortuna en una PARADA de dados o en el barajo de una PARTIDA de Monte, Ajiley, Caída y hasta en la inocente Carga la burra de barajas, lanza su sombrero al aire en señal de júbilo ja, ja, ja. En cambio, cuando se halla en las manos y al frente de su dueño, es señal de respeto, humildad o duelo. El peón de hato llanero, en general, sólo se quita el sombrero cuando va a comer, entrar a un templo o a enchinchorrarse en su marimbo de moriche, pabilo, guaralillo o nylon. No importa si está deteriorado, el sombrero es el fiel compañero y esencia del hombre de tierra llana, quien orondo lo exhibe por encima de su orgullo, su arrogancia y su altivez, como lo expresa la clásica cuarteta.

Sobre la tierra la palma

sobre la palma, los cielos

sobre mi caballo, yo

y sobre yo, mi sombrero

En el llano se usa una gran variedad de sombreros, predominando el de cogollo (se llama así porque se elabora de las tiras que se obtienen de las hojas del cogollo de Palma Real), que por ser menos costoso es utilizado en las faenas diarias; mientras que para las ocasiones especiales se utiliza el de fieltro o Borsalino y el Pelo e´ guama. Por cierto, el peón de hato prefiere el Pelo e´ guama que por ser más pesado se ajusta mejor a la cabeza y por lo tanto, mientras está afanado realizando las duras tareas diarias la brisa rochelera no se lo arrebata; también lo prefiere al bailar, porque con él, adorna con bonitas y galantes figuras la danza y al zapatear o al dar una rápida revuelta que exige un joropo relancino y altanero no se le cae tan fácilmente.

El Pelo e´ guama es una prenda de lujo, que siempre ha tenido un precio elevado. Su nombre proviene de la semejanza del fino paño con el que se confecciona y el aspecto aterciopelado y suave del fruto del guamo. Es un sombrero muy versátil que se elabora en distintos colores (verde, marrón o negro), es impermeable y muy duradero; asimismo es considerado el complemento ideal del liquilique. Asimismo, lleva una tira de cuero delgada, llamada barboquejo, que lo sujeta a la cabeza del jinete para evitar que el viento se lo arrebate cuando a todo galope persigue una res desgaritada.

En líneas generales, el sombrero es una prenda que goza de tanto aprecio que muchísimo poetas venezolanos le han dedicado infinidad de versos. Por su belleza y versatilidad es el atuendo y utensilio por excelencia del peón de sabana, como lo expresa la letra del pasaje SOMBRERO, escrita por el bardo Joel Hernández e interpretado por Freddy Salcedo.

SOMBRERO

Sombrero de alta copa y ala ancha, sombrero

sombrero, sea de cogollo o de pelo,

tú eres, típico atuendo llanero, sombrero

ese pelo e´ guama bello.

El que lucen los llaneros en parrandos domingueros

el que usaba Alberto Arvelo, Alberto Arvelo

era un pelo e´ guama negro

el poeta de mi llano, el poeta de mi pueblo

Sombrero que me proteges del recio sol veranero

y de la fría humedad, fría humedad del inclemente aguacero

cuando encobijado ando sabaneando compañero

(bis)

No se ve bien a caballo el que no carga sombrero

sombrero, no soy patiquín de pueblo

yo soy curtido peón sabanero

Sombrero, de rodeo y cimarroneras

Sombrero que me salvó de aquella serpiente negra

cuando ella me perseguía, se lo tiré y se enrolló en el sombrero

ese mismo que me quito al saludar caballeros

De aquel bravo toro viejo que cuando le pelé un lazo

no sé qué hubiera pasado,

si yo no esgrimo en la mano mi sombrero

con el que le saqué un lance, le saqué un lance ligero.

Como lo ha descrito el poema anterior, entendemos que el sombrero, bien sea de cogollo de Palma Real, el Barbisio, el Borsalino o el Pelo e´ guama, no solo son utilizados en las rudas faenas diarias, sino en las ocasiones especiales, llámese júbilo, galantería, atuendo dominguero, respeto, duelo, para espantar los perros y la fastidiosa plaga; asimismo para evadir el cuerno asesino y hasta de fiel confidente, por cuanto, la cinta de fina seda que lleva en su interior, hace las veces de pequeño bolsillo, donde el zamarro llanero guarda algunos billetes, una estampa del santo de su devoción y sobre todo la utiliza para esconder esos PAPELITOS contentivos de mensajes comprometedores (entonces no existía la telefonía móvil celular ja, ja, ja.) y por eso esa prenda ha gozado del cariño del hombre de toro, soga y caballo.

4. PERSONALIDADES QUE USARON Y USAN SOMBRERO

Entre los personajes que usaban esta prenda estaban: Miguel Otero Silva, Gustavo Machado (ambos muy aficionados a las riñas de gallos; eventos al que asistían luciendo un pelo e´ guama negro). Aquí en Apure se veía transitar por las soleadas calles de San Fernando al poeta apureño Julio César Sánchez Olivo, casi siempre se le miraba protegido de los rayos del sol por un magnifico Pelo e´ guama negro. También el músico y compositor Juan Vicente Torrealba se le mira al lado de su Camoruca, luciendo un magnifico sombrero Borsalino; igualmente el músico, cantante, humorista y compositor aragüeño Simón Díaz.

También, lo usaba el maestro Rómulo Gallegos, cuando por primera vez arribó al Estado Apure el mes de abril del año 1927 para recabar apuntes para sus novelas Doña Bárbara y Cantaclaro. Según lo muestra una vieja fotografía tomada el mes de abril de ese mismo año en el Hato La Candelaria, donde se le observa sentado sobre los restos de un enorme caimán que los peones del hato habían cazado ese día. Allí se le mira sonriente, trajeado de altas polainas de cuero, luciendo un ancho Pelo e´ guama y barboquejo negro de cuero. En esa ocasión se le mira rodeado de algunos peones del hato, entre los que destacan, en primer plano, un peón LARGUIRUCHO de Peló e´ guama alón, quien en la novela Doña Bárbara sería el personaje Pajarote… “el de la mano entregadora de hombre leal al estrechar la que se le ofrece y a Carmelito, el desconfiado, a quien había que demostrarle, con ejecutorias visibles, que se tuviera en el pecho corazón de hombre bueno de a caballo y bueno de verdad. Franqueza y recelo, dos formas de una misma manera de ser llanero”… (1), de último y de pie se mira ensombrerado con un desgastado Pelo e´ guama, al Renco Antonio José Torrealba, el caporal de sabana del Hato La Candelaria e informante del escritor, quien en la novela Doña Bárbara sería Antonio Sandoval, el caporal del Hato Altamira. También vemos en otra fotografía tomada en el Hato La Candelaria (abril 1927) al sediento Gallegos con su pelo e´ guama negro de anchas alas y barboquejo de cuero, emburrándose una totuma de agua ja, ja, ja.

En otra imagen destaca el joven poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba, luciendo lentes y un pelo e´ guama negro. Asimismo, en otras viñetas se miran ensombrerados al coplero Ángel Custodio Loyola, el del grito recio altanero, trajeado de liquilique blanco y sombrero Borsalino; de igual manera al general patriota José Antonio Páez (a) El Tío o El Taita, como lo llamaban sus avezados lanceros; allí se le ve en medio de la tostada sabana apureña sobre los lomos de un brioso caballo rucio, lanza en mano, sombrero alón y barboquejo en el cuadrado mentón, arengando a su rústico ejército con su lenguaje aliñado de ajos en su célebre ¡VUELVAN CARAS…! Ja, ja, ja. También se mira al intérprete de la canta recia llanera, el coplero Francisco Montoya y finalmente, no podía faltar, el más valioso de los ensombrerados EL LIBERTADOR Simón Bolívar, a quien se le observa de perfil en un dibujo a lápiz sobre papel, luciendo un sombrero Jipijapa de ala ancha y vistiendo una sobria casaca de campaña; por cierto, cabe hacerse la conjetura, si acaso ese dibujo se lo haría el artista en la semana del 30 de enero al 6 de febrero del año 1818, cuando Bolívar arribó por primera vez a tierras apureñas a conocer al Taita Páez y juntos emprender la llamada Campaña del Centro. Por último, no podía dejar de lado al folklórico Presidente de la república portugueseño, aficionado a los refranes, a la chicha y al Toronto, Luís Herrera Campins, a quien siempre se le veía con un Pelo e´ guama negro calzado hasta las orejas ja, ja, ja.

5. EL PEÓN DE HATO LLANERO: ENTRE EL SOMBRERO Y LA GORRITA

En esta parte quiero resaltar las nefastas consecuencias que ha ejercido el mestizaje en los hábitos y costumbres del peón de hato apureño; concretamente en el uso del sombrero como símbolo de la llaneridad

El mestizaje es el encuentro entre etnias diferentes. Es un encuentro biológico y cultural. Producto del mestizaje biológico, resultó en América lo que el Libertador llamó EL HOMBRE NUEVO, él decía que no somos europeos, indios, ni africanos, SOMOS AMERICANOS, queriendo decir, hijos del llamado NUEVO MUNDO. El mestizaje es permanente, no se quedó en la conquista y colonización de los pueblos. En lo cultural, el mestizaje se manifiesta en la aculturación, ese proceso en que una cultura superior se impone a una inferior, con el propósito de borrarla o avasallarla, para imponer un modo de pensar diferente a los intereses de los pueblos dominados. Este proceso se realiza mediante el bombardeo permanente de ideas y se hace para imponerles a los dominados la cultura de la llamada Sociedad de consumo, es decir, consuma y no piense. He resaltado estos criterios para destacar que producto del mestizaje (mensaje y masaje permanente a través de los medios) ahora nuestro peón de hato llanero, en vez de usar orgulloso su ancestral sombrero de cogollo, el de fino fieltro o el vistoso Pelo e´ guama “TAL VEZ PARA NO PARECER UN VULGAR Y ATRASADO VEGUERO” (esto lo escribo entre comillas) ahora utiliza como prenda la GORRITA o CACHUCHITA porque su empleo significa estar “IN” es decir, estar en la moda o estar en algo…ja, ja, ja.

Es triste ver como un recio peón de hato llanero, llámese: ordeñador, coplero, coleador, quesero, becerrero o cabestrero, luce muy orondo una gorra con el logo Yanquis de New York, Indios de Cleveland, Piratas de Pittsburg, Medias rojas de Boston, entre otras, ni siquiera una gorra con la efigie de los Leones del Caracas (mi equipo ja, ja, ja), Tiburones de La Guaira, Navegantes del Magallanes o Tigres de Aragua ja, ja, ja.

Por supuesto, esos foráneos hábitos en el vestir del hombre de tierra llana, obedecen a lo que los comunicadores llaman el IMAGINARIO COLECTIVO. Por eso a cada rato escuchamos la antipática frase ¡Yo me visto así porque hay que estar en la MODA! ja, ja, ja. Yo acotaría el refrán ¡Me río del hambre después que como…! ja, ja, ja. En otras palabras esa manera de pensar es el producto del permanente MENSAJE Y MASAJE de los MASS MEDIA, cuyo papel es hipnotizar e idiotizar a los pueblos para que ciegos consuman sin mirar para atrás modas, hábitos y costumbres ajenos a la llaneridad, como es botar al noble compañero, el SOMBRERO para irse como unos autómatas detrás de una foránea CACHUCHA…

CONCLUSIÓN:

En este ensayo se ha hecho una revalorización de un importante atuendo del hombre de toro, soga y caballo llanero, como es el atractivo y útil sombrero, que como hemos visto sirve para todo, hasta para confidente… ja, ja, ja. Pero también ha servido para que habilidosos artesanos apureños como MANUEL ZAPATA gocen un puyero ja, ja, ja, restaurándolos después de haber estado presentes en el caney sillero, pegados al PIE DEL CHAPAZÓN en una trasnochada porfía, como la que hace muchos años ocurrió entre un malicioso catire y el MALIGNO o el que acompañó a los recios patriotas llaneros en la gesta libertadora; el que anduvo con el silbo y la tonada del puntero, arriando mañosos rebaños de ganado rumbo a los centros de acopio, donde afanoso se le veía vadeando caños, esteros y lagunas o esguazando chiribitales en esos rastrojales; el que acompañó al empecinado bailador en esos parrandos del camino; el que en la gritería de los gallos, sudoroso casaba las apuestas; el que de madrugada al pie de una ventana enamoraba a la amada con su canto trasnochador; el que en los toros agarraba por el rabo el mañoso toro candelariero para ganarse un beso y una cinta; el que en el patio de bolas celebraba con su dueño el certero y oportuno arrime. Ese sombrero empegostao de bosta, entierrao del polvo del camino los restauraba nuestro avezado MANUEL.

Gracias a esa bonita y útil prenda, el Barrio El Mamón exhibe orgulloso un popular conocido punto de encuentro como es la ESQUINA EL SOL. Asimismo, consideramos que en este trabajo se ha demostrado que nuestro SOMBRERO no solo es un bonito atuendo, sino una útil herramienta de trabajo y tanto es así que ha sido utilizada por los padres de la patria en sus campañas, los cantores, los intelectuales, los poetas, los músicos y sobre todo el más importante de todos, el humilde pata en el suelo como JUAN PARAO o JUAN EL VEGUERO el macilento, el jipato, quien un buen día se rebeló contra la bota opresora y espiazó a machetazos al causante de todos sus males...

Hoy ya no están esos ilustres ENSOMBRERADOS ni el artesano MANUEL ZAPATA ni la viviendita de bahareque, de techo de tejas de dos aguas con sus desvencijados portones, que una vez cobijó a la SOMBRERERÍA EL SOL; mientras que el mestizaje si está vivito y coleando, echando más vainas que una mata e´ frijol ja, ja, ja, y ahora ese hombre bragao, de toro, soga y caballo no quiere saber nada de su noble, viejo y fiel amigo el sombrero de cogollo, el Barbisio, el Borsalino o el Pelo e´ Guama. Ahora se le mira arreando ganado, ordeñando, queseando, cantando, bailando CALZADO con una “vistosa” GORRITA de mala muerte… ja, ja, ja.

Y Colorín Colorado, este cuento…no se ha acabado… ja, ja, ja.

CITAS AL PIE DE PÁGINA:

(1) GALLEGOS, Rómulo Doña Bárbara Página 8. Fundación Editorial El Perro y la Rana, Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Caracas, 2007. Págs. 420.


 
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