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sábado, 21 de marzo de 2020

ELORZA



Iglesia de Elorza



ELORZA

Olmand Botello en su libro ELORZA O EL VIENTO El paralelo siete, nos dice: Elorza es la capital del municipio Rómulo Gallegos, en el territorio denominado Alto Apure, en el estado del mismo nombre y situada en la ribera derecha del río Arauca. Al sur de la población pasa el séptimo paralelo. Hasta 1924 la población de Elorza fue el límite con Colombia y a su lado, confundiéndose una con otra se encontraba el poblado colombiano de El Viento, con el cual se refundió en una sola comunidad en dicho año, en razón del acuerdo limítrofe con la vecina república. (1)

El Dr. José Manuel Sánchez Ostos al referirse a esta población expresa que es la » Misión fundada con el nombre de San José de Arichuna sobre el río Arauca, por el nombre del padre Justo de Granada en 1 .774.
 El historiador colombiano Rogelio Guaqueta Gallardo, en su libro Arauca Ciudad Bicentenaria, nos da una versión poco conocida sobre el nombre original de esta población: “ Destacamos en primer lugar la aldea Azero titulada así en homenaje al Gobernador regional de la época (1.843), Coronel Mariano Azero, prócer casanareño de la independencia nacional. A este villorio se le llamó igualmente paso de El Viento, ambos, nombres primitivos de la población Elorza, cabecera del Municipio Rómulo Gallegos «.

Tal y como señala Guaqueta, esta población era una localidad internacional entre Colombia y Venezuela, porque está dividido su perímetro por el norte-sur magnético y denominadas la parte oriental o venezolana Elorza (desde el año 1.866, mediante acto legislativo del 10 de Marzo de ese año), en honor al Coronel José Andrés Elorza, héroe de la independencia; y la parte occidental o Colombia, El Viento. La parte Colombiana se incorporó a Venezuela en virtud de la delimitación de fronteras de ambos países efectuada bajo la presidencia del general Eleazar López Contreras y hoy forma una sola población con el nombre de Elorza, Capital del rico Municipio Rómulo Gallegos (Creado en 1964). (2)

A finales del siglo XVIII fue cuando se logró la incursión de blancos en la extensa zona llanera que hoy comprende desde Elorza hasta el Meta, es decir, el sur del municipio Rómulo Gallegos y oeste de Pedro Camejo, en el estado Apure. La más remota información conocida del área en estudio es el viaje emprendido por una comisión de representantes de la gobernación de la provincia de Caracas y de la jurisdicción de Barinas, entonces adscrita a la Capitanía General de Maracaibo y a los que se llamó también diputados, efectuado en marzo de 1788. Se trataba de deslindar los territorios pertenecientes a ambas provincias y a la villa de San Jaime, a la que se le escamoteó una amplia faja jurisdiccional desde 1774, por error de apreciación. Dichos comisionados y diputados fueron Juan Antonio Rodríguez, teniente de gobernador de la villa de San Jaime, entonces importante localidad, hoy vecindario barinés; Andrés Ruíz Ibáñez, juez de llanos con territorialidad hasta el otro lado del Apure; José Antonio de Tovar, José Francisco Moreno, Ignacio José Romero, José Francisco Betancourt, Pedro Amador Fernández, Gabriel Sánchez, Isidoro Salazar y 44 hombres a sus órdenes, quienes emprendieron una peligrosa aventura, armados, dotados de brújulas y otros implementos que serían utilísimos en la odisea que los llevaría a territorios inexplorados y remotos, plagados de fieras y de peligros sin cuenta. La información vertida por los diputados y comisionados sería recurrentemente utilizada en los siglos xix y xx para zanjar las diferencias limítrofes con Colombia en la zona. Los comisionados partieron del pueblo de Nuestra Señora de la Concepción de las Nutrias o Ciudad de Nutrias y el 14 de marzo de 1778 se hallaban en la Boca del río Masparro, desembocadura en el Apure. Es significativo que las autoridades de Barinas se negaron con mil excusas a efectuar el recorrido y manifestaron darse “…por satisfechos con la [línea] que tirare el señor Teniente junto con su comisionado….”
Viejo Paso Real de Elorza

Era el 16 de marzo de 1778. El 17 cruzaron el Caicara y allí ocurrió el primer susto con las fieras. En un bosque de palma de yagua se toparon con una tigra a la que dieron muerte y así bautizaron el lugar y surgió el topónimo: La Mata de la Tigra. El 18 atravesaron el caño Caucagua en su nacimiento, a tres leguas de donde mataron la tigra y siguieron sin reposo hasta llegar al Arauca el mismo día. En unos chaparros bobos grabaron dos cruces como señal. El 19 pasaron por las cabeceras del río Cunaviche y derivaron al suroeste “…siguiendo arrimados a una laguna Elorza o el viento. El paralelo siete 15 de agua muy cristalina por la parte del naciente, la cual corre Norte-Sur, y tendrá de largo media legua más que menos, la que pusimos la Laguna del Término Divisorio…”. Un error a todas luces, evidente, es cuando dice el documento “…Laguna del Término Divisorio y nos quedamos en el río Lipa”. No sabemos por qué mencionaron a ese río, cuando se encuentra a muchos kilómetros al sur, en territorio araucano. Es otra de las imprecisiones que están de bulto en el acta, lo cual se dispensa, porque no era frecuente que alguien se aventurara por territorios tan inexplorados.
Finalizaron su tarea los comisionados el 23 de marzo cuando arribaron al Meta. Así lo describieron:

…salimos de dicho caño [Confuso o Caranarabá] que es de grueso monte y se hizo Pica para pasarlo, y concluimos la dicha línea llegando al río Meta y grabamos tres Cruces en tres árboles que los nombran Salado que se hallan en medio de dos cerritos de piedra arrecife junto a la orilla de la montaña de dicho río […] y en juicio prudente, así nosotros como todos los que nos acompañan hemos regulado que habrá sesenta leguas poco más o menos de tránsito de los dichos ríos de Apure a Meta…

El límite trazado por los diputados y comisionados serviría después para establecer el límite entre la provincia de Caracas y la nueva provincia de Barinas. Creada el 15 de febrero de 1786. Al sur del Meta y hacia el oeste, corría entonces el límite de la provincia neogranadina de Casanare, que bastante hizo para adscribirse a Venezuela. En seis días recorrieron la distancia desde el Apure hasta el Meta los diputados y comisionados. El 11 de abril de 1778 ya estaban Rodríguez y Ruíz Ibañez en San Jaime, levantando actas y la relación de los hatos de las jurisdicciones del norte y sur del río Apure. Al otro lado del Arauca no hay hatos por la vía recorrida. No señalan la presencia de ninguno en las actas del viaje. El más lejano al oeste de la jurisdicción de San Jaime es el hato El Setenta, fundado en 1770 –de allí su nombre– por don Sebastián de Mier y Terán y otro en las inmediaciones, de don José Hurtado de Mendoza e hijos.7 De la zona elorzana figuran don José Vicencio Morín y don José Francisco Villafañe (en la nómina de los hateros elaborada por Juan Antonio Rodríguez y Antonio Ruíz Ibañez se le nombra Francisco Antonio Villasana; cf. 271).
Calle Bolívar de Elorza 1945

Acontecer republicano
En 1841, el gobernador de la provincia de Apure designado el 19 de julio en reemplazo de Andrés Palacio, el general calaboceño José Arciniega, ordena a su secretario general, José María Rosales, la organización de grupos de personas que contribuyan con la realización de la estadística provincial. En dicha estadística no se menciona a ninguna localidad en el territorio elorzano. La más cercana es La Trinidad de Orichuna, perteneciente a la jurisdicción de Guasdualito y Rincón Hondo, del territorio de Mantecal, entonces cabecera de cantón cuando todavía le quedaba un puñado de valientes habitantes sobrevivientes de las diversas epidemias que azotaron a la zona. También pertenecían a la jurisdicción mantecaleña los pueblos de Independencia y San Vicente y a la de Guasdualito, una curiosa población nombrada San Pablo de Balso, además de Constitución, Palmarito y Unión.19 Los pueblos apureños sufrieron numerosos cambios de nombre a lo largo del siglo xix. La zona de Casanare y Arauca continuaba siendo poblada por venezolanos que con ímpetu penetraban llano colombiano adentro, fundando hatos grandes o pequeños. Las constantes guerras en Venezuela los impulsaban a esa emigración constante en el siglo xix y las primeras décadas del siglo xx. En una carta de Fermín Toro para el general Carlos Soublette el 5 de agosto de 1844 reconoce esta problemática:
Venezuela tiene hoy razón para pretender que el Arauca se le incorpore o por lo menos para abrir una discusión sobre este punto. Arauca toda y la mayor parte del Casanare está poblada por venezolanos, que ya antes han querido unirse a ésta y que hoy mismo están con iguales deseos. Al momento que se trasluzca que Venezuela tiene algún título para reclamar aquella población, ella misma se proclamará venezolana, sin que ni uno ni otro gobierno puedan evitarlo.
Cita Toro que el gobernador de dicha provincia de Casanare era el general Melgarejo [¿José Concepción o Juan Bautista?, porque el gobernador de Arauca y de Casanare fue José Concepción, pero no era general sino coronel; su hermano Juan Bautista sí ascendió a general, pero no fue gobernador de Arauca ni de Casanare; ambos fueron próceres de la independencia], venezolano de nacimiento y quien era proclive a la secesión. Varias veces en el siglo xix, después de la independencia, Casanare quiso ser venezolana. Arauca, la villa a orillas del río del mismo nombre, de acuerdo a documentos de los siglos xviii esgrimidos durante el litigio limítrofe en el siglo xix, habría sido también territorio venezolano, de la provincia de Barinas. Preveía en la misma carta Fermín Toro la posibilidad de una ruptura: “Digo que preveo un rompimiento y he aquí como: Venezuela tiene hoy razón para pretender que el Arauca se le incorpore o por lo menos para abrir una discusión sobre este punto”.

El Paso del Viento o Paso Morinero
 La primera vez que se menciona el nombre o topónimo del Paso del Viento, llamado también Paso Morinero, fue en el acuerdo límítrofe llamado Tratado Pombo-Michelena de 1833; luego en una comunicación que dirige don Modesto Betancourt al gobernador de la provincia de Apure, general José Ignacio Pulido, el 9 de julio de 1845, relacionado con la toponimia local, en la búsqueda de antiguos nombres, durante las negociaciones limítrofes con la Nueva Granada, discusiones reabiertas por la confrontración fronteriza luego de la desmembración de la Gran Colombia y la constitución de las repúblicas de Venezuela y de Colombia. Dice don Modesto Betancourt: “En cuanto al paso que se denominó de los Casanares en el río Arauca, hai bastante variedad porque unos aseguran que es el mismo de la fundación [nombre con el que se conoce también a la villa de Arauca] ; otros lo fijan una legua más abajo; otros en el Paso del Viento o Morinero; y otros algo más de cuatro leguas arriba de la fundación”.22 El Paso de los Casanares no es el territorio elorzano, sino que está más cerca de Arauca, camino de la provincia de Barinas a la de Casanare, en Colombia, como se demostró luego.
El nacimiento del pueblo del lado venezolano
El surgimiento del pueblo en el Paso del Viento fue espontáneo. Creció paulatinamente, a la par que su vecino, el colombiano. El camino era más transitado hacia el Meta y Casanare, donde se habían fundado extensos hatos en lo que antes era un desierto habitado sólo por indios y fieras. No ocurrió igual con el Paso Arauca, a pesar de ser un conglomerado numeroso a fines del siglo xix, que tenía hasta nombre, San Juan de Dios de Arauca, a la vera del hato del mismo nombre y de La Candelaria, zona con los mejores pastos y aguas para el sostenimiento de la población, no obstante que al momento el camino principal era por San Rafael de Atamaica, cuando los viandantes se dirigían al Capanaparo y el Meta. El Paso Arauca siguió siendo un humilde caserío, con mucho más movimiento mientras funcionó la chalana, hasta la inauguración del puente Marisela. En los Apuntes Estadísticos del estado Apure, publicados de orden del general Guzmán Blanco en 1875 sobre la base del censo oficial de 1873, el primero que se realizó en el país, se lee: “Está separada [Elorza] de una población colombiana, al occidente, por la línea imaginaria que sirve de límite entre las dos Repúblicas, habiendo empezado a fundarse la población venezolana el año de 1859”.26 Quizá ese año comenzó a hacerse más notable el número de habitantes, la mayoría campesinos, comerciantes pequeños, peones de los hatos cercanos, perdidos en aquellos extraviados rumbos. Seguramente escondrijo de malhechores que evadían la justicia en la frontera, como era frecuente. Gente venida de los estados vecinos: Barinas, Portuguesa, Cojedes, Guárico, y del mismo Apure. Lo curioso del asunto es que ambos vecindarios se llamaban El Viento y a la zona se le nombraba en uno que otro documento, tomando en cuenta al área, generalmente en asuntos fronterizos, como Paso del Viento. Es decir, el discurrir del río Arauca por El Viento. Paso de El Viento se escribiría mejor. El venezolano llama paso al sitio donde los ríos son vadeables, por donde es más angosta la “caja”, menos profundo o con menor cuantía de saurios, peces caribes y otros animales acuáticos que ponían en peligro la vida humana, o cuando estaban en línea proporcionalmente recta al sitio hacia donde se transitara.
Estatua dedicada a Doña Bárbara
 en el antiguo Paso Real de Elorza

Elorza “en memoria de los bravos campeones de la libertad”
Cuánta población habría en el Paso del Viento en 1866, lo ignoramos. Pero no debió ser mayor de unos dos centenares de personas. Lo juzgamos porque siete años después, el primer censo, el de 1873, apenas le asigna 289 habitantes repartidos en 73 viviendas. Lo que no sabemos es si constituían la población total del área urbana o se incluía el área rural también. “No ha sido creado legalmente y se rige por leyes especiales” señala el decreto erigiéndolo. Lo cierto es que el 10 de marzo de 1866, la Asamblea Legislativa del estado soberano de Apure -así lo llamaban- decreta la creación de un nuevo distrito con el nombre de Elorza, “en memoria de los bravos campeones de la Libertad e Independencia venezolanas en las llanuras de Apure”. Es curioso que sea en homenaje a los bravos llaneros, pero se le asigna un nombre. La tradición señala que el epónimo es el coronel Andrés Elorza Díaz, uno de los diligentes lanceros de Páez, que no era llanero, sino nacido en San Felipe El Fuerte, estado Yaracuy, incorporado en 1813 a la causa por la independencia. Y sigue siendo curioso que sea uno de los menos conocidos de los héroes de la Nacionalidad. Este es el texto del decreto, la partida de nacimiento oficial de Elorza, antes El Viento, de este lado:

“La Asamblea Legislativa del Estado Soberano de Apure
Considerando:
1° Que en el Departamento Muñoz existe, desde años atrás, un pueblo conocido con el nombre de El Viento, que no ha sido creado legalmente, y que se rige por leyes especiales.
2° Que por su importancia actual, y lo que promete para el porvenir, atendida su posición topográfica y las ventajas de otro orden que encierra, exige de la presente legislatura que se legalice su existencia política, dictando al efecto la medida que lo sancione así.
En uso de sus atribuciones,
Decreta:
Artículo 1°. Se reconoce y erige en distrito civil del Estado, al pueblo conocido con el nombre de El Viento, el cual comenzará a llamarse desde esta fecha Elorza, en memoria de los bravos campeones de la Libertad e Independencia venezolanos en las llanuras de Apure.
Artículo 2°. El Procurador Municipal del Departamento está en el deber de hacer practicar por la autoridad correspondiente, el deslinde del terreno en que se encuentra ubicado el distrito Elorza, con sujeción a la Lei de la materia.
Unico. Caso de ser el terreno dicho de propiedad particular, el Prefecto del Departamento lo participará así a la próxima Legislatura, para que resuelva lo conveniente.
Artículo 3°. Tan luego como se publique este Decreto, el Presidente del Estado procederá a organizar la administración pública del Distrito referido, y nombrará por esta vez los empleados respectivos, quienes, llegados los períodos correspondientes, serán elegidos en la forma que previenen la Constitución y Leyes del Estado.
Artículo 4°. El Presidente del Estado queda encargado de la ejecución de este Decreto.
Dado en la sala de sesiones de la Asamblea Legislativa del Estado Soberano de Apure, en la ciudad de San Fernando, a 10 de marzo de 1866; tercero de la Lei y octavo de la Federación.
El Presidente, M. Villapol El Secretario, Ramón M. Molina
PRESIDENCIA DEL ESTADO, San Fernando, marzo 12 de 1866; tercero de la lei y octavo de la Federación. Ejecútese, Cornelio A. Muñoz. El Secretario General, Juan V. Rodríguez. (Leyes del Estado Soberano de Apure sancionadas por la Asamblea Legislativa en el año 1866.pp: 9-11; cit. p. Méndez Echenique, 1985: 100-102).
No hay información sobre la organización del pueblo a que hace referencia el citado decreto. Apure no ha sido muy dado a conservar archivos. Los límites que se exige establecer en el decreto de marras no debieron distar mucho de los que señala la Ley de Demarcación Territorial del Estado en 1874:
Por el Este, límites del distrito Lara; por el Sur, el río Meta; por el Oeste, los límites con la República de Colombia; y por el Norte, las aguas del río Arauca, hasta encontrar con la Boca de Jerónimo, aguas arriba de este caño hasta encontrar con la boca de caño Delgadito en el caño Orichuna, continuando por las aguas de éste, al lugar denominado Santa Elena, en que debe terminar la línea divisioria, también del Oeste, de este Distrito y el de la Trinidad, que parte del Paso del Viento.

 El distrito Lara al que se refiere la delimitación es Guachara. Al momento de su creación, Elorza perteneció al departamento Muñoz, con capital Rincón Hondo. Luego sería distrito Elorza del departamento Alto Apure. Posteriormente alcanzaría rango de municipio, cuando los distritos eran la mayor jerarquía a partir de 1881, lo siguió el distrito Rómulo Gallegos en 1964, autonomizado al fin del tutelaje de Bruzual, que sigue siendo la capital del municipio Muñoz y finalmente, con la nueva Ley Orgánica de Régimen Municipal ascendió a la jerarquía de municipio. No se conoce cómo era Elorza al tiempo de su creación oficial, pero debió ser exactamente igual a como el censo de 1783 describe la zona y también los Apuntes Estadísticos de 1875:

Tiene una casa de gobierno comprada por la Junta Municipal. No hai iglesias ni escuelas; pero se acopian los materiales para la construcción de la primera y se ocupa la Junta Municipal del establecimiento de una escuela de varones y además se ha mandado establecer otra federal. […] La población, en los meses de invierno se humedece mucho a causa de ser mui bajo el terreno, y dan fiebres intermitentes en los meses de octubre a diciembre, en que se secan las grandes lagunas que hai en todas direcciones de una a otra ribera del río Arauca, que queda al norte de ella. Hai varias casas que se surten de Ciudad Bolívar. […] La industria principal de los habitantes es la cría de ganado vacuno y la de cerdos, que es mui abundantte y no necesita del cuido del hombre por la naturaleza de las sabanas y la multitud de lagunas que contiene y una papa silvestre llamada guapo, que engorda mucho, y de la cual se podría sacar una harina tan delicada y alimenticia como el sagú. Es casi nula la cría de caballos y asnos, pues mueren todos de la peste cuando inviernan en las sabanas.
Es decir, un pueblo pequeño, abastecido en Arauquita de muchos de sus productos básicos según el citado texto y con mucho comercio con la capital guayanesa por donde se iban los productos al sur colombiano, hacia Casanare. Seguramente que también en Guasdualito y El Amparo o Arauca, que están primero que Arauquita, varios kilómetros río Arauca arriba, en territorio colombiano. Desde un primer momento se estableció un peaje para cobrar el paso de semovientes por el río. El de Elorza sumaba uno de los 11 pasos del Arauca y el Apure en toda la extensión del estado. Además de Elorza figuraban los de San Fernando, Arichuna, Apurito, San Vicente, Manga Henriquera, Guasdualito, Palmarito, El Amparo, Yopal y Constitución (luego Quintero) por donde se pasaban las puntas de ganado hacia los estados y al país vecino.29 Los Concejos percibían el dinero al contado recaudado en cada paso, de acuerdo a la tarifa fijada y sancionarían a los evasores del peaje. Una mínima parte de ese dinero sería tomada en cuenta para el naciente pueblo de Elorza.
La vieja casona de Doña Delfina Fuentes

“Insignificante como es”
Entre 1874 y 1875 fue ardua la discusión diplomática entre Venezuela y Colombia para dirimir su controversia limítrofe de vieja data. Plenipotenciario en esas conversaciones por el país lo era el zorro viejo de don Antonio Leocadio Guzmán, padre del Ilustre Americano general Antonio Guzmán Blanco y por Colombia don Manuel Murillo Toro.
Rebatiendo a Murillo escribe en su réplica Guzmán, expresándose acerca de El Viento:
¿Cuáles son las poblaciones de que se habla como situadas ‘a la derecha del Arauca’? Desgraciadamente, desde la villa de Arauca, río abajo, ninguna otra hai, excepto la pequeñísima del Término Paso del Viento, en todo momento curso de aquel gran río; y aun esa misma del Viento, así insignificante como es, está hoy mismo reputada mitad venezolana mitad colombiana. Si otras hubiera, ellas serían todas venezolanas conforme a la Cédula de 1786.
 Sí, El Viento era pequeñito y se lo repartían los dos países.
Elorza y El Viento fundidos en uno solo Contrariamente a lo estipulado en el Laudo español y la sentencia del Consejo Federal Suizo, El Viento continuaba gobernado por autoridades colombianas en los comienzos de 1924. Así lo manifestó el jefe de la comisión venezolana al representante colombiano, quien informó estar al salir un decreto de su gobierno ordenando el retiro de dichas autoridades. La situación la presionaba la supuesta presencia de grupos comandados por el faccioso Emilio Arévalo Cedeño en la zona fronteriza. El gobierno venezolano quería arremeter contra ellos, pero no tenía certeza, vacilaba en el sentido de poder penetrar a dicho territorio. En el sitio de Las Vacas, a siete leguas de El Viento se encontraba Arévalo Cedeño de acuerdo a la información confidencial comunicada por las mismas autoridades fronterizas al ministro venezolano en Colombia Dr. Andrés Eloy de la Rosa y originó una consulta de éste al Canciller Itriago Chacín: “Permítome consultar Ud. si siendo una zona no delimitada todavía, [se podría] promover una acción policial de ambos gobiernos sobre dichos terrenos para disolver el grupo revolucionario”. Una vez informado el general Gómez de la situación, el canciller venezolano respondió a de la Rosa: “Espero tome todo interés asunto tratado en mi telegrama de ayer. Haga valer consideraciones del memorandum de 13 de julio y recuerde promesa hecha a nuestra Comisión por Comisión Colombiana respecto a decreto sobre desocupación de El Viento”.36 Ni el citado memorandum ni el telegrama referido constan en el expediente consultado en la Cancillería. El 18 de marzo, el canciller Pedro Itriago Chacín ordena al ministro en Bogotá dirigir una comunicación al canciller colombiano en los siguientes términos:
…que las autoridades venezolanas del estado Apure van a tomar posesión de todo el pueblo de El Viento y territorios vecinos hasta la recta que une el hito de Las Montañitas en el río Arauca con la confluencia del Meta y caño llamado de Los Apostaderos, tal como figura en la letra A entre Calabocito y Mata de Guanábano, en el mapa N° 7 del Atlas publicado por el Consejo Federal Suizo. Tal decisión es conforme con el Laudo de la corona de España y la sentencia de Berna, y mi gobierno, acatando gustoso las reglas de la cortesía internacional y teniendo muy en cuenta la cordialidad de relaciones existentes entre los dos países, se apresura a participarle al Gobierno de Colombia, a los efectos de prevenir a las autoridades actuales en la región de El Viento y sus habitantes.
 Además, el ministro de Gobierno de Colombia ordenó a la autoridad de la Comisaría Especial de Arauca, buscar un sitio adecuado para fundar un nuevo municipio que reemplazara a El Viento en la frontera y procediera al traslado de los archivos, luego de lo cual se podría verificar la entrega del pueblo colombiano a Venezuela. El único pueblo establecido lo fue Nueva Antioquia, a orillas del Meta, muy al sur de Elorza, pero desconocemos si fue fundado después de 1924 o ya existía.
Sobre el asunto de los archivos que se llevarían a otro lado, el canciller venezolano atajó al ministro (hoy se le llama embajador) para que comunicara al canciller de aquel país:
Respecto de los archivos que no sean de orden político entiende que permanecerán en la jurisdicción de El Viento, de cuyos habitantes son patrimonio […] signifique al Gobierno de Colombia muy cordialmente que de ningún modo quiere Venezuela precipitar a los habitantes colombianos a salir del territorio de El Viento, en el cual podrán permanecer si así lo desean, con toda seguridad para sus personas e intereses.
 En Elorza no existen archivos civiles colombianos y los venezolanos en la Prefectura (o Registro Civil) son muy recientes; igualmente en la iglesia local. El 29 de marzo, el canciller ordenó comunicar al gobierno colombiano que Venezuela enviaría fuerzas en resguardo del orden en el territorio “indiscutiblemente venezolano”, respetando la zona que no había sido delimitada y esperando que Colombia “…contribuirá por su parte eficazmente a restablecer el orden en aquellas regiones”.39 En abril de 1924 ya se había acordado la medida; el general Gómez apremiaba al doctor Andrés Eloy de la Rosa, pues deseaba saber hasta dónde llegaba la frontera para extender la vigilancia y mantener a raya a los eternos enemigos del régimen que pululaban al sur, hasta los confines del Meta, con la anuencia de los gobiernos colombianos.
Procesiön con el
Santo Patrön San José
 Elorza 19 de Marzo año 1952
El 14 de abril escribió el diplomático de la Rosa al general Gómez participando sus diligencias en la Cancillería colombiana:
El Gobierno de Colombia, inmediatamente y de acuerdo con la cortesía internacional, aprobó la actitud de Venezuela y ordenó a las autoridades colombianas residentes en territorio venezolano, que se retiraran de aquellos lugares. Ahora recibo una nota de la Cancillería de Colombia, por la cual me notifica, para que a la vez lo ponga en conocimiento de nuestro Gobierno, que oportunamente Colombia tomará posesión de las zonas determinadas en su favor por la Sentencia de los Árbitros Suizos. Todo esto se ha hecho dentro de la mayor cordialidad, respetando así las decisiones de los Altos Tribunales.
 El acto de entrega de El Viento se efectuó el 30 de abril de 1924 con aparato de formalidad y recíproca cordialidad. Por Venezuela intervinieron como representantes el general Rafael Tovar García, comandante del Batallón Guaicaipuro acantonado en San Fertnando de Apure, guayanés muy experto en la zona, como lo demostró en no menos de diez años persiguiendo a los enemigos del régimen gomecista; el general Félix Simancas, también conocedor de la zona; por Colombia, el general Gerónimo Mutis, Comisario Especial de Arauca –entonces la Villa de Arauca tenía rango de Comisaría especial– y algunos medrosos habitantes de El Viento, temerosos de un asalto –uno más de la colección– de la guerrilla oposicionista, ahora que su pueblo, refundido en uno solo con Elorza, pasaba a ser territorio venezolano. Algunos se fueron a sistios más seguros de Colombia, su patria, o a jurisdicción venezolana, retirados del área fronteriza. Hubo discursos, zalemas y abrazos ese 30 de abril. La bandera venezolana fue izada en El Viento al lado del tricolor colombiano –ambos fueron diseño del precursor generalísimo Francisco de Miranda, el caraqueño universal–, arriado luego con toda solemnidad y el ceremonial apropiado. Personal militar venezolano rindió los honores correspondientes a ambas enseñas y se firmó el acta respectiva. Entregaba la plaza el jefe civil colombiano, general Rafael Álvarez Oropeza y recibía el jefe civil venezolano de Elorza, don Rafael Avendaño. Tres Rafaeles: Tovar García, Avendaño y Álvarez Oropeza, notable coincidencia.
El mismo 30 de abril, desde El Viento y no desde Elorza salió a las 3 p.m., vía Bruzual, el telegrama fechado el 4 de mayo en esta última localidad, informando la novedad al general Gómez a Maracay y suscrito por el general Rafael Tovar García, con prosa grandilocuente:
Aquí bien. Acabo de recibir, en medio de gran entusiasmo, esta tierra que ayer prestigiara glorioso tricolor colombiano y que hoy cubre iris que hiciera concebir sueños de gloria al más grande de los suramericanos, excelso. Como subalterno agradecido suyo y venezolano me congratula este paso trascendental de su gobierno. Dios y Federación, R. Tovar García.
 Otro similar se fue a San Fernando para el general José Domínguez, presidente del estado. A las 6 de la tarde, uno más para Maracay, fechado el 4 en Bruzual, la oficina telegráfica más cercana, y enviado por expreso a caballo que recorrió lo más aprisa que pudo los 155 kilómetros aproximadamente que separan a Elorza de Bruzual. Dice así el telegrama:
Región Viento de Venezuela, hízose entrega bajo los auspicios del contento venezolano y de la paz. Ahora estamos las autoridades y yo, haciendo esfuerzos por dejar a Ud., mi querido Jefe, contento del desempeño de nuestra misión. Ojalá sea así. Los descontentos en sus guaridas soñando catástrofes. Los vecinos del Viento anhelando escuelas, correos y telégrafos. DyF. R Tovar García.
 Ahora El Viento eran ambos pueblos refundidos. Sí, requería de todos los servicios públicos. No había escuela ni comunicación epistolar o telegráfica. Pueblos abandonados a la buena de Dios. Su único contacto eran los vapores que tocaban, procedentes de Ciudad Bolívar, San Fernando o Guasdualito y Arauca, cuando los dejaba subir o bajar la incursión guerrillera en la frontera. Es curioso que en ninguno de los telegramas aparezca el nombre de Elorza, sólo El Viento. Algunas personas mayores aún lo llaman así. Pero, un momento. El general Gerónimo Mutis, comisario especial de Arauca, no tenía instrucciones de levantar actas ni mucho menos, como se obligó a firmar también a la comisión venezolana. Sólo poner el sitio a disposición de ésta. Venezuela, desde Caracas, reclamó y acto seguido vino la reprimenda. Una copia del telegrama que le enviaron desde Bogotá a Mutis fue entregada al ministro de la Rosa para aclarar el punto. Dice así: “Órdenes que impartióle gobierno fueron simplemente retirar autoridades, sin formalidad de ninguna clase, ni mucho menos acta, debiendo abstenerse dar curso a dicha diligencia contraria sentencia…”.43 Y añade de la Rosa en el telegrama cifrado enviado a Caracas: “De todo lo cual se deduce que funcionario colombiano procedió por propia cuenta, desobedeciendo las órdenes del caso. Presidente dirigióle a éste un telegrama en términos muy enérgicos por su desacertado procedimiento”. El general Gerónimo Mutis, curtido en los campos de batalla como supone su jerarquía militar, no era ducho en la filigrana diplomática y actuó movido por un formalismo que nadie le solicitó y él consideró no estaría demás. El 9 de mayo, una semana después del acto formal, se recibió la documentación en la Presidencia del Estado en San Fernando de Apure. El general José Domínguez así lo comunica al general Gómez:
Cúmpleme participarle que acabo de recibir el acta de entrega de El Viento y discursos cambiados en el acto, documentos que le enviaré en primera oportunidad dejando copia aquí por si Ud. juzga conveniente publicarlos en este Estado, lo que espero Ud. me diga. También le enviaré cartas de los generales Tovar García y Simancas. A juzgar por estos documentos, la entrega se hizo en medio de la más sincera y más franca cordialidad. Su amigo y subalterno, José Domínguez.
 Muchos vecinos colombianos estaban compungidos y llorosos. Del viejo cementerio de El Viento fueron exhumados restos para ser llevados a otros pueblos de ese país, Arauca, Orocué, Tame, etc. Los más prefirieron quedarse en su nueva patria y con ellos las cenizas de sus mayores. En el sector La Vigía, al oeste actual del aeropuerto, algunas casas albergan tumbas de colombianos, como la del general José de la Rosa Silva, conservada como de propio deudo por sus dueños venezolanos, junto con algunas más, carentes de lápidas identificatorias. La prensa venezolana dio cuenta tardíamente del trascendental acto de demarcación de la frontera araucana en El Viento. El 17 de mayo, dieciocho días después, el periódico oficial El Nuevo Diario inserta la información en la primera página, con el siguiente títular “Ocupación de El Viento y territorios adyacentes por Venezuela. Cordialidad colombovenezolana” y a continuación el texto:
Ha entrado ya de modo efectivo a participar en la vida nacional venezolana en sus múltiples aspectos esos territorios, cuya superficie pasa de un mil kilómetros cuadrados y donde una población laboriosa echa las bases de una riqueza pecuaria considerable […] El gobierno del General Gómez ha comenzado incontinenti a ocuparse en el mayor bienestar de aquellas poblaciones y entre otras medidas que prepara, ha creado dos escuelas y una administración de correos en El Viento.
 Insistimos, en ninguna parte se inscribe el nombre de Elorza. Parecía más significativo El Viento. El ministro venezolano Dr. Andrés Eloy de la Rosa, en telegrama extra al general Gómez enviado el 13 de mayo, recibido el 14 en Cúcuta y desde ahí remitido a Maracay, da cuenta de lo que dice el diario El Nuevo Tiempo en su edición del 13 de mayo de 1924:
De conformidad con lo estatuido por el árbitro suizo, el último día del mes pasado se verificó una sencilla ceremonia para hacer entrega del Corregimiento El Viento a las autoridades de Venezuela. Hizo la entrega el Comisario Especial general Gerónimo Mutis, izándose el pabellón de colombia y el de Venezuela. Los concurrentes venezolanos y colombianos se dieron un estrecho abrazo y enseguida se firmó el acta respectiva.
 Y añade por su cuenta el diplomático venezolano: “Tan elocuente acto ha tenido aquí gran resonancia. Respetuosamente felicito a Ud. y a su digno gobierno. Leal amigo. Andrés E. de la Rosa”.45 La prensa colombiana lo publicaba cinco días antes que la venezolana. Y por allá era mucho más difícil la comunicación. El 22 de julio de 1924 despachan un telegrama al general Gómez desde la oficina telegráfica de San Fernando. Lo enviaron el 9 de julio desde El Viento (lo continúan llamando así). Es el primer documento surgido de la nueva comunidad integrada y era para agradecer la instalación de la estafeta de correos del pueblo “…en este día en que ha efectuado su primera llegada el conductor de la correspondencia”. Lo firman los más representativos vecinos de la localidad: Augusto Vallú, Narciso Ceballos, Magín Obregón, Ernesto Ojeda, Jesús R. Astudillo, Marcos Páez, Nicolás Gavidia, Ángel M. García, Claro Castillo, Ángel M. Báez, Juan D. Pérez y Rafael A. Morales.46 Desde entonces comenzó a fluir la correspondencia. El 6 de mayo, el general Gómez envía una tarjeta al ministro de Instrucción Pública Dr. Rubén González, ordenándole la creación de la escuela en El Viento. Al día siguiente, el ministro escribe al jefe acusando recibo de la tarjeta y la medida subsiguiente: “He recibido su apreciable tarjeta de ayer en que me da sus instrucciones para la creación de dos escuelas, una de varones y otra de hembras, en la población de El Viento, que pasó a ser territorio venezolano. Me ocuparé en tomar todas las medidas a fin de que estos planteles se instalen el 1° de julio”.47 Un día después, el 8 de mayo, con una increíble celeridad, el ministro de Instrucción Pública, Dr. Rubén González emitía la resolución creando sendas escuelas en El Viento, no habla de Elorza. Dice así: “Por disposición del señor Presidente Constitucional de la República han sido creadas dos Escuelas Federales Primarias de un solo maestro, una para varones y otra para niñas, en la población de El Viento, Estado Apure”.48 En la Memoria del ministro en 1925 se da cuenta al Congreso de la creación de los dos planteles, haciendo énfasis en que fue por instrucciones del general Gómez. Ese año se crearon en todo el país 36 nuevas escuelas de un solo maestro.49 El general Gómez atendió inmediatamente la insinuación del general Rafael Tovar García. El gobierno nacional comenzó a mirar con ojos de piedad a Elorza, o El Viento. Igualmente, el Gobierno nacional cumplía sus compromisos internacionales. El 6 de mayo de 1924 se emitió un decreto mediante el cual se ordenaba la cancelación de Bs. 186.000 (o 200.000 francos suizos) para cubrir los gastos probables que serían causados por “las Altas Partes litigantes por el Consejo Federal de la Confederación de Suiza”, hasta la conclusión de los trabajos de demarcación y que incluía la parte del sur de Amazonas, adelantada simultáneamente con la del Arauca-Meta. (1)

FUENTE:
1. Elorza o el viento. El paralelo siete  de Olmand Botello, Primera edición: Fundación Centro Nacional de Historia, Caracas, 2009 
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