Hallaquitas de Jojoto
Recuerdos llegan a mi memoria cuando veo
los arrumes de jojoto, en mi niñez eso indicaba que en nuestra comida diaria
iba a estar presente las hallaquitas de jojoto; mi abuela Petra Castillo y mi
mamá Martina eran amantes de conservar las costumbres y tradiciones como buenas
llaneras que eran, nativas de San Rafael de Atamaica; esta era una época que
nos decían desde muy temprano, hoy vamos a comer cachapa y hallaquitas de
jojoto, ya le dije a su papa que me diera 20,00 bolívares para comprar todo y
así se daba, nos mandaban a mí y a mi hermano José con una carretilla al puerto
de Mi Cabaña a comprar un ciento de jojoto, un paquete de leña y nos quedaba
plata. Al llegar a casa se pelaba y molía el maíz y mi abuela y mi mama Martina
hacían el resto. Mi abuela y mi mama Martina cuando iban a preparar estas
exquisiteces nos llamaban y nos decían vengan para que vean como se hacen estas
comidas, para que cuando ustedes estén grandes lo hagan con sus hijos; de esa
manera esas dos viejecitas nos criaron y levantaron en valores. Es por ello que
hoy quiero compartir la enseñanza que nos dejó mi abuela Petra Castillo y mi
mamá Martina con todos ustedes, espero sea de su agrado. Como dice el dicho la
cocina y la comida nos une.
Ingredientes: 30 Jojotos
1 litro de Leche o agua hervida
1
taza de Manteca de cochino o aceite
Azúcar (al gusto)
Sal (al gusto)
Preparación:
Se pelan, pican y se muelen los jojotos,
se prepara la masa con la leche, azúcar, sal y manteca de cochino o aceite; la
consistencia debe ser más espesa que de la masa para cachapa, se envuelve la
masa en hojas de maíz previamente sacadas de los jojotos y se ponen a salcochar
por 30 minutos aproximadamente.
Consejos de mi abuela y mi mamá Martina:
• Las hallaquitas deben quedar bien
amarradas para que no se salga la masa
• El agua debe estar hirviendo al
momento de colocar las hallaquitas para no darle tiempo que la masa se salga de
la hoja.
•
También nos enseñaron a rellenarlas con una tirita de queso que se le coloca
cuando se está envolviendo.
• Las hallaquitas se pueden comen solas
y si están caliente con queso y mantequilla.
Con estas exquisiteces que nos enseñaron
mi abuela y mi mamá Martina hemos conservado la tradición de nuestra
gastronomía y así se lo hemos enseñado a nuestros hijos y sobrinos.
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