DON SEVERO ESPAÑA Y LUIS GONZALEZ

 

DON SEVERO ESPAÑA Y LUIS GONZALEZ

En otro renglón de casos enigmáticos entre las experiencias vivenciales de Don Severo España Padrón, en su deambular por vecindarios y caseríos, le correspondió  ser testigo presencial y victima de un suceso paranormal del señor Luis González; quien era muy conocido en Cunaviche y sus alrededores; teniendo fama de realizar actos de magia e ilusionismos entre sus coterráneos. En una ocasión cuando Don Severo se dirigía a visitar a su hermano Rafael Ignacio España Padrón; quien estaba en esos tiempos en “Orticito”, en la pasada del caño para llegar a este fundo, se encontró con varios lugareños en el paso, entre los presentes se encontraba Luis González. Entonces Don Severo se bajó de su camión a saludarlos y conversar por un momento con sus conocidos y paisanos; aprovechando la oportunidad para mostrarle sin la más mínima suspicacia, una escopeta calibre (12) que había comprado para su uso en San Fernando de Apure. Es cuando entonces se le acerca Luis González y le dice a Don Severo que esa escopeta tenía desperfectos y que lamentablemente lo habían embabucado, que si quería asegurarse de lo que le estaba diciendo era cierto, que la probara allí mismo con una bandada de cotúas que se encontraban a tiro en aquel caño. Don Severo se niega de entrada a probar el arma en cuestión por conocer de la fama de Luis González en la realización de trucos y actos inexplicables; pero después de tanta insistencia finalmente accede a efectuar el disparo; colocándole a la escopeta un cartucho original y apuntando cuidadosamente al blanco elegido; con la sorpresa que una vez que sonó el tiro, se dio cuenta que no le había acertado a ninguna de las cotúas. Entonces Luis González le pide el arma y la coloca con el cañón hacia abajo, cayendo a continuación todas las municiones en el suelo; para en enseguida exclamar con aire triunfal: “No le dije Severo, que la escopeta no servía”. Al día siguiente Don Severo probó el arma de nuevo y funcionó perfectamente, comprobando que todo había sido una ilusión óptica de las que acostumbraba crear de manera inverosímil Luis González.

 

En otra versión no presenciada ni comprobada directamente por Don Severo España; basada únicamente de oídas de otras versiones que se comentaban entre los lugareños en aquellos tiempos; desprendiéndose de estas, de que Luis González solía jugarle bromas pesadas a sus amigos y conocidos. Una de sus bromas favoritas era tocarle la barriga a cualquiera de los presentes y decirle que se fuera rápido al monte, porque estaba casi que se defecaba. Enseguida la victima elegida sentía unos grandes dolores gastrointestinales y corría desaforadamente al matorral más cercano, para encontrarse que al pretender desabrochar el botón principal de la portañuela que se usaba en los pantalones de ese entonces, percibía la sensación de que dicho botón se le había hecho más grande, no quedándole más solución que desprenderlo de un fuerte tirón; pero una vez que se agachaba para hacer la necesidad, entonces le desaparecían las ganas como por arte de magia.

 

También se comentaba que presumiblemente Luis González debía tener pacto con el diablo; atribuyéndosele sus poderes sobrenaturales a poderosas oraciones y conjuros pertenecientes a la practica de la Magia Negra; ya que según muchas personas que le conocieron de cerca rumoreaban que Luis González era capaz de realizar transmutaciones; hasta el punto de convertirse a voluntad propia en tigre y en comején. En otra versión de una anécdota que siempre contaba Don Dámaso Blanco sobre Luis González, de una vez que se encontraba en Capanaparo y el Señor Andrés Cuervo iba a encerrar un atajo de caballos en un corral en el que tenía acostumbradas a encorralar a las bestias; entonces Luis González que se hallaba presente en esa ocasión en aquel fundo en la hora en que el Señor Andrés Cuervo, montando su caballo de silla  salió a buscar a los jamelgos en cuestión para realizar el encierro de rutina; En aquel momento Luis González le comenta a Don Dámaso Blanco, que ese hombre no era el que encerraba a esas bestias en ese día. Efectivamente aconteció que cuando los caballos llegaban a la puerta de trancas del corral, se espantaban y salían “forreando” espantadas hacia la sabana de nuevo. En dos oportunidades más lo intentó y todo resultó inútil, no quedándole más remedio que desistir e irse para la casa. Al poco rato todas las bestias vinieron por su propia iniciativa  y se metieron al corral sin que nadie las trajese. Al no poseer fuentes orales de otros testigos directos de estos últimos comentarios sobre este enigmático personaje de los predios Cunavicheros, nos corresponde dejarlos establecidos como rumores y presunciones, que si bien es cierto que en tales circunstancias carecen de un asidero sólido de veracidad; no obstante, están predestinados a través de esta obra a engrosar los Mitos y Leyendas de nuestros acervos folklóricos y creencias populares de nuestra llanura venezolana.

FUENTE:

DON SEVER0 ESPAÑA PADRÓN. (Un tenaz guerrero de la vida) de Alexis Machado

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