SOR ESTELA MANUITT
Breve introito.-
Son tantos los hombres y mujeres venidos de otros
lares que han hecho de nuestro pueblo su pueblo, contribuyendo de una forma u
otra a su avance en los diferentes aspectos y dimensiones, dejando con sus
pasos terrenales huellas tangibles que vienen a ser testimonios de sus
filosofías de vida, por tal razón, es justo para con el gentilicio
guasdualiteño y sus memorias: recordarlos con gratitud, con sus virtudes que
les ganaron el sincero aprecio de aquellos que tuvieron la conformidad de
conocerlos y corroborar sus méritos y probidades.
RECORDANDO A SOR ESTELLA.-
¿Recordara mi pueblo
a sor Estela Manuitt?
¿recordara mi pueblo
lo que ella hizo aquí?
¿Recordarán sus dirigidos
sus orientaciones para el futuro?
claro que las recordamos,
eso se los aseguro.
Es en febrero de 1976 cuando sor Estela Manuitt pasa a
encargarse de la dirección del Colegio Santa Rosa de Lima, institución
vinculada a la orden dominica (Moniales Ordinis Predcatorum) fundada la misma
por el presbítero ibérico Domingo de Guzmán, proveniente del sur occidente del
estado Guárico. Esta distintiva religiosa sustituiría en funciones a sor María
Bellido, su antecesora pondría gran empeño para con el respaldo del ingeniero
Jesús Mena director del Ministerio de Obras Publica sección Táchira, y la experta
mano del maestro lusitano Fernado Da` Costa culminar
satisfactoriamente en 1970 el primer edificio con el anexo del Teatro San
Martin, iniciándose un mes más tarde las enseñanzas en el centro con una
matrícula de cuarenta y siete alumnos, Manuitt impartiría previo a su
nombramiento, sus conocimientos en diversas áreas en la antigua sede del Santa
Rosa, ubicada por la avenida Miranda a un costado de la Iglesia Nuestra Señora
del Monte Carmelo.
De controversial personalidad, la nueva directora le
impondría de inmediato un regio distintivo al paraninfo, que ya se erigía como
el núcleo rector educativo de la localidad. Entre las catedráticas y
catedráticos que la acompañaron en su rectoría se mencionan a: sor Numidia, sor
Dolores, sor Severiana, Blanca Puerta, Marisol y Betty Oropeza, Rosa y Marlene
Soto, Petra Godoy, Marcos Padrón, Marvelis Macías, María Ontiveros, Iraida
Gonzales, entre otros dignos mentores, sin dejar de mencionar al negro Pantoja
(obrero) y al potenzano Cheraza, icónico bedel itálico quien fungía de
jardinero y vigilante, llegado al país huyendo del régimen de Benito Mussolini.
Entre sus logros más importantes hay destacar que gracias a su férrea voluntad
se adquiere otro lote de terreno ubicado por la nueva calle Marques del Pumar,
luego, con el apoyo del recordado Ezequiel Barrios, quien para el tiempo era
uno de los responsables de la construcción de la carretera Guasdualito-Guacas
inicia y culmina el relleno del predio, al poco tiempo logra el financiamiento
total con una importante constructora para la cimentación del nuevo edificio
que comprendía salas educativas, taller de formación para el trabajo y la
cancha deportiva, el mismo Barrios donaría en un gesto de visión altruista
puertas, ventanas, estantes y otros equipos para un mejor funcionamiento de la
nueva infraestructura.
No puede escribirse sobre los méritos de sor Estela
Manuitt sin consultar a quienes tuvieron el privilegio de ser sus dirigidos y
conocerla en amplitud, en este sentido, se presentan las declaraciones de dos
de ellos, refiriendo el veterinario Gregorio Barrios al consultarle: “para mi
poeta, sor Estela fue el pilar fundamental en la dirección nuestra, que
contribuyó con empeño en nuestra visión, en nuestra formación moral,
intelectual y educativa, tenemos una deuda pendiente con esta digna mujer”. Otra
consultada por quien esto escribe fue Estrella Barrios, quien expresó:
“definitivamente fue la artesana y figura principal de nuestro emblemático
colegio, y emblemática como ella, responsable, con carácter, te hacía llorar
viéndote a la cara cuando te aconsejaba, siempre nos decía que no podíamos ser
estudiados y ser groseros con nuestros semejantes, ni irrespetuosos, había que
tener solidaridad, sencillez y el empuje siempre hacia la excelencia, cuando se
trataba de nosotros, sus hijos putativos, nos decía que dónde fuéramos
dejáramos nuestros principios, valores y enseñanzas por todo lo alto, que
fuéramos diligentes y atentos sin discriminación alguna, nos enseñó a buscar de
Dios todas las mañanas, entrábamos a clases a las 6:45 am, para estar en
comunicación con Dios diariamente”.
Por decisión propia renuncia a su congregación en el
año 1988, y marcha a la ciudad de La Cordialidad, en donde se radica para
emprender nuevos proyectos personales y profesionales, brindando hogar y abrigo
al fiel potenzano Cheraza. Estela Manuitt Fúnez regresa a su segundo pueblo en
el año 1989, siendo homenajeada como madrina de la primera promoción de
bachilleres, siendo este gesto un premio simbólico a su entrega tanto a la
institución como a la tierra guasdualiteña; allí estaban con ella sus
orientados, su colegio, sus áreas naturales, una emotiva madrina observaba con
satisfacción sus logros tomada de las manos con aquellos promisorios
graduandos, quienes llevarían en sus mentes y corazones sus buenas enseñanzas y
orientaciones. Parte del mundo terrenal en la capital del Táchira, dejando un
hondo pesar en quienes de verdad la apreciaron en su tránsito de vida, honor a
sus frutos, honor a su memoria.
ALJER.-.
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