REDES SOCIALES

lunes, 20 de abril de 2020

ESQUINA CASA ALTAMIRA






ESQUINAS DE LA ZONA HISTÓRICA DE SAN FERNANDO. Aportes al conocimiento de la toponimia de la capital del Estado Apure

ESQUINA CASA ALTAMIRA



Autor. Hugo Rafael Arana Páez.
Miembro investigador del Centro de Estudios
Histórico-Sociales del Llano Venezolano.


INTRODUCCION:


Con este título se inicia una serie de artículos, referidos a resaltar y rescatar los nombres de las esquinas de la Zona Histórica de la ciudad, los cuales se hallan olvidados; aun siendo estos los elementos que constituyen la identidad de la capital del Estado Apure. Esos toponímicos son los que hablan de su historia, de su folklore, de sus costumbres, de su cultura y de las actividades económicas prevalecientes en épocas pretéritas. Asimismo estos ensayos serán un aporte, para que las generaciones precedentes rememoren aquel bucólico paisaje urbano y para que las nuevas conozcan el pasado de su lar nativo; asimismo que sean de utilidad a los docentes, estudiantes y visitantes. De igual manera para promover la discusión y la critica histórica (no para descalificar e invalidar apriorística y maliciosamente el discurso), orientada a depurar y enriquecer estos modestos aportes a la historia local.
Estos trabajos son una propuesta orientada a darle identidad a la ciudad, es decir, que las instituciones como: Gobernación y Alcaldía del Municipio San Fernando, entre otras, se involucren en un proyecto de nomenclatura de la Zona Histórica (constituida por el rectángulo comprendido entre la avenida Chimborazo al Oeste y la calle La Miel al Este y de Norte a Sur, por las Calles Cinco de julio, Diecinueve de abril, Comercio, Bolívar, Sucre, Páez, Municipal, Muñoz y Aramendi). Esta propuesta consistiría en colocar en cada esquina de la zona mencionada un poste de señalización (acorde con los estándares internacionales de normas turísticas), donde se mencionarían los nombres de cada una de las dos calles que la integran (transversal y longitudinal) y el de la respectiva esquina que la forman.


1. ¿Por qué ese rectángulo representaría la zona histórica de la ciudad?


Lo señalado anteriormente como zona histórica de San Fernando obedece a que en ese rectángulo se hallaban los barrios más tradicionales y emblemáticos (Jobalito o Barrio Arriba y El Mamón o Barrio Abajo, ahora conocido como Centro-Valle) y las edificaciones iconos de la ciudad; donde tradicionalmente se realizaban las actividades culturales, sociales, políticas, financieras y comerciales más importantes de la capital del Estado Apure. Ambos barrios se hallaban separados por la calle Raimundo Fonseca (vía Oeste del actual Paseo Libertador), tanto es así que existía en el cruce de dicha calle y la Bolívar, una esquina llamada precisamente “Esquina La Frontera”. En Jobalito se encuentran el antiguo “Cementerio Municipal de la Chimborazo”, el “Stadium Jobalito” (donde ahora está el Mercado Municipal), la vieja Cárcel Pública (frente a Insalud), Insalud, la Plaza Bolívar, la Logia Candor 27, la Iglesia Catedral, la Casa de Bolívar, las dos sedes del Ejecutivo del Estado Apure, el Museo de la Cultura Antonio José Torrealba, Fundeapure, el Gimnasio 12 de febrero, el Terminal de pasajeros Humberto Hernández, el Centro de Profesionales, la Casa de la Cultura Don Rómulo Gallegos , la casa de la familia Díaz Rodríguez, el Balcón de las Cestari, el Balcón de la familia Aquino, la casa de Don Teófilo Decanio, el viejo Hospital de la Caridad o antiguo Hospital Pablo Acosta Ortiz, los Tribunales Penales, la casa de Don Eloy Lugo (Tienda Las Novedades), la fachada de lo que fue vivienda y casa comercial propiedad de la familia Fernández, conocida como “Mi Atamaica”. Mientras que en Barrio Abajo se hallan: El Palacio Barbarito, la Plaza Sucre (También conocida como Plaza Gómez, Independencia, de los chóferes y ahora Ricaurte), la casa de Don José Faoro (con su caimana disecada), el Ince, la Biblioteca Pública José Manuel Sánchez Osto, la antigua sede de la Voz de Apure, La Casona (propiedad de la sucesión del farmaceuta Ramón Ignacio Rodríguez), la sede del Vicerrectorado de la Unellez (antiguo Grupo Escolar República de Guatemala), el edificio de La Salina en la calle 19 de abril (antiguo depósito de sal en grano de la ciudad, donde ahora se halla un CDI), el Consejo Legislativo del Estado Apure (CLEA), la Capilla de la Virgen del Valle, el Parque Infantil Andrés Eloy Blanco, el asilo de ancianos (antiguo antituberculoso en la calle La Miel) y los diez puertos más representativos de la ciudad como fueron de Oeste a Este: Puerto Barbarito, Ligerón, El Tamarindo, El Guasimito, La Pastora, Puerto Arturo, El Resguardo, Casablanca, Las Mucuritas y Mi Cabaña (todos en Barrio Abajo).


2. ¿Qué es una esquina?


Es el espacio resultante del cruce o intersección de dos calles. Para facilitar la comprensión de este trabajo, se ha convenido en destacar que las esquinas están constituidas por cuatro ángulos rectos. Así tenemos al Norte dos ángulos, el Noreste y el Noroeste y al Sur también dos ángulos; Sureste y Suroeste. Generalmente en cada uno de esos ángulos se establecieron: pulperías, botiquines, tiendas, instituciones oficiales, personajes o familias que le dieron nombre a esos sitios.
Los sanfernandinos en algunos casos llaman esquina a cada uno de los cuatro ángulos que integran ese espacio. Por ese motivo algunas esquinas en esta ciudad poseen hasta cuatro nombres, como es el caso de la Esquina “El Matajey” a la que también identifican como “La Aragüeña”; cuando ocurre así, en este caso, se les denominará con el nombre considerado más emblemático; no obstante, se reseñarán los toponímicos por las cuales también se les conoció.


3. ESQUINA CASA ALTAMIRA
Calle Comercio cruce con calle Madariaga


“La Casa Altamira” se hallaba en el ángulo Suroeste de la esquina que formaban el cruce de las calles Comercio con Madariaga; frente adonde ahora se halla el viejo Palacio de Gobierno. Era un viejo caserón, con techo de palmas, paredes de bahareque, piso de tierra y constituido por una hilera de cuartos, el cual perteneció a finales del siglo XIX a Don Bernardino Nádales. Recién llegado a San Fernando, procedente de El Líbano, Don José Rujana le propone a Don Bernardino comprarle la vieja casona. Una vez hecha la transacción, Don José la tumba y comienza a construir otra vivienda de paredes de adobe (ladrillo de tierra), techo con láminas de zinc importado y piso de cemento. En esa residencia nacen sus hijos Martín y Carmelo, quienes desde muy pequeños comienzan a ver al padre atender el negocio de víveres y mercancías secas. Cerca estaba “El Cañito”, hermoso brazo del Apure, que en el invierno recorría al pueblo de Oeste a Este (desde “El Picacho de San Pedro” hasta el Puerto de los Hermanos Barbarito o “Puerto Barbaritero). Precisamente cerca de “La Casa Altamira”, había un importante atracadero de canoas, bongos y chalanas. Asimismo desde las puertas del negocio se veían remontando “El Cañito” los vapores como “El Masparro” y barcos de la Compañía Anónima Venezolana de Navegación, que en invierno pasaban transportando su pesada carga hacia el Alto Apure hasta Guasdualito. Cuando muere Don José, sus hijos alquilan la esquina a Campo Elías Grau, quien instala un negocio de víveres, al que lo bautiza con el sugestivo nombre “El Encuentro”; pero ya no se expendían las finas mercancías traídas de Ciudad Bolívar y Caracas, sino que ya era la clásica pulpería de pueblo, dedicada a la venta de leña, queso, mecates, linternas, pilas para linternas, mecates, chinchorros, mosquiteros, casabe, fríjol, arroz, tabaco en rama, chimó, manteca de cochino, maíz en concha, maíz pilado y por supuesto, no faltaba el traguito de aguardiente preparado a base de “Guasimo”, “Poncigué” o “Tamarindo” que hacía las delicias del transeúnte, quien presuroso se dirigía rumbo a “Casa de Zinc”, donde Chara Latuff o donde “Los Barbarito”, “Los Lleras Codazzi”, “Los Fernández” o a “La Botica del Llano” de Don Jesús Cedeño, allá en “Barrio Abajo” o “Barrio El Mamón” (ahora conocido como Sector Centro-Valle). Mas tarde se establece allí José Solano con otro negocio llamado “El Triunfo”, quien parece que no triunfó, por cuanto, lo arruinó la “Lotería de Animalitos” (era una lotería que funcionó en esta ciudad hasta finales de la década de los años cincuenta), la cual casi todas las tardes efectuaba los sorteos en la desparecida “Plaza Libertad”, donde un señor muy alto y delgado, apodado “El Flaco Felice”, era el encargado de darle vueltas a una enorme esfera contentiva de los boletos. Esta rifa se efectuaba en presencia del público que se congregaba en ese lugar a presenciar dicho evento. Don José Solano no se “pelaba” un sorteo y aunque siempre perdía, exclamaba con vehemencia -¡La próxima si ganaré! y así continuaba apostando, hasta que se fue al foso y paradójicamente de “El Triunfo” no quedaba sino la destartalada estantería; pero el empedernido jugador seguía insistiendo en las apuestas; pensando que un buen día, un “Golpe de suerte” lo sacaría de la “Ratonera” en que se había convertido lo que en otra época fue su prospero negocio.
Según testimonio de Pedro Laprea Sifontes, en el diario “El Llanero”, escribía que Don Carmelo Rujana en uno de los cuarticos, instaló al lado del negocio de José Solano otra pulpería llamada “La Cueva del guácharo”, donde vendía de todo. Se estableció con una inversión de novecientos bolívares en corotos, los cuales se los fiaron Eduardo Hernández y Don Ignacio Rodríguez. En “El Cañito” compraba los bojotes de leña seca para venderla a su numerosa clientela. Cuando el señor José Solano desocupa el loca que se hallaba en la esquinal, Carmelo se asocia con su hermano Martín y abre en el año 1946 su negocio llamado “Casa Altamira”, donde vendía los famosos sombreros “Carmeleros”. Martín en el año 1948, a la caída del gobierno presidido por Don Rómulo Gallegos se marcha a Caracas, mientras que Carmelo se quedó atendiendo el negocio, guardando la tradición de su padre, pues esa vieja edificación fue punto de reunión de Don Diego Eugenio Chacón, quien tenía su residencial frente a la de Don José Rujana y que coloquialmente se le conocía como “La Chaconera”; también se reunían allí Pedro Pérez Delgado (Maisanta), el General Waldino Arriaga, el General Alfredo Franco (quien sería Presidente del Estado Apure en el año 1936), el apreciado médico Soriano., el abogado Temístocles Estévez, Don Pancho Echenique y el padre Cedeño, entre otros personajes. La esquina de “La Casa Altamira” no perdió el preciado don de la tertulia, la cual continuó Don Carmelo. Algunos viejos apureños recuerdan que por allí pasó el General Waldino Arriaga, cuando combatió en esta plaza contra el régimen de Juan Vicente Gómez el 20 de mayo de 1922.
Don José y Carmelo Editorial Miranda, Villa de Cura, 1988, Págs. 253.
ya no están, pero la solariega casona todavía se conserva como testimonio de la tradición de la parroquia San Fernando. Actualmente se halla restaurada y es la sede de un moderno centro de comunicaciones.


Actual Esquina Casa Altamira, vista desde la nueva sede de la
Gobernación nueva. Fotografía: Hugo Arana Páez

FUENTES:


HEMEROGRAFICAS:
LAPREA SIFONTES, Pedro José Rujana, El Llanero, San Fernando, 8-6- 1985, Año IV Nro. 444
BIBLIOGRAFICAS:
ALMEIDA, Edgar Contribución a la historia económica y social de San Fernando de Apure (1788-1950) ,Caracas, Tesis de Grado,1996, Pags.316.
BOTELLO, Oldman Historia de la Villa Real de San Fernando de Apure 1788-1988, Editorial Miranda, Villa de Cura, 1988, Págs. 253.
CARRERA DAMAS, Germán Una nación llamada Venezuela, UCV, Dirección de Cultura, Caracas, 1980, Págs. 219.
CASTILLO, Francisco El Ultimo violín, Mérida, Págs. 287.
CLEMENTE TRAVIESO, Carmen Las esquinas de Caracas, Publicaciones Libros El Nacional
DECANIO, Edgar El San Fernando de ayer, Fundación Histórica-cultural Ítalo Decanio D ´Amico, Caracas, Págs. 186.
LAYA, Carlos Modesto, Ediciones Presidencia de la República, Caracas, 1979, Págs. 443.
MEDINA RUBIO, Arístides Introducción a la historia regional, Caracas, Consejo Nacional de la Cultura, CONAC, Págs. 40.
NUÑEZ, Enrique Bernardo La ciudad de los techos rojos, Monteavila Editores, Caracas, 1988, Págs. 279
OTERO SILVA, Miguel Casas Muertas, Editorial la Oveja Negra, Bogotá, 1980 , Págs. 135.
RAMOS César Humberto Remontando el Apure viejo, Caracas, 1988, Págs. 151.
SANCHEZ OLIVO, Julio César Crónicas de Apure, Caracas, Academia Nacional de la Historia, El Libro Menor, 1984, Págs. 179.
ZERPA MIRABAL, Alfonzo La explotación de plumas de garza en el Estado Apure, Caracas, Págs. 185.



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