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domingo, 20 de septiembre de 2020

GIUSEPPE TUBEROSA BUDA

 


 



Tuberosa, otro musiú en Mantecal

No son pocos los extranjeros que han llegado al país para hacer vida, desarrollarse hasta crear y dejar las semillas que los reemplazarán.

Mantecal no escapa de esta posibilidad, por tal razón, ha sido y seguramente seguirá siendo la tierra que sirve de abono para que estas personas ajenas al llano encuentren cobijo, calor y extiendan sus costumbres y su participación en el desarrollo de todo el pueblo.

 De todas esas personas que han llegado a Mantecal y han tenido una trayectoria digna de emular por su tesón, compromiso y trato nos toca resaltar al Señor Giuseppe Tuberosa Buda.

Este caballero nació en Castiglione, un pueblo de Sicilia, Italia, en la provincia de Catania el 09 de mayo de 1943.

Para el año de 1955 contando con la edad de 12 años, llega a Venezuela a la ciudad de Caracas  con sus padres: Lorenzo Tuberosa Guardala y María Catena Buda de Tuberosa y sus dos hermanos: Salvatore Tuberosa Buda y Guiseppa (Pina) Tuberosa Buda, todos nacidos en Castiglione.

Los primeros en llegar a Venezuela fueron su padre y su hermano Salvatore, al siguiente año lo hacen su madre, Pina y él.

Tuberosa visita por primera vez el estado Apure en el año de 1962, arribando a la población del Samán, desempeñando trabajos de movimientos de tierra para la construcción de carreteras. Al finalizar, regresó a Caracas para ocuparse de los trabajos de la autopista Caracas/La Guaira.

 Prosigue con trabajos en el Complejo turístico El Morro en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui y para el año de 1979 regresa al estado Apure para trabajar en la carretera Guasdualito-Mantecal.

 La etapa de vida en tierras mantecaleñas lo lleva a conocer a quien fue su compañera de vida para el resto de sus días y con quien tuvo una hija de nombre María Virginia Tuberosa Ordoñez; actualmente profesional del derecho.

 Esta joven los hizo abuelos, y muy a pesar de Pepino (como solían llamarlo en el pueblo) no tuvo la oportunidad de conocer a la nueva generación, semilla italo-venezolana.

 Cansado del trabajo bajo el sol y de los constantes viajes producto de la construcción de carreteras decide para el año de 1980 comprar un terreno y emprender labores de cría de ganado y la siembra.

Crece en la compra de terrenos y logra conformar la finca La Yaguará, adquisición que lo consolida en Mantecal. Desde este momento y en adelante el pueblo sería lo más preciado para él y su familia.

 Su inquietud por el progreso lo lleva a construir locales comerciales y apartamentos para uso personal y como alquiler.

 Su padre Lorenzo Tuberosa murió en Los Teques el 06 de octubre de 1982, su madre María murió en Mantecal el 29 de enero de 1992, su hermano Salvatore muere en Mantecal el 22 de enero de 2005. Luego de esta muerte decide trasladar los restos de toda su familia a Mantecal y desde entonces los Tuberosa Buda descansan en suelo mantecaleño, lejos de la provincia de Catania.

 Mantecal se fue transformando en su tierra amada, soñada y querida.

 Por problemas de salud debió ser operado a corazón abierto el 18 de agosto de 2010, superando con éxito el procedimiento.

 Una vez recuperado decide dedicarse a su hogar y su tierra, cuando en ocasión de trabajo, el sábado 06 de agosto 2016, mientras se encontraba probando un tractor es atacado por un enjambre de abejas asesinas que le provocan la muerte.

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 Así pues se extingue la vida de un hombre tan criollo como cualquier llanero de pura cepa que dedicó su vida a su familia, al trabajo y a su querido llano venezolano.

 Desde aca, saludos a Maya, su hija María Virginia y sus nietos. Semillas de Tuberosa en Mantecal.

Tomado de https://vidamantecal.wixsite.com/apure/blog/categories/historias

1 comentarios:

rosaria dijo...

Hermoso relato el de mi tío Pepino, sólo que apenas se nombra al que fue su compañero en todo momento y con el que pudo cristalizar todos sus sueños. Su hermano, Salvatore Tuberosa, mi padre, que trabajó con la misma tenacidad del homenajeado. Es una lástima que aún después de muerto, ni siquiera a mi padre se le de en una reseña, todo el valor que como un extranjero que amó a venezuela, dió y dejó desendecia y para seguir el linaje de los Tuberosa. El gran Salvador Tuberosa, ignorado por muchos, menos por sus hijas Ana María Tuberosa y mi persona, Rosaria Tuberosa

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